UNA MUJER GENERAL General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Normalidad. El hecho de que una mujer alcance el generalato en las Fuerzas Armadas españolas es sin duda una noticia buena y destacable. Absoluta normalidad.

Las Fuerzas Armadas españolas son la institución que mejor asumió la llegada de la democracia y la que, de manera ejemplar, ha sabido evolucionar conforme los tiempos exigían. Hoy son un modelo de eficacia, valores morales y ciudadanos, ejemplares en su proceder. Así lo reconoce la mayoría del pueblo español excluyendo a esa minoría que hagan lo que hagan los soldados nunca se lo reconocerán.

Dentro de esa normalidad institucional, ejemplar casi siempre, por primera vez una mujer es convocada para realizar el curso de ascenso al generalato. No quiere decir que ya tenga asegurado el ascenso; antes debe superar el curso y posteriormente existir vacante, ser propuesta y aprobado su ascenso en Consejo de Ministros. Eso deseamos a la coronel Patricia Ortega García, perteneciente al cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra, especialidad de Construcción. El hecho de iniciar el proceso que en breve puede llevarla a alcanzar el soñado empleo de general de las Fuerzas Armadas españolas ya es una gran y alentadora noticia.

Se cumplen 30 años de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas españolas. He contado en alguna ocasión que la mayor prueba de la normalidad del proceso la viví mandando la Brigada de la Legión en Viator (Almería). Nos preparábamos para acudir al conflicto de Irak cuando un grupo de periodistas llegaron a la base para realizar un reportaje. Quisieron entrevistar a las Damas legionarias que formaban parte del contingente. No hubo manera. Argumentaban que ellas eran exactamente iguales que sus compañeros legionarios y no cabía hacer separaciones ni declaraciones alrededor de su condición de mujer. En la Legión somos todos iguales. Lo mismo de iguales a la hora de entrevistarnos que a la hora de combatir. Así fue; la primera felicitación en Irak por una acción de fuego frente al enemigo recayó en los miembros de un pelotón donde una cabo legionaria mandaba una escuadra.

Ser general de soldados como los españoles es la mayor dignidad y grandeza que se puede alcanzar. Seas hombre o mujer, la exigencia es la misma, misma responsabilidad, misma ejemplaridad.

Como nos ilustra el general Bermúdez de Castro en su obra Arte del buen mandar español la palabra general aparece en el siglo XVI, pero su significado, sus atribuciones y deberes, son tan antiguos como la guerra. <<Lo mismo que se llama estratego entre los griegos, cónsul con los romanos, duque en los godos, cabdiello en el primer periodo de la Edad Media, condestable en el resto de la Edad Media y capitán al finalizar esta>>.

El capitán y el cabo eran los mandos principales que agrupaban desde las mesnadas a las compañías y posteriormente a las colunelas transformadas en coronelía de donde surgió el coronel.

La coronelía en Italia se dividía en compañías mandadas por capitanes. Fue Gonzalo Fernández de Córdoba el capitán de estos capitanes por lo que para distinguirlo de ellos le llamaron general porque los abarcaba a todos. Me parece que queda definido, ampliamente aclarado, el significado de general como abarcador, común a todos sus hombres que constituyen un todo bajo el mando del que los abarca: el general.

Fue el Gran Capitán el primer general como nos cuenta Bermúdez de Castro en su libro ya citado. Es el honroso título, tan noble y español que pronto puede alcanzar una soldado española.

¿Algo extraño, algo que destacar? Una gran noticia. Las mujeres en primera línea de combate. Como siempre.

Ánimo mi coronel y que pronto luzcas el merecido empleo de general para engrandecer lo que ya es muy grande, porque como bien sabes este es un lugar:

en que nadie espere
que ser preferido pueda
por la nobleza que hereda,
sino por la que él adquiere;
porque aquí a la sangre excede
el lugar que uno se hace
y sin mirar cómo nace
se mira cómo procede.

<<Los oficiales generales ejercen la acción de mando en la estructura orgánica y operativa de las Fuerzas Armadas y la alta dirección y gestión de sus recursos humanos, materiales y financieros. Accederán a esta categoría los oficiales que hayan acreditado en su carrera militar de modo sobresaliente su competencia profesional y capacidad de liderazgo>> (Art. 20.2  Ley de la Carrera Militar).

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

1 noviembre 2018

6 pensamientos en “UNA MUJER GENERAL General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

  1. Bonito gesto. Seguro que es una magnífica profesional. En la milicia nada se regala. ¡Enhorabuena!

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  2. Con la venia de Vuecencia

    C.E Título preliminar

    Artículo 1
    España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

    La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

    La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

    Ver a su Alteza Real, Dña. Leonor de Borbón y Ortiz, leer este primer artículo de la Constitución, que es el verdadero título ontológico que otorga carta de naturaleza a la Nación Española, y que constituye la auténtica divisa de su ser: una sociedad unida de hombres libres e iguales, plenipotenciaria por medio del Estado, y encabezada por su Rey, me llenó de legítimo orgullo y satisfacción.
    Y aunque no soy nadie para dar consejos, comoquiera que vienen tiempos recios, y al hilo del artículo, sugiero la carrera militar a la que está llamada -ojalá mis ojos lo vean- a ostentar la Jefatura de las Fuerzas Armadas.

    ¡Viva España!
    ¡Viva el Rey!
    ¡Viva la Princesa de Asturias!
    ¡Vivan las Fuerzas Armadas!

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  3. Enhorabuena por la representante primera general Patricia Ortega. Por subir al Generalato de los Hidalgos Entorchados.
    Siempre Arriba y Hacia Adelante.

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  4. Seguirá siendo todo igual que de aquí para atrás. La mujer, a estas alturas, ya ha demostrado sus dotes para pertenecer a la milicia con todas sus consecuencias, y también todas sus virtudes, y en la hueste obedecerá hasta morir.

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