LAS GOLONDRINAS DEL PALACIO DE LA ZARZUELA (General de División Rafael Dávila Álvarez)

img_40831_ins_3737272_600Les llamará la atención que hoy escriba sobre un asunto ajeno a la temática usual de nuestro blog: las golondrinas. Es simplemente un descanso intelectual y un paseo por una página oculta de la personalidad formada en otros menesteres.

Simples anécdotas que tienen su moraleja. Adivínenla ustedes mismos.

En esta época del año algunos esperamos impacientes la llegada de las golondrinas, vencejos y avión común. Un poco antes o después, en breve, estarán aquí. ¿Cuántos se dan cuenta de su llegada?

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Cuando era niño recuerdo que en el balcón de casa anidaba todos los años una pareja de golondrinas. En cuanto nacían los golondrinos mi madre se apresuraba a ponerles en una patita, como si las anillara, un lacito con la bandera de España. Yo conocí aquellas golondrinas ya con la bandera en una de sus patas. Mi madre nos contaba que al año siguiente el nido lo ocuparía una de las crías como así venía comprobando cada año.

La inocencia infantil me hizo pensar que aquellas golondrinas nacían con la bandera de España en su patita debido a su origen español.

Don Camilo José Cela en su casa de Madrid en Río Rosas, cuando llegaba la primavera, pegaba con papel cello en el ventanal del living un cartel que decía: ‹‹No cerrar la persiana. Hay un nido de golondrinas››. Aquel cartel sin duda define a nuestro nobel tanto o más que cualquiera de sus libros. Fue el mejor de todos ellos.golondrina-joven-principios-mayo_1_1692533

La entrada principal al domicilio y zona privada del Palacio de la Zarzuela, donde viven los reyes eméritos, tiene un zaguán donde todas las primaveras anidan unas golondrinas. Nadie las invita, pero aparecen puntualmente a primeros de abril. Son golondrinas comunes, ni daúricas ni reales, del pueblo llano y sencillo, que han encontrado un palacio para anidar.

Debajo del nido un pequeño armarito servía para que los ayudantes de campo dejásemos  allí nuestras gorras y así tenerlas siempre a mano al salir acompañando a los reyes. Como pueden imaginar la llegada de las simpáticas golondrinas y sus constantes bombardeos en las entradas y salidas al nido, obligaban a una prudencial retirada de las gorras militares a posiciones menos vulnerables.

palacioespanaComo es lógico la puerta y el zaguán se cierran al anochecer, pero había que dejar, por orden de Su Majestad la Reina, el acristalamiento de la puerta abierto para que las golondrinas entrasen y saliesen de su nido a la hora que estimasen oportuno. Más de un atardecer, casi anochecido, la Reina salía a comprobar que todo estaba en orden mientras con una sonrisa sensible y hermosa veía los últimos vuelos de la tarde de aquellas golondrinas palaciegas.

En ocasiones sus vuelos y gorjeos por el pequeño zaguán sorprendían a algún Jefe de Estado entrando en el palacio, lo que con frecuencia era interpretado como señal de esperanza y amabilidad en el recibimiento. Embajadoras de la paz y armonía, oí decir a alguno de ellos.

También recuerdo al que dijo: ‹‹Vienen de mi país, creo que además a estas las conozco porque son las mismas que en el invierno anidan en mi palacio››.

Cerca de Madrid, en Navacerrada, hay un precioso cerro que popularmente se conoce como El Cerro de las golondrinas nombre que viene de una vieja leyenda que dice que una de las golondrinas que arrancó una de las espinas clavadas en la frente de Cristo, voló y voló sin rumbo fijo hasta caer en este cerro y allí depositar la espina. Desde allí se ve el mejor paisaje de la Sierra de Guadarrama. Era la tierra y la poesía de Luis Rosales («sentí en tu mano un desfile de golondrinas que vuelven»). ‹‹Porque entre el atardecer y el anochecer, entre el Cerro de La Golondrina y La Peñota, se alzará mi monumento››.Golondrinas-extincion

‹‹Las golondrinas no se matan. Las golondrinas son de Dios››, nos enseñaban de niños, cuando se las esperaba y formaban parte de tu compañía en los atardeceres de juegos infantiles; cuando las vacaciones eran la calle.

Ya bajan las golondrinas

con el vuelo muy sereno

a quitarle las espinas

a Jesús de Nazareno.

Ya vienen las golondrinas

con el pañuelo en la mano

pa quitarle las espinas

a Jesús de Nazareno.

normal_golondrinasHoy me dicen que empieza a vérselas, junto a los vencejos y los aviones comunes, por el sur, ese sur que es Sevilla. Vienen ya para la Semana Santa, puntualmente. Llegan respondiendo a la voz del poeta, don José María Pemán:

¿Y no habrá ya golondrinas

para arrancar las espinas

de la frente del Señor?

Mientras el mundo, burlando

vaya en tu frente clavando

sus zarzas y sus espinas

¡nosotras tus golondrinas,

te las iremos quitando!

Seguirán siendo el sueño de un niño que las veía nacer con la bandera de España en su patita. Serán el mejor libro escrito por un nobel. Son la sensibilidad y belleza en la mirada de una Reina de España.

Habrá golondrinas si la ternura del alma las alimenta, mientras pongamos nombres como El Cerro de La Golondrina.cristodelasgolondrinas1

Siempre habrá golondrinas mientras el mundo, burlando, vaya en Su frente clavando sus zarzas y sus espinas. Porque ellas, las golondrinas, se las irán quitando.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

18 marzo 2016

 

18 pensamientos en “LAS GOLONDRINAS DEL PALACIO DE LA ZARZUELA (General de División Rafael Dávila Álvarez)

  1. Un artículo muy apropiado para el comienzo de la Semana Santa y lleno de sensibilidad y fuerza. ¡Gracias General! Corazón de soldado

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  2. Mi querido General: qué bueno y hermoso ese «descanso intelectual y un paseo por una página oculta de la personalidad formada en otros menesteres».

    Ello me ha animado a seguir sus pasos e imitarle en lo gratificante de su nuevo artículo.

    Volverán las oscuras golondrinas
    en tu balcón sus nidos a colgar,
    y, otra vez, con el ala a sus cristales
    jugando llamarán;
    pero aquéllas que el vuelo refrenaban
    tu hermosura y mi dicha al contemplar,
    aquéllas que aprendieron nuestros nombres…
    ésas… ¡no volverán!

    Mientras tanto, las atareadas golondrinas han vuelto a sus obligaciones familiares y vuelan incesantes en un viaje de ida y vuelta para alimentar a sus crías, que han vuelto a esconder sus cabecitas en el nido. Aquellas pequeñas golondrinas de antaño habían crecido y ahora eran ellas quienes tenían descendencia.

    ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van
    y que dejan el nido abandonado y solo
    para cruzar el mar!

    La presencia humana no incomoda a las golondrinas, que si bien prefieren zonas rurales y suburbios, no dejan de colonizar las grandes ciudades, aprovechando muchas veces, huecos en las edificaciones para instalar los nidos.

    Y así, cada golondrina,
    tus heridas al curar,
    sabrá, Señor, despertar
    en tu alma grande y divina,
    tanto amor… ¡que aun va a sobrar
    amor para perdonar
    al que te clave la espina!.

    Ecológicamente estas aves pueden ser consideradas como una verdadera bendición para la humanidad por la enorme cantidad y variedad de insectos perjudiciales para la actividad y la salud humanas que ellas devoran diariamente.

    La golondrina Marina
    ha llegado a mi tejado
    al nido que dejó hecho
    el año pasado.

    Llega en primavera,
    felizmente casada,
    tres huevos ha puesto
    y está muy cansada…

    …Cuando crezcan se irán
    de nuevo, muy lejos,
    el próximo año
    los veré de nuevo.

    En la desagradable incertidumbre política y social que diariamente vivimos en la actualidad, esto es un paréntesis de gloria para los sentidos.
    Gracias y un fuerte y afectivo abrazo.
    Pedro Motas

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  3. Puntuales llegan a mi querida Zamora las golondrinas y vencejos que anidan en nuestras murallas, y alegran la primavera; es cuando los zamoranos cambiamos el chip, y dejamos atrás el duro invierno.

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  4. Soy hijo, nieto, bisnieto… de militares y siempre leo con satisfacción y celeridad lo que aquí se publica. Nunca he querido intervenir ni comentar pero hoy quiero hacerlo por dos motivos. El primero es que en el balcón de casa de mis padres, en el portal de al lado de la casa de tus padres -permíteme que te tutée, mi general- también anidaba una pareja de golondrinas y también mi madre las trataba como si fueran parte de la familia. El segundo es que creo adivinar la moraleja de tu artículo.
    Gracias por hacerme sonreir dos veces al leerte, una recordando mi infancia y otra por afianzar mi seguridad de que, con otro significado, pero volverán a colgar sus nidos en nuestros balcones.

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  5. Mi general, si hubieras vivido en Ceuta, hubieras visto a tú golondrina, emigrando junto a las demás. Allá fin de Septiembre, al anochecer, posadas en los cables de la luz. Nunca mejor dicho, pegadas ala con ala y fatigadas después de cruzar el estrecho
    Un autentico espectáculo y más sabiendo, que junto al guepardo o chiita como lo llaman en África. Son los dos animales más veloces del mundo, uno por tierra y otro por aire o en nuestro Sahara, en Cabo Bojador, otros parejos en inmigración, no tan lejana, los flamencos, que de noche volaban tomando como punto de referencia el faro y que a muchos, al deslumbrarse, les costaba la vida al chocar contra ese faro o palomas, que podías coger con la mano, pues la fatiga, no les permitía remontar el vuelo
    Te venía a la memoria, nuestro desaparecido servicio de palomas mensajeras con los muchos servicios prestados como la de Santa María de la Cabeza. Es más, algunas anilladas, cuya referencia, tomaba el farero y remitía

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  6. ¡ Ah Mi General !, cuanto bien nos haría a todos los humanos, vivir con mas intensidad esta vida que Dios nos ha regalado, y no esta que «algunos», nos hacen vivir con tantos sobresaltos.

    Quien no recuerde de niño, alguna anécdota de estos maravillosos Pajarillos, no habrá tenido una infancia plena.

    Gracias Mi General, por traer estos recuerdos a este blog, y que agradecemos, como una señal de que todo tiene un comienzo y un final, y que todas las cosas de este Mundo, por muy negras que las veamos, también tendrán el suyo.

    Les deseo a todos una buena Semana Grande, desde Málaga, y deseoso por ver desfilar junto a sus Cristos a nuestros queridos Paracas y Legionarios.

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  7. Gracias a todos los que habéis leído y comentado el artículo de las golondrinas. Lo escrito es sentido y vivido. Uno de esos recuerdos que transmites a los tuyos para que su alma se envuelva en algo más que la rutina y la conservación. Hay algo más más, mucho más en esta vida y lo dice el simple vuelo de una golondrina. ¿Gracias a todos!

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  8. Gracias a usted, mi querido General, por iniciar una brillante etapa de lo «sentido y vivido» en este su magnífico Blog; y que nos da la oportunidad de crear un paréntesis de gloria para los sentidos en un mundo de materialismo y egoísmo sin imaginación y ánimo para el espíritu.
    Los dos sabemos apreciar el «simple vuelo de una golondrina» porque, como paracaidistas, hemos probado y saboreado el vuelo como una aventura estimulante, emocionante y gratificadora como ninguna otra actividad que haya conocido la humanidad; ya que el volar establece una analogía con el amor, porque nunca supera la fase de luna de miel y porque produce la sensación de no haber logrado en la vida algo más completo.
    Y esto también me motiva para que los próximos artículos que le envíe vayan en esta línea de variedad e interés.
    Gracias y un fuerte y afectivo abrazo.
    Pedro Motas

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  9. Buenas noches, General Dávila. De nuevo encuentro en este blog un remanso de sensibilidad, de lo importante, de lo que queremos que permanezca, al mismo tiempo que de nostalgia, pues la nostalgia no sólo tiene el componente de lo pasado que no volverá, sino de la belleza que procede de lo pasado, que permanece viva en quienes han sabido atesorarla, de la que se hacen testigos; la belleza vibra, y así se transmite, por vibración, como este artículo en especial, y todos en general, hacen vibrar mi alma, hasta el «tuétano».
    Reciba un fuerte abrazo.

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  10. Yo también animo a Carassius a que escriba un artículo en el Blog y así, con Juan Carlos, formar un grupo inicial de lectores que pongamos nuestro granito de arena y animemos a los demás a participar.
    Desde aquí, un afectuoso saludo.
    Pedro Motas

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  11. Buenas noches. Les estoy agradecidísimo y enormemente honrado por la confianza, nada menos que desde plumas tan distinguidas en este blog, pero a mi edad cada uno debe saber cuál es su medida (que no es falsa modestia), y mi medida es la de comentarista, aprovechando la inspiración que obtengo a partir de los artículos y/o comentarios; que de ahí salga un comentario mío más o menos extenso y elaborado es otra cosa, pues arranca siempre del impulso de otros. Por fortuna, y por merecimiento, este blog dispone de articulistas y otros comentaristas de lujo, a los que procuraré apoyar en lo que sepa y pueda, tanto desde aquí como a través de las relaciones que mantengo en las redes sociales, guiado por mi comunión con el espíritu de los escritos y por mi admiración a todos ellos.
    Reciban un fuerte abrazo.

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  12. Dentro de muy poco hecharemos de menos ver nuestras golondrinas , yo de pequeño anhelaba ver criar las golondrinas en el brocal del pozo de la huerta de mis padres , por culpa de las golondrinas nos robaron en motor del pozo un ranita vulgarmente llamado , ya que mientras ellas anidaba y hubiesen crías ese pozo no se podía cerrar con candado orden de capitán general de la familia que era mi PADRE , las vi criar muchos años pero muchos , un año yo ya moceaba y a últimos de marzo principios de abril baje a la huerta de mi padre y no vei a mis golondrinas sera pronto dije , pasaron unas semanas y nada , raro dije ,algo las ha pasado esto quedo así , al poco tiempo el pozo se seco y desde entonces la fuente de vida de la huerta del tío Antonio el pozo se cerro con candado para siempre , ya no seria igual la huerta sin esos pasos rasantes de esos reactores, como las hecharia de menos mi pozo que se seco una historia verídica cuanto hecho de menos el chisporetear de esas bonitas golondrinas.
    PD cuidemos y respetemos nuestras golondrinas un pájaro bondadoso un país sin ellas no es igual, CUANTO LAS HECHO DE MENOS .

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