VISUS MILITIS (La mirada del soldado) 10 Abril 2016 (General Coloma)

 “Entretanto Jesús decía: Padre mío, perdónales porque no saben lo que hacen. Y ellos, poniéndose a repartir entre si sus vestidos, los sortearon” (Lucas 23:34)

Lo acabamos de rememorar en la Semana Santa y pasada ya la de Gloria con un poco más de distancia piensa uno que si  eso hicieron con el Hijo del hombre, bajando la mirada a temas más mundanos, y mirando a los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados (que volvería sin duda a escribir, probablemente ahora más que nunca el genial Quevedo), mientras asistimos atónitos a tanta puesta en escena, tanta rueda de prensa, tanto postureo y tanta reunión, en las que da la impresión que la vieja piel de toro es usada como tapete sobre el que echar los dados; más de uno nos preguntamos: ¿Quo vadis, Hispania?

Sentimos patria tu aflicción,  y la vivimos con la pena de no encontrar en la arena apenas quien anteponga a un cómodo sillón lo que un día prometió o debería haberlo hecho: TODO POR LA PATRIA.

General Adolfo Coloma Contreras (R.)

6 pensamientos en “VISUS MILITIS (La mirada del soldado) 10 Abril 2016 (General Coloma)

  1. Con frecuencia un soldado es alguien dispuesto a dar lo mejor de sí mismo a cambio de casi nada: cobijo y comida. Lo que no le gusta es que le desprecien los que para él son su familia. Los que han de enterrarle y llorarle si cae en combate…

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  2. ¡¡¡ Que razón tiene, mi querido General !!!

    “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”:
    Tan pronto como Cristo fue crucificado, oró por los que lo crucificaron. La grandeza es que él murió para comprar y adquirir, para nosotros, el perdón de los pecados.
    Clavado a la pesada cruz que le había acompañado en su camino hacia el Calvario se encontraba Jesús, herido por los que debían adorarle, vilipendiado por los gobernantes, mal entendido y abandonado por los supuestos hombres de Dios que debían protegerle. Para colmo, había sido dejado solo por sus discípulos, que, como ovejas sin pastor, temerosos, huían, se dispersaban, se escondían, le negaban.
    Pero Jesús, aún en estas condiciones, no renegaba, ni olvidaba la encomienda del Padre, que le envió a “…buscar y salvar lo que se había perdido” y ruega ante El por el perdón para sus agresores. Expresa con sus palabras no solo a lo que vino al mundo, sino también la actitud que espera de nosotros con el prójimo. Es el amor hecho realidad, sin importar las circunstancias, el daño que se nos inflija, el odio que se nos demuestre, o el dolor que se nos cause: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”: Cuando cometen toda clase de tropelías, cuando son egoístas, cuando están llenos de avaricia, de envidia, de engaño, de malicia…

    “Y ellos, poniéndose a repartir entre si sus vestidos, lo sorteaban”:
    Yo muchas veces recurro al principio de Hanlon: “No atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez”. Con muchos políticos (no todos, evidentemente) me pasa lo mismo. Si un político negocia algo perjudicial para todos hay muchas posibilidades de que sea un político malvado, sí. Pero hay muchas más posibilidades de que, simplemente, sea un completo idiota que no sabe ni lo que está negociando.
    La historia reciente nos invita a pensar que muchos de nuestros políticos están cargados de malas intenciones, y en muchos casos ha sido y es así. Pero no les regalemos ese piropo: cuando tengamos que acusar a un político de ser un malvado conspirador, preguntémonos antes si no será, más bien, idiota o estúpido.
    La tenebrosa maldad no infantil de los políticos:
    «Érase una noche de fuego,
    cuando los izquierdistas tomaron un derecho profano
    y los derechistas una malvada izquierda.
    Agendas previstas con total habilidad,
    ojos sangrientos y sonrisa viciosa.
    Un largo camino se abrió con el pecado.
    Ellos no lanzan hechizos, ni tampoco respiran fuego.
    Caracterizados como mentirosos meticulosos,
    intenciones ocultas tras un velo.
    No hay nada acerca de ese cuento de hadas.
    Ellos pasan página a un capítulo más oscuro,
    donde nunca después vivimos felices».

    La maldad de muchos políticos no tiene límites; pero esperemos que la sensatez, el sentido de Patria, ESPAÑA, imponga el límite razonable a tanto golfo ambicioso que no mira más allá de sus calzones.
    Y felicitándole por su acertada y profunda reflexión, reciba un fuerte y afectivo abrazo.
    Pedro Motas

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  3. Don Pedro, don Antonio gracias a los dos por sus intervenciones. confiamos en que les haya gustado esta nueva iniciativa del blog. Una reflexión de actualidad, siempre breve.
    Adolfo Coloma

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  4. Lo siento Mi General, pero hace tiempo ya, que nuestros Políticos, cambiaron ese ultimo lema que menciona de TODO POR LA PATRIA , por el de TODO POR LA PASTA, y con estos mimbres, pues ya me dirá, ¿ que cestos hacemos ?.

    Un abrazo, Francisco García Oliver..

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  5. Pues no se olvide Sr. García Oliver, que cada país tiene los políticos que se merece.
    ¿Qué habremos hecho o dejado de hacer para merecer esto?
    Gracias una vez más por su intervención en este blog.
    Adolfo Coloma

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  6. Cierto, mi querido General: «Cada país tiene los políticos que se merece». ¿Qué habremos hecho o dejado de hacer para merecer esto?…
    Esta afirmación, de entrada, provoca airados rechazos, aunque la verdad, si los analizamos, resultan ser más viscerales que racionales, sobre todo entre aquellos habitantes con capacidad de pensar y que tienen la desgracia de residir en esos países en los cuales las cosas no andan como debieran.
    Pienso que no es que los pueblos tengan los políticos que se merecen, sino que la gente tiene los políticos que se le parecen. Suena más decente pero resulta igual de trágico. En nuestro hemisferio tenemos la breve pero contundente sentencia: «Pueblo que soporta a tales políticos, lo merece».
    Los españoles somos un pueblo maldito y degradado porque los políticos que están negociando los destinos de España en las últimas fechas son desastrosos, injustos, corruptos y altamente dañinos para el país.
    Cuando la situación hace a los de abajo cada vez más difíciles los apaños de sobrevivencia, cunde la indignación ante los que se permiten los de arriba, pero en el fondo pensamos que tontos no son los ineptos, sino los que se dejan pillar. Quizás por eso los españoles tengamos los políticos que nos merezcamos.
    El deterioro de la política ha alcanzado un nivel tan alto que muchos españoles ya contemplan con admiración los logros y rasgos del régimen de Franco.
    Perdón por exponer mi humilde y atrevida opinión a su excelente aclaración.
    Un fuerte abrazo.
    Pedro Motas

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