VISUS MILITIS Domingo 15 de Enero de 2017 EL UNIFORME MILITAR. ESA SEGUNDA PIEL General de Brigada (R.) Adolfo Coloma Contreras

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EL SOLDADO VETERANO

EL UNIFORME MILITAR. ESA SEGUNDA PIEL

Si, porque pasamos tantas horas, días, años, embutido en él que se convierte para nosotros en eso, la capa más externa de nuestra epidermis. Cuando nos despojamos de él, nunca lo hacemos del todo, tal es el apego que tenemos a su hechura, a su color en activo, en la reserva o retirados (apartados del servicio activo pero nunca ajenos a él) hacemos que nos amortajen con nuestro uniforme para presentarnos como soldados, como lo que somos, en el tránsito al más allá, firmes como cipreses y en el primer tiempo del saludo.

Y sin embargo ¡que pocos uniformes se ven en nuestras calles y plazas! Desde aquel nefasto día en que ETA asesinó al Presidente del Gobierno, Almirante Luis Carrero blanco una fría mañana de diciembre de 1973, hasta el verano de 2008 en el que acabó con la vida del Brigada Luis Conde de la Cruz, las necesarias medidas de seguridad y autoprotección aconsejaron evitar la presencia de militares de uniforme en lugares públicos restringiendo el uso del uniforme a los actos oficiales. Toda una generación ha prestado sus servicios en estas condiciones, toda una generación, la de nuestros hijos no nos han podido ver con esa nuestra segunda piel paseando por un parque con ellos, en un transporte público o sentados en una cafetería tomando un café. Bueno, salvo algunas excepciones.

No es que estuviera mal visto, no, era por pura razón de supervivencia ante alguien que se declaró nuestro enemigo, por el simple hecho de ser servidores del Estado, y cuyo código de conducta, ya se sabe, se reducía al coche bomba, cuando no al secuestro, la bomba lapa o el tiro en la nuca, siempre por la espalda.

¿Cómo poder vestir el uniforme en la calle en esas circunstancias? ¿Para atraer desgracias sobre nuestros familiares o amigos? ¿Para dar facilidades a los asesinos? Sea como fuere el resultado es ese: hemos vivido una generación sin uniformes en la calle.

Paradójicamente, en muchos destinos fuera de nuestra sufrida piel de toro si hemos vestido nuestros uniformes con total normalidad al compás de nuestros ejércitos anfitriones. Entonces sí hemos podido llevar a nuestros hijos al colegio, acudir a un espectáculo o simplemente pasear dejando que el aire libre acaricie nuestra segunda piel. Entonces sí hemos sentido el orgullo de lo que hacemos cuando al parar a repostar el modesto vehículo particular y ser identificados por nuestro uniforme, un individuo barbudo, regordete y con chupa, por más señas te para, te tiende la mano y te dice:

  • Gracias señor por los servicios que presta a la patria.

 

Adolfo Coloma

GB (R) del ET

 

23 pensamientos en “VISUS MILITIS Domingo 15 de Enero de 2017 EL UNIFORME MILITAR. ESA SEGUNDA PIEL General de Brigada (R.) Adolfo Coloma Contreras

  1. Que bonito mi general…. ¡y que evocador!.
    Creo que tu y yo nos hemos encontrado muchas veces entre esas excepciones que apuntas. En los años 1978 a 1980 estaba destinado en el CIR Nº 11 en Araca (Vitoria). Entonces aún no cobrábamos nuestro sueldo mediante el ingreso en cuenta bancaria.
    Cuando mensualmente bajaba a la Caja de Ahorros de Álava para retirar mi nómina, siempre bajaba de uniforme en mi flamante seat 127. Más de una vez el comandante jefe de mi batallón -yo era capitán de la 12 compañía- me indicó la conveniencia de que bajara de paisano (se pedía permiso para bajar a Vitoria por la mañana ya que las entidades bancarias no abrían por la tarde) Yo le respondía: mi comandante, si no tuviéramos trabajo por la tarde, me pondría de paisano para bajar, pero a lo que no estoy dispuesto es a ponerme de paisano, cobrar, y volver para ponerme de nuevo el uniforme y seguir con la jornada laboral.
    Bajaba en uniforme de campaña, con el que prestábamos nuestro servicio en el CIR y llevando en la funda pistolera mi arma; un espectacular revólver ASTRA 357 mágnum de 6 pulgadas. Durante el trayecto en el coche, lo depositaba sobre el asiento del copiloto y aún recuerdo la cara con que lo miraban desde las ventanillas los pasajeros de algún autobús, o algunos transeúntes mientras estaba detenido en algún semáforo. En la caja de ahorros me ponía en la cola de la ventanilla para cobrar, como un asalariado más. No puedo decir que mi presencia con aquella espectacular herramienta al cinto no suscitara miradas, pero nunca escuché comentarios ni tuve el menor problema. Que iba preparado era obvio.
    En alguna ocasión propuse a mis compañero que deberíamos bajar con el uniforme de diario algún fin de semana a pasear por Vitoria. El procedimiento sería que algún voluntario, por turno, o bien el de apariencia más inofensiva, lo hiciera de uniforme mientras a pocos pasos dos o tres compañeros le diéramos escolta, convenientemente dispuestos para la incidencia que se pudiera presentarse, tanto si era un simple altercado, como si se tratara de una situación que exigiera el empleo de las herramientas.
    Aducía que con este procedimiento podría muy pronto pasearse de nuevo de uniforme por la ciudad, pues en cuanto hubiera dos o tres intervenciones, nunca se sabría si el militar iba solo o acompañado.
    La propuesta no prosperó. Pero aún recuerdo el día -1º de mayo por más señas- que un compañero y yo (no desvelo su nombre pues no puedo ahora localizarlo para pedirle su autorización) fuimos de uniforme a Bilbao para visitar en el hospital a un Policía Nacional que había sobrevivido a un atentado cuando iba de paisano en un autobús. La cara de sorpresa de los dos policías nacionales que montaban guardia en la puerta de su habitación, al ver llegar a dos capitanes del ejército vestidos de uniforme, no necesita ser descrita.
    Al herido le llevamos de obsequio una bandera española de mesa, donde con un rotulador habíamos escrito: «Que tu ejemplo nos enardezca para que no permitamos que muera España»
    ¡¡¡Tiempos mi general!!!
    Con un fuerte abrazo y siempre a tus órdenes, reitero para ti la dedicatoria de aquella bandera.

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  2. Se echa de menos esa presencia. Me retrotrae a la infancia, por eso porque hace mucho tiempo de es.o. Habría que ir recuperandolo poco a poco. Aunque con la excusa de la inseguridad.(y los complejos) no se está por la labor….. Habría que tomar ejemplo de otros países de nuestro entorno. Hay más cultura de  Defensa  (y valores).
      ¡ASÍ NOS LUCE EL PELO¡
    (Ke país Diosssss!)

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  3. D. Adolfo Mi General la verdad aquellas medidas de entonces pienso eran necesarias y como dice D.Lorenzo valor le echaba desde luego, en misiones he vivido dos operaciones de seguridad y policía claro eran otro tipo de teatro operacional en donde en cualquier parte podía surgir un insurrecto y siendo el uniforme blanco predilecto.

    Por aquí en Zaragoza afortunadamente aún se ven militares de distinta graduación con sus uniformes mimetizados, pocos pero se ven.

    Sabía Mi General que en la LEF sigue estando prohibido a la tropa vestir de civil (las horas de salida de tarde, si se esta libre, son de 5 de la tarde a 12 de la noche) salvo en permisos y estos permisos deben de ser fuera del lugar en donde este la guarnición para poder vestir de civil, el caso es que por aquello de ligar bastantes suboficiales y oficiales visten de uniforme…que paradojas ¿verdad?

    A su orden Mi General

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  4. Con el debido respeto a V.E, General Coloma, y desde la humildad del que está aquí para aprender, pienso que nuestros militares, y por extensión el resto de instituciones del Estado, son servidores de éste en la medida que el estado como forma de organización concreta sirva a la Nación. La Nación la hace la Historia, es sujeto político de Derecho, es el marco que nos hace a todos libres e iguales en dignidad, deberes y derechos, y donde se ejerce la fraternidad entre los españoles. Es decir, que la Nación es la base de la Justicia. La Justicia a su vez es distributiva cuando da a cada uno lo suyo, lo que le corresponde; y es también a veces subsidiaria, cuando gratuitamente toma de todos para repartir a los pocos marginados que siempre, hasta en las mejores familias, puede haber. Bien se comprende que si somos llamados la fraternidad es porque por encima de todos nosotros tenemos una madre, la Patria. Y por encima de la Patria solo está Dios.
    La forma del Estado es fácilmente reformable, la Nación es permanente.
    En situación parecida a la actual, hace 80 años, nuestros abuelos se rebelaron por la Nación y por sus propias vidas a la consigna de: ¡Dios, Patria y Justicia!
    ¡ARRIBA ESPAÑA!

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  5. Con el permiso de VE, mi General.

    Tuve el honor de servir a España como soldado de Infantería.
    El uniforme que se nos facilitó tenía una pequeña corbata de un marrón pálido, ya anudada, que se ajustaba con un elástico; cuando salía a pasear por mi querida Granada, sentía que no iba todo lo elegante que creía debía ir, me sentía orgulloso de vestir el uniforme de la fiel Infantería de España… pero aquella corbatita me hacía parecer ridículo, como un niño de primera comunión.

    Localicé una tienda donde vendían artículos militares, en el escaparate vi la solución a mi problema, una bonita corbata verde que solo veía en los uniformes de mis oficiales. En mi destino, Gobierno Militar de Granada, seguí llevando mi corbatita, pero cuando salía de paseo por Graná…me ponía aquella bonita corbata verde que anudaba personalmente todo lo mejor que sabía.

    Un día, en Plaza Nueva, me tropecé con el Teniente responsable de mi oficina; iba de paisano, casi no lo reconcí, pero él a mí sí, al momento me levante del banco donde estaba sentado, me puse firme y le saludé marcialmente…
    -¡A sus órdenes, mi Teniente!
    -Descanse cabo, no es necesario…
    Creo que se sintió violentado, yo, sin embargo, el soldado de Infantería más guapo de España con aquella bonita corbata como la que lucía mi Oficial a diario…en la oficina.

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  6. Así es, Sr Magallón. También en la Legión Española, hasta bien entrados los años 80 la tropa vestía de uniforme por las calles. no era en absoluto extraño encontrar a legionarios o soldados en lo bares bebiendo. Para controlar los excesos, se establecía un servicio de vigilancia de plaza» que más adelante se sustituyó por la Policía Militar. los legionarios les llamaban «caza kies» se bebía.
    gracias nuevamente por su participación
    Adolfo Coloma

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  7. Buenos dias
    No recuerdo en absoluto que los militares dejaran sus uniformes en las unidades a raíz del asesinato del Almirante Carrero Blanco, es más, estoy seguro que los mandos, jefes oficiales, suboficiales y clase de tropa se enfundaron en ellos con mas rigor si cabe tras el asesinato y hasta los soldaditos se abrocharon el corchete con gesto de amor al uniforme.
    Los generales le sacaron brillo a sus banderines de coche y se negaron a dejarse amedrentar.
    Si mal no recuerdo el que los uniformes desaparecieran de las calles de las ciudades españolas fue más una imposición del gabinete que contaba entre sus miembros con el general Manuel Gutiérrez Mellado que otra cosa.
    El gabinete en cuestión decidió quitarle protagonismo a los militares y la primera medida fue articular unas normas que suprimieran los uniformes de la vida ciudadana española, eso si amparándose en supuestas medidas de seguridad que encubrieron las verdaderas pretensiones de los políticos, alejar al Ejército de la sociedad.
    Y digo supuestas medidas de seguridad porque en esa epoca se intento crear un cuerpo militar de seguridad que diera cobertura a los miembros de las FFAA en su diario quehacer, cosa que dejo en pleno ataque de ansiedad a todo el gabinete.
    Desde 1977 los políticos decidieron que los militares sobraban de la vida española y poco a poco, con mas o menos maña, con mas o menos fuera fueron apartando al Ejercito de la sociedad.
    A mayor abundamiento sobre las intenciones ultimas de los políticos me gustaria que Vds «echaran un repaso» a los Ministros del Ejercito y de Defensa de los últimos cuarenta años .
    Quizá hubiera personajes menos idóneos para el cargo,… pero lo dudo

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  8. Sr Fco. Molina. qué hermoso recuerdo comparte Vd. con todos los lectores de este blog.
    Recuerdo aquella corbata que se ajustaba al cuello con un elástico. La explicación del elástico era bien sencilla. Pocos sabían entonces hacerse el nudo de la corbata. O tal vez fuera por ahorrar género, ¡vaya Vd a saber!
    Permítame hacer mías sus palabras: «me sentía orgulloso de vestir el uniforme de la fiel Infantería de España» como yo me siento muy orgulloso de haber llevado el mismo uniforme que Vd.
    Adolfo Coloma

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  9. Mi General, luego de haber vivido lo de ayer en Almendralejo (Badajoz) aún estoy con ese sabor y la satisfacción de haber estado allí, y Vuecencia es fiel testigo, ya que fue el invitado de mayor rango.

    Lo de ayer en Almendralejo fue algo diferente a casi todo lo que nos está aconteciendo. El uniforme fue venerado, claro que ahí no puede vivir un independentista, mucho menos un etarra, el ambiente no se lo permitiría, él no lo aguantaría. Porque donde hay sentimiento español sobran las serpientes y las ratas.

    Siempre me ha gustado ir de uniforme por la calle, ello es incómodo, pero muy gratificante para el que lo lleva con decoro y el orgullo que siente el que lo ama y se lo ha ganado.

    A la orden mi General: Ramón Lencero Nieto

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  10. Sr Castillaba:
    No niego en absoluto la veracidad en su relato. Déjeme a mi reivindicar la presencia de uniformes en la vida diaria. sin complejos, sin reivindicaciones. simplemente porque nuestro uniforme, como argumento, es nuestra segunda piel.
    Atentamente
    Adolfo Coloma

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  11. Te entiendo perfectamente, Ramón. Querido Goana. No creo atentar contra tu intimidad y tu pudor si revelo que con 68 años, cinco por encima de mí, has aplazado una operación quirúrgica tan pronto como supiste que se celebraba eses homenaje a La Legión en Almendralejo, a 90 kms. de tu localidad. Para asistir de uniforme, con tu hijo, también de uniforme.
    ¡Qué ejemplo a seguir!
    Un abrazo legionario
    Adolfo Coloma
    5º Tercio de La Legión
    Tercio de la nosltagia

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  12. Buenas tardes Mi General
    En el 1981 como Sargento en Práctica de la AGBS todavia en la Academia de Infantería todavía era obligatorio salir de uniforme y después de sargento efectivo en la BRIPAC íbamos de uniforme hasta ha comprar a supermercados era muy natural ver por Alcala militares de uniformes es más en el 1984 por un artículo en una revista militar criticando la prohibición del uso del uniforme por espacios públicos fue sancionado el primeraco de la 40 promoción de la AGM creo que a partir de ahí no se veía «bien visto» el ir de uniforme por la calle, pero esto al igual que el pelo te corregían por pelarte al cero y ahora van con la cabeza afeitar un saludo.

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  13. desde luego, Rafa. todos hemos vivido situaciones similares.
    creo que sería bueno, poco a poco, recobrar lo que debería ser normal
    Un abrazo
    Adolfo Coloma

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  14. Naturalmente que estoy absolutamente de acuerdo en su reivindicación del uniforme como segunda piel, es que lo era y solo dejó de serlo por la fuerza de las órdenes impartidas por la superioridad.
    Antes de todo esto un militar vestía de uniforme casi todo el tiempo, y en casi cualquier situación y ademas lo hacia con el orgullo y la dignidad que merece tal atuendo.
    Es una pena y da verdadera lastima que en la actualidad no se ven uniformes miluitares por las calles, como seria logico y natural.
    Se de niños que raramente han visto al padre con uniforme y mas de uno. al verlo regresar de maniobras han creido que era Rambo.
    Y eso bajo mi punto de vista, es malo

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  15. Un honor, mi General, que a VE le halla parecido digna de ser compartida aquella anécdota sobre la corbata de mi querido uniforme de Infantería, el cual intenté llevar con la mayor gallardía y dignidad que pude.

    Los Mandos que aprobaron aquellas corbatas acertaron en el tema económico y en suponer que muchos de los soldados de reemplazo, al menos un servidor, no sabrían hacer correctamente un nudo de corbata. Yo lo aprendí a hacer precisamente por aquella circunstancia, gracias a un compañero que, viendo mis dificultades para hacerlo, se ofreció a enseñarme, ya que había trabajado como vendedor de ropa de caballero. Cada vez que me anudo una corbata recuerdo aquellos momentos y aquella bonita corbata verde.

    En mi anterior comentario quise haber añadido algo más, pero creí que se iba a hacer demasiado largo (como suele pasarme, y este mismo demuestra) y, a fin de cuentas, lo que que me dejaba en este tintero virtual lo suelo repetir en este blog. Aprovechando que VE lo ha respondido y que he podido comprobar que se ha hecho mención a la bandera de España, no me he resistido a añadir lo que entonces obvié, si VE me permite.

    Aquel pequeño problema que me suponía la indumentaria de un soldado de reemplazo lo resolví como queda dicho, hoy también tengo otro problema similar, salvando las distancias, a aquel en tanto que es protocolario, pero me temo que no va a ser tan simple de solventar, la ausencia de la bandera de España en actos oficiales de las Comunidades Autónomas de Cataluña y Vascongadas, ordenado en el artículo 4.2 de nuestra Constitución.

    Creo que las formas son reflejos del fondo, del mismo modo que se dice que la cara es el espejo del alma y, del mismo modo que me sentía ridículo con aquella pequeña corbata sujeta por un elástico, hoy me siento avergonzado como español cuando compruebo a diario la ausencia de la bandera de España en los referidos actos oficiales.

    Nuestra bandera nacional no merece tal desprecio Institucional, ni en la medida de mis posibilidades lo voy a consentir; no tengo dinero para pleitos, pero sí tiempo. Me he hecho tuitero con esta finalidad, poner de evidencia tal ausencia ante los españoles y reclamarla las Instituciones que creo tienen la obligación de hacer que se cumpla dicha orden constitucional.
    Por ello he creado un petición pública en Change.org dirigida al Gobierno de España, https://www.change.org/p/gobierno-de-españa-bandera-de-españa-junto-a-ikurriña-y-señera

    Espero conseguir así ver nuestra bandera nacional donde por ley y dignidad merece, y no tener que demostrar el valor que se me supone, según mi Cartilla Militar, tal como aquellos soldados españoles, entre los que se encontraban Pedro del Pulgar y un tal Montesinos Dávila (quién sabe si pariente lejano de nuestro General Dávila) que formando un «comando» de seis clavaron una daga en la puerta de la Mezquita de la Alhambra todavía en poder de los musulmanes, que rezaba «Ave María». http://www.larramendi.es/menendezpelayo/i18n/corpus/unidad.cmd?idCorpus=1000&posicion=1&idUnidad=100648

    Si los enemigos de la unidad de España creen que se van a salir con la suya, están tan equivocados como aquellos musulmanes; si no, al tiempo.

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  16. Como Marinero 2 entre 1981\82 no contábamos con uniformes de paseo especialmente, cómodos en lo tocante al cierre de pantalón. No obstante, tocados por la gracia que abunda en San Fernando (Cádiz) , sorteabamos el problema con humor.
    Guardamos con mimo los de mi promoción, la costumbre de reunirnos una vez al año, para compartir gratos recuerdos con los mandos de la época.
    La mayoría contamos con un magnífico recuerdo…ojo…han pasado 35 años y daríamos lo que no tenemos por volver a enfundarnos el Uniforme.
    Le envío un recuerdo muy especial al entones TN Romualdo Alvargonzalez Figaredo….que a buen seguro nos sigue.
    Un fuerte abrazo a todos los que se han sentido orgullosos de su uniforme.

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  17. Gracias de nuevo, D. francisco. su sentir, sus demandas son compartidas por muchos.
    ¿Ha ondeado el pendón Real en granada el día 1 en Granada?
    Un abrazo de soldado a soldado
    Adolfo Coloma

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  18. don Andrés, creo recordar las dificultades para abrocharse el pantalón del uniforme de la marinería en aquella época. Me parece, solo me parece, que se relacionaba con la necesidad de que el pantalón pudiera soltarse con facilidad en caso de caída al agua. Pero imagino los comentarios que pudo suscitar con ese gracejo gaditano.
    Le saluda
    Adolfo Coloma

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  19. Servi en La Legion en el año 1980, nosotros nos sentiamos orgullosos de llevar el uniforme a todas horas por supuesto obligatoriamente, al estar en Fuerteventura tenia que pasar por Madrid para venir a Orense, que orgullo, y la gente nos piropeaba por el servicio a nuestra Patria,.
    Un saludo mi general coincidi con vd, siendo Voecencia Capitan.
    Lo admiro, por seguir trabajando para España.

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  20. Gracias Angel por tu testimonio.
    ¿En el Tercer Tercio de La legión en el año 80? Pues cuanto siento de verdad no ponerte «el careto» como decían los legionarios.
    Otro abrazo para ti y para tantos magníficos gallegos que han servido en La legión
    Adolfo Coloma

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