LOS VERSOS DEL CORONEL (13) Félix Torres Murillo. Coronel de Infantería DEM (r)

 

 

 

 

 

 

 

CARDENAL TAVERA. (1608) Hospital de Tavera. Toledo

 Muere el Cardenal Tavera, impulsor del Hospital de San Juan Bautista conocido en Toledo como Hospital Tavera y también como Hospital de Afuera por estar situado extramuros de la ciudad, y Alonso de Berruguete le realiza una mascarilla mortuoria que le serviría de modelo para esculpir el impresionante rostro del cardenal para su sepulcro situado en el crucero de la iglesia de dicho hospital.

Casi medio siglo más tarde, y tomando como base la misma mascarilla, El Greco le realiza este impactante retrato.

No sé si al maestro le ocurrió como a mí cuando tuve la oportunidad de contemplar el original (pierde bastante carga emocional en las reproducciones) en uno de los salones del citado hospital, ahora museo, donde se expone: sólo vi su rostro. El resto me sobraba.

DESCARNADO

(Soneto)

Le sobra, por sobrar, verde el tapete;

sobra el púrpura satén de la muceta,

la gola que el ilustre cuello aprieta,

sobra el brillo encendido del birrete,

 

y junto con el libro y el roquete

y el fondo en que recorta la silueta,

le sobra hasta la mano que aboceta…

Que en la obra que legara Berruguete

 

vio sólo una mirada, que vacía,

mirándonos sin ver dejó perdida.

Y en la imagen hierática e inerte,

 

cera y sombras su tez ausente y fría,

de alguien al que ya falta la vida,

descarnado, vio el rostro de la muerte.

 

CABEZA DE CRISTO. Colección particular.

De la ortodoxia bizantina (v. ICONOS) en la gama de colores, a los pardos y terrosos del motivo; del hieratismo frontal de los personajes, al delicado escorzo manierista; de la simetría en los elementos, a esta “perfecta asimetría”; del estatismo de otros “salvadores” al movimiento que impregna esta preciosa imagen de la Galería Nacional en el Palacio Sternberg de  Praga; mucho más suelta que otra recientemente atribuida, colgada en el  McNay Art Museum, San Antonio (Texas). Y es que, si no anclado al pasado, si que mantiene claras sus referencias.

PERFECCIÓN

(Soneto)

 

Compleja sencillez en los colores;

y en su ademán sereno y contenido,

un Cristo que en su adentro, recogido,

despierta sentimientos y fervores.

 

De aquellas las imágenes de albores,

a la asunción de un modo devenido,

en un cambiar de sí, comprometido,

decantando otras formas y rigores.

 

Que aún sin olvidar los sus umbrales,

-el motivo, el nimbo, la figura-

es esa perfección aquí alcanzada,

 

son ésas sus facciones ideales,

el aire, pulcritud y la finura,

y es el brillo en la luz de su mirada.

 

 

SAN JOSÉ CON EL NIÑO JESÚS. (1597-99). Capilla de San José. Toledo

 

El primer documento relacionado con la decoración pictórica y la ejecución de la arquitectura de los retablos de la Capilla de San José de Toledo se remonta al 9 de noviembre de 1597. En el contrato firmado entre El Greco y Martín Ramírez, patrono de dicha capilla consistía en la realización de un retablo para el altar mayor y dos para los laterales.

La Capilla en cuestión tiene el honor de ser la primera levantada en la Cristiandad dedicada al Santo Patriarca. Al altar mayor iría destinado el lienzo de San José con el Niño Jesús y en  los laterales San Martín el pobre  y la Virgen con Santa Martina y Santa Inés.

 

La obra fue valorada en 1599 por los tasadores en 31.328 reales, el triple que lo que había costado el Entierro del Señor de Orgaz. No debemos olvidar que en este encargo de San José se incluía también la arquitectura de los retablos.

Estamos ante uno de los primeros ejemplos de la pintura occidental en el que San José es el protagonista principal del cuadro; el soneto es una mera descripción del mismo.

 

CONFIADO

(Soneto)

 

Caminante, de canon sublimado,

en la clara su imagen protectora

lo  pinta, y su pintura corrobora

su puesto, su papel y su cuidado.

 

Lo envuelve con sus brazos, confiado,

un Niño Dios, que aún lejos la hora,

de aquella su tarea redentora,

a su sombra nos mira cobijado.

 

En el Cielo, los vuelos imposibles

de ángeles que lirios y laureles

portando, prestos van por coronarle.

 

Y entre nubes los trazos perceptibles

-tantas veces lo hicieron sus pinceles-

de la urbe que vino en cautivarle.

 

SAN SEBASTIÁN. (1610-1614). Museo del Prado

 

Me van a permitir, que por una vez y alejándome un tanto del tono de seriedad que (más menos) he tratado de infundir a mis sonetos, hoy saque los pies del tiesto y desbarre, aunque poquito, dada la tremenda afrenta de los hechos consumados.

Infinito es el número de tontos, escrito está; y el que cometió este atropello, quizás por no hacer favoritismos en la herencia, o tal vez porque no le cabía en la pared del saloncito, digo yo, estaría entre los primeros del escalafón.

Efectivamente, de un “greco”, hizo dos por el simple procedimiento de partirlo en dos mitades. Afortunadamente, tras bastantes vicisitudes dichas mitades se volvieron a encontrar, y ahora en El Prado se puede admirar el cuadro en toda su extensión y con toda su carga artística de soltura en las pinceladas, contrastes y claroscuros; y al fondo, como “siempre”, Toledo.

 

 

 

TORMENTOS

(Soneto)

 

Algún bobo integral e iluminado

buscando en Salomón su referente,

llegó en su decisión, ¡aguda mente!,

a en dos partir al santo asaeteado.

 

Ufano quedaría el que ha elevado

al máximo, seguro, su exponente

la humana estupidez; difícilmente,

tal listón pienso sea superado.

 

Y anduvo Sebastián, vano su intento,

-anduvo sin andar, pues no podía-

por siglos de encontrar su otra mitad,

 

obligado a sufrir, doble el tormento,

con aquel de los dardos, ¡madre mía!

ésta otra tamaña atrocidad.

 

(Continuará)

10 pensamientos en “LOS VERSOS DEL CORONEL (13) Félix Torres Murillo. Coronel de Infantería DEM (r)

  1. Querido Félix: entre lo que me envías y lo que veo en este extraordinario blog, no puedo por menos de asombrarme por tu capacidad de incrementar la belleza de los cuadros en este caso, con lo que escribes. Nuevamente enhorabuena. Abrazos entrañables
    Carlos.

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  2. ¿Qué decir de Carlos? Siempre hiperbólico en su bonhomía cuando de amistad y y compañerismo se trata.
    Muchas gracias, amigo pucelano-foramontano.

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  3. Ya amigo y compañero Torres. No puedo hacer otra cosa que felicitarme por tener en las filas de nuestro Ejército a poetas- creadores- de tu categoría. Nunca había visto explicar el Arte con tanto arte. Con mi admiración, un fuerte abrazo.

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  4. Mi Coronel. Disculpe que me exprese de esta manera; mas, no sé hacerlo de otra para decir lo que siento arañándome los adentros. Sí, es muy penoso e injusto, que ciertos mequetrefes de la poesía, prosas históricas y otros artículos sean encumbrados en los altares del endiosamiento que nos viene sacudiendo de esta forma tan mamarracha, ridícula y desatenta para las personas que son arrinconadas valiendo más que esos espantajos oportunistas al momento de este infausto acontecer.

    Atentamente y a la orden de Usía: Ramón Lencero Nieto

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  5. Gracias Salvador. ¡Hay tantas cosas que se presentan como arte y no lo son!
    Pienso que para que el arte sea Arte tiene que llegar al alma y conmover internamente; cuando es así no es difícil que la emoción haga salir lo mejor que cada uno tenemos dentro, de los modos más diferentes: yo me encuentro a gusto juntando palabras. Un gran alegría si ello llega también a otras almas sensibles.

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  6. Pensando en parte como tú, amigo Ramón…, pues, qué quieres que te diga.
    Por mi parte me siento totalmente recompensado con que detrás del más de millón y medio de consultas a este prestigioso blog haya podido haber tantas personas que, como tú, han leído mis versos.

    Un abrazo.

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