El soldado veterano
En poco más de un mes, nuevas promociones de oficiales y suboficiales dejarán (por un tiempo) las aulas, accederán a la vida activa y con carácter general, se integrarán en las unidades. ¡Cuánta ilusión! ¡cuántos afanes! ¡cuántas expectativas! ante el futuro que ahora se le abre.
Con infinita nostalgia recuerda el viejo soldado las suyas de antaño. Atrás quedaban años de aprendizaje de este duro oficio de las armas. Clases teóricas y prácticas, estudio, exámenes y maniobras.
Casi ha olvidado los conocimientos que entre aquellos muros adquirió. Pero una cosa recuerda con claridad meridiana. Ante el reto al que se enfrentaban, el consejo de sus viejos profesores se podría resumir en pocas palabras: “Buscad siempre las ocasiones de mayor riesgo y fatiga” Y aquello hicieron todos dispersándose por la geografía patria, dondequiera que alcanzasen sus límites. Aquella máxima junto con la de: “No buscar otra cosa que la satisfacción del deber cumplido” constituyeron su norte y guía.
Doblando ya la treintena, al que más y al que menos le tocaba ya volver a pasar por las aulas. Nuevo encuentro de la promoción en el que cada cual compartía con los demás sus experiencias en las arenas del desierto, en las montañas, subido a un carro de acero, colgado de un trozo de seda y un puñado de cordones, con chapiri, boina verde o simplemente con el gorro cuartelero, pero siempre buscando nuevos horizontes por más que, ya entonces, los protos comenzaban a hablarnos de la necesidad de tener “un perfil” determinado. ¿Y qué era aquello del “perfil”? bueno, un poco de allá y de acá, sin olvidar naturalmente el asunto de los idiomas. Habíamos entrado en la OTAN y participábamos en empresas multinacionales. No se trataba ya de un horizonte tan nítido. Nuevos escenarios, procedimientos distintos ¡Ah! Y el puñetero inglés.
Y cuando ya peinábamos canas y aspirábamos al mando de las unidades superiores, volvimos de nuevo a unas aulas que nos abrieron las mentes a nuevos horizontes. Más allá de aquella sierra, mucho más, o de aquellos meridianos y paralelos, todavía más allá. Claro que, para entonces ya no nos bastaba ni siquiera con “el perfil”, se trataba ahora de perfeccionar “la rosa de los vientos” un compendio de cualidades y aptitudes que se nos requería, a tenor del momento, a veces un poco a toro pasado. Había que ser multinacional y conjunto para aspirar a más.
Pero lo cierto y verdad es que, desde aquel único, diáfano y juvenil horizonte, hemos ido descubriendo y conquistando muchos más para volver de nuevo casi donde habíamos empezado. Donde comenzarán en pocos días los nuevos oficiales y suboficiales que salgan de las Academias, a perseguir sus horizontes:
Horizontes de grandeza
Porque no hay mayor grandeza para un soldado que el servicio a los demás, el servicio a esa Patria de la que ya casi nadie quiere hablar, junto con la satisfacción del deber cumplido.
Adolfo Coloma
GB (R.) del Ejército
Blog: generaldavila.com
4 junio 2017
General Dávila 
Añoranzas y recuerdos mi general.
Hemos entregado ya el testigo en esta maravillosa carrera de las armas (que es también una «carrera de relevos generacional) pero aunque ya hayamos cumplido con la Patria, y con nuestra conciencia y honor, seguimos, y seguiremos corriendo a la zaga de las nuevas generaciones de soldados hasta que el «cuerpo aguante».
El buscar siempre las ocasiones de mayor riesgo y fatiga, lo atestigua tu hoja de servicios. Pero ya lo practicabas desde cadete de primero. Recuerdo perfectamente como en las marchas de doble jornada por San Gregorio, al vivaquear en la inolvidable tienda CIMA, los protos pedían voluntarios para dar la guardia nocturna del vivac. La jornada de marcha había sido dura, y al día siguiente esperaba otra que lo sería igualmente de regreso a la Academia. Siempre te presentabas voluntario, junto con algún amigo que también consideraba un honor ser voluntario para ocupar el puesto «de mayor riesgo y fatiga». Aunque para el caso solo lo fuera de fatiga -que lo era sin duda- pues el «puesto» de dos horas requería partir la noche con el poner y quitarse las botas sobre unos pies no pocas veces despeados.
Y es que como suele suceder, ya desde bisoño, «apuntabas maneras»: De lo que somos y seremos mientras el cuerpo aguante, soldados de la Infantería Española. «Herederos de una gloriosa tradición militar»
Un fuerte abrazo y siempre a tus órdenes mi general.
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Orgulloso de ser amigo de mi querido General… militar íntegro y excelente persona, con el objetivo claro de un horizonte de superación personal para el servicio a España.
Un fuerte y afectivo abrazo legionario y guerrillero.
Pedro Motas
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Buenos dias, General, precioso lo de hoy.. y que suerte he tenido de poder leer y participar en el blog , pues ..aprendo mucho de todo ello, y todo magnifico e interesante..GRACIAS..
Bendiciones, y feliz dia. Un afectuoso saludo.
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Muchas gracias mi general, estoy de acuerdo con sus comentarios.
Un antiguo Legionario del Juan de Austria, Fuerteventura 1980.
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Gracias Lorenzo. Nada enseñamos que no hayamos practicado.
Un abrazo
adolfo
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Pedro, muchas gracias también a tí
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Muchas gracias, Sra. López del moral. Lectoras como vd nos animan de veras
Con todo afecto
Adolfo Coloma
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Angel: «Un antiguo legionario del Tercio d. juan de Austria» es más que un amigo.
gracias por manifestarte.
Adolfo Coloma
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Que grandes y emotivas palabras todas verdaderas nunca han sabido darles el valor fe sus ver fuerzos que día a día codo con codo el Soldado Español dandi por su patria yo en su día y y orgulloso de haber servido de mi gran y querida bandera España con 17 años deje lo que que quería por hirme real mente con lo que yo quiero y amaba de verdad mi legión en cima de una mesa firmé un contrato y un cheque en blanco el cual decía que daría asta la última gota de sangre de mis venas y vida por mi patria mi bandera y mi legión como por llevar siempre clavado en el corazón Dr que doy un caballero legionario Español muy bonito y he motivo lo que Guescencia dista por que es Todo verdadero siempre a sus ordenes mi General este veterano cabo Miguel Lores siempre estaré dispuesto por el bienestar de España y del Rey
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¡Eres grande, Miguel!
Un abrazo legionario.
Adolfo Coloma
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Da gusto leer sus letras.
Vuelve a pensar el viejo soldado lo que ha sido su deambular, del BIR a la Escuela de Transmisiones,y de allí a otros muchos sitios de España,con la lavadora subiendo las escaleras de no sabemos cuantas casas.
Ahora,pronto, hará 50 años de la entrega del nombramiento.
Creemos haber hecho Patria y como diría D. Pedro,con buena o mala fortuna la MILICIA,no es más que una religión de hombres honrados.
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Reblogueó esto en Diario de medios y razones.
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Así es, don Francisco. Los dos empezamos en el BIR y ¡a saber cuantas casas hemos vivido¡ cuantos horizontes hemos contemplado. Son parte de nuestra grandeza.
Adolfo Coloma
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Excmo. General Coloma, nos dice en su magnífico artículo que «En poco más de un mes, nuevas promociones de oficiales y suboficiales dejarán (por un tiempo) las aulas, accederán a la vida activa y con carácter general, se integrarán en las unidades. ¡Cuánta ilusión! ¡cuántos afanes! ¡cuántas expectativas! ante el futuro que ahora se les abre»
Al hilo de ese futuro, con todo respeto y modestia, en mi humilde opinión y a la luz de los acontecimientos de las últimas semanas, me parece que se está abriendo paso entre la clase política una suerte de plan u hoja de ruta para la reforma por la puerta de atrás de la Constitución de 1978 (único consenso político entre los españoles). Concretamente una reforma del título VIII, en un sentido federal o confederal.
Recordarán que ya en su día les decía que con una mayoría suficiente, los 3 grandes partidos constitucionalistas podían mandar las taifas autonómicas, que tanto mal hacen a España, al tacho de la basura. Parece que lo que se pretende hacer (sin referéndum, pactando con los separatistas) es justo lo contrario: el pase del sistema autonómico a un sistema confederal.
Me preocupa que esto se esté fraguando porque, si como parece lo que traman es una reforma confederal, ello implicaría agrupar las autonomías convertidas en Estados en base a intereses compartidos bajo una dirección común; es decir, se estaría de facto rompiendo la unidad de soberanía Nacional que reside en el pueblo español y se estaría hurtando a éste el sagrado derecho a decidir. Me parece y me temo que eso es lo que viene y, desde luego, lo que no podemos permitir. Los movimientos políticos de los últimos días apuntan a ello.
Agradezco esta oportunidad de poder alertar sobre el peligro que se cierne sobre España.
Muchas gracias y un cordial saludo a todos.
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La Verdad Libre: Le preocupa a Vd y nos preocupa a muchos más.
queda expuesta su preocupación y muchas gracias por intervenir
Adolfo Coloma
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