Monte Arruit tras la reconquista

Parece una constante entre quienes, con más o menos profundidad, escriben de Historia resaltar los hechos adversos y quitar importancia a los favorables, en una actitud que recuerda a los perros apaleados cuando se lamen las heridas.

Reflexiónese, si no, en los ríos de tinta dedicados al desastre de Annual, al que más propiamente habría que llamar de Monte Arruit y lo poco que se ha escrito de las operaciones que inmediatamente antes se desarrollaban con éxito en Yebala y Gomara y las que reconquistaron después el territorio perdido de la Comandancia General de Melilla.

Ramón de Bonifaz

Por otra parte, existe un afán de generalizar con expresiones como “olvidamos a nuestros héroes” o envidiar a otras Naciones diciendo “con esto en Estados Unidos habrían hecho veinte películas” y otras por el estilo, autoincluyéndose, quien lo afirma, entre los que olvidan a sus héroes o entre los que no fomentan las pocas producciones del cine español dedicadas a la Historia de nuestra Patria.

En cuanto a la primera afirmación sería más exacto decir que tenemos tantos héroes que resulta difícil destacar a alguno sobre los demás y así, quienes se rasgan las vestiduras por el olvido de tantos años sobre Blas de Lezo (por cierto, mucho más héroe de lo que se ha contado, pero no de Cartagena de Indias), o Bernardo de Gálvez, quizás desconozcan quien fue Retógenes, Ramón de Bonifaz, Cristóbal de Mondragón, Juan de Oñate, Vicente Moreno Baptista, Salvador Mur Casas, Lorenzo Vega Loro o Antonio Ponte Anido; por poner solo un ejemplo de héroes de diferentes etapas de nuestra larga Historia.

Vicente Moreno Baptista

En cuanto a la segunda cuestión, ni las posibilidades económicas de nuestra industria cinematográfica son las mismas de la de los Estados Unidos de Norteamérica, ni muchos de los que manejan la industria del cine (guionistas, directores, productores o distribuidores) tienen el nivel cultural necesario para conocer la Historia de España, o sus anteojeras ideológicas les permiten ver más allá de una versión sectaria de la última guerra civil, por lo que en ella y en una tenebrosa visión de la posguerra, han centrado sus películas.

Como ni quiero lamerme las heridas, ni me incluyo entre los desmemoriados del heroísmo, aunque lo de las películas no está a mi alcance, procuraré, si Dios me da salud e inspiración y el consejo de redacción me acoge con benevolencia, contar cómo fueron aquellas operaciones y otras de éxito y hablar algo de los héroes que merecen no ser olvidados.

Antonio Ponte Anido

Juan Ignacio Salafranca Álvarez. Coronel de Infantería (R.)