«TATUAJES EN LAS FUERZAS ARMADAS» GENERAL DE DIVISIÓN RAFAEL DÁVILA ÁLVAREZ (R.)

Legionarios con tatuajes

En las recientes convocatorias que regulan el proceso de selección para ser soldado o marinero se han introducido, entre las condiciones para los solicitantes, una serie de limitaciones sobre los tatuajes corporales. Al margen de la polémica y la confusión generada, lo peor de esta nueva normativa ha sido la imposibilidad de reacción por lo que muchos jóvenes no podrán presentarse a las convocatorias. Me cuentan que no es fácil borrar un tatuaje además de ser costoso en tiempo y dinero. La norma se ha hecho con precipitación y sin pensar en las frustradas aspiraciones que en muchos jóvenes origina.

Aunque la resolución no prohíbe el tatuaje sino que lo regula en función de su ubicación y contenido, algo que está ocurriendo en la mayoría de los ejércitos occidentales, introduce muchas limitaciones. Por su contenido se prohíben todos aquellos que contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales, autoridades, virtudes militares, que supongan desdoro para el uniforme, que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de las Fuerzas Armadas en cualquiera de sus formas, que reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnico o religioso. Razones todas ellas que comprendemos pero que no sería necesario regular ya que su significado da motivos suficientes para prohibirlas sin necesidad de norma alguna.

Legionarios

Además se prohíben todos aquellos que sean visibles vistiendo las diferentes modalidades de los uniformes.

Nunca me han gustado los tatuajes pero tampoco tengo nada contra ellos siempre que sean respetuosos y limpios de intención. Durante los años que mandé la Legión fueron numerosos y variados los que pude ver en los brazos y pecho de los legionarios. Reconozco que alguno había perdido su sentido de vieja y guerrera tradición y nada tenía que ver con ese testimonio y orgullo de ser legionario. Hubo una época en que los tatuajes formaban parte de ese vínculo guerrero que nace de compartir dificultades, peligros y alegrías. Una demostración de honor y valor por pertenecer a la Legión, un rasgo identificador para los que tenían el privilegio de ser los primeros en entrar en combate.  Recuerdo una ocasión en la que de uniforme asistí a una boda en Madrid. A la salida dos de los hombres que pedían limosna en la puerta se me presentaron como legionarios. No tenían ninguna prueba que les identificara como tales, al margen de la pobreza, pero enseguida me mostraron sus brazos tatuados como documento de identidad, “Tercio Gran Capitán”, “A mi la Legión” “Melilla…” eran alguna de las inscripciones que lucían junto al emblema legionario.

Pero las cosas cambian o nos las cambian por el mal uso o el desuso; no hay que darle más vueltas. Los cambios que se introducen en las Fuerzas Armadas hay que admitirlos aunque algunas veces no sean tan inocentes como parecen; no es este el caso. Modas pasajeras y efímeras. Lo importante es saber a lo que se viene cuando se viene a ser soldado, marinero o legionario…y llevarlo tatuado en el corazón.

General de División (R)

Blog: generaldavila.com

Este artículo fue publicado en este blog el día 17-09-2014

 

12 pensamientos en “«TATUAJES EN LAS FUERZAS ARMADAS» GENERAL DE DIVISIÓN RAFAEL DÁVILA ÁLVAREZ (R.)

  1. Totalmente.
    Prohibir que un Legia se haga un tatuaje con el emblema de la Legión,me parece
    exagerado,y sin sentido.
    Salvo que las intenciones sean otras.
    Saludo con taconazo.
    A la Orden de V.E. mi General.

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  2. No entiendo como para la convocatoria de acceso a tropa no se pueden llevar tatuajes pero cuando ya has superado la oposición si te los puedes hacer donde quieras, es más, para opositar por promoción interna a las diferentes academias de Suboficiales y de Oficiales no hay pegas. Es una norma absurda y su control más absurdo e incoherente.

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  3. Al menos en la armada esta regulado desde 2004, si en las convocatorias desde entonces, no se exigió que no hubieran tatuajes, entonces ahí hay un problema de coordinación entre lo que de legisla en defensa y lo que se dicta en la Armada.
    Instrucción número 04/2004 del Almirante Jefe de Personal de la Armada sobre policía personal y aspecto físico.

    10. NORMAS COMUNES PARA TODO EL PERSONAL.

    10.1. TATUAJES Y PERFORACIONES.

    a) No se permitirán tatuajes, “piercings” ni pegatinas corporales que puedan ser visibles con cualquier uniformidad reglamentaria.

    b) No se permitirán los tatuajes, independientemente de su ubicación, que reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnico o religioso y aquellos que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de las Fuerzas Armadas en cualquier forma.

    Un saludo

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  4. El asunto de los tatuajes pone bien a las claras que las disposiciones ministeriales rigen por encima de lo que digan los Ejércitos, lo cual es un absoluto disparate, pues los Ejércitos son una institución de la Nación con unas funciones tasadas y una misión claramente establecida en la Constitución, que debe de gozar de autonomía para su cumplimiento; si no, se puede dar la paradoja de que Murcia tiene autonomía, Galicia tiene autonomía, Cataluña tiene autonomía (incluso para el mal), mientras que las Fuerzas Armadas no tienen autonomía para nada, y podrían estar supeditadas al Sánchez, al Iglesias o al Rajoy de turno. Lo dicho, un disparate.

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  5. Una pregunta retórica: ¿Quién tendría una formación técnica y militar, una visión geoestratégica más amplia, unos valores morales o un amor a España más alto, un Sánchez, un Iglesias o un Rajoy de turno, o un militar de alta graduación? Todo ministro de Defensa debería ser tal.

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  6. En lo referido al tatuaje, es cierto que los hay muy desvergozados y ofensivos, mas los hay muy respetables. Por otra parte, también hay personas sin tatuajes por fuera, pero que tienen el alma tatuada con la maldad que esconden.

    El tatuaje es la representación de lo que una persona desea hacer ver a los demás en el momento que se lo hizo, o se lo hacen; y en la mayoría de los casos se puede saber qué clase de persona es la que lleva los tatuajes, por ellos se puede identificar su nobleza, o la maldad; aunque también puede ir disfrazadas para engañar. Pero son los menos.

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  7. Con permiso de Vuecencia mi General, y disculpe si molesto.
    Para el General Coloma:
    Mi General, creo que conocerá al entonces Cabo Legionario Stephen Adler en el Grupo Ligero en Fuerteventura allá por el 79 y luego con el Capitán Coloma en la BOEL.
    A mí me ha emocionado gratamente el verlo y Vuecencia sabe por qué.

    Siempre a la orden: GOANA

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  8. Desde luego, Ramón
    Marc Stephen Adler. Magnífico legionario. A los dos os ayudé con las pruebas de ingreso en el Curso de Mando de Operaciones especiales de Jaca. A los dos os tuve en la 2ª COE de la BOEL. De los dos guardo un gran recuerdo. Luego cada cual escogió su camino. Cada uno de los tres ha llevado una vida singular, pero tuvimos un punto de encuentro: LA LEGION y eso nos marcó para toda la vida.
    Gracias por recordarlo.
    Un abrazo legionario
    Adolfo Coloma

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