La victoria de Krasny Bor: 10 de febrero de 1943. Salvador Fontenla Ballesta. General de Brigada de Infantería (R).

Las primeras horas del día 10 de febrero de 1943 transcurrían lentamente. La obscuridad era total en un ambiente gélido. Las tropas españolas establecidas en defensiva, delante de la pequeña aldea de Krasny Bor, entre la carretera y el ferrocarril que unían la ciudad de Leningrado con Moscú. Estaban ante el inminente desencadenamiento de una lucha titánica de David contra Goliat: la batalla de Krasny Bor.

VICTORIA DE KRASNY BOR

La batalla iba a ser muy desigual, entre el ejército más poderoso y correoso del mundo de entonces, y un regimiento de infantería español, débilmente atrincherado, sin obstáculos naturales o artificiales a vanguardia, sin reservas y sin apoyos próximos. Además de todo lo anterior, y por si fuera poco:

  • La ofensiva soviética cogió de sorpresa a los altos mandos alemanes y españoles. Esperaban una ofensiva soviética de “gran estilo”, pero no de las proporciones que se produjo, ni acertaron en la dirección principal de ataque, esperada por la carretera y se produjo por la línea férrea. Una importante masa de carros de combate enemigo consiguió ocupar bases de partida, a pocos metros de las líneas españoles, sin que fueran detectados hasta que sus motores empezaron a rugir, apenas una hora antes del inicio de la batalla.
  • La posición defensiva española, heredada de los alemanes, era muy lineal, sin profundidad alguna, y con las unidades disminuidas porque no se paralizó oportunamente una expedición de repatriación, otra evidencia de que el mando de la División española fue sorprendido, al considerar que no eran necesarios para detener la ofensiva enemiga.

La batalla comenzó sobre las seis de la mañana, con una preparación de fuegos brutal y no conocida hasta la fecha. La acción de los cañones de artillería, los lanzacohetes (órganos de Stalin) y de la aviación fue demoledora: desarticuló la red de transmisiones de mando y de apoyos de fuego y prácticamente, en pocos minutos, silenció a la artillería propia y machacó las trincheras con numerosísimas bajas.

La preparación artillera dio paso al asalto de una imponente masa de infantería rusa, que oleada tras oleada se lanzaron impasibles contra el dique impasible de las posiciones españolas. El alto mando del Ejército Rojo estimó que después de la imponente preparación por el fuego, la defensa quedaría aplastada y no podría oponer resistencia organizada a la progresión de sus infantes, acompañados por los formidables tanques T-34 y KV1.

La previsión de los mandos rojos no fue acertada. La terrible preparación disminuyó, por bajas, la capacidad de defensa de los españoles, pero no fue capaz de aplastarla totalmente y, sobre todo, fue totalmente incapaz de doblegar su espíritu de lucha, su voluntad de vencer.

Las armas automáticas colectivas que sobrevivieron al fuego de preparación, rápidamente ocuparon sus puestos de combate, y se aferraron a la nieve, teñida de rojo con sangre española y de negro por la pólvora. Su fuego de flanco, cruzado y rasante segó y cortó, en seco, el avance de las oleadas de infantes soviéticos. Aunque los proyectiles de las armas contracarro españolas, de escaso calibre, solo producían rasguños en las corazas de los poderosos tanques enemigos.

Los rusos consiguieron, en la mayoría de las ocasiones, forzar las posiciones españolas solo cuando estas consumieron todas sus municiones. Pero, otras posiciones aisladas continuaron numantinamente con la defensa, y los desesperados contraataques locales fueron continuos. Así las fuerzas atacantes fueros rechazadas, frenadas, desgastadas, desorganizadas, desviadas de sus direcciones de ataque, etc. El ataque enemigo fue perdiendo impulso y no conseguía perforar la posición defensiva española, ni entrar en explotación del éxito, como era su finalidad última.

La 9ª  batería, asentada muy próxima de la primera línea resistió hasta que fue reforzada por una pequeña unidad alemana. Recibió la orden de replegarse del mando alemán, pero se negó a ello hasta que no la recibiese de un mando español, y así lo hizo el día 13 de febrero. Gesta que recuerda la de El Callao (1826) y la de Baler (1898).

Al ocaso, sobre las 15 horas, el ataque soviético estaba agotado y definitivamente detenido ante la tercera e improvisada línea defensiva de los españoles, justo delante de la linde norte del bosque de Sablino, que era el borde posterior de resistencia del subsector español. El ataque había perdido toda capacidad ofensiva, sin llegar a ninguna parte, su fracaso era evidente y rotundo. Un regimiento, el 262, había conseguido doblegar la voluntad de varias divisiones selectas soviéticas, con abrumadora superioridad numérica, de apoyos de fuego y de combate. David había vuelto a vencer a Goliat.

El balance de bajas era muy netamente favorable a los españoles, y además las unidades que habían penetrado en la zona española, quedaron semiembolsadas en un terreno desfavorable, que desde ese momento sufrieron un duro y continuo quebranto, batidas por el fuego desde el fondo de la bolsa y desde los flancos.

Mil españoles quedaron tendidos para siempre sobre la nieve. Ese fue el precio de la victoria. Mil hombres que No quisieron servir a otra Bandera sino la de España, que no quisieron andar otro camino sino el de la gloria, y no supieron morir de otra manera, porque la muerte es parte inherente al estilo de vida militar que escogieron.

Las grandes batallas victoriosas han merecido ser recordadas y han designado tradicionalmente con su nombre a unidades de maniobra españolas. Así hemos tenido los nombres de Numancia, Las Navas, San Quintín, Pavía, Otumba, Arapiles, Wad Ras, Alcázar de Toledo, Brunete. Es seguro que la victoria defensiva de Krasny Bor merece una mención destacada en nuestra historia militar, quizás haya sido la batalla más conmemorada en nuestra historia militar, pues se sigue conmemorando y homenajeando todavía a lo largo de toda la geografía nacional, porque fue una hazaña digna de recuerdo por las condiciones adversas en que se desarrolló y el derroche de energía y heroísmo derrochado, como lo demostró el ínfimo número de prisioneros, la mayoría heridos, realizados por el Ejército Rojo. No sugerimos con esto que ahora el nombre de esta batalla designe merecidamente a ninguna unidad, porque somos conscientes, lo que cuesta mantener los nombres tradicionales con la gran desamortización que ha sufrido el Ejército español.

Salvador Fontenla Ballesta. General de Brigada de Infantería (R.)

Blog: generaldavila.com

10 febrero 2018

 

17 pensamientos en “La victoria de Krasny Bor: 10 de febrero de 1943. Salvador Fontenla Ballesta. General de Brigada de Infantería (R).

  1. General, creo que el alto mando alemán del L Cuerpo de Ejército del general Kleffel, como el del 18º Ejercito del general Lindemann en los que se encuadraba la division azul no fueron cogidos de sorpresa por la ofensiva sovietica ni el general español de la division Esteban-Infantes, pero es que la abrumadora superioridad sovietica no se podia contrarrestar y la linea de la division a cubrir- unos treinta kilometros- impidió una mayor profundidad en las defensas.
    De hecho el ataque a Krasni Bor era parte de la grandiosa operación «Estrella Polar» diseñada por el sumamente capaz y despiadado mariscal Zhukov que buscaba aniquilar o dañar seriamente al Grupo de Ejercitos Norte. Tanto los españoles como los alemanes estropearon sus planes en los tres puntos de ruptura (Krasni Bor, Pagoste y Demiansk).
    De paso el mundo beligerante -tanto aliados como alemanes- comprobaron que una posible intervención es España les iba a costar enorme sacrificio ante un pueblo que luchaba como lucharon los héroes españoles de la division azul.
    ¡¡¡ Honor y Gloria a su recuerdo!!!

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  2. A LOS HÉROES DE KRASNY BOR

    Como era imposible….
    resistieron
    con la mirada clara
    con el rostro sereno
    clavados a una tierra
    que a tantos compañeros
    servía de mortaja
    en el postrer momento

    Como era imposible….
    consiguieron
    frenar a un enemigo imparable
    y tan fiero
    que destrozó la estepa
    aquel 10 de febrero
    con tormentaS de sangre
    y estallidos de fuego

    Como nadie podía….
    ellos pudieron
    y al igual que en «La Intermedia»
    se clavaron a un suelo
    que aunque lejos de España
    era español por ellos

    Y allí dieron sus vidas
    con el valor supremo
    de quien mira a la muerte
    y ríe en el empeño

    La noche se llenó
    con más de mil luceros
    de almas que encontraron
    su lugar en el cielo
    formando para siempre
    hasta el final de los tiempos
    donde forman los héroes
    españoles eternos

    Como era imposible…. ellos
    lo hicieron
    como nadie podía…
    resistieron
    en Krasny Bor lucharon
    en Krasny Bor murieron
    en Krasny Bor forjaron
    su leyenda de imperio

    Porque eran españoles….
    y por serlo
    donde nadie más pudo
    ¡¡¡ellos pudieron!!!

    Gracias mi general por recordar la gesta.
    He querido levantarme a la hora en que hoy, hace 75 años, España y su ejército escribieron una página de gloria que hoy, las ratas de la Anti-España, quieren borrar.
    Un fuerte abrazo y ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!

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  3. A las órdenes de V.E., mi General.

    Muy oportuna y acertadamente nos obsequia hoy, en su aniversario, con el recuerdo de una de las muchas incomparables gestas del Ejército español.

    Tenía un servidor sólo trece años en 1.954 e iba un día acompañando a otro niño de mi misma edad, que era hijo del cartero del pueblo y por encargo del padre íbamos de casa en casa entregando la correspondencia, entre ella los periódicos a quienes estaban suscritos y lo recibían a través del correo. Y de pronto y sin preámbulo, el otro niño me dice con toda naturalidad pero con un tanto de emoción: «Anoche llegaron a Estambul». «¿Quién llegó a Estambul», dije. «Pues los repatriados de Rusia», contestó, «Mira, aquí lo dice en este periódico». Y nos sentamos en un banco de cemento a leerlo. Como la idea que nosotros teníamos sobre la Segunda Guerra Mundial, Rusia, los alemanes, la División Azul, y todo aquello era muy confusa y escasa, pues no eran materias de conversación en los entornos rurales, no entendíamos muy bien el origen ni el por qué de todo aquello. Pero sí sentíamos emoción al leer que unos españoles, que habían estado prisioneros por causa de una guerra fuera de España, volvían después de casi tantos años como la edad que teníamos nosotros.

    Después, y a medida que iba creciendo en edad y saber, toda esa historia me ha fascinado a lo largo de la vida, y no sabría decir cuántas veces he leído «Embajador en el Infierno» y cuanto han escrito tantos autores han contado sus vivencias en aquella campaña. La expedición a Rusia, «para cumplir con el deber de cortesía de devolver la visita que ellos nos habían hecho antes», pues a caballeros nunca nos ganó nadie, ha sido durante muchos años, hasta las salidas en misiones humanitarias y de paz que comenzaron por Bosnia y continúan por otros escenarios bélicos, la última vez que España había demostrado y derrochado honor y heroísmo ante el mundo y lejos de sus fronteras.

    Como muy bien dicen más arriba quienes me preceden, «Gloria y honor por siempre al recuerdo de aquellos compatriotas que supieron estar a la altura de las circunstancias e hicieron valer el nombre de España». Y gratitud eterna porque con su sacrificio contribuyeron a que el curso de la historia de Europa fuera diferente al que algunos perseguían.

    ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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  4. Que honor haber formado parte de un Ejército que ha dado al mundo tantos ejemplos de inmenso valor y de heroísmo supremo.
    Gracias, mi General, por relatarnos está emocionante hazaña de aquella División que asombró al mundo y que hasta sus enemigos de entonces rinden cumplido homenaje con el sencillo, pero elocuente monumento a los héroes españoles de Krasni Bor, mientras, aquí, las sabandijas del odio eterno siguen conspirando contra quienes el mundo entero honra. Su ridículo esperpento es su propia vergüenza y la burla del mundo libre capaz de ver la grandeza, visión que a ellos el odio les niega.

    ¡VIVA LA DIVISIÓN AZUL!
    ¡VIVA EL EJÉRCITO DE ESPAÑA!
    ¡VIVA POR SIEMPRE ESPAÑA!

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  5. Caídos de la División Azul… ¡¡PRESENTES!!

    Gloriosa y épica batalla en la que hoy recordamos a los bravos falangistas y militares que tieñeron de sangre la fría nieve rusa.

    Siempre estarán en nuestro recuerdo, nunca les olvidaremos.

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  6. Buenos días, mi General y a todos los presente:
    Hoy, sin duda, es un día grande para los españoles de bien, conformes con la gesta heroica de aquella División de voluntarios del ejército español que puso rumbo al frente del Este: dieciocho mil hombres, mitad veteranos de nuestra Guerra Civil, mitad muchachitos escasos de talla y estrechos de pecho, pero que allí ensancharon los pulmones y criaron margaritas en el pubis; falangistas y no falangistas, universitarios y gañanes, vascos, gallegos, catalanes, castellanos, andaluces, valencianos, asturianos etc, soldados, idealistas y sinvergüenzas –que de todo hubo en la viña del señor–, valientes unos, fanfarrones otros, quienes fueron se hallaron encuadrados en una disciplina de guerra en tierra extranjera y en condiciones dificilísimas de clima y ambiente. Donde nuestros soldados se batieron con honor en las trincheras y hoyos producidos por el ataque anterior de la artillería y bombardeo, con todo lo que tenían a mano y, cuando ya no contaban con munición para defenderse de la apabullante superioridad rusa en material y hombres, se luchó, dentro de ellas, con armas blancas hasta la extenuación… solo así se hicieron los prisioneros.
    La División Azul, 250, es, sin duda, la mejor unidad del Ejercito Español que operó militarmente fuera de nuestras fronteras más importante del siglo XX.

    Excelente exposición de la batalla en su artículo, mi General. Siempre me fascinan sus artículos y procuro comentar cuando el tiempo me lo permite; pero hoy, lo deseaba más que nunca.

    «Ay, España mía, miserable y excelente. Ni aun desde aquí puedo esquivarte. Ni aun aquí me dejas descansar de esta mezcla de amor y de disgusto que es, por ti, la mitad de mi vida» (Dionisio Ridruejo)

    Víctor Fraga, guardia civil y soldado.

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  7. Gracias mi General por el oportuno recuerdo de aquella gesta. Hoy hace setenta y cinco años que mi padre recibió en Krasnij Bor la herida que limitó su servicio a España al que pudo desempeñar como Mutilado

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  8. Excelente es poco para definir este artículo sobre tan grandiosa gesta Española
    Enhorabuena mi General por seguir manteniendo vivas las hazañas heroicas de nuestros valientes antepasados.
    Arriba España

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  9. Mi general en este nuevo artículo, sin perder un ápice de tu habitual rigor histórico manifiestas una gran capacidad de expresión épica y heroica de arenga legionaria. A tus órdenes y un fuerte abrazo

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  10. Honor y gloria a los heroes caídos en defensa de la Patria. ¡Presentes ! ¡ Arriba España !. Julio de Felipe

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  11. Un ejemplo más de las muchas batallas en la que el Ejército español ha demostrado su heroismo y capacidad de sacrificio, consiguiendo derrotar a un enemigo a veces muy superior: Las Navas de Tolosa, Otumba, Lepanto, isla Tercera, Pavía, Bailén, Cartagena de Indias, Santa Cruz de Tenerife y un largo etc. Por algo España tuvo en el pasado un Imperio en el que no se ponía el sol y el océano Pacífico fue llamado «el lago español».

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  12. Mi felicitación al General Fontenla por darnos a conocer la gesta de Krasny Borg y al General Dávila por su publicación.
    ¡Qué necesario es conocer los hechos de nuestro glorioso Ejército!
    ¿Conocerá nuestra juventud, después de la abolición del servicio militar obligatorio, nuestra historia?
    ¿Se publica en la orden del día en cada acuartelamiento la efeméride más notable para los que sí hacen el servicio?
    Empecemos cuanto antes, mañana será tarde.
    A vuestras órdenes y como siempre a ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR.
    Luis Montesino-Espartero Juliá
    Coronel de Caballería (XI Pr.)

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  13. El ejemplo de los mejores de poco sirve si no se da a conocer, y este blog cumple con esta misión…supliendo a Instituciones Educativas que, cuando no abiertamente hostiles, tampoco están por la labor, ya que estos valores de la milicia no son parecidos a los suyos, si es que se puede llamar valores a esto que tratan de adoctrinar a la juventud desde la más temprana niñez.

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  14. buenas tardes mi general; mi suegro ELVIRO FAJARDO fue hecho prisionero en esta batalla. Sólo cuando ya no quedaban balas ni soldados en condiciones de seguir luchando, el capitán Oroquieta ordenó a los pocos supervivientes entrar en el bunker subterráneo a dos metros de profundidad y con más de un metro de nieve en superficie y esperar allí a ser hechos prisioneros. Imagínense después de la carnicería que habían provocado entre la tropa rusa y esperar a que vengan a sacarte de aquel agujero en el que había unas 12 personas. Cuando los rusos levantaron la placa de hierro que tapaba el bunker les ordenaron a punta de fusil salir de allí. Les golpearon pero salvaron su vida gracias a un oficial ruso que algo tuvo que ver en ellos. Seguro que valor, hombría y una dignidad ante la muerte sin parangón. A aquel oficial ruso deben su vida, ya que tanto mi suegro como nuestro querido capitán Oroquieta(que Dios guarde para siempre) regresaron a España en el Semíramis en 1954, gracias a la Cruz Roja Francesa, que fueron los únicos que se preocuparon por ellos( salieron de Rusia antes los soldados alemanes prisioneros que nuestros divisionarios). Para aquel oficial ruso mi más eterna gratitud, para Franco mi más profundo rechazo por dejar tirados a estos héroes y encima querer apuntarse el tanto de su regreso. El régimen les recibió casi con vergüenza. Una cosa es el gran recibimiento que les hicieron sus familiares en el puerto de Barcelona ( no olviden que sus familiares les creían muertos hasta hacia escasos meses) y otra el recibimiento oficial. A mi suegro le tuvieron !!cuatro días!! en Alicante de vacaciones para recuperarse, le dieron un puesto de trabajo en la Seguridad Social y aún tuvo que pagar durante años la casa que le ofrecieron. Él, jamás renegó de su Falangismo y cuando iba a visitar a su gran amigo el capitán Oroquieta, que Dios tenga en su gloria, a su cuartel de Madrid y le veían entrar se ponían en pié ante un «paisano», pero su medalla al pecho delataba su grandeza. Grandeza para la División Azul y miseria eterna para quienes no supieron estar a la altura de estos soldados que han hecho historia. Franco no sólo no se preocupó por los prisioneros divisionarios sino que luego les ignoró ante la opinión pública como un cobarde. A eso se llama TRAICIÓN a unos soldados que sufrieron las penalidades de la guerra y 10 años en campos de concentración rusos. Mi suegro no estaba exento de trabajar ya que era un simple soldado(fue como voluntario falangista, no era militar), a diferencia de los oficiales que sí, según los convenios internacionales sobre prisioneros de guerra de la época.
    Agradezco a todas las personas que contribuyen a recordar y difundir la heroicidad de este grupo de españoles que equivocadamente o no, dieron su vida por sus ideas y su país.
    Desgraciadamente para mi, cuando le conocí ya padecía un cáncer de laringe que le impedía hablar y no quise molestarle mucho en su enfermedad con recuerdos tan duros.
    El hambre, el frío ruso, el trabajo en invierno(ruso) dentro del río moviendo los troncos de madera para que no encallaran en las orillas y los días en las celdas de castigo de los campos de concentración. Aún así, fue capaz de aprender a defenderse en ruso. Todavía tenemos en casa sus diccionarios ruso-español.

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