Preocupación. Andrés Manrique Gutiérrez.- Teniente (R.)

En algún momento de la historia de las legiones romanas los veteranos que pasaban a la licencia o jubilación, después de 20 años de servicio, eran recompensados con tierras de su propio general. En otras épocas recibían una cantidad en denarios o incluso la ciudadanía romana. En cualquier caso eran recompensados por Roma por los servicios prestados.

Juan Soldado está preocupado. Él no ha servido 20 años sino 40 a disposición de la patria aquí y allende las fronteras (no decimos arriesgando su propia vida puesto que eso se lleva bajo juramento gravado a fuego, por lo que no es mérito reseñable sino condición). Pues bien, no hay día que no reciba malas nuevas. Gurús, chamanes y augures le empañan los años de supuesto “descanso del guerrero”. En esto no está solo, sus conciudadanos se intranquilizan también.

Y es que la actualidad no juega a favor de Juan Soldado. Tales gurús no se ponen de acuerdo en las recetas a aplicar para que el bueno de Juan reciba en un futuro al menos unos denarios mensuales que dignifiquen el último tramo de su existencia, algo nada difícil pues siempre se fue en la milicia de condición austera.

Juan Soldado es consciente de que nunca se le reconocerá su doble contribución de servicio a la patria y de la aportación que hizo en sus días activos para que otros disfrutasen de su ansiado retiro. Es consciente de que obtendrá menor retiro mensual de la administración que sus predecesores y que otros habrán de aportar más; todo eso lo sabe, pero de ahí no parten sus temores sino de los sumos sacerdotes de los templos administrativos. Juan teme que no acierten con la fórmula justa por determinados intereses ajenos al beneficio merecido de sus administrados.

Juan Soldado, conocedor de los problemas por los que atraviesa la nación, intuye las dificultades para cuadrar las cuentas públicas, pero él, y al igual que la mayoría de sus conciudadanos, apostaría por la supresión de determinados gastos innecesarios que sirven para mantener una gigantesca maquinaria administrativa, perfectamente prescindible, sin menoscabo de los servicios a prestar a los ciudadanos.

Juan Soldadose indigna cuando a estas alturas de su vida le insinúan que contrate algún producto financiero (así lo llaman ahora) para compensar la más que probable merma en su próximo retiro.

Juan Soldado es disciplinado, pero es humano y su corazón sufre cuando diariamente aprecia irregularidades que incidirán directamente en su oscuro futuro, que como siempre afectará a los que por edad son más indefensos, entre los que espera formar parte.

Juan Soldado ve muchas “irregularidades”…muchas, pero acata y cumple.

 

Andrés Manrique. Teniente ®

Blog: generaldavila.com

 

13 pensamientos en “Preocupación. Andrés Manrique Gutiérrez.- Teniente (R.)

  1. Nada tiene de extraño que Juan Soldado vea nubarrones de tormenta en su futuro como jubilado. Al igual que se presagian para toda España.
    El «Estado de lasTaifomanías» es un estado fallido e inviable. Es inviable en lo político y en lo económico. Y lo seguira siendo mientras no se identifique correctamente el problema y se le ponga solución. Quienes comprenden la inviabilidad económica de la España actual proponen soluciones equivocadas. Voy a poner un ejemplo: supresión de las Diputaciones por considerarlas una duplicidad administrativa.
    Analicemos el remedio. La descentralización administrativa es buena, en cuanto acerca la administración a los ciudadanos… y esto es lo que hacen las Diputaciones.
    Por el contrario, las Autonomìas suponen una descentraluzación POLÍTICA que ademas implica una multiplicación del gasto. Dos consecuencias igualmente perversas y nocivas, pues su consecuencia es la inviabilidad política y económica de la Nación.
    Ahora bien…. «El Estado de las Autonomías» es la «esencia» de la Constitución de 1978…. ergo…
    Juan Soldado debe ser pesimista sobre el futuro de los jubilados que contribuyeron a una «caja de pensiones» ahora saqueada… y debe serlo mientras no se solucione la raíz del problema…¿pero quién le pone el cascabel al gato?.
    Un abrazo.

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  2. No solo Juan Soldado piensa así. Los servidores civiles del Estado, incluso aquellos que pertenecemos a cuerpos superiores, y alcanzamos el grado personal 30, estamos absolutamente convencidos que no puede sostenerse el tinglado autonómico y menos a tanto «asesor» y demás mandangas.. Mucho hay que remover para solucionar estas cosas, que son las que realmente nos importan.

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  3. Excelente elección de tema, la sostenibilidad y el futuro de las pensiones. Casi nada, y para una enciclopedia de varios tomos.

    ¿Todos los españoles somos iguales ante la Ley?.

    Yo siempre he entendido que las pensiones se pagan principalmente gracias a lo cotizado por los perceptores a lo largo de su vida profesional. Es decir, es un dinero previamente depositado y por el que se ha cotizado. Para comenzar y en base a eso, las pensiones deberían estar exentas de más cotización. Existe un tope máximo para cobrar pero no para pagar por parte del trabajador, y de ahí la incongruencia de que dos personas que hayan cotizado cantidades distintas con gran diferencia cuantitativa, estén cobrando lo mismo. Y no digamos la flagrante ilegalidad y agravio comparativo que se produce entre los cargos políticos, altos directivos de empresas, sobre todo financieras, y algún privilegiado más, que sin haber cotizado ni una ínfima parte de los años exigidos para un trabajador normal, resulta que tienen derecho a pensiones desorbitadas de por vida. Un simple diputado sin un cargo especialmente relevante por encima de eso, por ejemplo, sólo tiene que haber cotizado durante siete años en esa situación para tener derecho a lo que digo. Y en algunos casos, hasta autonómicos, simplemente con jurar o prometer (aunque luego no se cumpla) un cargo, ya se hace acreedor a una pensión muy por encima de la máxima establecida por la Ley para cualquiera.

    Y si hablamos, pues parece que es lo que nos quieren vender, de planes de pensiones individuales contratados con entidades financieras, aquí todo el mundo, el Estado y esas entidades, excepto el que aporta el dinero de su sueldo por su trabajo, el currante, hace un negocio redondo. Me explico, pues el ejemplo es real y soy yo mismo. Estuve aportando la cuota máxima permitida en función de la base imponible de mi sueldo, durante los años suficientes para reunir un plan de pensiones que en aquellos años, hace sólo once, alcanzó los veintisiete millones de las antiguas pesetas, o sea, unos ciento sesenta y dos mil Euros.
    Al jubilarme forzoso por la edad, tuve que rescatarlo pues la otra opción consistía en dejarlo en depósito en el banco para que lo cobrasen mis herederos tras mi muerte. Al rescatarlo me encuentro con la desagradable sorpresa de que en la inmediata declaración para el IRPF, me hacen pagar el equivalente a siete millones de pesetas. Como el dinero aportado a lo largo de los años ya había cotizado, y entiendo que un mismo dinero por un mismo concepto no puede cotizar dos veces, solicité la devolución de lo que a mi entender era de justicia. Como transcurrieron los seis meses de silencio administrativo sin respuesta, volví a reclamar; y ahora sí, me contestaron que mi solicitud quedaba pendiente de estudio. Por lo visto, pues no han vuelto a decir nada, debe ser una solicitud muy difícil de entender. Y aquí seguimos, inasequibles al desaliento pero con la esperanza perdida. De palabra, que no por escrito, sí han aducido que mientras estuve aportando tuve no sé qué ventajas de desgravación cada año en función de lo aportado. Cada vez entiendo menos.

    Hay muchas cosas en España que son inasumibles y que nos llevan a la ruina total. Y por poner un par de ejemplos, citaré sólo dos. El de la «Autonosuyas» y el cáncer de tanto cargo y carguillo político absolutamente desproporcionado a la población. Entre lo que cobran sin dar palo al agua en algo medianamente productivo, y lo que a algunos se les queda pegado a las manos (por aquello de que «el dinero público no es de nadie»), esto es una sangría. Lo triste es que cuentan con un público ignorante que les aplaude, y a él recurren para montar jarana cuando se les ve el plumero. Ejemplos de energúmenos acosando a una juez a las puerta de una Audiencia Provincial, sin que nadie pueda proceder contra ellos aunque fuera con una buena manguera de riego, los hemos visto. Y no digamos ya media autonomía fanatizada peregrinando y sosteniendo mediáticamente a prófugos de la justicia huídos.

    Esto es impresentable. La de pillos y vividores por metro cuadrado que tenemos que alimentar.

    ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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  4. Gracias a todos por sus comentarios que, como siempre en este blog, engrandecen los artículos. Hay un denominador común en todos y que en las ‘altas instancias’ parece que se resisten a ver o les muevan otros motivos.Llevamos años, en España, asistiendo a las traiciones periféricas, a la organización o reorganización de los partidos, a sacar a los corruptos de sus guaridas poniéndoles trabas para que dejen de esquilmar las arcas públicas, etc. y se deja de lado a uno de los mayores problemas de futuro que acecha a España, nuestras pensiones….y digo nuestras porque lo son y nadie debe quitarnoslas ni rebajarlas. ¿Qué podemos hacer?, preguntaré a Juan Soldado su opinión pero seguro que , por respeto a los lectores e este blog, no será reproducible aquí.

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  5. Valiente escrito Mi Teniente, con la deuda Pública que tenemos y que es en su mayor parte debida al despilfarro de las Autonomías, es imposible que el recorrido de esta Nación, pueda llegar muy lejos, ahora los intereses estan bajos, ya veremos cuando a algún iluminado de Bruselas. le de por subir un punto el interes. como decimos por aquí, «nos vamos a cagá», (perdón por la grosería).

    El problema es que en España, los «paganinis» de estos desmanes, siempre somos los mismos, los curritos y jubilados, a sus Señorías ni les salpica el barro.

    Un saludo

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  6. General me impiden saber sus comunicados, y me impiden enviarle a usted los míos, por algo será. Me alegra llamarle General, Mas cuánto me hubiera gustado llamarle mi Coronel prestando servicio en el Tercio. Antes de la Brileg se ensayó con existo coordinar al tercero y a
    al cuarto en tierras bajo nuestra bandera, y fue un éxito. Dios quiera que sigamos con el mismo valor.

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  7. Juan Soldado habla por boca de muchos, también por la mía. Suscribo todo lo que expone en esta ocasión como en tantas otras. Pero acaso no soy tan temeroso como él, hasta hoy nunca oí que los emolumentos de los póliticos, ni sus ventajosas jubilaciones anticipadas en muchas ocasiones, corran peligro. Supongo que si las arcas del Estado menguan saltarán las primeras alarmas en los ombligo del mundo. ¡Qué menos!

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  8. El primer párrafo es cita de un texto anónimo, bajo el epígrafe «Roma inventó la jubilación» y que corrobora lo expuesto magistralmente por el teniente Manrique.

    «»Cuando estos “veteranos” cumplían sus años de servicio se licenciaban (emérito) y recibían una parcela de tierra o una cantidad de dinero, equivalente a la paga de doce años en tiempos del emperador Augusto. En muchas ocasiones se fundaron ciudades para asentar a los jubilados, como Emérita Augusta, hoy Mérida, que fue fundada por Augusto al licenciar a los veteranos de las legiones V y X tras las guerras cántabras. En otras ocasiones, eran los propios campamentos de las legiones los que formaron núcleos de población estable, como el caso de León que se fundó sobre el campamento de la Legio VII.»»

    Esto ya es cosa mía: de todos es sabido que el topónimo León viene de la Legio VII , Gemina Pia, Felix. . El primer adjetivo «gemina», gemela, quiere decir que procede del desdoblamiento de la primitiva Legio VII, que tenía su zona de acción en el norte de África. Pia, por ser fieles a los dioses del Imperio y Felix, triunfadora. La traducción De «legio» por león, al parecer, viene de un rey de armas, antepasado de Zapatero.
    Lo mismo que «efectivos» que en los partes de la 1ª GM , para dar más sentido de realidad evitaban las cifras de las plantillas que estaban muy lejos de la «fuerza presente», ya que había un enorme número de bajas. «Fuerza presente», como usamos nosotros en los estadillos, en Francia le llaman «effectives». El término pasó de los periodistas a los políticos y ya se está usando por algunos militares. Me temo que pronto obligarán a decir efectivos y efectivas. Humildemente, sugiero usar ni más ni menos que la palabra soldados, en la cual cabemos desde el general hasta el educando de banda. Y muy orgullosos de serlo.

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