CARTA ABIERTA AL JEFE DE ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA (CAÑONES O MANTEQUILLA) General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

El Jefe de Estado Mayor de la Defensa

Mi general: Mis palabras son de felicitación y por qué no decirlo de asombro y admiración por tu intervención en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados el pasado día 16 de abril. También son de preocupación.

Hago pública esta carta por varias razones, aunque solo voy a mencionar dos de ellas, suficientes, para mí al menos: una es la gravedad de tus palabras al hablar de la Defensa de España, un tema del que sabes más que nadie y ser además el responsable máximo al frente de los Ejércitos de España. Sin duda el valor de tu discurso aumenta por el lugar donde las has pronunciado: la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Nos dejas preocupados ante los hechos que expones y que demuestran las carencias que padecemos en lo que es la base de nuestro futuro en paz y desarrollo: Defensa y Seguridad.

La otra razón por la que hago pública esta carta es la escasa repercusión mediática que ha tenido tu intervención. Los españoles tienen el derecho y el deber de conocer la situación real de nuestras Fuerzas Armadas y tengo la impresión de que a tus palabras no se les ha dado la difusión que merecen. Han quedado en la nube. Eso es grave. Tu exposición alcanza tal importancia que ya deberían estar los partidos políticos desmenuzándola, convocando de nuevo a la Comisión de Defensa del Congreso para preguntarse cómo resolver lo que has planteado y tomando decisiones urgentes ante los hechos más que probados que con honradez y lealtad has expuesto. Marcas el camino de manera inapelable. Quizá no haya gustado a sus señorías, pero un soldado marcha con la verdad en vanguardia por la responsabilidad que contrae con España y también con los hombres que detrás lleva y a los que se debe. Esa es tu labor que has expuesto con firmeza y responsabilidad.

Como consecuencia de la escasa repercusión mediática de tus palabras han sido muy pocos los españoles que han escuchado, o leído, tu intervención. Solo en escasos medios profesionales de la milicia saben algo de ella, pero por frases sueltas y titulares de prensa. He consultado y son muy pocos los que han tenido en su poder la intervención completa. En mi opinión eso no es bueno y, de entrada, mal camino para dar solución a los problemas que planteas. Un ejemplo: ¿Cómo es posible que ni la página web del Estado Mayor de la Defensa ni la del Ministerio de Defensa recojan tu discurso?

Estas razones expuestas, mi general, son las que me llevan a hacer pública la carta que con todo afecto y respeto te envío. En mi criterio no está de más que corran tus palabras por las redes en un intento de darle mayor conocimiento a lo que ocurre en el seno de las Fuerzas Armadas que son de todos y para todos los españoles.

En el tiempo que llevo de servicio, activo, reserva y retirado (ni de todo ni del todo), nunca antes había oído hablar con tanta firmeza y claridad, en un escenario como el de tu intervención, sobre la situación de las Fuerzas Armadas, con tanta rigurosidad y acierto. Por ello te felicito mi general y creo que como la mía te habrán inundado las felicitaciones de aquellos que han tenido la fortuna de poder leerlas. Incluso los políticos honrados, te habrán manifestado su apoyo y satisfacción por ir con la verdad por delante. Otros no tanto, pero eso no es importante.

Felicidades porque has dado el primer paso; imprescindible para la solución. Ahora les corresponde a otros analizar, hacer examen de conciencia y cumplir con su deber. Los soldados seguirán su camino de rectitud trazado hace ya muchos años. A pie y sin dinero.

Tus palabras, como te decía mi general, también me han causado asombro. Es extraordinario, inesperado, que un Jefe, el de mayor graduación y mando dentro de las Fuerzas Armadas hable con tanta claridad exponiendo no solo lo bueno de sus hombres, de sus ejércitos, sino también las graves dificultades con las que no encontramos, lo alarmante de la situación y hacerlo dirigiéndose a los responsables de la misma. A eso se le llama sentido del deber, responsabilidad y también valentía. Tus palabras sin duda son la mejor defensa y valoración que se puede hacer de España y en honor de los hombres bajo tu mando. Admiración me ha producido tu intervención por extraordinaria, por contemplarla con estima y agrado, por ser una exposición limpia y veraz de los problemas de la Defensa. Algo no habitual, y menos dicho con tanta rotundidad.

El JEMAD en la comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso

Como no podía ser de otra manera también me ha producido preocupación.

Me llevaría mucho tiempo desmenuzar aquí tu intervención, tampoco pretendo un análisis de tu discurso, que por otro lado no necesita ya que es claro y contundente, sin retórica ni necesidad de muchas aclaraciones, ni siquiera en sus aspectos más técnicos, algo también que hay que agradecerte, la sencillez en conceptos y terminología, que esto es muy fácil cuando se tiene voluntad de entender y ser entendido e incomprensible cuando la voluntad del que escucha se cierra por prejuicios ya por todos conocidos.

Con claridad meridiana has expuesto la situación de las Fuerzas Armadas, qué impacto tienen en su comportamiento las partidas presupuestarias, cómo y en qué las utilizan. Creo que en el ánimo hasta del más profano en la materia está claro que las Fuerzas Armadas cumplen sobradamente a pesar de lo poco que parece preocupar su transcendental misión a la vista de la indiferencia con la que se las trata en materia presupuestaria. Después de oírte, mi general, no sé si además de indiferencia hay algo más.

Cuando se firmó el compromiso de Gales en el 2014 España invertía en Defensa un 0´92% del PIB. A día de hoy no hemos cumplido el compromiso de ir creciendo progresivamente hasta alcanzar el 2% sino que estamos aún por debajo, con un presupuesto para el 2018 del 0´91% del PIB. Y como dices, el futuro ofrece menos optimismo que hace simplemente un año. ¡Qué preocupación!

Todo esto es más o menos conocido, al menos la prensa a menudo habla de ello. Pero han sido estas palabras tuyas en concreto las que me han dejado preocupado: <<España no invierte en la seguridad global la parte que le corresponde y lo compensa parcialmente tratando de participar en diversas operaciones de mantenimiento de la paz a costa de un gran esfuerzo de sus militares y en cierto modo también a costa de la operatividad global de las Fuerzas Armadas>>. Es decir, sacrificamos a los soldados y desmantelamos unidades. Compensamos el dinero que no invertimos con la participación en distintos escenarios, en todos los que nos pidan, es decir, con más soldados. En resumen, no hay dinero, pero vamos allí donde sea necesario a base de sacrificar a nuestros soldados y disminuir nuestra operatividad global (?). Grave, muy grave. ¿Lo habrán entendido y asimilado los miembros de la Mesa del Congreso? Dinero no hay para aumentar el presupuesto de Defensa y atender a lo de fuera y a lo de dentro, así que… ¿Tenemos unos ejércitos exclusivamente dedicados a atender los compromisos internacionales dejando al pairo nuestra propia y no compartida seguridad? No sé, es una ecuación que no me encaja. Un debate largo y comprometido.

Llevamos diez años sin invertir lo que ha creado una situación crítica en las Fuerzas Armadas.

A día de hoy para alistar una unidad o un sistema de armas para un despliegue o una operación determinada hay que canibalizar otras unidades o sistemas de armas que quedan fuera de servicio. Estamos al límite.

¿Te escuchan mi general? ¿Te entienden?

Todos los países de la Alianza han hecho un esfuerzo para irse ajustando a los compromisos de Gales (solo hace dos años) asumiendo el compromiso de alcanzar el 2% del PIB en materia de Defensa. Entonces, solo 3 de los 28 lo cumplían y en estos momentos son 13 los que ya lo cumplen. España no. España ha empeorado y es el penúltimo de los países en dotación presupuestaria en materia de Seguridad y Defensa de los países de la OTAN. Eso sí, participamos en casi todas las misiones.

Quizá, en una errónea interpretación mía, en tus palabras he creído ver la ironía precisa, de sabio soldado veterano (¿lo habrán cogido?),  cuando te has referido al optimismo que tenías hace un año en tu anterior comparecencia en ese mismo lugar y el pesimismo o ese <<algo más preocupado>> actual.  Decías que eras optimista por la mejoría evidente de la situación económica y porque en el contexto internacional se veía un deseo de mayor inversión en asuntos de Seguridad y Defensa. Y porque percibías que los que te escuchaban (miembros de la Comisión de Defensa del Congreso)  parecía que tenían un puntual conocimiento del escenario de seguridad al que nos enfrentábamos…

Estas eran, y quiero recordarlo, tus preocupantes y veraces palabras que yo interpreto como sagaz ironía:

<<En mi anterior comparecencia ante ustedes creí percibir en los miembros de la Comisión de Defensa un puntual conocimiento del escenario de seguridad al que nos enfrentábamos, una idea bastante precisa de la situación  en la que estaban y están las Fuerzas Armadas y en línea con ello una clara convicción de la necesidad de dotar a las Fuerzas Armadas de medios y darles recursos para renovarlas, revitalizarlas y mantenerlas en el nivel propio de un país como España que aspira a desempeñar en el ámbito de la Seguridad el papel que le corresponde por su historia, su situación geoestratégica, por su potencial económico y por su relevancia mundial>>. Subrayo en negrita el <<creí percibir>>… Pensaba, suponía…

Aquello se ha quedado en nada y la confianza que entonces tenías en que la situación iba a mejorar en este momento no la tienes, al menos tan firme como entonces. Es decir, en román paladino, que en este tiempo no has visto apoyo ni firmeza para resolver los graves problemas presupuestarios que tienen las Fuerzas Armadas que equivale a decir que tu <<menor optimismo>> está causado por la falta de voluntad, y esto lo digo yo, de los que tiene que resolver el problema a los que en definitiva iban dirigidas tus palabras. Perdona mi general si lo interpreto erróneamente, pero fíjate si yo a sí lo interpreto como lo harán otros, y otros que se llamarán andana.

Como te decía al comienzo el único interés de mi carta es que tu intervención llegue a todos los españoles, que sepan y conozcan, como tu bien decías, que su felicidad y bienestar se sustentan en el pilar de la seguridad y que esta necesita recursos urgentes. Dicho de otra manera, es el seguro de la libertad el que necesita recursos urgentes.

Al final de tu intervención has compartido con todos tu inquietud y lo has hecho con un preámbulo que conviene repetir:

<<Como corresponde a unas Fuerzas Armadas profesionales orgullosas de servir a su Patria, los militares profesionales somos conscientes de que no debemos expresar directamente queja alguna sobre nuestras condiciones laborales, salarios, incluso sobre el apoyo social que recibimos. Déjenme que haga una excepción ante sus señorías y rompa por un momento ese silencio recordándoles que el hecho de que no reclamemos no significa que no aspiremos a disfrutar de las mismas condiciones que otros grupos profesionales que pueden y suelen manifestarse públicamente>>.

Has roto ese silencio y por tanto tus palabras deben ser conocidas por todos. A partir de ese momento ha resonado entre los miembros de la Comisión de Defensa lo que seguro ya conocían, pero nunca, en voz alta y firme, les había dicho nadie vestido de uniforme, en público. Con respeto, sin romper las elementales normas de cortesía militar ni desvelar ningún secreto.

Has pedido, alto y fuerte, que se atiendan las lógicas y necesarias demandas de los ejércitos. Sin duda que son muchas las demandas sociales, pero sobre ello has recalcado una gran verdad que es en definitiva una losa sobre las Fuerzas Armadas. Recordando la conocida pregunta de Paul Anthony Samuelson en su Curso de Economía Moderna «¿dónde debemos invertir los recursos, en cañones o mantequilla?» has definido como temerario que una y otra vez, cada vez que hay una demanda social se reclame que se repare esa brecha a costa del presupuesto de Defensa.

<<Me parece temerario mantener vivo el debate de si hay que invertir en Defensa o en gasto social, me parece temerario hablar de cañones o mantequilla. A mi juicio es un debate injusto e imprudente, probablemente demagógico y algo populista. Hay que invertir en mantequilla, pero también en cañones, porque sin ellos no hay libertad, porque sin ellos no hay seguridad>>. Creo que más claro no se puede expresar. El que tenga oídos…

Y dirigiéndote a los representantes de todos los españoles, de todos los partidos políticos, en la Comisión de Defensa, les has señalado su enorme responsabilidad, porque aquí, donde la más principal hazaña es obedecer, también sabemos asignar misiones y pedir responsabilidades sobre todo cuando la gravedad de la situación lo exige.

<<Son ustedes, señorías, los representantes del pueblo español quienes deben liderar esa compaña de comunicación, deben informar a la sociedad de las necesidades que tiene su defensa; quienes deben hablarles sobre cultura de Defensa y por ello les ruego usen su ascendiente para explicarles porqué hay que invertir en defensa. Su felicidad y bienestar se cimentan en el pilar de de la seguridad que necesita recursos>>.

¿Habrán tomado nota? ¿Estarán dispuestos a ayudar, a hacer pedagogía y convencer a nuestra sociedad que invertir en Defensa es invertir en educación, invertir en formación, en investigación y desarrollo, en mejora del tejido industrial, en cultura, en empleo, en suma invertir en España?

Todo esto has dicho y mucho más. Era muy necesario. No sé si habrá servido para algo, pero por primera vez hemos oído en público lo que necesitábamos oír para seguir, aunque sea a pie y sin dinero.

Como acostumbramos.

Gracias mi general, y con todo afecto y respeto quedo a tus órdenes.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog generaldavila.com

25 abril 2018

‹‹Disculparás los defectos de mi estilo, si consideras a mi pluma no afilada por sutil cuchillo de tranquilo estudio, sino rasgada por el deseado corte de militar espada››. (Marqués de Santa Cruz de Marcenado).

Seguir la intervención del JEMAD. Página del Congreso

37 pensamientos en “CARTA ABIERTA AL JEFE DE ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA (CAÑONES O MANTEQUILLA) General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

  1. » Diez años sin invertir dejan a las Fuerzas Armadas en situacion critica.» Esta frase del Jemad lo dice todo.

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  2. Llevamos décadas sin un adecuado presupuesto para nuestra defensa y seguridad, el enemigo nos acecha fuera y dentro de nuestra Patria y los políticos con la bota de vino y la tortilla cogiendo margaritas, ¡pobre España mía!. Espero que en el futuro palabras como las de nuestro JEMAD, tengan reflejo y empujen a la acción para bien del pueblo español.

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  3. Que buenos soldados
    Si alguien que les escucha no hiciera como el monaguillo de mi pueblo.
    Prediqueme padre que por un oido me entra y por otro me sale . Me seguiré bebiendo el vino de consagrar. ..
    Y a los demás le daremos hostias consagradas.
    Nunca llegó a Sacristán

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  4. Mi General comparto con ud., la valentía leyéndoles la cartilla, si bien también debo reconocer que en el estamento militar lo de «dimitir» al igual que los políticos deben pensar es un apellido ruso, salvo lo que han sido cesados por un motivo u otro no conozco ningún caso de dimisiones por no estar de acuerdo con las imposiciones políticas al estamento militar, si alguien sabe alguna me la cite por favor.

    A modo de ejemplo y podría citar otros ejemplos el más reciente, el General francés De Villiers jefe del estado mayor francés dimitió a los ocho meses del gobierno de Macron porque le recorto 850 millones de € creando además una crisis de gobierno, poco tiempo después y ya al mando el nuevo Jefe del estado mayor francés General François Lecointre se aumento el presupuesto en más de 2000 MLL, 2018 tendrá una partida de 34.200 millones de euros, frente a los 32.700 millones de euros de 2017.

    Quizás algún alto mando militar español debería tomar ejemplo, a veces una dimisión consigue objetivos.

    A su orden mi General.

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  5. perfecto, como siempre, pero hace tiempo que perdimos la «libertad de acción» y sabemos algo sobre ello según nuestra Doctrina. en fin.

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  6. A las órdenes de V.E., mi General.

    Cuántos informes del alto mando a los políticos, como este o parecidos, y cuántas cartas ejemplares como la de V.E., alguna histórica por el diagnóstico igualmente certero que hacía de la situación, y me refiero a la del General Franco a Casares Quiroga, de todos conocida, se habrán escrito a lo largo de la historia y siempre en momentos críticos y de gran e inminente peligro para la Patria.

    Y es que los políticos, en su egolatría e ignorancia, entienden que mientras un determinado grupo no les proteste o les monte algún número que les ponga en evidencia, y eso significa voto más, voto menos, es que lo están haciendo bien porque nadie se queja. Ellos, en lugar de ir por delante, siempre van, cuando van, a remolque de los acontecimientos. Por eso llego a la conclusión, amparado y avalado por los muchos años de experiencias y por los muchos elementos de juicio y comparación, de que este sistema de partidos es nefasto y ya se ha demostrado con creces durante muchos años. ¿Cómo van a pensar y concentrarse los gobernantes en un asunto concreto que requiera recursos, si no saben de un día para otro a qué tendrán que dedicar el dinero con un sinfín de estamentos reclamando la parte más grande del pastel, y éstos sí, montando escándalo, huelgas y manifestaciones, cosa impensable en la milicia?. Eso sí, si hay algo que les encanta y les sirve de relax, es fotografiarse rodeados de militares y hasta vistiendo para la ocasión, alguna prenda castrense, que por cierto, les sienta como a un santo dos pistolas. En el fondo son como niños.

    Pues ahí creo que reside el secreto. Y otro inconveniente es que a los políticos les encanta la bronca y el lenguaje barriobajero, y es difícil que entiendan a una persona culta, altamente especializada, y sobre todo, que les habla con educación.

    ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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  7. Cristalino, mi General. Y me voy a permitir la licencia de publicarlo en mi perfil de facebook, aunque solo sea para darle la mayor publicidad posible a mis amigos de esta red social. Gracias por su misiva, digna por mi parte del mayor de los elogios, y como no, agradecer a militares de su valía y honestidad, su compromiso para con España y sus gentes. Muchas gracias y siempre a las ordenes de V.E. Un cordial abrazo.

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  8. Mi general,

    Lo que sus señorías constataron en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, a modo de fe pública notarial en la persona del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), es que el Ejército nacional ya está cautivo y desarmado por la propia retaguardia, unos como Pilatos y la gran mayoría como Judas. Todo lo demás es el ‘procés’ con la complicidad y coautoría de los Estados aliados a quienes han servido generosamente, hasta entregar centenares de vidas en los últimos tres lustros, nuestros mejores hermanos.

    Es la única respuesta posible a la pregunta clave: ¿cómo es posible que ni la página web del Estado Mayor de la Defensa ni la del Ministerio de Defensa recojan tu discurso?

    A la orden de vuecencia,

    – Francisco de Javier

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  9. Mi General querido Rafael : Me ha encantado tu carta. Profunda y oportuna. Estoy seguro que el JEMAD, nuestro GE. Alejandre, habrá recibido tus palabras como lo que son y te lo agradecerá. Lo que tengo mis dudas es que todos los políticos quieran enterarse de lo que dices, en sintonía con la participación del JEMAD en el Congreso de los Diputados. De todas formas, si alguno haya sentido algo al respecto, se podría considerar como una incipiente victoria. Un fuerte abrazo legionario

    Javier Zorzo

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  10. Muchas gracias mi general y lo único que perseguía es lo que tú muy bien expresas.
    Agradecimiento no busco que como se dice en la Legión » os merecéis todo, pero no se os dará nada». Y sin nada esperar sigamos escribiendo como un acto más del servicio. Un fuerte abrazo legionario. Rafa Dávila

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  11. Magnífica carta mi general. Gracias a ella nos hemos enterado de una intervención magistral del JEMAD
    Las consideraciones de VE son muy acertadas, y además le hacen justicia por haber tenido el valor y la hidalguía de hablar en conciencia. No pensando en lo que deseaban oír sus señorías.
    Pero el problema de la defensa de España es mucho más grave que unos presupuestos insuficientes.
    Sin ellos, ciertamente, no se pueden tener unas FAS eficaces…. Pero todavía es peor la falta de voluntad política para su empleo en caso de ser necesario.
    No olvidemos que de las tres premisas -querer, saber y poder- la primera es «querer» y los presupuestos solamente afectan al «poder»
    Mucho más grave que los menguados presupuestos para la defensa, es la situación política de España. Pues no debemos olvidar que, por inaudito que parezca, en esa «comisión mixta» se hallan partidos políticos que son beligerantes, contra el ejército, y contra España.
    Y su «antimilitarismo» no procede, tanto de un supuesto pacifismo, como de que los presupuestos son para el ejército español.
    No tendrían ningún problema en rebajar determinados «gastos sociales» -ni aún los que son simple y llanamente despilfarros- en favor de los presupuestos para la Defensa, si estos estuvieran destinados a un «Ejército Rojo»
    Y esa es la verdadera esencia del problema.

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  12. Queridísimo Rafa:
    VALIENTES Y SOBRECOGEDORES TESTIMONIOS el tuyo, (gracias al que me he enterado), y el del JEMAD.
    Para figurar en las listas electorales no se precisa ni el graduado escolar, de ahi que como española de a pie, me produce fría indignación, oir a algunos robaperas de Diputados quejarse ante la idea de que al parecer la Armada va a adquirir un submarino (pongo el último ejemplo que he escuchado).
    ¿Como va a crearse una cultura de Defensa si al menos hasta donde yo se; en España sólo tenemos un SOCIÓLOGO DE LA GUERRA, formado en el extranjero?, porque os podéis imaginar que no existe en España SEMEJANTE disciplina, y en su dia, esta pseudo putrefacta derecha que nos gobierna, (que es como la izquierda de Zapatero en derecha) lo fulminó por decir que para ganar las elecciones había que hacer lo que se haría más tarde….pero ya sin él claro, porque no era mefiatizable al no ser comprable.
    No robó, mientras estuvo al frente de la Secretaria General de su partido, por eso se le escabechó…y no ha utilizado PUERTAS giratorias, cuando pudo hacerlo.
    Yo hoy estoy en las antípodas de su ideología porque se ha radicalizado, pero en lo suyo, desde una perspectiva puramente sociológica ES EL ÚNICO, Y ES EL MEJOR, desde el momento en que, como la misma derecha corrupta que nos gobierna le echó del sistema, este SOCIÓLOGO está a punto de voltearse a todo el sistema él solito, mediante él mismo y sus alumnos.
    Yo lo fui también, le debo la parte mas importante de mi formacion ( junto con la de Carmen Iglesias) y por eso docentemente le conozco bien igual que él a mi , aunque yo he derivado en lo contrario a lo que el predica hoy, pero aunque discrepe de su ideología actual tiene todo mi RESPETO Y ADMIRACION DOCENTE, PORQUE TODO LO QUE ME ENSEÑÓ EN SOCIOLOGIA, ES EMPIRICAMENTE FEHACIENTE y AUTÉNTICO. No me duelen prendas al repetir que es el mejor y ÚNICO SOCIOLOGO DE LA GUERRA QUE HAY EN ESPAÑA.
    No puede haber cultura de Defensa sin SOCIÓLOGOS de la misma, que hagan pedagogía en una relación causa/efecto.
    AUNQUE a mi me da igual que SIN ESA CULTURA DE DEFENSA sea, electoralista, o no, aumentar la partida presupuestaria de dicho ministerio al 2% del PIB. Tengo meridianamente claro que si HAY QUE HACERLO, SE HACE y PUNTO FINAL.
    No me extiendo más y acabo: hay que empezar la casa por los cimientos y no por el tejado, MIENTRAS eso NO SE tenga meridianamente claro, continuaremos de mal en peor.
    ¡¡¡A ESPAÑA Y AL REY SERVIR HASTA MORIR!!!
    ¡¡¡VIVA LA LEGIÓN!!!
    Esperanza González de Fonseca Marco

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  13. De acuerdo en todo mi general, pero comparto tu pesimismo y el del JEMAD.
    Si año tras año en las encuestas aparecen las Fuerzas Armadas como una de las instituciones más valoradas por los españoles y eso no se refleja en los presupuestos, quiere decir que quienes elaboran y votan los presupuestos generales del Estado no actúan como teóricamente desearían sus electores

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  14. Mis respeto y consideración, mis generales, después de leer la carta, tan respetuosa y muy bien relatada, solo me queda decir, gracias mi tte, Alejandre, mi general, hoy, por tu valentia y caballerosidad, que ya sabía , pues Le conocí, recién llegado al bimigpac.
    Gracias mi gral Davila, por estas palabras, que no había escuchado, y que demuestra la formación de un Clp, de un oficial y de un Militar, quedó a sus órdenes, tte manuel j alvarez

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  15. Acongojante. A mi modo de ver, el problema de base consiste en la nula percepción de que un ejército sea necesario para la defensa de España. Se ha venido educando en el falso convencimiento de que no tenemos enemigos reales de los que hayamos de defendernos. Nuestro enemigo natural es Marruecos, pero mayoritariamente se opina que ya se guardará de crear conflictos armados -más allá de pulsos como el de Perejil- mientras estemos respaldados por estamentos internacionales.

    Tantos años de paz han creado la sensación de que no tenemos amenazas de las que protegernos y a ello se añade la permanente y tradicional campaña antimilitarista de la izquierda, la mitad de los españoles. Salvo excepciones, nuestros políticos no apoyarán un mayor gasto militar. Eso no vende y es más rentable gastárselo en dar viviendas y subvenciones a la inmigración, recortando otras necesidades «menos perentorias»..

    Esos son quienes se llevan el dinero que corresponde a nuestros soldados.

    ¿Xenofobia? Más bien realidad y nada en contra de los desfavorecidos, pero tampoco a favor de que sean nuestros ejércitos quienes paguen el sectario capricho de nuestros políticos. Sus intereses no son los de España.-

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  16. Permítanme que termine el comentario. Sin duda las FF.AA. son cada día más reconocidas y admiradas, pero principalmente por su labor en el extranjero. Su aportación a la paz internacional parece deslindarse de la seguridad nacional, que no se percibe como una necesidad inminente.

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  17. Los políticos que nos han gobernado, nos gobiernan y nos gobernará no, no les preocupa España ni los españoles, sólo les preocupa su ego personal, trincar cuanto más mejor para cuando se vayan que sea forrado y poder vivir a cuenta del erario público

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  18. Mi General: el «asunto» tratado por el JEMAD y sus corolarios, entre ellos el comentario de VE, son de vital transcendencia. Por ello creo de necesidad imperiosa explicar lo mejor posible al pueblo llano la peligrosidad y probabilidad de las amenazas, y al mismo tiempo la cobertura y fiabilidad de nuestras alianzas llegado el caso de una agresión a nuestro territorio.
    A tus ordenes

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  19. Disculpen mi nueva intervención, pero es tan importante lo que subraya el coronel Zunzunegui que no me resisto a insistir. Una vez más se cae en el error de siempre: La falta de comunicación, la falta de iniciativas que pongan las cosas en su sitio ante la desinformación o la información manipulada que minusvalora nuestras amenazas y el ejército que ha de contenerlas.

    La sociedad civil debería estar informada de tales realidades y peligros y de las necesidades y niveles a alcanzar para protegernos. Hay que hacer pedagogía porque no haberlo hecho permite situaciones como las de Cataluña, donde el menosprecio a las FF.AA. es manifiesto y se proscriben hasta los uniformes. Parece como si lo militar fuera prescindible y despreciable.

    Aunque tal falta de información sobre la situación real pudiera justificar en alguna medida tales posturas en la ciudadanía, lo que resulta inadmisible es que los políticos que forman parte de la Comisión de Defensa del Congreso actúen como si fueran igual de ignorantes de la realidad de nuestras amenazas que la gente de la calle.

    Estos políticos incurren en una grave irresponsabilidad y negligencia cercana a lo criminal porque su falta de apoyo provoca un mayor riesgo en nuestros militares, que podría ser evitado atendiendo adecuadamente a sus necesidades en lugar de recortarlas cada vez más.

    Estos ineptos servidores públicos no pueden alegar ignorancia.

    A ellos no se les mantuvo desinformados.

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