General Millán-Astray, personaje y héroe mítico de leyenda, donde los haya.
Ya desde niño de corta edad, desde que tuve, como se decía, uso de razón, oía a los mayores nombrarlo y hablar de él y de sus hechos de armas. Un día, no recuerdo la fecha, por fin ví una fotografía suya en un periódico, y aquella figura con sus cicatrices y su aire de caballero andante, me impactó y se me quedó impresa en la mente para siempre.
Muchas veces, a lo largo de mi vida y cuando me he visto en alguna dificultad, el mero recuerdo de su porte y expresión me han hecho recobrar la confianza en mí mismo y culminar con éxito lo que tuviera entre manos. Ha sido mi modelo hombre de cuerpo entero y desprendido. Aún ahora, hasta le rezo por las noches de vez en cuando.
Yo creo, don Rafael, que este es el sentido de los grandes hombres y grandes soldados, servir de referente en nuestro comportamiento
Gracias por compartir su sentir.
Atentamente
Adolfo Coloma
Caballeros Legionarios
no importa cual sea tu Tercio
la camisa que tu llevas
la respaldan diez mil muertos.
Sabed bien que esos emblemas
están de gloria cubiertos,
con mil épicas hazañas
en sendos hechos guerreros.
Los Tercios de la Legión
llevan los nombres señeros.
Gran Capitán, Duque de Alba,
Juan de Austria, Alejandro Farnesio.
Vosotros lleváis la savia
gloriosa de aquellos Tercios
que lograron para España
convertirla en un imperio
La mente lúcida ideal
de un gran jefe y Caballero
Don José Millán Astray
fué el fundador de este cuerpo.
El fijó su planta en Ceuta
recibiendo a los primeros
que en variada mescolanza
les brindó refugio el Tercio.
Eran de todas las clases
por ideas o delitos
perseguidos muchos de ellos,
señoritos calaveras,
resaca de aventureros.
Pero, a cambio se ofrecía,
olvido para el pasado,
solo importaba el presente,
desde aquel mismo momento
eran novios de la muerte.
Llegaban allí a luchar,
padecer solo sufrir
cumpliendo su contraseña
¡ Legionarios a Luchar !
¡ Legionarios a Morir !
Al formar una bandera
se eligió el primer guión
dos jabalis con una rama de roble
el escudo de Borgoña
fueron faro en la Legión…
…Aquí se viene a luchar,
aquí se viene a morir.
Si alguno esta arrepentido
puede marcharse de aquí.
Pero aquel que esté dispuesto
a luchar y pelear,
si la suerte os acompaña
estrellas podéis lograr.
Más si caéis en combate
de valor será su alarde,
lo mas margo de la vida,
es vivir siendo un cobarde.
Así a través de los tiempos
se fue forjando su historia,
que el Tercio costó sus muertos,
y a La Legión le dio su gloria.
Caballero legionario
reza por esos caídos, cuando toquen oración
sea cual sea tu Tercio,
esa camisa que llevas
la respaldan diez mil muertos.
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Magnífico, don Pedro.
Qué epitafio tan señero
Le abraza
Adolfo Coloma
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A las órdenes de V.E., mi General.
General Millán-Astray, personaje y héroe mítico de leyenda, donde los haya.
Ya desde niño de corta edad, desde que tuve, como se decía, uso de razón, oía a los mayores nombrarlo y hablar de él y de sus hechos de armas. Un día, no recuerdo la fecha, por fin ví una fotografía suya en un periódico, y aquella figura con sus cicatrices y su aire de caballero andante, me impactó y se me quedó impresa en la mente para siempre.
Muchas veces, a lo largo de mi vida y cuando me he visto en alguna dificultad, el mero recuerdo de su porte y expresión me han hecho recobrar la confianza en mí mismo y culminar con éxito lo que tuviera entre manos. Ha sido mi modelo hombre de cuerpo entero y desprendido. Aún ahora, hasta le rezo por las noches de vez en cuando.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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Yo creo, don Rafael, que este es el sentido de los grandes hombres y grandes soldados, servir de referente en nuestro comportamiento
Gracias por compartir su sentir.
Atentamente
Adolfo Coloma
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