El Valle de los Caídos. Andrés Manrique Gutiérrez. – Teniente (R.)

Ándense con cautela aquellos que desean fervientemente despolitizar determinados asuntos porque lo más que pueden conseguir es politizarlos aún más. Hablamos del Valle de los Caídos.

Alguien en su sano juicio puede pensar que aunque se trasladen de lugar los restos del General Franco va a cambiar en algo el carácter del monumento del valle de Cuelgamuros. En absoluto, siempre estará ligado al anterior Jefe de Estado, aunque la Basílica no estuviera en principio ideada para su uso como mausoleo del mismo.

Alguien en su sano juicio no se da cuenta de que allá donde sean inhumados de nuevo sus restos, se convertirá en “lugar público” de peregrinación, se quiera o no. Siempre habrá españoles que lo visitarán para rendirle “su” homenaje. Y además, ¿eso se puede evitar, se puede prohibir?

Juan Soldado sabe que quienes sacan a la palestra política anteriores etapas alentando a odios hibernados, obtendrán el efecto contrario al que persiguen. Lo veremos todos-dice-. No se pueden sembrar ni abonar odios constantemente.

El Valle de los Caídos es y será siempre un símbolo.Se encontraba en el recuerdo y en la ruta histórica de algunos operadores turísticos que hacían coincidir esa “tournée” con la de El Monasterio de El Escoria, que por cierto, ambos lugares son visita obligada para quienes quieran conocer nuestra historia.  Desgraciadamente la etapa con la que se asocia al Valle, y el significado del propio monumento, apenas es estudiada por nuestros jóvenes, para  júbilo de unos y tristeza de otros.

Bueno pues a día de hoy  a pesar las propuestas cíclicas y obsesivas de algunos, “El Valle”está viviendo su renacimiento. Patrimonio Nacional (su administrador) se frota las manos por la afluencia a la Basílica y el aumento de  sus ingresos.Todo comenzó con el inicio del proceso de exhumación de los restos del General. El Gobierno se  metió en un jardín del que no había previsto su salida. No se puede hacer más el ridículo con el anuncio a bombo y platillo de las fechas para que al final todo quede prácticamente como al principio. Este Gobierno saliente no lo consiguió.

Juan Soldado: “Sr. Ex Presidente, lo que sí consiguió usted fue dar lustre a lo que ya era un símbolo, esto siempre alguien se lo agradecerá, no tenga la menor duda, y ya veremos al final la legalidad de todo este asunto. Consiguió usted lo contrario de su propuesta. ¡Qué artista!”

Juan Soldado lo que va echando en falta es que los antimonárquicos -por su coherencia- propongan el derribo del Monasterio de El Escorial por albergar en su cripta o Panteón de Reyes las tumbas de Austrias y Borbones que reinaron en España. ¡Todo es posible en esta España actual!

Juan Soldado sabe que nuestros vecinos nunca harían eso con el Palacio parisino de los Inválidos, lugar donde se encuentran los restos de Napoleón Bonaparte autor del golpe de estado que, a la postre,  lo convirtió en Emperador.  Y es que los franceses sí que tienen sentido de Estado y no reniegan de su historia.

Juan Soldado sabe que  el devenir de las naciones no se ha hecho través de la poesía. Todos  los personajes históricos o comunes tuvieron, tienen y tendrán sus luces y sus sombras, pero desgraciadamente España nunca ve las luces.Tan importante como analizar las consecuencias que haya tenido cualquier hecho histórico ante el que nos enfrentemos es analizar sus causas. Pero no, aquí no hacemos ese esfuerzo.

 Juan Soldado se pregunta si hay alguien por ahí en su sano juicio.

Ansí pasaron los meses,

Y vino el año siguiente,

Ylas cosas igualmente

Siguieron del mesmo modo:

Adrede parece todo

Para aburrir a la gente.

Martín Fierro.

José Hernández.

Haya paz. Un saludo.

 Andrés Manrique. Teniente (R.)

Blog: generaldavila.com

21 febrero 2019

7 pensamientos en “El Valle de los Caídos. Andrés Manrique Gutiérrez. – Teniente (R.)

  1. No quepa duda, mi Teniente.

    De toda esta tragicomedia, que más parece un sainete, que ha puesto en escena y en sesión continua este aprendiz de meritorio, cuando ya en cuestión de días, como quien dice, caiga el telón y la compañía de teatro se disuelva y su personal pase a engrosar la lista del paro obrero, entre las nieblas del recuerdo de la pesadilla también quedará un agradecimiento, no remunerable en votos, claro, a quien con tanto ímpetu ha resucitado al personaje, le ha dado esplendor y ha hecho que los que no le conocieron por no haber nacido ni nadie les haya hablado con objetividad y verdad sobre él, lo hayan descubierto y ahora lo quieran estudiar.

    ¡Bravo, Pedro!. Ni a propósito te habría salido mejor la jugada. Conozco a quien en tu lugar, se encerraría en un eremitorio y se pondría a hacer penitencia de por vida.

    ¡¡¡Viva España!!!.

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  2. Chapó, mi teniente.
    Una vez más, por boca de Juan Soldado ha traído la mesura y el sentido común que tejen ese saber popular. Pero lo hace con valentía, en un momento en el que alzar la voz exponiendo estas verdades es nadar contra corriente.
    Exponer es exponerse y esa parte de Juan Soldado – que también vive en mi y en todo soldado que se precie – lo hace a pecho descubierto.
    Chapó, mi Teniente.
    Adolfo Coloma
    General de Brigada (R) del ET.

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