Avanza el Cristo de la Buena Muerte por las calles de Málaga, cantaora y guisandera, devota y de recta conducta, a hombros de unos soldados de semblante serio, duro, diríase que casi pétreo. Son sus ángeles custodios, hombres forjados en el servicio a los demás, hombres que desprecian su propio dolor en aras del dolor ajeno. Es la Legión de España, el heroico Tercio de Extranjeros, una fraternidad de almas honradas que se funden en una mística que trasciende la deuna mera unidad militar.
Ese bosque de chapiris que rodea a Jesús el Redentor, ese contingente de almas y cuerpos que viven solo para su Credo, es vitoreado por la gente que se agolpa para verlos pasar. “¡Es la Legión, es la Legión!”, dicen los chiquillos entusiasmados, pidiendo a sus padres que los alcen para poder ver mejor a esa tropa que va siempre con la camisa abierta para mejor ofrecer su corazón al servicio de España. “¡Es la Legión!”, exclaman con admiración y cariño las buenas gentes que ven en el Tercio lo que de más honorable y generoso da de sí el pueblo español. Acaso alguien entre los más jóvenes, al ver ese solemne y humanísimo espectáculo, se decida a ingresar en nuestra Hermandad. ¡Adelante, te esperamos!
Sigue avanzando el desfile y los gastadores hacen diabluras con las armas, y suena una y mil veces “El Novio de la Muerte”, y hay quien se arranca desde un balcón y entona una desgarradora saeta a ese hombre crucificado, al Hijo de Dios, que quiso ser uno más entre todos, un novio de esa muerte que sabía que iba a redimirnos a todos, igual que aquel legionario que buscaba en el fuego redención. Algún veterano que observa el paso de la compacta y disciplinada tropa de verde deja escapar una lágrima de manera casi clandestina, ocultándosela a su esposa, a sus hijos. No te cortes, legionario, que lágrimas y sudor surgen del mismo cuerpo y de ambas cosas estamos más que surtidos los que decidimos formar bandera. El hombre sorbe y se enjuga las lágrimas, pero que más da. Es Semana Santa en Málaga, que es casi como decir que lo es en la capital del mundo, pero la hidalguía legionaria resuena al unísono en puntos muy distantes del planeta, lugares donde el servicio a España y la ayuda a quien más la precisa lleva a esos hombres y mujeres que nunca piden nada, porque solo saben entregarse y darlo todo.
La Semana Santa, ese compás de tiempo en el que meditamos acerca de la entrega, del sacrificio, de dar la vida por todo aquello en que se cree es más legionaria que nunca. Tanto es así que, si Jesús decidiera volver a este mundo, estoy convencido que lo haría en ese desfile, descendería del madero y caminaría junto a los que, como el, no han dudado jamás en dar la vida por una causa justa.
Tengo por cierto que gritaría con nosotros ¡Viva la Legión!
Miquel Giménez Gómez,
Periodista, escritor y con la Legión grabada en el alma.
Artículo perteneciente a los “testimonios legionarios” publicados en el Blog: generaldavila.com con motivo del Centenario de la Legión.
14 abril 2019
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Nuestra semana santa,única en el mundo.
Y nuestra legión,que vive con fervor y devoción a su Cristo de la buena muerte.
¡Arriba España 🇪🇸!
¡Viva nuestra legión 🇪🇸!
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… Ese Cristo que salió,
de las manos y la gubia,
en Málaga se quedo,
y la Málaga cantaora,
la que le reza y le llora,
orgullosa ella se siente
de tener tan gran tesoro …
Cristo de la buena Muerte.
El, cuando sale a la calle
y la Legión lo pasea …
la calle se tambalea …
es el dolor reprimido
al ver ese cuerpo inerte
de ese hombre tan divino,
¡Cristo de la Buena Muerte!
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Maravilloso post de Miquel Gimènez, hondo, sincero, con el corazón dispuesto a abrazar la legión no solo en su alma.
Gran escritor de prensa, le sigo hace tiempo, ni idea tenía de su amor a mi muy amada legión.
Gracias Miquel.
Viva la Legión!, viva España!
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Bellísimo y apasionado canto al Cristo de la Buena Muerte y a la Legión.
Que nadie atente contra nuestra fe y nuestras tradiciones.
¡¡¡Viva España!!!.
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Bello y emotivo artículo el de D.Miquel Giménez Gómez.
Un saludo.
¡Viva España! ¡Viva La Legión!
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Fabuloso testimonio de un «legionario de verdad». Me ha entusiasmado su escrito. Muchas gracias D. Miquel.
General Zorzo
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Muy emotivo. ¿A quien no se le saltan las lagrimas cuando pasa El Cristo de la Buena Muerte escoltado por sus legionario y cantando El Novio de La Muerte?. ¡Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe
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A nadie, absolutamente a nadie…al menos yo y todos los que me rodeaban intentaban disimularlo, pero nada que hacer..a todos se nos ponen los ojos brillantes y el alma en un suspiro.
Viva España y Viva La Legión
Margarita Alvarez-Ossorio
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Imposible poder hacer un comentario, sólo me acepta el «me gusta al final del escrito de ese querido periodista…lo siento, me hubiera gustado ponerles a todos que me gustan sus comentarios, que me gusta La Legión, que siento, como ellos, una devoción especial hacía el Cristo de la Buena Muerte.
Un abrazo a nuestros hermanos legionarios
Viva La legión, Viva ESpaña
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Y tiene hasta una cierta gracia la cosa…justamente sale mi derecho al pataleo cuando ya pienso que no me acepta hacer un triste comentario.
Gracias a todos, y espero que puedan disfrutar con los mismos sentimientos y el mismo valor otro centenario, Sería una buena señal, sería que España sigue siendo España a pesar y contra de muchas cosas.
Suerte!!!!
Margarita Alvarez-Ossorio
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Emotivo el testimonio que nos ocupa. Enhorabuena.
Con la venia, un lunes 15 de abril, me gustaría recordar que ayer, 88° aniversario de la proclamación fraudulenta de la II República (con motivo de unas elecciones municipales, que ganaron las candidaturas monárquicas por 5 a 1), muchos ediles del PSOE (ese gran partido de estado), se manifestaron en distintos puntos de España a favor de una tercera.
Pidieron un un referéndum vinculante sobre la monarquía. Ellos no tienen ni un mal Bachillerato, pero nosotros, que sí lo tenemos, sabemos que sería ése el último paso de tres en la cadena de la reforma constitucional: primero hay que conseguir 2/3 en las dos Cámaras; a continuación, disolución de las Cortes y convocatoria de Generales constituyentes; luego, nueva mayoría de 2/3 en la primera sesión de ambas y pase a referéndum nacional del pueblo español.
Y si no es así, se llama golpe de estado, lo que, naturalmente, (huelga decirlo) no se va a permitir.
Viva España, el Rey y La Legión
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