2. El Espíritu de compañerismo
Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos.
PALABRA
(Soneto)
Un voto, una promesa, un juramento,
compromiso, lealtad, pacto sincero:
no dejar en el campo un compañero,
efecto principal, fiel argumento.
Mucho más que un deber, un sentimiento,
que pone por delante, por entero
la palabra de honor de un caballero
el de entregar, el último su aliento,
por cumplir, indeleble, el protocolo;
y el momento al llegar, de todos modos,
no escatimar coraje ni denuedo.
Y pues todos no son, sino uno solo,
todos perecerán, o saldrán todos,
porque así lo recitan en su Credo.
Coronel Félix Torres Murillo (DEM)
Artículo perteneciente a los “testimonios legionarios” publicados en el Blog: generaldavila.com con motivo del Centenario de la Legión.
11 mayo 2109
Como dicen los «legias»: ESKELCH, MI CORONEL.
un abrazo
Adolfo Coloma
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Magnífico. Hay que leerlo varias veces, para sacarle todo el jugo. Un abrazo.
Luis.
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El Credo Legionario, difícil, de cumplir, sin la mente y el corazón puestos al 100% en Vivir para servir y morir sirviendo…
Texto entrecomillado de la Hermandad de Caballeros Legionarios
» El «LEMA» de la Legión, que es a la vez la letra de la «contraseña» que acompaña a los toques de la corneta, dice: «Legionarios, a luchar; legionarios, a morir.» Nació espontáneo en los primeros días de la Legión, en la posición A. Un viejo soldado, antiguo corneta, en un arranque de iniciativa, empuñó la única corneta que había, que era prestada, y para poner a prueba su aptitud le dijimos, tarareando la letra:
«Di eso con ella», y límpias y sonoras salieron las notas que claramente mandaban a la Legión a la lucha. Que luego se habían de repetir en todos los territorios y cumplir su mandato exactamente:
«Legionarios, a luchar; legionarios, a morir.»
Texto entrecomillado de la Hermandad de Caballeros Legionarios
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Un honor recibir tal calificativo.
Gracias, mi general, querido Adolfo.
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Sí, puede pasar eso querido Luis; los poemas rimados obligan a veces a situar las palabras no muy de acuerdo con la ortodoxia gramatical. De todas formas, hoy la transcripción al formato del blog nos ha hecho una mala jugada y no ha mantenido el doble espacio entre las distintas estrofas del soneto lo que posiblemente haya aumentado la dificultad en la comprensión.
Como siempre, gracias.
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Precioso y emotivo, señor Corral; y muy propio de La Legión.
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¡Casi nada, mi Coronel!.
Todo el Credo Legionario es un bellísimo poema místico, una ofrenda que nunca prescribe, a la Patria, y un canto al honor. Pero este «mandamiento» es el compendio y el mayor exponente de todo el espíritu del Credo. «No abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos». Esto hay que sentirlo en el alma para poder entenderlo. Y fuera de la milicia, y en especial de la Legión, hay quien puede interpretarlo como fanatismo o locura.
Modestamente, cuántas veces, sin haber tenido el honor de servir en la Legión, me he repetido ese pensamiento y el de «jamás dirá que está cansado hasta caer reventado», en misiones difíciles de rescate de caídos con aeronaves en lugares que parecían inaccesibles o en el mar. Y también mientras recorría perímetros de desastre (nuclear) con alto riesgo de contaminación.
Quien impartió en solitario y a piñón fijo, el curso de Suboficial a mi promoción, hace cincuenta y cinco años, era un Comandante que había comenzado su carrera militar voluntario en la Legión al principio de la guerra, haciendo alguna trampa con la edad, pues era más joven de lo que decía, y la comenzó nada menos que de Alférez gracias a las titulaciones académicas que ya poseía. Permaneció en la Legión hasta después de su ascenso a Capitán, y terminada la guerra, hizo una especie de curso de transformación y pasó con ese empleo al Arma de Aviación (Servicio de Tierra). Era el típico Jefe legionario, un todoterreno. Ni que decir tiene que a fuerza de repetirlo todos los días, consiguió que nos aprendiéramos el Credo, pero sobre todo, que lo entendiéramos y nos gustara. Tanto, que algunos lo hemos tenido como lema de vida y conducta incluso fuera del Ejército. Nos conocimos en ese curso en Salamanca, y conservo un gran recuerdo de él.
Perdón por haberme excedido con cuestiones personales.
¡¡¡Viva España!!!
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Inmejorable, mi Coronel. Hasta en la vida civil hay que luchar sin escatimar coraje y denuedo. » Legionarios a luchar, legionarios a morir». ¡Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe
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Buenas tardes Coronel D. Felix Torres Murillo:
Magnífico, como siempre..infinitas gracias por todo y por tanto.
Un afectuoso saludo.
!Viva España! !Viva el Rey! !Viva la Legión !
Josefa López del Moral Beltrán
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Encantado Rafael de leer tus vivencias «legionarias».
Espero que las sucesivas glosas a su credo las hagan revivir en toda su espléndida mística de
entrega y bravura.
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Doña Josefa, Don Julio; muchas gracias.
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Muy bueno, amigo Félix.
Aleccionador en su fondo.
Elegante en su estilo.
Te felicito.
BPM
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