RASPUTÍN , EL MONJE LOCO. MISTERIOS EN SU MINISTERIO. Elisa Perez de Pascua

Hace algunos días leíamos en el Blog de Pedro Pitarch un documento fechado el nueve de febrero titulado “Supervivencia e independencia”. Sin entrar a valorar el artículo propiamente dicho, nos llamó la atención un último párrafo que, en apariencia, nada tenía que ver con el contenido del documento. El párrafo en cuestión dice así:

“En otro orden de cosas […] alguien me ha preguntado – y yo le paso la cuestión a doña Margarita Robles –, ¿es legítimo abortar el ascenso de un GB a GD por presunta “contaminación” por su familia política rusa?”

No acabamos de entender la enigmática pregunta ni adivinamos quién puede ser el sujeto de tan presunta “contaminación”. Igual se trata de alguna metáfora o sutil provocación. No obstante, conocemos al Teniente General Pitarch y estamos seguros de que lanzó el dardo con toda  la intención aunque nosotros, de momento, ignoremos su destino y propósito.

El caso es que el planteamiento de la historia con intrigas palaciegas, ascensos a los altares, descensos a los infiernos y trama rusa de por medio podría dar para una novela. No seremos tan ambiciosos pero la situación nos ha hecho recordar a un personaje, también ruso, de mala catadura y peor reputación cuya nefasta influencia en la zarina Alejandra contribuyó al trágico fin de los Romanov. Se trata de Grigory Yefimovich Rasputin, también conocido como el “stárets”; vocablo que podríamos traducir como el guía espiritual. Sobre él y sus hazañas versarán las siguientes líneas.

En aras de un mayor rigor y objetividad comenzaremos transcribiendo algunos párrafos de otros autores que, debidamente referenciados, nos servirán para agilizar la descripción del pérfido personaje.

En primer lugar hemos seleccionado algunos pasajes del libro titulado “La Revolución Rusa” de Richard Pipes.

“Rasputín y Alejandra conducían a Rusia al desastre” (P.262) […] “la crisis de Rusia no era consecuencia del sistema, sino de los individuos que lo manejaban, en especial de la emperatriz <<alemana>> y Rasputín” (P. 281).

“Rasputín se regodeaba de su poder. Sus borracheras, su jactancia y su insolencia resultaban más escandalosas día tras día” (P. 282) […]“Si Rasputín se comportaba de manera tan escandalosa era porque se sentía por encima de la ley. En marzo de 1915, el jefe del Cuerpo de Gendarmería, Vladimir F. Dzhunkovski, tuvo el arrojo de informar al zar de que sus agentes habían oído al stárets jactarse, en una cena en el restaurante Praga de Moscú, de que <<podía hacer todo lo que quisiera>> con la emperatriz. Como recompensa (Dzhunkovski) fue destituido y enviado al frente. Tras este incidente, la policía consideró prudente no dar a conocer ninguna información adversa sobre el monje. Aduladores y aspirantes a cargos lo adulaban; los patriotas honestos se arriesgaban a caer en desgracia si se atrevían a ganarse su aversión” (P.283).

También hemos extraído algunos párrafos de la obra titulada “Los seres más crueles y siniestros de la historia” de José María López Ruiz, textos que nos ilustrarán sobre algunas características del mal afamado monje.

“Su catadura moral hacía juego, en su caso, con su imponente aspecto físico: de gran altura, de cuerpo fuerte y duro, un rostro misterioso y perturbador […] pero, sobre todo, inquietaban y atemorizaban a la par que atraían, unos ojos grandes de mirada insolente que achicaban al que tenía la debilidad de intentar aguantarla” (P. 280).

Rasputín pertenecía a “una secta conocida como Jcilisti (la de los cilistas, <<fustigadores>>), un grupo de creyentes según los cuales, para que fueran perdonados nuestros pecados por Dios, había que provocarlos y caer en ellos; y a más pecados, mayor sería el perdón” (P. 281). “El joven Grigory fue un sectario auténtico que cumplía perfectamente las nomas de los cilistas, se emborrachaba y poseía a toda mujer que se le ponía a tiro en inacabables juergas” (P. 282).

“La creciente influencia y la vida disoluta de Rasputín dividió en dos a San Petersburgo entre los que creían en sus poderes (en primer lugar la zarina que había hecho artículo de fe del <<staretz>> de que, mientras él estuviese a su lado el zarévich se salvaría), y los que no podían soportar más sus espectáculos repugnantes en la corte” (P. 284).

Sobre la base de estos extractos, podemos afirmar que Rasputín fue un pérfido y taimado personaje que supo ganarse la confianza de la zarina Alejandra para medrar y malmeter. El monje provocaba las hemorragias del heredero Romanov administrándole, a través de tercer@s, un preparado de hierbas de su Siberia natal. Según parece estas hierbas, gracias a su alto contenido en heparina, provocaban un efecto inhibidor de la coagulación sanguínea que en el hemofílico zarévich tenían un efecto devastador. Entonces, cuando las hemorragias eran más agudas y la angustia de Alejandra más intensa, aparecía nuestro astuto monje como Ángel salvador. Rasputín también conocía el antídoto a su propio veneno y así cuando el stárets trataba al débil muchacho éste experimentaba una “milagrosa” mejoría. El desaprensivo monje provocaba el problema y luego aparecía como único y místico poseedor de la mágica solución. De esta manera se hizo imprescindible provocando en la zarina una fe y devoción tan ciegas como perniciosas.

Rasputín adquirió tal poder que llegó a influir de modo decisivo en los destinos de una Rusia cada vez más caótica, intervenía en el nombramiento y cese de ministros, funcionarios y mandos militares. Con cien argucias y mil falsedades hacía caer en desgracia a personas honradas que eran apartadas o eliminadas mientras él acumulaba poder rodeándose de lacayos, esbirros y arribistas siempre a su servicio.

Mención aparte merecen las amantes de Rasputín que también fueron objeto de numerosos, generosos y especiales favores; usamos este último término en el más amplio sentido de la expresión. Pero ésta es cuestión que puede dar para otro jugoso artículo y que, por tanto, dejaremos para más adelante…

No sabemos si hemos aclarado o añadido confusión a la cuestión planteada por el TG Pitarch, pero sí que sabemos como acabó Rasputín, la zarina, la familia Romanov y la propia Rusia. Por tanto, líbrenos el Señor de Rasputines y otras malas hierbas y libre el Señor a presentes y futuras zarinas de caer bajo tan negra influencia  (a buen entendedor…).

Moraleja: A todo Rasputín, le llega su Yusúpov.

Elisa Perez de Pascua

Blog.generaldavila.com

18 febrero 2020

 

11 pensamientos en “RASPUTÍN , EL MONJE LOCO. MISTERIOS EN SU MINISTERIO. Elisa Perez de Pascua

  1. Respetados y queridísimos amigos:
    – Me ha entusiasmado la colaboración de hoy de Doña Elisa Pérez de Pascua. Supongo que es historiadora.
    – Tuve el privilegio de tener entre mis manos, no recuerdo, si las memorias del Príncipe Yusupov, o de otro Príncipe ruso contemporaneo, de la Corte del Zar. El libro era apasionante.
    – El primer error del Zar Nicolás II, consistió en que cuando intentó «maniobrar» políticamente hablando, ya era tarde…
    – La segunda equivocación, por parte de Nicolas II, fue casarse con una joven y preciosa princesa alemana, perteneciente a la Casa de Hannover, que padecía hemofilia (que como sabéis no se manifiesta en las mujeres, sino en los hijos varones que traen al mundo, como le ocurriría al Zarevich, o a nuestro Príncipe Alfonso de Borbón y Batemberg).
    – En otro momento histórico que la Zarina Alejandra fuera alemana, no habría tenido importancia, pero el asesinato del Archiduque Rodolfo mediante un atentado, supuso el estallido de la I Guerra Mundial, y los soldados rusos, el Ejército del Zar, moría en el frente bajo el fuego de los soldados alemanes del Kaiser.
    – El blog del General Dávila, me resulta cada día más interesante.
    ¡¡ POR DIOS Y POR ESPAÑA A MIS REYES SERVIR HASTA MORIR, VIVA LA LEGIÓN !!

    Esperanza González de Fonseca Marco

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  2. A las órdenes de V.E., mi General.

    Magistral y apasionante, Doña Margarita. Que Dios la oiga y «nos libre de Rasputines y otras malas hierbas».

    Cuando antiguamente se sembraba el trigo y otros cereales en las pequeñas haciendas familiares, cosa que se hacía por el mes de Octubre tras la primera lluvia otoñal, en la tierra ya humedecida, las semillas germinaban y se producía el milagro del nacimiento de las plantas. Cuando llegaba este tiempo cercano a comenzar la primavera, se hacía un ritual entrañable que consistía en matar, arrancándolas, todas las malas hierbas que habían crecido entre las plantas, ayudados de un apero manual llamado «amocafre»; entre esas malas hierbas había una especialmente dañina, rebelde y resistente que todos conocemos por los Evangelios, la cizaña. A partir de ahí, el cereal crecía vertiginosamente, fuerte y saludable, hasta comenzar a dorarse y madurar el grano por el mes de Junio, listo para ser segado y trillado en Julio.

    Si no se hubieran eliminado a tiempo las malas hierbas, las plantas de habrían agostado sin los nutrientes necesarios, no habría habido cosecha, ni pan para comer.

    Librarse de Rasputines y otras malas hierbas, y de personajes diabólicos, depende en gran medida, no sólo de Dios, sino también de nosotros.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  3. Muchas gracias mi general por hacerme saber que no considera oportuno publicar mi comentario. Aunque para entender las razones, debería conocerlas.
    Si lo tiene a bien, y puesto que tiene mi e-mail, me gustaría conocerlas, porque si estuviera equivocado, tenga la seguridad que rectificaría unas opiniones que pueden estar basadas en hechos no ciertos.
    De todas formas mi general, le reitero mi agradecimiento por su deferencia.
    Y le saludo con el mayor respeto y afecto.

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  4. Buenos días, General y todos. Somos afortunados, la Rusia de Rasputín queda lejos en el plano geográfico y temporal, y lo de la más próxima, aunque aún lejana Dinamaca del Shakespeare, ,con todosu olor a podrido, también; en el fondo en la España del Siglo XXI, podemos considerarnos afortunados. (A no ser que uno crea en la reencarnación)

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  5. Mi General, me encanta la historia, y esta aunque ya la sabia, ha sido bueno recordarla, así que no dejemos que manipule ningún «Rasputín», y seamos capaces de ver las cosas en su justa medida. Muchas gracias y Saludos para Vd. y todos los contertulios. que también me deleitan con sus sabrosos comentarios.

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  6. Mil perdones ruego a todos. Donde decía Doña Margarita en mi comentario matutino, quería decir Doña Elisa, la autora del magnífico artículo. Perdón de nuevo por el lapsus.

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  7. Certero relato el de hoy. Ejemplares como Rasputin existen en todas partes, con más o menos categoría, y quizás serían, si existieran, las “ Rasputinas”, mucho peores.( esto es una licencia del “autor”)
    Tenemos, varios personajes, que sin estar a la altura del auténtico, son perniciosos para España.🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  8. En realidad el «bueno» de la película era Rasputín y por eso le asesinó el servicio secreto ingles por medio de la masonería (los agentes ingleses y los familiares del Zar que lo mataron)
    Así de triste es nuestra época, que desde la Leyenda Negra todo es imperofobia y cristianofobia, y nos la creemos.
    Comprueben y comparen:
    https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2017-01-01/pedro-fernandez-barbadillo-rasputin-en-el-centenario-de-su-asesinato-un-monstruo-que-queria-paz-80950/
    https://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/felix-yusupov-asesino-a-rasputin-revolucion-rusa-octubre-rojo/27082
    https://www.telegraph.co.uk/education/3344528/British-spy-fired-the-shot-that-finished-off-Rasputin.html

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  9. Buenas noches,

    Pues la verdad es que para ser el bueno de la película hay demasiada bibliografía que deja suponer lo contrario, como mínimo que era un «iluminado» pendenciero y mujeriego no parece que sea falso, y que gustaba de comer y beber en demasía tampoco.

    Yo leí hace tiempo una biografía de Rasputín, y sus orígenes como «monje» que abandonó a su familia y nunca más se ocupó de ellos cuando se dedicó a «evangelizar» a su manera, no demasiado ortodoxa, parecen demasiado evidentes como para haber sido inventados.

    Los motivos por los que fue asesinado pueden ser o no ciertos, si fué una confabulación para eliminar a un adversario, o una reacción justa para matar a quién aparentemente perjudicaba a la monarquía rusa, pueden haber sido tergiversados, pero lo que fué su vida y cómo llegó a ser tan influyente en la corte no parece que sea pura leyenda, y yo sinceramente pienso que en efecto, no se valió de unas virtudes precisamente clericales para ello. Y que el pueblo ruso lo odiaba, también hay certezas, aunque eso podía deberse, claro está, a la propaganda negativa de quienes estuvieran interesados en inducirlo. En su biografía también se habla de los enemigos que se creó por su ascendiente sobre la zarina, y de la actitud pasiva del zar al respecto por falta de carácter o porque adoraba a su mujer y era incapaz de oponerse a nada de lo que ella deseara.

    Sea como sea, si hay un Rasputín por éstos lares, pongamos que para el caso da igual si fue lo que pensamos o no, cuando se demonina a alguien como un Rasputín desde luego no se están refiriendo a un monje inocente, sea cual sea la realidad del personaje original.

    El caso es que desde luego hay algunos rasputines sueltos (y me atengo a la leyenda sea o no cierta), eso es una realidad, y que hay varios candidatos o candidatas al título, también. De hecho, demasiados…

    Margarita Alvarez-Ossorio

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