Desde su atalaya cordobesa: LAS COSAS DE DON EUFEMIO

El “acto civil” de recuerdo y homenaje a las víctimas del Covid 19 y a las instituciones que en primera línea se han destacado en auxilio de aquellas y en la protección de la ciudadanía, además de ser justo y necesario- no sé si suficiente- nos ha proporcionado algunas “segundas lecturas”. En cuanto a la estética, nada que objetar al impresionante escenario del Patio de la Armería; pero sobre la puesta en escena ha habido voces autorizadas, y algunas menos, que la han interpretado en paralelo con rituales digamos poco acordes con nuestra idiosincrasia y más propios de sociedades, grupos e  instituciones que de siempre han puesto en posición de “prevengan” al españolito del común. Sólo hay que ir a las redes sociales: impresiones, gustos y opiniones para todos. Vayan, vayan…Ni quito ni pongo Rey; y a eso vamos.

 Porque hay otro aspecto que, creo, merece la pena reseñar a pesar de lo reiterativo del asunto, o tal vez por eso. Tratando de dar sentido a las distintas y, repito, repetidas actuaciones al caso habría que irse “hasta el infinito y más allá” y buscar en el ámbito de lo psico-esperpéntico algún motivo en el comportamiento de este individuo que le produjera esa fijación insana, no reparando en medios, de ser el primero de la fila; de momento está el último, pero en ello está: sólo hay que ver la fotografía.

De la prensa de julio de 2020

 SÁNCHEZ VUELVE A SUMARSE A LA FAMILIA REAL EN EL SALUDO A LOS INVITADOS AL ACTO CIVIL
Durante el saludo de los Reyes, la Princesa y la Infanta Sofía a las autoridades, Sánchez se ha colocado al lado de la Familia Real, como si fuera un miembro más, en lugar de ocupar su sitio como jefe del Ejecutivo.

IN PECTORE

(Soneto)

 Terminó el ritual, dizque, masónico

el de blancos, concéntricos sitiales

que aprovechó un listillo; ná, un vivales,

un falaz mentiroso, tipo crónico,

 

para darse otro baño macarrónico

de real protocolo, ya habituales

sus quiméricos modos, sus modales

que bordean el borde de lo cómico.

 

No tiene del ridículo sentido,

ni tampoco el común, que siendo el menos,

en él, a la izquierda está de cero.

 

Porque, fuera de cacho, acto seguido,

trasteando por vedados los terrenos,

in pectore se vio, ya el heredero.

Don Eufemio, jul. 20

(Continuará, D. m. ; y si nos dejan)

4 pensamientos en “Desde su atalaya cordobesa: LAS COSAS DE DON EUFEMIO

  1. Oiga, D. Eufemio, que no se ha dado cuenta…estaban jugando al corro de la patata. Si quitamos las sillas, a eso jugábamos cuando yo era pequeña y no existían todavía los teléfonos móviles.

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  2. Mi Coronel, lo de este pobre pelagatos venido a más por un error del destino, con sus delirios de grandeza, es de psiquiátrico. Sería anecdótico y cómico si no fuera porque con él nos pone en ridículo a todos aunque a la inmensa mayoría no nos represente, privilegio que el único que lo tiene es S.M. El Rey, que nos representa a todos.

    A veces pienso, de él y de otros miembros y «miembras» del gobierno, que sus peores enemigos los tienen entre su corte de asesores, que en su vida las han visto más verdes. Esa egolatría y afán por acaparar la cámara para él solo en primerísimo plano hasta llegar al desenfoque con tal de anular a los de al lado y aparecer él, radiante de estupidez pues otra virtud no tiene, lo llevará a la tumba.

    ¡¡¡Viva España!!!

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