SI SOY MINISTRO DE DEFENSA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Puede que me nombren ministro de Defensa en una de estas legislaturas, lo veo venir, pero ya anticipo, no sé si hago bien, que diré no; por eso de que las armas las carga el diablo. Ya una vez me quedé a las puertas, de la Moncloa, esperando a que el negocio terminase. El precio no era el ajustado y me devolvieron a casa cuando aún no estaba todo decidido, pero se veía venir lo que ha venido. Enseguida me di cuenta por la forma de mirarme y el augurio de las urracas volando por los plátanos del Palacio. Tu aquí sobras; y me fui antes de que me echasen. Aunque ahora me siento como que me han echado.

Las medallas, como nadie las quiere, las acabo de poner a la venta, y el sable también ya que solo me da sablazos con el IBI y con el IVA. Ya me voy retirando porque nadie se baña dos veces en el mismo río; creo que lo decía Heráclito. Que también decía algo así como que la guerra a unos engrandece y a otros hace esclavos. Engrandece a los humildes y esclaviza a los soberbios, de ideología, y a mí eso de las ideas férreas que esclavizan, junto a las armas, no me parece bien, es un dúo peligroso, así que no pienso vender ni un cartucho.

Si llego a ser ministro, porque a ver, ahora así en frío y sin posibilidades digo que no, pero quien te dice que llegado el momento te enseñen la nómina, te presenten al conductor, al coche, la escolta, el ordenador y el móvil, ves que nada tienes que hacer, sino dar unas órdenes, que ni siquiera tienes que terminar la frase, porque en cuanto vas a hacerlo ya te la han terminado y ejecutado. Además te dicen que una vez nombrado a ver quién te echa que sería un escándalo, y ahí te quedas una buena temporada sin hacer nada; lo que es mejor para el contribuyente; y claro, que uno no es de piedra.

En cualquier caso y puesto a pensar lo primero que yo haría es vender el edificio del ministerio de Defensa, con el piano incluido, Vitruvio también (ahí es nada: arquitecto de Julio César) y Cibeles, que con la diosa Cibeles está Mar y Tierra, a un lado y a otro de la Castellana, y ¡que vaya edificios! Como los vean los okupas, esos dirigidos y conocidos, los okupan con sus ataques que disparan ideologías imparables, y otras cosas con las que han rellenado hasta uniformes. El edificio del Aire, en Moncloa, por donde antaño estuvo la Cárcel Modelo, que fue modelo de dar paseos, también lo vendería.

Me construiría un Pentágono tipo Trump y lo defendería de ideologías con fuegos artificiales y relatos cortos, de esos que impactan como el ¡No pasarán!, que no hay quien a ello se resista.

Una vez construido mandaría a formar al Ministerio para preguntar uno a uno ¿Usted qué hace?, ¿y usted?, así hasta vaciarlo y quedarme solo con un auténtico pelotón de soldados. No hace falta más. Pocos, pero buenos.

Pero estoy pensando que hay una cosa aún más importante para que acepte ser ministro de Defensa. Tengo que saber cuál es mi misión y hacérselo saber al pelotón. Entonces habrá que recurrir a la Ley, porque de otros no me fío que, como dicen los del pelotón, te la meten doblada en cuanto pueden. Leo Ley, y dice que el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Entonces está claro. Tendré que mirar a mi alrededor antes de aceptar, porque si soy ministro de Defensa gracias a que me apoyan unos que dicen que no a la independencia de España, que quieren romper con España y con su forma de Estado, y que eso de la integridad territorial con ellos no va, que ellos no tienen Rey, otros que dicen que los terroristas de la ETA son gente de paz y cosas así, y con infiltrados de los ya conocidos de antaño, minadores del Alcázar llamado España, pues no voy a poder ser ministro de Defensa. Con esos compañeros de Gobierno tendría que comprar y montar un armamento ideológico que yo creo que mi pelotón no aceptaría y además el presupuesto no da para eso.

No me queda otra. Heráclito tenía razón; me bañé en otro río. Yo no puedo ser ministro de Defensa y por ahora me limitaré a escribirlo. Más adelante veré si cargo las armas con ideología y presento batalla.

Las armas las carga el diablo, pero con munición letal: ideología.

Está claro. No puedo ser ministro de Defensa. Mejor mandar el pelotón.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

21 octubre 2020

17 pensamientos en “SI SOY MINISTRO DE DEFENSA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

  1. Buenos días,

    Por si se da el caso (improbable, estoy con usted) ¿Cómo respondería a estas preguntas?

    – Actuaciones para dar cumplimiento a la Directriz de Planeamiento que «se reforzarán las capacidades de la Sanidad Militar, incluida la Sanidad Operativa, potenciando su disponibilidad nacional y también su empleabilidad en el marco de las iniciativas de la Unión Europea y la OTAN sobre apoyo sanitario militar», establecida en la última Directiva de Política de Defensa.

    – Resultados registrados en las últimas oposiciones celebradas para el Cuerpo Militar de Sanidad en sus diferentes especialidades.

    – Teniendo en cuenta que la provisión de plazas ya se encuentra presupuestada, ¿tiene previsto el Gobierno, dada la excepcionalidad de la situación actual, que las plazas no cubiertas sean redistribuidas en otras especialidades de la Sanidad Militar?

    – De ser así, ¿Cómo las piensa redistribuir?

    A estas preguntas relacionadas con la situación creada al no cubrirse 22 plazas de médicos militares y su posible redistribución entre el resto de especialidades de la Sanidad Militar tiene que contestar el Ministerio de Defensa. Es decir, su «predecesora».

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  2. General,

    Las dos primeras preguntas están en el orden del día de la Comisión de Defensa del Congreso que se reúne mañana jueves por la tarde y requieren respuesta oral.

    Las dos últimas, son preguntas que requieren contestación escrita y ya se han realizado al Ministerio de Defensa.

    Me pregunto, ¿coincidirá la respuesta de la titular actual con la del «improbable» Ministro de Defensa?

    Gracias por su respuesta.

    Un saludo

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  3. A las órdenes de V. E., mi General.

    Un servidor, como no puede soñar con aspirar a ministro de nada, pues tiene que reconocer y confesar que ni está preparado ni capacitado para tan alto honor y responsabilidad, sí se daría por satisfecho con poder volver a mandar un pelotón con Cabos y Soldados escogidos y de confianza, de esos que le seguirían a uno hasta el mismísimo infierno.

    Puestos a soñar…

    ¡¡¡Viva España!!!

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  4. Como Ministros de DEFENSA, y NO de ofensa. Lo primero que haría, limpiarlo de terroristas y enemigos de ESPAÑA, quemar ciertos sillones y utensilios utilizados por traidores y traidoras comprobados desde Zapatero hasta el día de hoy. Sin olvidarse de ciertos rajonianos. Y muy en especial los usados por los de este desgobierno empezando por el de la actual figurante.

    Ramón Lencero Nieto

    España día 21 de octubre de 2020

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  5. Con permiso de Vuecencia, mi General. Me encantaría que le nombrasen Ministerio de Defensa, pero no con estos políticos bolcheviques, terminaría con úlceras de estómago, tensión arterial por las nubes y otras dolencias producidas por los remordimientos. No acepte, le apreciamos mucho.
    ! Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe Jiméno

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  6. Buenos días Mi General. Excelente su artículo como siempre. Lo dice en broma, pero sería el mejor Ministro de Defensa, pues lo que se ve ahora no vale para nada. ¡Ojalá se diesen cuenta de lo mal que lo hacen! Pero tienen las mentes menguadas para lo bueno y super cargadas para lo malo. Ya se que soy muy poca cosa, pero siempre estaré a su disposición y de las personas que piensan como Vd. También pido disculpas por no poder calificar los escritos de todos, ya que no me responde el programa, pero solo por el mero hecho de estar en este blog, para mí, todos Vds. son fantásticos. Muchas gracias y saludos para todos.

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  7. Yo no sé, General, si será ministro de Defensa en el futuro.

    En mi caso, lo primero que sí haría, es iniciar de oficio el trámite administrativo previo y después llevar al consejo de Ministros, para su firma y aprobación, la resolución del expediente contradictorio por el que se estima la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando (Colectiva) al Cuerpo de la Guardia Civil por su singular lucha contra el terrorismo etarra. Es parte de la deuda, impagable, que se le debe al Instituto.

    Después me convertiría en el ministro más sinvergüenza y corrupto posible. Amañaría un contrato de tanques, aviones de combate y misiles de largo alcance que me generasen una comisión de 200 millones de euros (mi precio) a ingresar en una cuenta corriente de un paraíso fiscal libres de impuestos. Una vez perdido el honor (por lo de picoleto) y pasar por el talego, toca pulir las perras con cabeza y a vivir mejor.

    Y me importa una ………lo que digan de mi.

    Recibid un cordial saludo.

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  8. Ya sabemos que hoy nos ha regalado una pura ironía, mi General, pero ya nos daríamos con un canto en los dientes si en un cambio de gobierno a algún cerebro honrado (puede que los haya, todo es posible, hasta eso) a alguien se le ocurriera ofrecerle el cargo. Otro gallo nos cantaría, porque ya se las arreglaría de alguna manera para suplir y exigir tantas cosas como al día de hoy faltan en nuestras fuerzas armadas, porque no es tanto el dinero que falta (siempre para lo mismo, cosa curiosa)sino la voluntad de emplearlo en lo que se debe, y que el ejército esté donde debe estar y para lo que debe estar, y no es necesario especificar, a buen entendedor con pocas palabras bastan.

    Lo que indigna es constatar que esos cargos son políticos, y ya desde hace bastantes años, y que no saben ni quieren saber nada más que del poder que se les da, del coche, el conductor, etc.etc. y lo de menos para todos esos que han ido pasando por el Ministerio son los verdaderos problemas a los que deberían enfrentarse y que dejan de lado sin ningún empacho. El caso es figurar y la famosa cartera con el nombre del Ministerio, que en el fondo creo que les da lo mismo que sea sanidad que defensa o educación. Ninguno sabe nada de lo que se trata, se emplean asesores que a su vez pidan a los funcionarios que les hagan los informes, que generalmente son los únicos que saben algo del asunto, y eso si, se cobra como si se fuera un experto, cuando no son más que «enchufados» que aprendieron a limpiar las botas de la gente precisa en el momento justo, aunque fuera con la lengua.

    No es que yo haya conocido a muchos ministros, y menos en éstos últimos tiempos, pero a algunos si que he conocido, y se lo aseguro, mi General, de éstos últimos, a los que si he conocido, no había ninguno que no fuera millonario ya antes de llegar al cargo. Si exceptuamos a Mayor Oreja, que era de buena familia pero simplemente acomodada, el resto millonarios, en pesetas y en dólares. Supongo que ahora será en Euros, dependiendo si el dinero lo tienen en Suiza o en algún paraíso fiscal. Es lo que hay, y lo que había. Paciencia.

    Saludos

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  9. Mi General, ha tomado la decisión más lógica, con los que mandan ,,sería curioso verlo de Ministro.
    Ya fuera de bromas, y si fuera cierto, lo sentiría. Tu pasado está tan alto y brillante que desentonarías.
    Además nosotros nos quedaríamos huérfanos, en este” Tu Blog “, que nos ayuda a estar , vivos y cada día nos enriquece . 🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  10. Apreciado General Dávila.

    Pues creo que usted sería un gran Ministro de Defensa.
    Estaría bien ver, en el Congreso, a un ministro con verdadera vocación de servicio y amor a España; porque los que hay ahora…

    Un saludo a todos.
    Pedro Dalmau

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  11. Comparto y celebro su decisiópn de no ser, por ahora, Ministro de Defensa, mi General; que prefiere ser Jefe de Pelotón.
    Aquí tiene un antiguo Cabo de Infantería, dispuesto a ejecutar las órdenes emandas de V.E.
    A la orden de V.E. mi General.

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