Cuando era un joven teniente di alguna que otra clase de Educación Física en la Universidad Complutense de Madrid. Si algún rato libre me quedaba asistía a las clases de Filosofía y Letras, de oyente, de aprendiz y de más cosas. Gracias a un magnífico profesor, un maestro, que tuve en el bachillerato, en el Instituto Ramiro de Maeztu, le cogí enorme cariño a la filosofía (y a las letras). Un día en el aula de la Universidad estaban hablando de Unamuno. Presté especial interés. Ingresé en la Academia General Militar con 18 años y, a pesar del poco tiempo que allí quedaba libre, al terminar el primer curso me había leído casi al completo la obra de Unamuno. Debió de notárseme, o el haberme colado, porque el catedrático se dirigió a mí y me preguntó mi opinión sobre D. Miguel. Me sentí azorado, descubierto, mirado desde todos los ángulos y se me ocurrió contestar:
-Don Miguel decía que él era una eme entre una y uno. Creo que define algo su personalidad, irónico, soberbio, inteligente, algo desconcertante, en sus adentros un hombre bueno y en lucha interior -y exterior- permanente.
Nadie prestó atención a lo de la personalidad.
-¿Una eme entre una y uno? ¿Dónde ha leído usted eso?
No supe responder; no lo recordaba. Alguno de los alumnos de clase debió no entender muy bien el juego de palabras, porque, a petición del profesor, tuve que salir y poner en la pizarra:
-Una-M-uno.
Risas en el aula. Ahora quedaba más claro lo de una M entre una y uno. Tuve que dejar de asistir a clase. El catedrático se empeñaba en señalarme cada día. En una de esas me pillaba y descubría que no era un alumno sino un aficionado a la filosofía.
Del famoso episodio del trío doña Carmen Polo de Franco, don Miguel Unamuno y el general Millán-Astray en la Universidad de Salamanca, ¡he leído tantas cosas!, parece que todos estuvieron allí, pero no saben que aquello, entonces, no tuvo la menor trascendencia, importancia ninguna, todos tan amigos, los que eran y los que no, pues como antes, como siempre.
Quién sí estaba allí, era don José María Pemán. Nos lo ha contado, y de contar algo sabe don José María. Fue en la tercera de ABC del día 26 de noviembre de 1964.
‹‹Ni Unamuno ni Millán-Astray eran hombres a los que les gustara pasar inadvertidos… Los dos estaban acostumbrados a exponer el pecho a cuerpo limpio, el uno a las ideas contrarias y el otro a las balas enemigas… Eran dos españoles›.
Me permito añadir que eran dos vehementes españoles, dos sentidores a la vez que pensadores, recurriendo al término que usa Fernández de la Mora.
Unamuno, casi olvidado, tuvo a su alcance el premio Nobel, que él solo, solo él, dejó desierto.
Era capaz de escribir, poco antes de morir, en un arranque de los suyos y por una nimiedad, al director del ABC de Sevilla: ‹‹ [… entre los hunos-rojos -y los hotros- (blancos de color de pus)]››, acompañado de irrepetibles lindezas contra los andaluces. Y en su permanente contradicción saber encajar la respuesta del director, Juan Carretero: ‹‹No es mía la culpa si en España hay hunos y hotros. Y Hunamunos››.
Don Miguel era un lujo de español. Quizá lo español desnudo y sin tapujos, con sus grandes defectos y gigantes virtudes.
Millán-Astray ha sido objeto de las más injustas críticas que en no pocas ocasiones llevaban oculta una intención más sibilina: atacar su obra, atacar a la Legión. Creador de la obra cumbre del espíritu militar español, el Credo de la Legión es, junto a los versos de Calderón, guía del comportamiento militar. Su ‹‹Espíritu de Compañerismo››, sería suficiente para justificar la trascendencia de su obra: ‹‹Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos››. Era un lujo de español. Era un lujo de militar español. Han querido presentarle como un burdo e inculto soldado, descalificarle y con él a lo que representaba, la Legión, el honor y el valor. No lo consiguieron. Su obra iba a quedar y trascender en los tiempos.
Pemán, es la gloria de las letras, incluso de las armas, valiente, un echao pa’lante, capaz de retar a Miguel Primo de Rivera a duelo por un quítame esas pajas. Su palabra, sus versos, son letra de los himnos de nuestra Armada y Ejército del Aire.
Personalidades españolas, muy nuestras, nos guste o no. Los que critican, los más al general, no saben lo que dicen.
De «doña Carmen» poco que decir de aquel día. Simplemente que Unamuno salió de su brazo hasta el coche.
Pero dicen y eso es bueno. Claro que decir ni es leer ni saber.
Pues que sigan diciendo. Tengo que ir a ver la película, sin ironía, a ver qué dicen; se lo contaré. No sé si sabré hacerlo, como don José María seguro que no; ya se sabe la fama que tenemos los generales de la Legión. Ustedes sabrán disculpar mi escasa formación y mis burdas maneras.
Nuevos descubrimientos. Sigue el relato de los cobardes. Pero cuaja entre tanto cobarde.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
13 octubre 2019
General Dávila 
Seria muy bueno que se hiciera una pelicula sobre otro grandisimo español, Manuel Garcia Morente. Filosofo, muy liberal, de la Institucion Libre de Enseñanza. En el verano del 36 fue destituido del puesto de Decano de la Facultad de Filosofia y Letras de Madrid, por aquel Gobierno republicano perseguidor de las ideas. Tuvo que huir a Francia, ante las amenazas de muerte del Frente Popular. En Paris se produjo su conversion al catolicismo.Fue un milagro que le ocurrio una noche. Lo cuenta en su autobiografia «El hecho prodigioso.» Se hizo despues sacerdote. Merece la pena leer sus obras completas.
Una vida de pelicula. Esperamos que alguien se anime a hacerla. Vendria muy bien en estas horas bajas. Nos enseñaria la verdadera historia de España.
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Al hilo de lo que dice Don Ignacio. ¡Se podrían hacer tantas películas sobre filósofos perseguidos! Por ejemplo, una sobre Joaquín Amigo, profesor de filosofía en un instituto de bachillerato de Ronda y lanzado por el famoso Tajo al principio de la guerra civil por el «delito» de ser católico practicante e ir a misa. Sin embargo, sobre la muerte de su amigo García Lorca se han hecho series y películas para presentar como un crimen político lo que en realidad fue un ajuste de cuentas entre familias de terratenientes de la vega de Granada.
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Mi General, una delicia leer tu artículo de hoy, tanto por tu emocionante experiencia filosófica en la antigua facultad madrileña de Filosofía y Letras, como por todo lo contado sobre: José María Pemán, Unamuno y Millán-Astray, tres verdaderos pilares del saber y de la historia de España.
Para alegrar este confinamiento, y de una forma chabacana, decir que Unamuno encabeza la lista de los cinco hombres más famosos de la historia:
Miguel de Una M-uno, Benito Pérez Gal-dos, el inventor del Char-tres, Luca de Tena don Tor-cuatro, Benavente don Ja-cinco, y el inventor de los gemelos Z-seis.
Yo tampoco he visto la película, pues estoy muy harto de tantos directores y actores sindios.
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‹‹Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos››.
En un sentido muy real se ha abandonado al Coronel Franco Bahamonde en el campo a merced del enemigo, que ha profanado sus restos.
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A las órdenes de V. E., mi General.
Típico de la izquierda cerril e ignorante, pero que por desgracia parece que ha conseguido comer el coco a media España, es denigrar, hasta llegar a profanar sus tumbas en algún caso reciente, a todo el que ha hecho algo grande que ellos ni se lo han planteado jamás, ni tienen capacidad ni conocimientos para hacer, y al estilo talibán, destruir con dinamita esas obras, creyendo que así borran la historia y que por aquí no pasó nadie hasta que llegaron ellos. Y digo llegaron, porque ya demasiados son extranjeros o apátridas de relleno para cubrir la falta de quorum.
¡¡¡Viva España!!!
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En España se desprecian las altezas y se alzan las bajezas
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Yo no llego a comprender,
NO me entra en la cabeza
que habiendo tantas altezas
en las cosas del saber
se hagan ver estas bajezas.
De los que en ellas disfrutan
enfrentando a la sociedad
sólo por la perversidad
que se hacen las permutas
dentro de la suciedad.
Auspiciada por sindicatos
que aplauden las indecencias
dadas a la complacencia
del montón de mentecatos
presumiendo de sapiencias.
Cuando sólo son palurdos
como quedó demostrado,
frívolos y desmemoriados
que defendiendo lo absurdo
se sienten reconfortados.
Y. España es esa Nación
donde tanto se desprecian
los valores y la inteligencia,
los sentimientos del ESPAÑOL
Que defiende con firmeza.
Los preceptos dictaminados
por las altas excelencias
contrarias a la incompetencia
de esta hoy degenerado
sin asomo de conciencia.
España día 28 de octubre de 2020
Ramón Lencero Nieto
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Recordar el nombre de estos españoles (Unamuno, Pemán, Millán Astray) cada uno en lo suyo eran autenticas glorias, nada que ver con los que tenemos en la actualidad, y no es porque no los haya, ahora lo que premia y da relumbrón es la zafiedad y el despotismo, mientras personas preparadas con cultura y talento las vemos relegadas a la oscuridad, en las sombras y sin posibilidad de rebatir esos atropellos basados en mentiras con tal de reescribir la historia a su gusto. Poco nos queda a los que husmeamos en los libros o redes para tratar de sacar a la luz la verdad contrastada, eso requiere esfuerzo y pocas ganas hay para tal labor.
Muchas gracias mi General por hacerme revivir aquellos tiempos que me refrescan la memoria de recuerdos que estudiamos y algunos lo vimos en vida.
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¡…susórdenes!
La principal arma que tiene en contra la Legión es la cobardía de muchos españoles. Sí, muchos. Somos muchos los hombres de Estepaís que sabemos sin lugar a dudas que no serviríamos para la Legión. Que aunque ningún legionario nos gane a español y patriota, nos ganan sobradamente en lo del VALOR. Y eso duele. Algunos aceptamos nuestras limitaciones; pero otros intentan destruir el espejo que les muestra desnudos la falta del valor necesario par ser legionario.
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Con permiso de Vuecencia, mi General. Que saben los políticos de D. Millán Astray?. La ignorancia, la incultura y la envidia no les deja ver la filosofía y la moral del Credo Legionario, si pudieran comprenderlo España sería una superpotencia. ! Arriba España y viva La Legión !. Julio de Felipe Jiméno.
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Mi General. Un lujo de artículo.
Yo uve el gusto de conocer a D. José Maria , en el Teatro Falla de Cádiz , al que le gustaba acudir en los concursos de coplas y comparsas carnavalescas, rodeado de su familia.
Más tarde conocí a un nieto hijo de su hija Teresa, UN ENCANTO DE FAMILIA.
He leido bastante sobre el acontecimiento de Salamanca, y en la mayoria de los escritos «con intención de relato» se ha visto el sectarismo y ojeriza a nuestro MILLAN ASTRAY,.porque los progres se sienten felices con hablar mal de quien ni conoce ni entienden. Ni jamás `podran comprender».
No se hizo pastel para boca de asno.
Saludo con taconazo.
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!!!!!!!!
Qué decir de Dña Carmén , aprecié en mis años del Pardo, donde tuve muchos amigos de la Casa Militar, que era muy querida y admirada como lo que era una gran Señora.
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De escasa formación y burdas maneras??
Jajajaja,ya quisieran muchos mi general,sobre todo en la política actual.
Me ha gustado mucho su artículo sobre esos inmensos personajes de nuestra querida España, personajes que los españoles de bien no olvidaremos nunca.
Saludos cordiales
🇪🇦 Arriba España 🇪🇦
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Buenas noches Mi General. ¡Que bonito todo lo que ha escrito! Grande Unamuno, grande Millán Astray, y Dn. Jose Mª Pemán, ellos sí que querían, cada uno a su manera, a nuestra querida España, pero a lo grande. Muchas gracias y saludos para todos.
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Se suele presentar al general Millán-Astray como un personaje histriónico y fanfarrón, pero me atrevo a decir que es uno de los militares españoles más importantes de todo el siglo XX. ¿Por qué digo esto? España tenía planteado un grave problema en el Rif a principios del siglo XX y el general Millán-Astray contribuyó a solucionar este problema al crear una unidad como la Legión. Además de hacer hincapié en la instrucción física y técnica del legionario, le dió unos valores morales que están reflejados en el Credo legionario. Crear una unidad militar desde la nada y ponerla en funcionamiento no es una tarea fácil y requiere una gran capacidad de trabajo y dotes intelectuales.
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¡…susórdenes!
No se si Vuecencia se refiere a mi post. Si es así no consigo relacionar lo que vuecencia dice con lo que digo yo.
Dicho lo anterior, si su post se refiere al mio, decirle que lo siento y que no volverá a ocurrir.
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En absoluto me he referido a usted.
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Apreciado General Dávila.
Un gran artículo mi general.
La película, aunque intenta vendernos una postura equidistante del conflicto («en ambos bandos se mata y hacen barbaridades,») lo cierto es que rápidamente adopta una visión muy partidista de los hechos narrados en ella; La impresión es que al director le interesa más darnos su enfoque «de la ambición» del General Franco por conseguir el mando absoluto de las tropas nacionales y la Jefatura del Estado, que el episodio del enfrentamiento dialéctico acaecido entre Unamuno y Millá-Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca; de hay quizás el título de «mientras dure la guerra.»
Si vuecencia ve la película sería muy interesante conocer su opinión sobre la misma.
Un saludo a todos.
Pedro Dalmau
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Un gran artículo mi General.
Estupenda lección de historia, narrada con pulcritud y realismo.
Me ha encantado leerlo.
Le sigo puntualmente a diario. Es mi inyección de moral para la serenidad.
Gracias.
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