Entiendo que los señores magistrados de la Judicatura no tengan nada que estudiar: total, si al final van a ser colocados en sus poltronas por el progresista gobierno de turno en función de sus más o menos inquebrantables adhesiones; además, ante una presunta infracción ya se encargaría el ministro afectado en resolver, a su favor naturalmente como ya hemos visto: “Versando todas las diligencias de investigación sobre hechos que entendemos no tienen naturaleza delictiva…”, Don Iglesias dixit.
En las de letras lo damos por supuesto; ¡para lo que valen!, diría el enteraíllo. Pero hay carreras en que esto, por propia seguridad, no debería ser así; vean esta primera ilustración, por ejemplo; y eso que estos dos arquitectos “aprendieron” algo en sus cursos on line.
O, ¿qué me dicen del doctor que tenga que intervenir a un sufrido paciente por allá unas molestias de la consabida y tan denostada glandulita? Por suerte para la ministra, ella está libre de toda intervención o “pachuchez”, que para ello es vasca, del mismo Bilbao; y a los de Bilbao no les pasan esas cosas.
Es lo que preconiza la ministra de apellido de bostezo, la Celaá, en Primaria, ESO y Bachiller: “tó er mundo es bueno”. A partir de ahí, la Universidad, la del ministro ausente; otro pájaro de cuidado del que nos acordaremos algún día. Y así saldría la nueva clase dirigente; la que tiene que levantar a España, si esto es posible.
Y la dicotomía en la Cámara, clavadita as usual, pero no aprendemos. Bromas, o no, aparte; ¡seamos serios!
De la prensa de octubre 2020
La norma, que permitirá que los alumnos pasen de curso sin límite de suspensos, ha sido convalidada con 187 votos a favor de PSOE, Unidas Podemos y los partidos nacionalistas y separatistas, mientras que PP, Vox y Cs han votado en contra.
RUMBOSA
(Soneto con estrambote en quintilla)
Llega uno a preguntarse para qué,
ministerios, por qué, de educación (¿?)
siendo, pues ya lo ven, tan facilón
lo otrora tan difícil, mirusté.
Hacer una carrera, yo que sé,
cualquiera me valdría: ¿Mogollón
de estudios y de gastos; un tostón
la de horas que aguantar?: ¡Un paripé!
Porque ahora, rumbosa, la Celaá,
divina de la muerte ha la ocurrencia,
la de así, por la jeta, regalar
los títulos, diplomas, desde ya:
¡Qué pena que un doctor (¿?) y por urgencia,
de estos nuevos, la hubiera que operar!
El que en muestra de su ciencia,
analfabeto absoluto,
una O, ¡grande sapiencia!
con infinita paciencia,
sabrá hacer con un canuto.
Don Eufemio, oct. 20
(Continuará Dm; y si nos dejan)
General Dávila 
Realmente somos, diferentes. Los suspensos fuera, da igual, hay que pasar de curso y punto. El futuro da igual,al menos a ellos eso parece.
Tus versos lo explican mejor.
La Pandemia nos ha derrotado, al menos eso parece, oír a los técnicos es muy triste, y los políticos aprovechan par, continuar a lo suyo. Pobre España.🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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Si serán miserables, que con este engaño, conseguirán lo que persiguen, una sociedad de analfabetos e incompetentes, para poder manipularla sin resistencias ni oposición.
Las asociaciones de padres de alumnos deberían plantar guerra a esta monumental estafa moral y daños irreparables a sus hijos.
Viva España!!!
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El que se sorprenda por los decretos o leyes «reformadoras» que aparezcan durante este tiempo de «alarma» (¿alarma de que?; donde esta el enemigo), es que la idiotez llena su mente. Hay muchos que encaramados «en las alturas» y presos de la comodidad de sus poltronas guardan silencio imperturbables, sin que melle su espíritu el haber jurado fidelidad a la Bandera y Constitución, ante agresiones que atentan y socaban los cimientos y raíces de la NACIÓN ESPAÑOLA. La importancia -por ejemplo- de que el primerísimo idioma y vehicular en todo lugar del territorio español sea el español es primordial y de clara comprensión, pero al parecer ya determinadas Comunidades podrán declarar el propio del lugar o sea que en corto espacio de tiempo, sustituiran «dentro de su Comunidad el idioma propio, rico y extendidísimo ESPAÑOL, por el gallego, bable, vasco o catalán. Excelencias, sigan manteniendo sus prudentes bocas cerradas y gozando de sus prebendas.
Juan Miguel Castro Santa-Cruz.
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Pues si ya la cosa daba miedo antes de esta reforma, mejor no imaginar lo que ocurrirá cuando entre en funcionamiento.
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Buenos días, mi Coronel, y todos; es que si los graduados supieran hacer O, aunque fuese con ayuda de canutos, ya tendrían demasiado mérito como para formar parte del cateto electorado de esos ingenieros sociales, porque de lo que trata todo esto es de ingeniería social.
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Buenos días Mi Coronel. Esto es un desastre, pero les conviene, contra menos sepan más los podremos manipular, y así siguen. La ministra, como buena socialista, estudia en colegios privados y sus vástagos también. ¡¡viva la igualdad!!! pero para nosotros, que somos los que mandamos. ¡Que vergüenza! ¡Hay mi querida España cuánto daño te están haciendo! Gracias y saludos para todos.
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¿Ingeniaría social, apreciado tocayo? Algo se me ocurrirá.
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