TRADICIONES MILITARES E INTENCIONES. UNA REFLEXIÓN (General de División Rafael Dávila Álvarez)

Coronela (1)Preocupa tanta legislación en la milicia. Leyes y decretos para tan humilde y duro oficio, el de soldado, se unen a la permanente incertidumbre de los cambios orgánicos, verdadero quebradero de cabeza que nunca parece estabilizarse. Es la modernidad, dicen. Disposiciones todas que poco o nada tienen que ver con el espíritu militar conservado gracias a una larga tradición y protegido por los valores morales que han logrado mantenerse por encima del paso de los tiempos. Menos mal que por ahora, mal que bien, se mantienen. El amor a la Patria, el culto al honor, al valor frente al enemigo y la disciplina en todo, valores recogidos en las Ordenanzas Militares desde hace siglos, han sido la ley y la razón del comportamiento militar. Es el tesoro que guardamos.

Nadie duda de la continua necesidad de adaptación a los tiempos. Nuevos procedimientos son necesarios para hacer frente a desconocidas formas de guerra y enfrentamiento en nuevas dimensiones, aunque convenga no olvidar que la razón de ser de los ejércitos sigue siendo la lucha armada justificándose sus existencia en la defensa de la sociedad y de la Patria. Eso requiere una legislación de naturaleza moral, algo que solo la tradición escribe en los pliegos internos del alma y que se hereda de generación en generación.

Siempre fueros las Reales Ordenanzas el compendio de los principios éticos y reglas de comportamiento del militar español y siguen siéndolo a pesar del escaso valor que tienen para nuestros legisladores a tenor de la regulación que le han dado. No sé, quizás haya sido mejor para no confundirse con el entramado de tan dispersas disposiciones. Cuando uno se ve perdido en el laberinto legal recurre con más fuerza a los, para algunos, decimonónicos principios morales. Siempre fueron un buen refugio. Gracias a ellos los ejércitos mantienen intacta su fortaleza moral, la de sus convicciones, su dimensión espiritual y patriótica. Un oficio como este, épico, vocacional y de riesgo, solo se rige por las leyes del espíritu. Quien no sepa interpretar lo que intento decir es mejor que se dedique a otra cosa, siempre que esa otra cosa no sea organizar la milicia.

Me surge la duda sobre la intencionalidad de algunos cambios; no parecen tan inocentes y necesarios como predican. Se rompen vínculos, se desorienta y quedamos enredados en la duda.

Hay un mandato moral en nuestro código ético, en las Ordenanzas, que obliga a conservar y transmitir el historial, tradiciones y símbolos de tu unidad para perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar su espíritu y reforzar las virtudes militares de sus componentes, como herederos y depositarios de una gloriosa tradición militar. Los símbolos fortalecen la voluntad, exaltan los sentimientos e impulsan al sacrificio. Representan todo. Conviene no olvidar el estilo de los viejos reglamentos: «Llegado el instante del asalto, el escalón de fuego, con los oficiales a su altura y enardecidos sus hombres con gritos de guerra y con el canto del himno de su Regimiento, se lanzarán a la carrera a través de las brechas abiertas…». Símbolos, códigos prodigiosos y extraños, gritos de guerra, arengas que arrastran más que palabras; sobrecogedor desafío, un resorte que hace revivir el espíritu de los ejércitos de todos los tiempos, de la tradicional dedicación al servicio y al sacrificio.

El sentimiento de Unidad crea lazos eternos que perduran a través de los tiempos y forja unidades muy sólidas cuyos miembros se sacrifican individualmente en beneficio del grupo. Esa es la clave en la que se sustenta la moral y el espíritu de las auténticas, históricas y heroicas unidades.

El nombre, el lema, el himno, el guion, la hermandad, el servicio, la fraternidad… Sí, códigos prodigiosos capaces de hermanar en su síntesis a todos los hombres y luchar juntos hasta la muerte por un común ideal. Son los vínculos que los hermanan para siempre. La disgregación se manifiesta cuando se suprimen y con ello las relaciones entre sus miembros.

Son la esencia de nuestra milicia y todos debemos ser responsables de mantenerlos pensando en que somos más efímeros y menos importantes que aquellos que nos precedieron.

Las tradiciones son una herencia moral reflejada en nuestras Reales Ordenanzas y grabadas en el alma de un soldado. Las intenciones quedan en las leyes y órdenes ministeriales que nos regulan y organizan.

Una cosa son las tradiciones y otra las intenciones. A menudo nada que ver las unas con las otras.

Requiere una reflexión.

General de División Rafael Dávila Álvarez (R)

Blog: generaldavila.com

7 febrero 2021

22 pensamientos en “TRADICIONES MILITARES E INTENCIONES. UNA REFLEXIÓN (General de División Rafael Dávila Álvarez)

  1. Buenos días mi General, sin novedad.
    El excelente texto del Post, ha sacudido mi memoria. Mi abuela, ya me hablaba de las Reales Ordenanzas de pequeño y aquel relato, me quedó grabado a fuego. En el Bachillerato, nuestro profesor D. Manuel María Morato de Tapia y Aragonés, nos citaba pasajes de ellas, que interiorizamos con la admiración y orgullo, de formar parte de una gran nación llamada España. No basta D. Rafael con su excelente relato. Requiere un compromiso de todos nosotros, para transmitir esos valores a las generaciones que nos sucederán.
    Fuerte abrazo a todos y feliz Domingo.

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  2. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    HA PUESTO TODA LA CARNE EN EL ASADOR «LA SUBLIME TRADICIÓN ES LA FUENTE DEL ESPIRITU PATRIO». Podríamos remontarnos a Oriente, Occidente o donde queramos pero partimos de una insuperable EL DOS DE MAYO , en esa oda Bernardo López García «LO CLAVA» :»..lánzate al combate, y muere tu madre te vengará»…Lo hará después en la helada estepa rusa a los hermanos divisionarios :…Quique muerto….Luís muerto… Por ESPAÑA, imítalos….VIVA FRANCO VIVA Y ARRIBA ESPAÑA..tú madre te abraza .»La cUNA DEL ESPIRITU MILITAR va ligado queramos o no al vínculo familiar. La gran reflexión. En la carta de J.A. a los militares españoles se refleja EL IMPERATIVO ESPIRITU MILITAR DEL SOLDADO y lo hace mediante el UNIFORME y la TRAZA HEROICA DE UNA TRADICIÖN GUERRERA INSUPERABLE. Acabo con una sencilla paero inmortal frase «AQUEL QUE SE GANE A LA JUVENTUD, SE GANA EL FUTURO». Sigamos el fiel reflejo de la ORDENANZA DE GÉNOVA (1536).
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA FIELINFANTERIA
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  3. El amor a la Patria permanece en los SOLDADOS
    ———————————————————————
    El amor a la Tierra
    permanece en los Soldados
    que cumpliendo lo ordenado
    se preparan para la Guerra
    con ahíncos inmaculados.

    Dispuestos para el combate,
    Y. Enfrentándose al sufrir
    SE HACEN VER EN EL SERVIR
    que defienden los baluartes
    HASTA VENCER O MORIR.

    Porque en sus hojas del alma
    se conservan los preceptos
    que consagran los juramentos,
    SI ES PRECISO, CON LAS ARMAS
    SE DARÁN LOS CUMPLIMIENTOS.

    En HONOR a las ordenanzas
    ejecutadas con las firmezas
    atendidas con las enterezas
    que dignan las esperanzas
    DE LAS NOBLES INTELIGENCIAS.

    Cuando un Ejército se desprecia,
    LA NACIÓN SE VA AL CARAJO;
    Y. AHÍ ESTAMOS, BOCA ABAJO
    SOPORTANDO LAS INDECENCIAS
    QUE LA CORRUPCIÓN ATRAJO.

    PERO SIEMPRE HAN DE QUEDAR
    LOS QUE PREFIEREN MORIR
    ANTES QUE SEGUIR ASÍ,
    Y. EL HONOR DEL MILITAR
    NO HA DEJADO DE EXISTIR.

    España día 7 de febrero de 2021

    Ramón Lencero Nieto

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  4. Claro mi General, claro como el agua clara. Para todos los que hemos tenido el honor de hacer el servicio militar, el tiempo que pasamos en el CIR y en los regimientos y unidades en los que prestamos nuestro servicio, ha valido para hacer permanentes los valores contenidos en las Reales Ordenanza, que se incorporaban a las normas de educación, urbanidad y convivencia, por ósmosis y permanecen, aunque parezcan olvidadas (solo lo parecen, por suerte) en la manera de comportarnos muchos miles de españoles que aún recordamos esos momentos, como recordamos nuestro paso por las aulas de la escuela, el colegio, la facultad, etc. Por eso es muy apropiada, como colofón la frase final de post de hoy: » Una cosa son las tradiciones y otra las intenciones. A menudo nada que ver las unas con las otras.
    Requiere una reflexión.»

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  5. Creo que este articulo podría servir como portada inspiradora en medios, escuelas y universidades españolas donde se forman nuestros jovenes, para invitarles a proteger nuestra historia y simbolos plurales. Y extenderse a cualquier ámbito, pues dicha historia, simbolos, y por ende principios y valores, son los que alimentan el alma humana.
    Por contra, si que se utiliza negativamente el contenido y rabiosa actualidad de este artículo de nuestro General Rafael Dávila para falsear historiales, inventar tradiciones y crear nuevos simbolos, que a la postre solo pretenden manipular mentes y anular almas, tanto en algunas escuelas resentidas, como en madrasas extremistas, en televisiones y radios oportunistas, o grupos de mercenarios violentos.
    Las fuerzas armadas de varios paises se van dotando de drones, robots e ingenios armados, que son mas potentes y rapidos que un soldado, un marino o un aviador, pero que afortunadamente aun dependen de una mente humana con alma, que conoce su historia, sus simbolos y sus principios y valores. ¡¡¡ Larga vida a la tradicion militar española y sus Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas !!!

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  6. Efectivamente mi general, «requiere una reflexión». Reflexión sobre HONOR, DIGNIDAD, MORALIDAD, AMOR, SERVICIO…
    Repaso las nuevas y reformadas Reales Ordenanzas y ¡ay! que todas esas tradicionales virtudes humanas, naturales y de singular raigambre en nuestras queridas FF.AA. brillan por su ausencia. O, peor, se incita en ellas (en alguno de sus puntos reformados) a todo lo contrario. Que el mayor enemigo de la roca, no es el pico, que destruye, sino la gota que cae insistente hasta horadar la roca más resistente. La milicia española es la roca resistente a invasiones y enemigos externos e internos. Y la gota es esa diabólica infiltración de lo que atenta machaconamente a la dignidad al honor, a la moral… A ésas virtudes, en fin, que han sido y son la fortaleza de nuestro Ejército, de cualquier ejército. La historia es testigo de cómo la corrupción de legiones romanas y fuerzas tan poderosas como las de Alejandro Magno, perdida la moralidad, dignidad etc. fueron aniquiladas y vencidas más las virtudes perdidas que por la superioridad de fuerzas invasoras. Si, mi General, requiere una reflexión Siempre a tus órdenes

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  7. Gracias mi General, tu pensamiento, escrito en tu exposición, nos mueve y agita nuestro corazón. Los españoles, no se, si más que otros, amamos nuestra tierra, lo llevamos gravado a fuego en el alma.
    Entre nosotros, podemos criticar cosas, pero un extraño que no intervenga, es un tema español y hablamos y criticamos entre nosotros.
    Al “ grito de Viva España”, corremos en su auxilio todos.
    No se si las generaciones actuales, reaccionarían igual, me gustaría que “SI” , espero no equivocarme.
    Si el enemigo es extranjero, sin duda sería que si.
    Y si fuera entre Comunidades Españolas ?. Hay lo dejo, no me atrevo ni a pensarlo.
    Para mi España está muy por encima de las, nefastas Comunidades.
    🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  8. Buenas tardes mi General.
    Basta ya de tantas leyes, decretos, órdenes ministeriales y otras zarandajas Sra. Ministra. Las Reales Ordenanzas son el gran tesoro, tradición y esencia de nuestra milicia. El himno, la bandera, nombres, lemas, guiones y la fraternidad; son los códigos validados por el tiempo y gravados a fuego en los corazones de todos y cada uno de los hombres y mujeres encuadrados en nuestras FF.AA. Y en la humilde opinión de un Infante, con eso nos sobra y nos basta. Siempre a sus ordenes.
    Juan Manuel Góngora Ramos

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  9. A as órdenes de V. E., mi General.

    Excelente y muy necesaria lección en los tiempos que corren, cuando los amorales intentan, a fuerza de cuñas subliminales disfrazadas de disposiciones legales, la supresión de los valores y tradiciones ancestrales de los ejércitos y el borrado de la memoria colectiva no sólo de sus miembros., sino de toda la población,

    Hoy, cuando el encuadramiento en filas se hace con una especie de contrato laboral, el concepto de la entrega incondicional y absoluta en todo momento, y la conciencia de grupo para protegerse recíprocamente «hasta perecer todos» si es necesario, y aunar fuerzas frente al enemigo, puede sonar extraño a la mentalidad postmoderna de al menos los dirigentes políticos, pues lo suyo no son esos valores y esa entrega altruista y generosa, sino otra cosa que todos estamos viendo y no es necesario repetir para no morir de pena y náuseas.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  10. Excelente, como siempre, reflexión. Todas las dictaduras aman con locura legislar de manera descontrolada, da igual cómo y la cantidad se multiplica. Yo lo sufro en mi profesión, y le puedo garantizar que la inseguridad que se crea en los humildes operadores como éste, es brutal.

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  11. Con permiso de Vuecencia, mi General. Tantos cambios en las leyes y Ordenanzas Militares traen tanta confusión que el concepto de Honor, Amor a la Patria, Dignidad (El valor de un juramento) y Disciplina quedan un poco diluidos y emborronados.
    Por desgracia, hace menos de un mes, he podido ver a unos soldados cruzarse con un General y no saludarle, como es preceptivo. No diré lugar de acuartelamiento porque no todos somos iguales. ¡Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe

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  12. Buenas tardes;

    todo eso que nos explica, mi General, en términos militares me es ajeno, como bien puede imaginar, pero desgraciadamente hay otro ámbito, el familiar, en el cual se va perdiendo el espíritu de unidad, de solidaridad, de sentido de unidad y de lucha conjunta contra las circunstancias, que no están escritas en ningunas ordenanzas, pero que todos llevábamos escritas en el corazón. Y esas también «hacen Patria», y quizás por eso también desde los mismos que legislan para descontrolar lo que fue y debe seguir siendo el espíritu de la milicia, se lucha contra la familia.

    Yo traslado mi queja a ése ámbito, y siento pena por ver que el espíritu familiar si que se va perdiendo, irremisiblemente, sin ordenanzas a las que acudir para restablecerlo, aunque sea espiritualmente, ese orden que ha sido la base de nuestra Patria y que daba generosamente a sus hijos para que lucharan por su país. Falta también la religión, nexo de unión entre todos, que suplían a los himnos e insignias que a ustedes los hermanaban.

    Me parece que este tema también es o debe ser motivo de reflexión, porque ustedes que pertenecen a la Milicia también tienen familia, y seguramente comprueban con desconsuelo que ha desaparecido o está en vías de desaparecer el patriarcado, aquella autoridad que ejercía el padre o el abuelo, aunque fuera una autoridad más moral que física. Y eso contribuye a hacer desaparecer una sociedad que es la que sustenta las vocaciones para que tengamos buenos militares, hombres o mujeres que lleven incorporados cuando entran en el ejercito al menos el sentido de la responsabilidad y del honor.

    Es sólo un punto de vista. Ojalá que esté equivocada.

    Atentamente

    Margarita Alvarez-Ossorio

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  13. Mi General y a todos los seguidores de su Blog, absolutamente nada que ver las tradiciones con las intenciones.

    Los responsables políticos y legisladores deberían comprender que el código ético de los soldados nos obliga a conservar y mantener vivos las tradiciones y símbolos de nuestras unidades, reforzando los valores morales y espíritu de servicio y sacrificio individual por el bien del grupo. No entienden que que los valores de los E

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  14. En mi humilde opinión, no conozco a ningún militar, qué no seguíe por las tradiciones, de su cuerpo o bandera, estén vigentes o no, también creo que la historia, las tradiciones etc son las que crean la vocación qué empuja a ser soldado.
    Ante esto ambas y otras, vigentes o no , serán indestructibles.

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  15. Buenos días, mi General y todos. Tradiciones, recogidas o no por las Ordenanzas, que no por «actualizaciones» y «adaptaciones» ministeriales del gobierno de turno; todas tienen su razón de ser, al menos en espíritu. El sargento ya no provee de yesca y pedernal a la tropa pero sique enseñando al soldado a cuidar el arma, el uniforme, y al centinela que «en las inmediaciones de su puesto no consentirá follones ni porquería alguna».. Cito de memoria, son muchas décadas, pero el espíritu (tradición) siguen ahí.

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  16. Recuerdo que cuando ingresé en el Ejército, y todavía no estoy jubilado (casi) nos regíamos por las Ordenanzas de Carlos III, ¿cómo pudo algo durar tanto?, creo que es muy sencillo, porque eran un conjunto de buenas prácticas que había que cumplir en el día a día de una Unidad, lo que diríamos normas de Régimen Interior. Recuerdo una que me viene en el momento, la revista de ropa interior que pasaba el oficial de semana, lógicamente en el siglo XX se le daba al soldado una ropa interior de algodón 100% higiénica y cómoda, loa lavados de ropa de cama eran periódicos y la higiene más fácil de conseguir y conservar, pero hay que cuidarlo por el bien de todos, Otra sobre las guardias y sus relevos, quizás ya no hay que acudir al lugar acordado, ni el número de soldados es tan elevado, porque hemos incorporado sistemas de cámaras infrarrojas, sensores de movimiento, etc., pero la puntualidad, la pulcritud y la exactitud en el cumplimiento de la misión son los mismos, etc. etc. Las necesidades o el modo de cumplirlas puede variar, pero el espíritu sigue siendo el mismo, asegurar la salud de la Unidad, asegurar la inversión que el Estado ha hecho en ella, asegurar que estará siempre en condiciones de cumplir la misión… ¿Qué tiene esto que ver con la política?

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