Publicado en ABC (César Cervera) Desde el norte de la Guerra Civil con tensión: un relato inédito del bando Nacional que desmonta mitos

Rafael Dávila Álvarez desmonta en el libro ‘La Guerra Civil en el Norte‘ (La Esfera de los Libros) gran parte de lo de que tradicionalmente se ha dado por sentado sobre el proceso que llevó a Franco a hacerse con el mando único

El juego de tronos por hacerse con la jefatura del bando nacional a finales del verano de 1936 alumbró tensiones, empujones, malentendidos, patadas por debajo de la mesa y un sinfín de intereses cruzados que incluyeron el de naciones extranjeras. Por el testimonio de algunos de los presentes se ha podido reconstruir lo que sucedió aquellos días en los que Francisco Franco, un general africanista que se había suscrito al golpe a última hora, se hizo con el mando único en Salamanca, pero nunca con la nitidez con la que hoy lo hace el nieto de un testigo y protagonista directo de estos acontecimientos que cambiaron el rumbo de España.

Mientras dure la guerra y más allá

En la guarda del libro

 

El diario del general Fidel Dávila Arrondo, plasmado en el libro de su nieto Rafael Dávila Álvarez ‘La Guerra Civil en el Norte’ (La Esfera de los Libros), desmonta gran parte de lo que tradicionalmente se ha dado por sentado: si Franco salió de la ciudad como jefe de Estado no fue porque así se votara en una junta (está claro, que lo suyo no era votar), sino por lo que ocurrió luego.

«Se habló del tema en la Junta de Defensa Nacional del día 28 de septiembre y entregaron su confianza a Franco, pero realmente no le dieron el mando a nadie y no fueron capaces de ponerse de acuerdo todos esos caracteres tan fuertes y diferentes, muchos de los cuales no se llevaban muy bien. El mando lo seguía teniendo la junta de generales, lo cual es algo que no gustaba en el extranjero», aclara su descendiente, que incluye en su nueva obra estos testimonios inéditos y muchas novedades historiográficas sobre la financiación del ejército sublevado, los intereses internacionales en torno al suministro de combustible y todo lo que ocurrió entre bambalinas. «Mi abuelo tenía la costumbre de ir apuntando día a día lo que le pasaba en la vida», añade el autor de ‘La Guerra Civil en el Norte’ (La Esfera de los Libros).

Cuando Fidel Dávila y Emilio Mola repararon al día siguiente en que, a pesar de todas las conversaciones, la junta no había renunciado a sus atribuciones, empezaron a recopilar uno a uno los votos de los generales, que para ese momento «habían salido con prisas» en direcciones distintas. «Mi abuelo, que tenían un enorme prestigio en el Ejército y fama de sensato tras su paso por África, fue llamándolos, visitándolos individualmente y pudo así lograr que se redactara un decreto para nombrar a Franco jefe del Gobierno y generalísimo», señala Dávila Álvarez, hoy general de división retirado.

La 46 División de El Campesino en la ofensiva del Ebro. Quedó diezmada en Gandesa.

Pero aquello no era suficiente, no para el equipo personal de Franco. Esa misma noche, Nicolás Franco, conocido por sus horarios de búho, llamó a Dávila para expresarle que ser jefe de Gobierno limitaba mucho las posibilidades de su hermano. El africanista ofreció, como opción más avanzada, cambiar lo de jefe de Gobierno por jefe del Estado, un paso trascendental que sorprendió a muchos miembros de la junta a pie cambiada y sin comprender lo que había pasado. « Miguel Cabanellas habló todavía al día siguiente de Franco como jefe del Gobierno, no del Estado», apunta el descendiente de Dávila. El Boletín Oficial del Estado del día 2 de octubre se encargó de aclarar la confusión.

El pánico en el norte

El libro repasa la trayectoria de España y de sus militares desde la salida de Alfonso XIII del país hasta las últimas operaciones de la Guerra Civil en Barcelona, con el foco principal puesto en el frente norte donde Dávila tomó el mando tras la muerte del general Mola en un accidente aéreo. Cuando pasa casi un siglo del estallido de la guerra y muchos mitos se han venido abajo, la pregunta ya no es cómo el bando republicano pudo aguantar tanto tiempo en pie, en una suerte de David contra Goliat, sino cómo la República, con más medios financieros, la industria y las grandes ciudades en su lado de España y una parte importante de las Fuerzas Armadas leales a su causa, pudo dilapidar tan pronto sus ventajas frente a unos militares sublevados que tuvieron que improvisar a la carrera un Estado.

«El bando nacional tenía una cosa fundamental: orden, mando y disciplina. Un sistema de organización que funcionaba tanto en lo administrativo como en los campos de batalla para exprimir lo máximo los recursos tanto materiales como humanos. La diferencia entre los mandos de uno y otro bando es abismal», considera Rafael Dávila Álvarez.

‘La Guerra Civil en el Norte’ recupera un informe del general Vicente Rojo, jefe de Estado Mayor del Ejército Popular de la República, hablando en términos catastróficos de las unidades y del pánico que se respiraba en sus filas. El republicano no veía posible el repliegue estratégico y solo contemplaba aferrarse al terreno y defenderlo palmo a palmo, cosa que sabía no iba a suceder. «La opinión generalizada de que el general Rojo era un magnífico general no está justificada. Era un buen oficial del estado mayor, pero a lo largo de toda la guerra solo perdió batallas y hasta la contienda. Lo que sí se aprecia es su lucidez en los informes», argumenta Dávila Álvarez, quien recuerda que, a pesar de la rivalidad con su abuelo, la familia del republicano envió una carta de afecto y admiración con motivo del fallecimiento del general.

Otra de las novedades documentales de esta obra de la Guerra Civil, pensada para entretener, divulgar y ofrecer material nuevo a los historiadores, está en las tensiones que vivió Franco, fuera de foco, con sus colaboradores más estrechos. «En un momento dado, Franco se quejó de que sus generales llegaban tarde al frente. Un documento sugería que los oficiales debía ir más acelerados y más tempranos a sus puestos de mando», expone el autor en una anécdota, al gusto de Gila, que reviste importancia para romper con el mito del ejército completamente cohesionado y sin margen para debatir las opiniones distintas. El propio Dávila discrepó abiertamente de la orden de Franco de conquistar Valencia en vez de ir directamente a Cataluña, desde donde no paraba de entrar armamento y efectivos republicanos. «¡Pero mi general es que me vas a mandar a comer naranjas!», se quejó Dávila, medio en broma, medio en serio, a Franco.

Se calcula que hay más de 35.000 libros que tratan o mencionan algún aspecto de la Guerra Civil, uno de los episodios históricos que más interés sigue despertando hoy dentro y fuera del país. ¿Es necesario otro libro más, en este caso sobre el frente norte? Sí para Dávila Álvarez, que defiende que «hay que olvidar la guerra desde el punto de vista del enfrentamiento, pero tenemos la obligación de conocer la verdad, porque olvidar no puede significar no conocer». Profundizar, argumentar y ofrecer documentos son las señas de identidad de su libro.

ABC 3 de junio 2021 por César Cervera

Blog: generaldavila.com

4 junio 2021

14 pensamientos en “Publicado en ABC (César Cervera) Desde el norte de la Guerra Civil con tensión: un relato inédito del bando Nacional que desmonta mitos

  1. A las Órdenes de V.E. mi General:
    – Soy muy lenta leyendo porque cuando disfruto con un libro, me gusta impregnarme de su lectura, e intentar absorber mentalmente, el conocimiento que me aporta, y eso me está ocurriendo con la obra que V.E. ha escrito.
    – Cuando termine de leerlo, haré un juicio de valor global del libro, por ahora me parece, desde un punto de vista histórico, absolutamente irrefutable, y me sobrecoge el espíritu su lectura porque V.E. lo ha escrito hasta con el alma.
    – La despedida de S.M. EL REY ALFONSO XIII me llenó los ojos de lágrimas, y así podría seguir…
    – Gracias mi General, por poner al alcance de todos la VERDAD de lo que ocurrió en esa etapa que a algunos dementes, por intereses espurios, buscan que se repita.
    – Solo los personajes contemporáneos, pueden reconstruir la Historia con veracidad, porque los historiadores que sienten fascinación por un personaje «X», a menudo escriben hagiografías más que biografías, que por otra parte es como más me gusta acercarme a la Historia, pero son los contemporáneos quienes te permiten el análisis del personaje histórico con un mayor rigor de los hechos que se estudian, o analizan.
    – Respetuosamente quedo a las Órdenes de V. E. no sin decir:
    ¡¡ POR ESPAÑA Y POR S.M. EL REY FELIPE VI, DESPERTA FERRO, SEMPER FIDELIS, VIVA LA LEGIÓN!!
    POR NUESTRO AMADO PUEBLO ESPAÑOL
    ¡¡ SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA !!
    Esperanza González Fonseca Marco
    Dama Paracaidista de Sanidad Militar
    (Diplomada en Ciencias Políticas, especialidad: en Ciencia de la Administración)

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  2. Buenos días mi General; no me paree mal en absoluto que en un periódico de gran tirada hablen de su libro, que es necesario para que personas que no tengan la información de su aparición en escena lo sepan, pero posiblemente haya párrafos con los que yo, personalmente, no esté totalmente de acuerdo, si es que verdaderamente yo he entendido su libro y asimilado convenientemente.

    De todas formas reitero que es bueno y conveniente que se haga el máximo de publicidad, para que los que tengan interés verdadero en conocer su contenido lo compren y saquen sus propias conclusiones, eso si, sin cambiar una coma y con la voluntad de comprender hasta qué punto esa campaña que describe fue difícil y definitiva, está clarificada al máximo para los no entendidos en materia militar, y aprecien los datos verídicos e innegables. No se puede centrar el interés del libro sólo en partes que podrían ser valoradas, porque no es ésa su finalidad, o así lo veo yo. Es un testimonio de primera mano y contado con el rigor de la verdad, sin cargar tintas dónde parece que a éste comentarista más le interesa. No es un libro de cotilleo sobre Franco y su Comité de Defensa, es el relato del sudor y el esfuerzo por sacar a España del hoyo en el que estaba metida, con el esfuerzo y la muerte de muchos de los se que prestaron a integrarse en ese bando, y que lograron ganar gracias a sus mandos y a su disciplina, dejando aparte las rencillas lógicas entre los altos mandos, algo muy humano y que usted sólo cuenta de pasada y porque también era necesario para la veracidad de cómo ocurrieron las cosas.

    Precisamente eso es lo que más me ha gustado de su libro, que se limita a contar la verdad de una lucha, a todos los niveles y con carencias de medios, y que se ganó por el esfuerzo conjunto de unos mandos muy disciplinados y dispuestos a todo por el bien de España, que escogió al general más joven de la historia reciente precisamente contando que su fuerza y su edad serían importantes a la hora de llevar a cabo la ingente labor de sacar adelante no sólo la guerra sino lo que vino detrás.

    Esperamos con impaciencia ese segundo tomo que posiblemente nos aclare cómo se llevó a cabo la recuperación de España que también tuvo que luchar contra la política general de los países que nos circundan e incluso de los más lejanos, para lograr sobrevivir. Franco puede que no quisiera entender de política, pero lo que es indudable es que conocía y sabía manejarse a nivel diplomático, y aprovechó todas las oportunidades que tuvo, por el bien de nuestra Nación.

    Yo tengo una fotografía de mi madre junto a Eva Perón en Sevilla, cuando mi padre era jefe de la Falange allí, y ella me contaba los sacrificios que costó hacerle el recibimiento que se le hizo, porque Argentina fue durante mucho tiempo el granero de España, por no decir la despensa, y ella fue la primera persona que visitó personalmente España desde un país teóricamente neutral en representación del presidente, su marido. En lo que se ha convertido el peronismo ya es otra historia, yo diría que casi paralela a lo que ha venido a ser el cambio de un partido socialista en España, que con todos sus defectos, nos llevó a un estado de bienestar que ya quisiéramos poder volver a alcanzar, Sería que tenía las bases muy bien cimentadas, y sólo puede que recogieran el fruto del esfuerzo de una generación sacrificada y trabajadora, como ya no creo que vuelva a repetirse, pero a pesar de que todos sabemos que el poder corrompe, lo que ha llegado después ya ha sido el caos en que el que estamos ahora, así que es lógico que añoremos incluso a ese partido, que respetó al Rey y sirvió hasta donde yo entiendo los intereses de España, al tiempo que los suyos propios, claro está, pero no con el descaro y la desvergüenza que hoy en día imperan.

    Cordiales saludos y ojalá que todos esos comentarios en prensa hagan que la gente compre su libro y lo lea. Estoy segura de que si así fuera habría muchos sorprendidos por la «memoria trastocada» más que democrática, que es la palabra que no se les cae de los labios, justamente a los que menos la practican y a los que menos les importa.

    Margarita Alvarez-Ossorio

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  3. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    La publicación de CÉSAR CERVERA en ABC sobre el LIBRO de V.E revela mediante tres epígrafes la aportación tan INTERESANTE para la PURA VERDAD HISTÓRICA desmontando cualquier mito.
    1.- MIENTRAS DURE LA GUERRA
    – Plasma todo cuanto el GENERAL DÁVILA ARRONDO iba anotando día a día.
    2.- PÁNICO EN EL NORTE
    – Desde la salida de S.M EL REY D.ALFONSO XIII hasta la última operación de la G.Civil en Barcelona.
    – «Orden, Mando y Disciplina
    3.- RECUPERACIÓN DEL INFORME DEL GENERAL D. VICENTE ROJO
    – Informe claro de la debilidad del Ejército Rojo
    – Carta afectuosa y de Admiración al GENERAL D.FIDEL DÁVILA ARRONDO
    Hay un punto sensacional que marca todo el interés del libro reflejado por PEREZ-REVERTE :
    «Los jóvenes deben acercarse de forma limpia a la memoria de la guerra civil».
    Reiterando la gratitud y deseando la plasmación que UN ÉXITO SUBLIME SIGUE TENIENDO por toda ESPAÑA y EN EXTRANJERO.
    Saludos y a la orden de todos.
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA REGULARES Y LA LEGIÓN
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  4. A las órdenes de V. E., mi General.

    Mi muy sincera y entusiasta enhorabuena por este nuevo artículo periodístico y nada menos que en ABC.Lo que un servidor decía estos días atrás, que el libro tenía que ser anunciado y comentado en los grandes diarios escritos de gran tirada; por el prestigio de los mismos y el número de lectores que aglutinan entre los fijos y los extraordinarios cuando publican algo de verdadero interés como es este libro de historia sobre la guerra..

    Me es más provechoso y fácil de entender y retener en la memoria leer cuando la mente está más libre de otras obligaciones pendientes, y como he dicho en alguna ocasión anterior, los manjares más exquisitos hay que paladearlos y degustarlos despacio para no perderse ningún matiz.

    Hay muchas cosas que me están impactando y confirmando en el convencimiento y valoración que ya tenía sobre la honestidad y lealtad a toda prueba acreditadas de entre las personas protagonistas de primera hora. Pero sería materia de otro comentario que intentaré hacer una vez terminada la lectura del libro. O quizás, dependiendo de la extensión mínima en la que fuera capaz de condensar mis impresiones, le podría enviar directamente y sin incluir en la sección de comentarios.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  5. Orden, Mando y Disciplina, lo de son bastardías
    ——————————————————————–
    Orden, Mando y Disciplina
    son las bases fundamentales
    para aquellos que caminan
    por veredas que iluminan
    LOS SENTIMIENTOS NACIONALES.

    Mientras los republicanos
    se dieron a los libertinajes
    y creyéndose más humanos
    se hicieron a lo mundano
    ensangrentando el paisaje.

    Los bailes con calderetas
    se hicieron tan populares
    que las dianas y las retretas
    mandaban a hacer puñetas
    empezando por los oficiales.

    Que abandonaban el frente
    dejando a los subordinados
    en manos de algún demente
    que para hacerse el valiente
    se alineaba en el pecado.

    El mismo que robustecen
    los que falsean los hechos,
    esos que ahora obedecen
    a los que desobedecen
    menospreciando el derecho.

    Soy el hijo de un vencido
    de aquella Guerra Incivil,
    y en mi sentimiento herido
    NO entra ningún partido
    que se ofusque en dividir.

    Una España y una Bandera,
    lo demás son bastardías
    de las políticas marrulleras
    con mentalidad arrabalera
    que apagan la luz del día.

    Orden, Mando y Disciplina
    son las bases fundamentales
    para aquellos que caminan
    por veredas que iluminan
    LOS SENTIMIENTOS NACIONALES.

    España día 4 de junio de 2021

    Ramón Lencero Nieto

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  6. Mi General: Como era de esperar, tu libro está dando que hablar, y muchas cosas se están aclarando, pese a ser difíciles de explicar, y ahora se ven como realmente fueron.
    Estoy orgulloso de haberlo leído, y como ya comente lo he pasado a mi nieto mayor ( 30 años). Los Españoles deben conocer la realidad de lo que sucedió, para que no vuelva a repetir, con prioridad los jóvenes.🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  7. Me han llamado la atención dos cosas de este artículo. En primer lugar, existía el convencimiento generalizado de que tras una primera reunión y votación en la cual se eligió a un Franco sin capacidad real de mando, se realizó una segunda reunión y votación para dotarle de un mando efectivo concretado en una Jefatura del Estado y el nombramiento de Generalísimo de los Ejércitos (mandos civil y militar). La información proporcionada por este libro de que el general Dávila Arrondo fue recabando apoyos para Franco es toda una novedad.

    En cuanto a que fue difícil poner de acuerdo a caracteres tan distintos y a veces enfrentados, creo que el general Dávila Arrondo debió de hacer auténtico encaje de bolillos para conseguir poner de acuerdo a caracteres tan discrepantes. El primero que se me viene a la cabeza es el general Queipo de Llano, quien en su día participó en conspiraciones para derrocar a Alfonso XIII y que se sumó al alzamiento con la fe del converso. Como ya he comentado en otras ocasiones, Queipo ataca constantemente a Franco en sus memorias. Le acusa de convertir Andalucía en un frente secundario por miedo a la popularidad de este, de casi hacerles perder la guerra con un ataque directo sobre Madrid y después durante la ofensiva del Jarama, etc. Debió de ser muy difícil conseguir el apoyo de Queipo a Franco, ya que aquel se creía mucho más capacitado que este para asumir el mando supremo de las fuerzas sublevadas.

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  8. A las órdenes de V.E., mi General.

    Perdóneme una vez más. La cuestión del General Don Gonzalo Queipo de Llano y la guerra en Andalucía es asunto históricamente interesantísimo y digno, fundamental diría, de esclarecer y desvelar con la misma objetividad y rigor que lo hace V. E. en este libro con la guerra en el Norte.

    Un servidor tiene una apasionada, y también muy documentada biografía del General Queipo de Llano, escrita por su nieta, hija de una de sus hijas, la que le acompañó durante su «destino» en Roma y que de allí salió el compromiso de la misma con un Comandante Ayudante, extremo que en principio, y más que nada por la diferencia de edad entre ella y el pretendiente, no hizo muy feliz al General, y es de imaginar su reacción conociendo su carácter.

    Sería fantástico, y muy didáctico, poder contrastar la versión, muy exhaustivamente detallada de su vida y de su actuación desde el momento que se hace con Sevilla el mismo 18 de Julio de 1.936, en un auténtico golpe de mano y con el valor y la serenidad que le caracterizaban, como dice ella «Con la inteligencia de un General y la audacia de un guerrillero», con una versión más desapasionada, científica y objetiva que ofrezca la verdad desnuda e irrefutable.

    Hay un hecho, a mi modesto entender, determinante para el éxito del movimiento y de la guerra, aunque tuviera que ser a más largo plazo del previsto en principio, y fue el tener Sevilla, con sus guarniciones, el Aeródromo de Tablada y algunos aviones, incluso avionetas particulares para ir trasladando por aire a algunos legionarios desde Africa, con el efecto psicológico que ello comportaba, y muy importante, una fábrica capaz de surtit un tren de municiones para el Norte cuando parecía que sólo les quedaba munición para cinco minutos de fuego, hecho providencial que elogió y enfatizó el General Mola personalmente. Y tengo otra obra fundamental para el estudio del primer año de guerra en Andalucía, que se titula «La Odisea del Silencio», escrita por el hijo mayor de los dos que estuvieron con el Capitán Cortes durante el asedio y defensa del Santuario de la Virgen de la Cabeza, Juan Pedro, y que entonces tenía solo once años, en el que también se puede ver el sufrimiento del General Queipo de Llano durante aquellos nueve meses, al no poder intentar el rescate de aquellas más de mil personas, niños y ancianos incluídos, por no poder disponer en ningún momento de fuerzas ni medios suficientes, pues siempre eran requeridas para otros objetivos, como por ejemplo, lo de Málaga y lo del Jarama.

    Y otra obra en dos tomos, tiulada «Sevilla fue la clave», del historiador Nicolás Salas, en la que se decriben e ilustran con documentos y fotografías todo lo ocurrido en Sevilla y su provincia en los primeros días decisivos del alzamiento.

    Espero con ilusión esa publicación sobre Andalucía, ya que es igualmente apasionante y debe ser conocida.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  9. lo he leido mi general y me ha parecido,¡que esto es la verdadera historia!y no la que se quieren inventar.gracias por dar luz a la historia de verdad.

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