Quod nihil illi deerat ad regnandum praeter regnum. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Este artículo fue publicado no hace mucho.

Siento repetirme. Ustedes lo entenderán enseguida.

No he podido abstraerme de la figura del derrotado paseante Pedro Sánchez por las calles de Nueva York mendigando flashes, ridiculizando la grandeza de una nación como España. Un invitado que no ha sido invitado y al que nadie le da un buen consejo: «¡Deja de hacer el ridículo, que tú ahora no eres tu, sino el presidente del Gobierno de España!». Él se cree más:  Quod nihil illi deerat ad regnandum praeter regnum

A su regreso de Waterloo Lord Wellington es aclamado como héroe nacional en Bruselas. No conocen al hombre ni al militar.

La pregunta que le hacen es de tal simpleza que podría haberla contestado Copenhagen, su resistente caballo.

-¿Le ha gustado que a su regreso de Waterloo le aclamara la población en éxtasis?

-En absoluto; si hubiera fracasado, me habrían fusilado.

La guerra tiene al menos dos caras. Los vencedores y los vencidos. Nada tienen que ver victoria y derrota para la presencia mezclada de héroes y villanos en el campo de batalla. Por eso el general sabe dosificar sus triunfos y mientras saborea la victoria no olvida la derrota; tampoco pierde de vista su retaguardia.

Nos dice Maquiavelo que Alejandro Magno llegó a ser dueño de Egipto y del Asia Menor en pocos años y, muerto apenas había conquistado tales territorios, cuando parecía razonable que se alzaran en rebelión, los sucesores de Alejandro los conservaron sin hallar otra dificultad que la derivada de sus ambición personal. Nadie debe asombrarse de la facilidad con que Alejandro conservó Asia bajo su cetro ni de las dificultades con que tropezaron Pirro y tantos otros a la hora de conservar sus conquistas cosa que no ha de atribuirse al mayor o menor talento y capacidad del vencedor sino, más bien, a la diversidad de los vencidos. (El Príncipe. Cap. IV. Maquiavelo).

Ustedes lo entienden. Mejor no explicarlo. La capacidad del vencedor es conocida solo en parte (no sabemos lo que nos queda por ver). La diversidad de los vencidos a la vista está.

Ya no hay rey. Ahora entra en juego el Emperador. Que tiemble Europa. No hay caballo, ni Bucéfalo ni Copenhagen, ni siquiera la yegua Babieca, pero siempre habrá un mystére rumbo a ninguna parte.

En el Palacio de la Moncloa, camino de convertirse en Versalles, recibe a los vasallos, ahora perdedores: vamos a hablar del Estado. Desde el palacio dirige un imperio de perdedores. Todos. Hablar del Estado.

-¿Del catalán? Me ha preguntado una señora que pasaba a mi lado.

-¿De la España plurinacional o de la federal? Me decían en la cola del supermercado.

-¡Que no! ¡Que no sube los impuestos! ¡Qué vamos a vivir mejor!

En mi calle, cortita y algo de pueblo, han cerrado en estos últimos seis meses tres tiendas.

-No me da para pagar el alquiler.

-Me quedaba una empleada y he tenido que despedirla.

-Llevo tres meses que aquí no entra nadie.

Puede ser que ahora se le ponga cara de bueno y pretenda hacernos creer que él nada tuvo ni tiene con independentistas, filoterroristas, y que nunca caerá en los brazos del comunismo podemita. Pues ni ante notario. Tampoco aquello era una crisis.

Ya nadie pregunta por Puigdemont. ¿Se le mira -y juzga- de distinta manera?

Nadie pregunta por indultos.

Muchos cambian de bando. Los medios no; aferrados a lo suyo, les ha ido bien.

Acaba de terminar una dura batalla. Se retiran las tropas. Algunas retroceden. Una fuerza que se rinde sin haber agotado todos los medios de defensa, está deshonrada, y su jefe es el responsable.

Claro que aquí los motivos son más prosaicos que esas cosas del deber, del honor y del valor. En algún partido político tiemblan solo por una razón: <<Si el emperador me quiere que me pague, pues solo el honor de estar con él no me alcanza>> (Mozart).

En la puerta de ese Palacio, rumbo a Versalles, debería figurar este bello poema del Indio Naborí que figura en la entrada del partido comunista cubano:

Si no vienes a dar,

a dar el tiempo, el corazón, la vida

no desesperes por entrar

que en la entrada comienza tu salida.

Si vienes a buscar

el privilegio, la ocasión mullida,

no desesperes por estar

donde la flor más bella es una herida.

Este lugar es un lugar propicio

para el amor al sacrificio

aquí tienes que ser

el último en comer

el último en dormir

el último en tener

y el primero en morir.

(Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, 1922-2005)

No estaría de más esperar a la salida para comprobar la de este señor. Como la de todos. Manos a los bolsillos. De los otros.

Ver como se entra para ver como se sale.

«Quod nihil illi deerat ad regnandum praeter regnum» (Nada le faltaba para reinar excepto el reino).

Está muy cerca. Lo acaba de anunciar en Nueva York:

«No tengo trono ni reina
ni nadie quien me comprenda,
pero sigo siendo el rey»

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 mayo 2019

14 pensamientos en “Quod nihil illi deerat ad regnandum praeter regnum. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

  1. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    Es UNAMUNO quien comienza «EL SENTIMIENTO TRÁGICO DE LA VIDA» con un proverbio universal de PUBLIO TERENCIO AFRICANO : » HOMO SUM, HUMANI NIHIL A ME ALIENUM PUTO» (Soy un hombre nada a lo humano me es ajeno / (Heautontimorumenos / El enemigo de sí mismo). Lo dice Cremes aludiendo a la INTROMISIÓN. El Presidente actual no cesa de buscar gloria y honores a costa de cuánto sea.
    Aprovecha situaciones para colocarse las medallas SIN PISAR EL BARRO DE LA BATALLA.
    Ya en su TESIS está todo dicho
    Recuerdo el cartel que figuraba en EL CASTILLO DE SAN SERVANDO : «Aquí no puede habitar quien no tenga LA HUMILDAD de reconocer LO MEJOR DE LOS DEMÁS y dar a los demás LO MEJOR DE SÍ MISMO».
    EXCELENTE Y PROFUNDO ARTÍCULO , MI GENERAL. .
    «AD DISCENDUM QUOD OPUS EST NULLA MIHI AETAS SERA VIDERI POSTEST» ( No hay edad que me parezca demasiado tardío para aprender lo que es necesario / S. Agustín , Epístolas)
    Abrazos para todos y a la oren.
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA EL E.M
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  2. Con su permiso, mi General.

    Decía Ortega que algunos hombres, muy pocos, tienen la facultad de explicar el porvenir y conminaba a los políticos en aprender a escucharlos. A la vista está la evidencia de lo primero en la persona de V.E. y la falta más deplorable de lo segundo..

    Dña Margarita Alvarez-Ossorio, hizo un comentario a su publicación de mayo de 2019 que dice lo siguiente:

    «La diversidad de los vencidos..ahí está el quid de la cuestión, V.E. ha puesto el dedo en la llaga que más duele. Se perdió una batalla. ¿Habrá ocasión o probabilidad de no perder la guerra?
    Los consejeros de Versailles son muy hábiles, y siguen más bien el pensamiento de Mozart que el del Indio Naborí. Nos instalaremos en la esperanza, esa nunca se pierde»

    Sí, el pensamiento de Mozart es lo que les vale a estos asaltantes. Y eso que hace dos años todavía no se sabía -o eso nos han hecho creer- la lluvia de millones que iban a pasar por manos de los gobiernos. El rescate de la pandemia, le llaman. Plus Ultra. A todas las palabras les quieren cambiar el sentido que tienen..

    El asalto de ahora, que es contra la Constitución democrática del 78, se recrudece con lo que han dado en llamar arteramente memoria «democrática», la exaltación de aquélla infausta II República.. ¿Como puede ser democrático lo que fue el empezar de una guerra que sólo terminó definitivamente muchos años depués con la caída del Telón de Acero? ¿Acaso no fue esa «república» el campo de batalla donde empezó a librarse, desde el prmer día, la guerra europea? ¿Como iba a ser esa tragedia una democracia? No. Lo democrático es la Constitución del 78. Esta fallida por falsaria, ley de «memoria» no es democrática. Es, por el contrario, propaganda y represión ideológica contraria al pluralismo y a las libertades públicas.

    Con esta ley fallida, quieren imponer el retorcido relato de la impostura que persiguen. Una impostura dirigida por apátridas, chantajistas e idólatras sin honor que,, atizando el rencor y la venganza, provoca muchos daños, pero ni sirve para la paz ni puede alcanzar la victoria.

    A las órdenes de V.E.

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  3. A las órdenes de V. E., mi General.

    Triste, muy triste el panorama. No encuentro en la historia otra ocasión más humillante y merecedora de vergüenza ajena que esta imagen de cuatro o cinco, al fin de cuentas y por mucho que nos repugne, compatriotas nuestros, haciendo el ridículo más espantoso mendigando unos segundos de cámara en otro país. Volar en Mystere, o Falcon, ya ha quedado obsoleto. Es como cuando FidelCastro y el Che Cuevara fueron a pedir ayuda a los camaradas Mao y Nikita, en un viejo DC-3 de fabricación estadounidense, avión a la sazón ya dado de baja en muchos países por escasez de repuestos

    Por cierto, la colocación de ese bellísimo poema de Indio Nabori a la entrada del partido comunista cubano, dada la inmensa fortuna de los Castro descuberta fuera de Cuba, me recuerda un dicho en plan jocoso, que circulaba soto voce por algunos acuartelamientos hace ya casi sesenta años, que «rezaba»: «Algunos no han encontrado mejor forma de ofender a Cristo que poniendo un crucifijo en su despacho». Por lo que ese poema es, indudablemente, digno de mejor frontispicio.

    Aquí van a resolver el problema del déficit y de toda la deuda externa, con las multas por recordar tiempos mejores, tan pronto entre en vigor la nueva ley llamada de la «memoria democrática». O, quién sabe si esos ingresos fabulosos se los reparten entre ellos para reservarse un buen retiro y no tener que poner tierra de por medio con una mano detrás y otra delante.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  4. Muchas gracias Mi General, por tan excelente comentario, sobre este «presidente que nos ha tocado tener, España no se merece llegar tan bajo. Saludos para todos.

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  5. Que podíamos esperar de un presidente; lleno de odio y que pretende con su política abrir heridas de una guerra entre padres hermanos, y que uno de los bandos eran los buenos y los otros eran los buenos.

    Pues yo tuve familiares en los dos bandos, y fueron de los dos bandos por su situación geográfica. Pues según este sectario los buenos eran los que mataban a sacerdotes como un familiar nuestro.
    Respuesta al mensaje, enviado el 29/08/2017 a las 19:26 por Manuel:

    Información recavada de un sacerdote familiar nuestro que ejerció su ministerio por estos pueblos cercano a Guadix, este sacerdote fue fusilado su nombre era Don Melitón nació en Jerez del marquesado, quiero compartir con todos Vds. la envestigacion realizada

    Hola Manuel:

    Con mucho gusto te envío la información que pides sobre Don Melitón Martínez Gómez, natural de Jerez del Marquesado y Párroco de Fiñana. Curioso, mis apellidos son también Martínez Gómez…
    Beato Melitón Martínez Gómez
    Natural de Jerez del Marquesado y Párroco de Fiñana
    Nació en Jerez del Marquesado, el 10 de marzo de 1878, donde fue bautizado ese mismo día. El 1 de junio de 1901 fue ordenado sacerdote en Guadix. Fue asesinado el 18 de septiembre de 1936 en la Cuesta de la Reina, en Nacimiento, provincia de Almería
    El mejor elogio de este beato se puede encontrar en la brevísima biografía redactada en el obispado de Guadix:
    «Párroco apreciado por el pueblo, por su bondad y amor a los pobres. Era voz pública y común: de casa del Señor Cura, no sale nadie con las manos vacías».
    Había nacido en Jerez del Marquesado, de la Diócesis de Guadix, donde fue bautizado el 10 de marzo de 1878, el mismo día de su nacimiento. Realiza sus estudios eclesiásticos en el seminario de Guadix, pero al final, pasa al seminario de Granada, donde se licencia en Teología.
    Con dispensa de edad canónica, recibe el Presbiterado, el día 1 de junio de 1901, contando sólo con 22 años.
    Desde 1912, es párroco de Fiñana. De él dicen los testigos que «celebraba la Eucaristía con devoción; rezaba el Rosario cada día, era piadoso y buen sacerdote».
    Refieren su atención asidua al confesonario y a la catequesis.
    «Tenía patrimonio propio y se lo gastaba en los pobres», hasta el punto de que no tenía nada», porque todo lo daba al que le pedía ayuda: «Era el pan de los pobres «, y dejaba sus limosnas ocultamente «debajo de la almohada cuando visitaba a los enfermos».
    Tema este de su caridad con el prójimo, en el que insisten todos los testigos; «compraba la leña y la hacía llevar a los pobres que no podían comprarla».»
    Hay un incidente en la vida del Siervo de Dios, que no puede ser pasado por alto; su relato sencillo por uno de los testigos encomia y enaltece tanto más al Beato:
    En la documentación aportada se dice que estuvo como párroco en Fiñana dos períodos: de 1912 a 1917 y, después, de 1920 hasta su muerte.
    Antes de transcribir el incidente, conviene recordar lo que dice la testigo Ana Jiménez:
    «Era limpio en su conducta, era respetuoso en el trato con las mujeres».

    Enviado por Pepemg el 21/10/2019 a las 2:27

    Continúo con la información sobre Donb Melitón….

    El incidente es el siguiente:
    «El siervo de Dios decía misa todos los días en la capilla de S. Antón, de propiedad particular y los domingos también en la iglesia parroquial. La dueña de la capilla que lo acosaba y perseguía, lo denunció al Obispo de Guadix, a cuya diócesis pertenecía entonces Fiñana, y éste lo mandó al pueblo de Galera (Granada). Estando allí el Siervo de Dios por obediencia al Obispo, la persona que lo denunció sintió remordimiento y dijo que era incierta la calumnia que ella había levantado y lo volvieron a traer aquí. Cuando volvió al pueblo, la banda de música fue a recibirlo a la estación de ferrocarril. Mis padres me contaron que el obispo le pidió el nombre de la persona que le calumnió, pero el Siervo de Dios no quiso revelar su nombre».
    Actuando así el Obispo, la calumnia fue «valorada» como tal por el propio Obispo. Por ello su rehabilitación fue precisamente mandarle otra vez como párroco a Fiñana.
    Disposición del Siervo de Dios ante la prisión y la muerte
    Leyendo el proceso de todos estos sacerdotes mártires de Almería, hay algo que llama poderosamente la atención: la frecuencia con que los testigos hablan de todos estos Siervos de Dios diciendo expresamente que los «veían rezar ante el Santísimo»; de este Siervo de Dios, también se dice así expresamente.
    Sin duda que de esta piedad eucarística le venía la fortaleza; a pesar de que se le ofreciera escapar a otro lugar más seguro, pero el Siervo de Dios lo rechazó:
    «Don Melitón contestó: Ya he perdido este oído, dentro de nada perderé el otro, y dentro de poco la vida».
    Esta fortaleza, incluso la intuición de su martirio, la cuenta así otro testigo:
    «Mi padre era sobrino de otro sacerdote del pueblo, Don Juan Martínez, Coadjutor, que falleció poco antes de comenzar la Guerra Civil. Don Melitón estuvo acompañando a mi padre y a sus hermanos, esperando que muriera y, en las conversaciones mantenidas durante esa noche de espera, le dijo: Cuando muera tu tío, creo que es prudente no tocar las campanas a difuntos, porque la cosa está mal; y refiriéndose también a su propia muerte, añadió: Yo iré al cielo derramando mi sangre por Cristo».
    Realmente, eran vidas heroicas en su sencillez monótona la de estos sacerdotes: celebración de la Eucaristía con piedad; oración ante el Santísimo; devoción a la Virgen con el rezo diario del Rosario, y celebraciones festivas dedicadas a Santa María; confesonario y atención mimada a los pobres y enfermos; catequesis a los niños; breviario rezado cada día, hasta el punto que los testigos notan este detalle de verlos con el libro frecuentemente en la mano; compañerismo y ayuda fraterna de unos sacerdotes a otros.
    Sobre todo, llama la atención la continua repetición de los testigos en todo el proceso: «lo mataron por ser sacerdote, no había otro motivo».
    Martirio del beato Melitón Martínez
    El proceso diocesano transcribe abundantes documentos, más que suficientes, para relatar el martirio.
    En la causa 20.950, de la «Causa General», instruida en los años siguientes a la Guerra Civil se dicen nombres de quienes apresaron y mataron a este sacerdote en Fiñana.
    El día 17 de septiembre de 1936, se presentaron en este pueblo un grupo de milicianos al mando del teniente Burgo. A las 8 de la mañana, los dos sacerdotes del pueblo (el otro era Don Manuel Alcayde) fueron detenidos y conducidos a la cárcel. A las 4 de la mañana del día siguiente Adelaida Vallejo Pérez, vecina que habita una casa colindante, ve pasar al grupo de gente que conducía a los dos sacerdotes, que marcharon por la carretera de Vilches a Almería.
    El relato que se archiva en el Obispado de Guadix, añade estos detalles:
    «descalzo y entre mofas, burlas y palabrotas fue conducido (Don Melitón) hasta la cárcel».
    Y añade el testimonio del médico Don Norberto Gutiérrez:
    «Eran las cuatro de la mañana; el médico titular del pueblo, Don Norberto Gutiérrez, con ocasión de un viaje, sorprendió en un furgón la conversación de que cuando se iba a proceder a la inhumación de los cadáveres, apareció un coche y al ver que varios vecinos se disponían a cumplir tan sagrada misión, con frases despectivas les obligaron a retirarse de allí para tomar alguna medida que impidiera se pudiesen identificar los cadáveres. Inmediatamente sacaron del coche un tanque de gasolina y les prendieron fuego rociando los cadáveres. En este momento se desencadenó una horrible tormenta que dispersó a los espectadores quedando sólo unos cuantos para enterrarlos y quizá a esta circunstancia se deba el haber encontrado los cadáveres tan someros. Este mismo testigo afirma que conoce las manifestaciones por referencia, pero que las estima ciertas por haberlas oído a raíz de los sucesos, cuando los hechos de este género se contaban con toda libertad y desenfado. Al examinar los cadáveres pudo apreciar que el del Sr. Cura Párroco presentaba en la cabeza gran cantidad de hendiduras y fisuras que denotaban claramente que el interfecto había recibido enormes contusiones, las que pudieron causar su muerte, aunque también pudo ser causada por tiro de fusil, puesto que entre la tierra de la fosa aparecieron casquillos de bala de fusil, si bien no se veían huellas de ellos en el cráneo.»
    «Reunieron a la gente en la plaza, como si de una fiesta se tratara y marcharon a la casa de los sacerdotes. A D. Melitón lo descalzaron y junto con D. Manuel Alcayde, el otro sacerdote, los llevaron detenidos. A la mañana siguiente, muy temprano, los sacaron y en la Cuesta de la Reina los mataron. Dicen que D. Manuel antes de morir pidió que lo mataran a él primero para no ver morir a su compañero y así lo hicieron. Dicen que D. Manuel murió pronto, pero que D. Melitón tardó más en morir. A D. Melitón le cortaron las orejas y las trajeron en un bote al pueblo, como objeto de mofa, y para hacerle sufrir más. Los cuerpos de los dos Siervos de Dios quedaron a allí tirados, pero un ferroviario, hijo del pueblo Fiñana, al enterarse de lue eran los cuerpos de los curas de su pueblo, cavó una fosa allí mismo y los enterró».
    La prisión de ambos sacerdotes en sus respectivos domicilios fue el 17 de septiembre de 1936. Y el martirio lo sufrieron el día 18 siguiente en la Cuesta de la Reina (Nacimiento).
    El martirio formal, la intención malvada en los asesinos, su actuación «in odium fidei», queda claro en los documentos aportados. Así en el documento III, (Siervo de Dios n° 89) al nombrar personalmente a los asesinos, dice que «efectuaron de común acuerdo la detención de los sacerdotes «, refiriendo los malos tratos de palabra y obra.
    Es clara también la saña con que proceden a asesinar:
    «el cráneo de Don Manuel Alcayde presentaba una gran hendidura en la porción escamosa del temporal derecho, que puede confirmar la versión conocida por muchos de que sufrió un fuerte golpe de machete que determinaría segura su muerte.»
    Contra esta intención torcida de los verdugos, está la aceptación por ambos Siervos de Dios, que incluso parecen «profetizar» su próximo martirio, aceptado y deseado, como se ha dicho más arriba; y la repetición continua que hacen los testigos al decir que «murieron por ser sacerdotes» y que ésa es la fama que conservan como mártires entre los que les conocieron y recuerdan.
    Los restos de los beatos, al concluir la Guerra, fueron trasladados al cementerio de Fiñana; y después, en 1956, fueron trasladados al templo parroquial de Fiñana, donde ellos ejercieron su ministerio sacerdotal.
    Así lo testifica el Reverendo Alfredo Raya Martínez, quien fue párroco en Fiñana en aquella fecha de su enterramiento definitivo en el templo parroquial.’ °4

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  6. Agudo y buen articulo, mi General . gracias.
    Muy bueno todos los comentarios, saludos y gracias a todos
    Afectuosos saludos, General Dávila, con agradecimiento.
    Josefa del P. S. López del Moral Beltrán

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  7. Mi General: Magnífico relato, la poesía del indio Naborí perfecta.” Si no vienes a dar………..y el primero en morir “., principio y final de ella.
    Algún político , conoce esta maravillosa poesía ?, pienso que no.
    Hoy por desgracia nadie viene a dar nada, y por supuesto la última rima no les va. Nadie daría su vida por nada ni por España.
    Lo anterior, y gracias a Dios, es lo que separa.a aficionado de un Militar. Nosotros hemos “Jurado Bandera”, más de una vez y llevamos este Juramento dentro de nuestra “alma”.. TODO POR ESPAÑA. 🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  8. Desde Aldeanueva de la Serrezuela gracias por repetirte, no lo conocía, me ha encantado. Mandé una «Carta al director» de un periódico, que no se publicó, en la que decía que me gustaría encabezar una manifestación aunque me quede solo detrás de la pancarta. Pués eso, tu sigue aunque te quedes solo detrás de la pluma. Un abrazo. Bernardo.

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  9. La foto de este «señorito» y su séquito de secuaces caminando por Nueva York. Me recuerda la cartelera de «Reservoir dogs» una película de gangsters de los años 90.

    Un saludo a todos.
    Pedro Dalmau.

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  10. Simplemente son impresentables e impresentablas desde el primer miserable hasta la última miserabla. Atentamente y con el respeto, o el desprecio que merezca cada cual.

    A la Orden de Vuecencia mi General

    Ramón Lencero Nieto

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  11. Gracias mi General; gracias también a Jm12m por ese escalofriante relato. Esperemos que esa famosa «memoria» de ahora, si esa ley sale adelante y se aprueba no se lo lleve por delante como a tantas otras cosas de las que a partir de ahora ya no se podrá hablar.

    Y por cierto, D. Sergio ¿Nos queda la esperanza? ¿Habrá tiempo y ocasión para recuperar todo lo perdido? Y ya no hablo de tantas muertes inútiles, las de antes y las de ahora, siempre con los mismos culpables, hablo de nuestra Patria, de nuestra Unidad, de nuestro patrimonio social y cultural. ¿Llegaremos tarde también para eso?

    Cordiales saludos

    Margarita Alvarez-Ossorio

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