De Símbolos y Banderas (Juan Luis Ruiz Granados)

 

Otra vez la bandera de España, otra vez los símbolos, otra vez la Nación.

Son ya demasiadas ocasiones en las que tenemos que leer que ante el antojo de algún político nos roban un trocito de historia. Un chasquido de dedos y la bandera es retirada.image002

Esta vez ha sido en Segovia por el “efecto lija”, así lo ha explicado la alcaldesa, que la bandera de España podría provocar en el Acueducto. Esta bandera está decorada con el número de la promoción de la Academia de Artillería correspondiente y cada cuatro de diciembre un alumno desciende desde lo más alto para colocarla a los pies de la Virgen que se encuentra en uno de los nichos del monumento. De esta forma se simboliza la profunda unión de la ciudad de Segovia con el Real Colegio de Artillería desde 1764 (el Colegio militar más antiguo del mundo) y siendo los oficiales que terminen sus estudios en la Academia Segovianos Honorarios.

image004 (1)Y es que no es casual que siempre se ataque a símbolos y banderas cuando lo que se quiere es “crear una nueva voluntad colectiva” (Iñigo Errejón, 16/09/2014).

Entiendo que no sea fácil de explicar la importancia de éstos, no ya a los que están en contra que lo que querrán es imponer los suyos como decía Errejón, si no a los que muestran indiferencia.

Pero no es fácil de explicar si crees que alguien está dispuesto a pasarse 337 días sitiados en Baler por un trapo, que alguien va a resistir en una fortaleza toledana durante más de tres meses ante el paqueo constante de Mausers y Artillería por un concepto “discutido y discutible” o que alguien va a alzarse un 2 de mayo contra el ejército más poderoso del mundo por la “Marca España”…

No es fácil de explicar si no se es capaz de levantar el velo de pensamiento para asimilar que esa bandera es el símbolo de nuestra historia, de nuestros héroes, del compañero de al lado, del camino recorrido hasta aquí y de nosotros como nación.

No espero que se entienda, pero por lo menos que se respete.

Pero el problema, el gran problema, es que España no es un gran ejemplo de cómo tratar nuestros símbolos y héroes, y eso no es nuevo: en Trafalgar no hay ninguna referencia a los que dieron allí la vida, Blas de Lezo murió en una fosa común, el YO SOLO de Bernardo de Gálvez sólo resuena en Washington, los 200 años de nacimiento de Prim pasó sin pena ni gloria o casi se nos escapan los 400 años de la muerte de Cervantes; así que parece lógico que hablar de la importancia de los símbolos en nuestro país sea como predicar en el desierto.

Pero es aquí cuando utilizamos España como concepto etéreo para no asumir la responsabilidad que nos toca a cada uno de nosotros. Esperamos a no tener poder decisorio para criticar la “deriva” del país desde la Tercera de ABC.

Es aquí cuando entra la eterna dicotomía entre la obediencia debida o el deber de disentir y no nos damos cuenta que estas cesiones a los antojos y modas es terreno no recuperable… ¿o pensamos que si quitan la calle que homenajea a los más de 50.000 hombres (en su mayoría chavales) que España, ahora sí como entidad jurídica, mandó a temperaturas de menos cincuenta grados y que escribieron páginas gloriosas como Krasni Bor o Voljov se volverá a poner? ¿Pensamos de verdad que una vez retirada algo recordará la gesta de aquellos voluntarios, idealistas o “voluntarios” como García Berlanga o Luis Ciges?

Todo se pierde y todo se perderá.

No me extenderé sobre los genes de un Cuerpo como el de Artillería disuelto hasta en cuatro ocasiones por poner en valor sus ideas. Sería una evocación romántica que cada noche apareciera de nuevo la Virgen arropada por la bandera de la promoción, así como en la clandestinidad se imprimían en el Real Colegio los libros liberales en el XVIII y XIX, pero imagino que sería eso, una simple evocación romántica…

A lo mejor al igual que Alonso Quijano llenó su cabeza de libros de caballerías, yo lo he llenado de historia y en realidad esté luchando contra molinos de viento, porque a lo mejor los símbolos no son necesarios para un ejército profesional y profesionalizado, porque a lo mejor el “chapiri” no guarda correspondencia con la uniformidad establecida, porque a lo mejor los símbolos no tienen certificación OTAN…

Pero sólo a lo mejor, ya que no hay que olvidar que esos símbolos son España, que nos pertenecen a todos y cada uno de nosotros y como decía la Constitución de 1812 y viene bien recordar: “La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona” … ni siquiera de los políticos.

JL.Ruiz // @JuanLu_

Mayo’16

7 pensamientos en “De Símbolos y Banderas (Juan Luis Ruiz Granados)

  1. RR.OO. PARA LAS FUERZAS ARMADAS

    Artículo 21. Tradición militar en los Ejércitos.
    Los miembros de las Fuerzas Armadas se sentirán herederos y depositarios de la tradición militar española. El homenaje a los héroes que la forjaron y a todos los que entregaron su vida por España es un deber de gratitud y un motivo de estímulo para la continuación de su obra.

    Artículo 23. Historial y tradiciones.
    Conservará y transmitirá el historial, tradiciones y símbolos de su unidad, para perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar el espíritu de unidad y reforzar las virtudes militares de sus componentes.

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  2. Artículo que debería ser mascullado y provocar reflexión en determinados ámbitos de responsabilidad.
    Ese tuit, que yo desconocía, es más significativo de lo que muchos jóvenes puedan pensar. Está en los cimientos de los que hoy se denominan “progres” y que la mayoría de ellos mismos desconocen.
    Tras el fracaso de la revolución obrera prevista en la famosa moción de Studgar de la II Internacional cuando ya se movían los vientos de la I Guerra Mundial, hizo imperativo al finalizar esta, un cambio de estrategia: “Si la imposición violenta del paradigma marxista resulto un fracaso con las clases obreras aun en las circunstancias más favorables para la agitación revolucionaria, la clave estaba en modificar las conciencias a través de la cultura, los medios de comunicación, las Universidades y demás centros de pensamiento hasta que el poder cayera, como fruta madura en el regazo marxista”.
    Típica teoría Gramsciana y de otro teórico del “terrorismo cultural” llamado Lukacs, teoría que fue impulsada de manera Staliniana por Willi Münzenberg principal dirigente de la Commintern en la primera mitad del siglo XX.
    Estos parecen seguir los mismos métodos fácilmente aplicables ante la quiebra de valores y la penuria económica de muchos.
    Si no se aprende de la historia, los hechos puede que no se repitan tal cual, pero las malas tendencias vuelven y el resultado siempre es doloroso. Y más para los más inocentes.

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  3. No hace falta ser militar. Aunque tengo formación castrense y espiritú disciplinado. Siempre, siempre existirá, y existe la esencia: Dios. Patria. Familia. Honor.Honra y Dignidad.
    Subscribo y ratifico el escrito.
    Cómo siempre se ha dicho y se dice: Dios nos guarde.

    Jesús Salvador Torres Beneyto

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  4. Extraordinario pensamiento de una calidad suprema. Debería ser leído y releído por quienes tienen responsabilidad ahora y no dejarlo, como denuncia el autor, para la “Tercera” de ABC cuando esa responsabilidad se extinga. Estamos hartos de profetas del pasado.
    Hace ya casi tres años que el general Ángel Guinea publicó un impresionante estudio titulado “Profesión militar: Obediencia debida frente a la obligación de disentir” (http://www.belt.es/expertos/experto_print.asp?id=6700). Lo digo a propósito de esa eterna dicotomía que el autor, muy acertadamente, cita en su artículo. Debería ser de obligada lectura para muchos mandos con responsabilidad actual, ya sea en el ámbito castrense o no.
    La decisión de la alcaldesa de Segovia me deja una herida enorme en el alma, por artillero y por cuanto representa; y más ante la indiferencia del pueblo, si no ignorancia o incluso desprecio ante lo sagrado.
    O alguien reacciona o lloraremos mañana la falta de acción ante lo inevitable.

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  5. Magnifico artículo. Sólo añadiría un detalle sin mucha importancia: la prohibición de poner la bandera en el acueducto, no es nueva. Hace más de tres décadas, también colocamos la bandera con el número de la promoción en el acueducto y no puede decirse que fuera un acto solemne, aplaudido por las autoridades civiles y militares del momento. La diferencia puede estar en que entonces, no se empeñaron en evitarlo (no eran tan evidentes los ataques a nuestros símbolos).

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  6. Un recuerdo del Real Colegio de hace casi cincuenta años: La colocación de la Bandera estaba prohibida y así lo ordenaba el Coronel Director en acto público con los cadetes reunidos. Era lo lógico habida cuenta del riesgo que ello entrañaba.
    Pero en la mañana de Santa Bárbara, desfilando hacia la Plaza Mayor, los primeros que miraban al Acueducto para comprobar con satisfacción que la Bandera se había colocado y la tradición se cumplía, ¡eran los protos de la Academia!
    Espero que la tradición se cumpla. Y si falta alguien para descolgar al cadete que coloca la Bandera, contad conmigo.
    Este es un caso típico de «desobediencia debida».
    ¿Qué pasará en la próxima madrugada del 4 de diciembre?

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