Bandera de Combate, el alcalde de Barcelona, la Armada Española y la violencia

9309461890_72c09c7bde_z20130210-especial-r11-principe-asturias-bandera-combate-03La “Bandera de Combate” es la Bandera Nacional, generalmente de grandes dimensiones, que largan a popa los buques en las acciones de guerra y grandes solemnidades. En la Armada existe la tradición de que la Bandera de su buque insignia sea entregada en Barcelona. En Barcelona se le entregó al portaaviones “Dédalo” en 1984 y posteriormente en 1989 al buque insignia “Príncipe de Asturias”.

En septiembre del pasado año se entregaba en Cádiz la Bandera de Combate al nuevo buque de proyección de la Armada española, el “Juan Carlos I” (L-61) que sustituye al “Príncipe de Asturias” como insignia de la Armada. La madrina, como siempre que se trata de este emblemático buque, fue SM. la Reina.20130210-especial-r11-principe-asturias-bandera-combate-04

museo-militar-montjuicRomper la tradición de que fuese Barcelona la ciudad que acogiese la entrega de la Bandera, no fue voluntad de la Armada sino un rotundo rechazo del Alcalde de Barcelona que, incomprensiblemente y olvidando sus responsabilidades, se negó  a que la mediterránea ciudad española tuviese el honor de protagonizar tan solemne acto.

La noticia de tal afrenta pasó desapercibida y tenemos la impresión –por lo que sabemos- de que se ocultó interesadamente para no echar más leña al fuego secesionista que con actos como este alimenta a su jauría.

????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????Les puedo asegurar que en el tema se implicó la Casa del Rey y que después de largas y arduas negociaciones recibió el desprecio de tan desairada  negativa.

Un desaire a la Casa Real, al Rey y a la Reina, a la Armada española y, lo peor de todo, a España, a los españoles y a los catalanes que no piensan como este alcalde. Este es el talante democrático de este “alcalde de monterilla” que actúa más bien como juez de palo. Pisó de valentía  y ahora descubre su gallardía cuando se enfrenta a los violentos que vulnerando las normas democráticas practican la programada violencia. Este alcalde conoce muy bien lo que significa vulnerar, incluso con programa, las normas democráticas, es decir la Ley.

Claudica ante la violencia, ante las barricadas, ante los guerrilleros urbanos del terror incendiario. Pero se engalla ante España y su Bandera, ante el Rey y la Armada, ante los españoles. ¡Qué valiente alcalde!40424352c5a704757d8206b1562a9a5e

No está de más recordar estos hechos ahora que se acerca el día de las Fuerzas Armadas. Recordarlo, cuando en Barcelona con este motivo se ha realizado una Jura de Bandera a la que se ha tenido que fijar un límite de personas ante el masivo número de peticionarios. Mi criterio es que todo el que quisiera debería haber Jurado ante la Bandera aunque se hubiese necesitado el día entero para ello. ¿Falta de espacio en el Cuartel del Bruch? Pues se hace en las Ramblas, ¿o eso es una provocación?

Al mediodía de un viernes, un Lord inglés preparaba en su despacho los palos de golf para practicar su deporte favorito durante el fin de semana. De repente irrumpió  su secretario dando desesperados gritos, “milord, milord, su fábrica está ardiendo”. Sin ni siquiera dirigir la mirada a su asustado secretario el Lord dijo con voz casi imperceptible, “no sabe el disgusto que me voy a llevar el lunes”.

El cuento no deja de ser una alegoría  para explicar la flema inglesa.

Lo que está ocurriendo en España es real y sufrido a diario por los de a pié y no me refiero a la crisis económica, que también.

descargaEspaña arde, sufre un incendio enorme que asola muchos de nuestros rincones más queridos y ante la voz de ¡Fuego!, huyen despavoridos los bomberos; el agua de las mangueras aviva el fuego; es pura gasolina. Se queman las cosechas en los campos y el fuego busca asolar la identidad de sus habitantes.1330614377_0

Mientras, el responsable de la fábrica juega con su escasa fortuna sobre un horizonte de campos yermos. La irresponsabilidad de unos y otros y la cobardía se mezclan en un peligroso combustible. Lo que está ocurriendo en España no es una anécdota; nosotros no podemos esperar al lunes.

General de División (R