Camino de la República de Antonete

La_Republica_Española_En_El_Mundo_revista_La_Flaca,_28_de_marzo_de_1873En febrero de 1873 dimitía Amadeo de Saboya acabando así con quince siglos de monarquía en España. En las Cortes, de mayoría monárquica, se votaba a favor de la República, la primera en España, con más advenedizos, oportunistas y resentidos personales, que republicanos. Aquella aventura empezó mal y de ello se dio cuenta su primer Presidente, el catalán Estanislao Figueras, que al ver el panorama definió la situación con una sola frase, “Estoy hasta los cojones de todos nosotros”, cogió un tren en Atocha y no se bajó hasta llegar a París.Figueras

Aquella República duró menos de un año envuelta en una locura federalista que rompió a España entre odios regionales y locales. Todos se saludaba al grito de ¡Salud y República!, y ninguno sabía lo que aquello del federalismo republicano significaba.  Pero el afán de ser diferentes llevó a declararse repúblicas independientes a Cataluña, Málaga, Cádiz, Sevilla, Granada, enarbolándose en todos los lugares la bandera de la independencia y el enfrentamiento de todos contra todos. Un ejemplo de aquel progresismo, solidaridad social y talante democrático ocurrió en Cartagena durante aquellos días de auge federalista.

Ottoman_flag.svg (1)“A las seis mañana castillo Galeras ha enarbolado bandera turca” telegrafiaba el Capitán General del departamento marítimo de Cartagena al ver ondear allí la bandera roja que anunciaba la República Federal. Antonete Gálvez, no se lo tomen a broma, era un diputado federal huertano que declaró el “Cantón Murciano” en la ciudad naval militar de Cartagena. 220px-Antonio_Gálvez_ArceFue el terror del Mediterráneo, bombardeó Alicante, se enfrentó a escuadras extranjeras y quiso invadir el resto de España. El cantonalismo fue uno de los episodios más bochornoso de nuestra historia y un riguroso ridículo internacional. Eran las consecuencias de una labor demagógica que proclamaba la llegada de una República federal, libertaria y redentora. Todo terminó once meses después, cuando Castelar dijo aquello de “Lo quemasteis en Cataluña” al reclamarle los diputados federales el proyecto de Constitución federal. Un pequeño piquete de soldados enviados por el General Pavía disolvió la asamblea. Pronto volvimos a las andadas y seguimos en ello. No tenía la República la culpa sino ese deporte nacional incomprensible e insolidario que consiste en repartirse España a trozos. Es tal la incultura y las mentiras en las que se basa el reparto que cualquier intento de independencia responde únicamente a los intereses de una secta. Ya sabemos lo que dijo Castelar en una definición tan acertada como la de Don Estanislao República(B)“Aquí en España todo el mundo prefiere su secta a su patria, todo el mundo…intolerantes todos, intransigentes todos”.

Pues eso, “Senyors, ja no agunto mes” “Estic fins als collons de tots nosaltres”DSC_5774

General de División (R)