Abuelo, ¿qué es la mili?

98ypw0Me ha sorprendido la pregunta. Mi nieta tiene 15 años y nunca la he visto interesada por los temas militares. En cierta ocasión les conté que cuando era más pequeñita, yo mandaba la Legión, dijo en el colegio que su abuelo era “cojonario”, lo que sorprendió a su tutora a la que hubo que explicar el significado y el porqué de aquél término. Fue la única aproximación al mundo militar que he percibido en ella, por lo que la pregunta,que ahora de sopetón me ha lanzado, además de sorprenderme me ha hecho reflexionar.
Quizá recuerden aquella frase: “Señoras y señores, se acaba la mili”; fue histórica en el año 2001, pero ya es sólo eso, historia olvidada. Anunciaba el fin del servicio militar obligatorio, la famosa «mili», y significó un cambio de mayor trascendencia del que nos imaginamos.No pretendo hoy valorar los aspectos positivos o negativos de aquella medida; me limitaré a contestar a mi nieta y de camino puede ser que les aclare algún concepto. Suspender el servicio militar obligatorio pudo ser adecuado pero se hizo con imprudente precipitación, sin un estudio previo y riguroso. 99p00xComo es costumbre en España, la medida se adoptó por razones electoralistas, de partido y, para más inri, de manera casual. Ocurrió lo que desde el mando militar se temía, una grave crisis operativa en las Fuerzas Armadas con consecuencias de todo tipo y no sólo por la falta de personal. Pero lo peor de todo es que nos ha dejado ante un claro y flagrante incumplimiento de un derecho constitucional. En contra de lo que se cree el servicio militar no está suprimido sino suspendido. Nadie puede suprimirlo mientras no se modifique la Constitución.
images.jpg11El servicio militar obligatorio ya figuraba en nuestra Constitución de 1812…»Ningún español podrá excusarse del servicio militar cuando y en la forma que fuese llamado por la ley», decía su artículo 361. Esta prestación fue recogida en las sucesivas constituciones y en contra de lo que se piensa sigue vigente en la actual.
Lo que es novedoso en nuestra actual Constitución es considerar la participación de todos en la defensa nacional como un derecho y no sólo un deber.
La defensa nacional ha dejado de entenderse un asunto exclusivo de los ejércitos y ahora debe contemplarse como un derecho-deber de todos los españoles.
Dice el artículo 30 de la actual Constitución:
1. Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.
2. La ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantías, la objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio, pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria.
3. Podrá establecerse un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general.
4. Mediante ley podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los casos de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública.
images«Deber de defender a España» y «derecho de defender a España», son un mandato constitucional. El derecho implica la imposibilidad de ser discriminado en el ejercicio de las obligaciones derivadas de ese deber así como la imposibilidad de discriminar a cualquier español en el acceso a las Fuerzas Armadas o a otros cuerpos que participan en la defensa de España.¿Alguien me puede explicar como se está cumpliendo este derecho y deber constitucional?
El reservismo no ha logrado dar respuesta al mismo y se ha convertido en algo testimonial sin la necesaria voluntad para desarrollar las enormes posibilidades que ofrece. Escasas las plazas de reservistas, escasas las posibilidades de lograr una, y escaso interés en financiarlo y desarrollarlo. No existe reserva alguna que responda a las necesidades de movilización y la que hay a base del personal profesional licenciado está sin una regulación eficaz y probada.
La actual situación no permite cumplir con el deber de cualquier español de defender a España y menos exigirlo comoimages (1) derecho. Podemos admitir que el servicio militar no venga impuesto por la Constitución y sea sólo una de las posibles obligaciones que el legislador puede utilizar como instrumento para la defensa de España y así entender la actual suspensión, no supresión, de la prestación del servicio militar. Pero lo que no podemos admitir es que el derecho de defender a España que recoge taxativamente el artículo 30 se haya liquidado con una ley de reservistas que limita esta posibilidad a unos cuantos y con enormes limitaciones.
Alicante, 28-10-12No pretendo volver al sistema de servicio militar obligatorio. Me limito a pedir una regulación seria y eficaz del artículo 30 de nuestra Constitución que permita a los miles de españoles que quieren defender a España desde las Fuerzas Armadas, hacerlo sin más limitación que las necesidades que la Defensa exijan.
Los procedimientos para ello existen y los beneficios que se obtendrían para las Fuerzas Armadas aseguran su rentabilidad. La historia militar de España, y la de sus héores, está hecha a base de soldados de reemplazo, del servicio militar obligatorio, que han demostrado con creces su eficacia y enorme valor y capacidad.
Hoy suspendida esa posibilidad el soldado español sigue, ahora como profesional, brillando en el mundo entero.
En la única convocatoria que hubo durante 2013 para ingresar en las Fuerzas Armadas como personal de tropa y marinería se presentaron 40.216 aspirantes para 1.500 plazas, es decir cerca de 27 por plaza.Que las peticiones aumentan en tiempos de crisis es un hecho pero no la razón definitiva.
Sé por experiencia que si se le pregunta individualmente a cada uno de ellos por las razones de su petición la mayoría responderá a los parámetros de amor a su Patria, disciplina, sentido del deber y todas las virtudes que definen la vocación militar. Hay más vocación en los peticionarios que razones de subsistencia económica. La juventud española es así y su decisión de hacerse soldado tiene bases muy sólidas. No hará falta, porque lo saben, que nadie les explique que la disposición permanente para defender a España, incluso con la entrega de la vida cuando fuera necesario, constituye el primer y más fundamental deber de un soldado.
fotonoticia_20140515101131_644Ninguna otra profesión te exige tanto como tener que dar la vida. Y a eso no se acude por interés económico.
Pero además de abrazar la profesión militar como soldado profesional, hay muchos españoles dispuestos a pasar un periodo de su vida, aunque sea breve, en las Fuerzas Armadas y convivir y vivir alrededor de unas virtudes y valores que enriquecerán su sentido de la vida. Y no sólo por unos haberes, que se merecen y altos, sino por servicio a su Patria. El soldado español, el profesional o el del servicio militar obligatorio, no son contratados que sirvan a cualquiera que les pague y no van a la guerra como obreros, sino a servir con su entrega y sacrificio a la vez que ganan gloria, triunfo, victorias y reputación. Ser soldado español es algo distinto a un puesto de trabajo y son muchos los españoles que aunque sea por un breve periodo de tiempo quisieran vivir así. La Constitución se lo exije y se lo permite. Alguien debería dar respuesta a tan noble derecho-deber.Batalla_de_rocroi_por_Augusto_Ferrer-Dalmau
Y he terminado diciéndole a mi nieta que al margen de las leyes y de los reglamentos, la mejor definición de lo que es servir en los ejércitos, del servicio militar, se dio hace ya muchos años…La dio un soldado de la infantería española, aquella a la que se definió como la mejor del mundo.
Todo lo que se salga de aquellos versos de Calderón, aunque lo digan las leyes, no es milicia sino otra cosa.
General de División (R)
«Ese ejército que ves
vago al hielo y al calor,
la república mejor
y más política es
del mundo, en que nadie espere
que ser preferido pueda
por la nobleza que hereda,
sino por la que él adquiere;
porque aquí a la sangre excede
el lugar que uno se hace
y sin mirar cómo nace
se mira cómo procede.
Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mayor calidad
que el más galán y lucido;
porque aquí a lo que sospecho,
no adorna el vestido al pecho,
que el pecho adorna al vestido;

Y así, de modestia llenos,
a los más viejos verás,
tratando de ser lo más,
y de parecer lo menos.
Aquí la más principal
hazaña es obedecer,
y el modo cómo ha de ser
es ni pedir ni rehusar.
Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la fineza, la lealtad,
el honor, la bizarría;
el crédito, la opinión,
la constancia, la paciencia,
la humildad y la obediencia,
fama, honor y vida son,
caudal de pobres soldados;
que en buena o mala fortuna,
la milicia no es más que una
religión de hombres honrados.»
(Pedro Calderón de la Barca-Soldado de la Infantería española)