Hoy contamos con una nueva opinión militar y en este caso de un miembro de la Armada española. Se trata del General de División (Reserva) de la Infantería de Marina Juan Chicharro Ortega.
Compañeros y amigos, hemos compartido el pan y la sal en numerosas ocasiones y nos conocemos a fondo.
Destinado en distintos puestos de Estado Mayor de la Armada, profesor de la Escuela Naval Militar, Unidades Especiales de buceador de Combate, fue también Ayudante de Campo de SM. El Rey Don Juan Carlos I.
De General ha sido Jefe de la Fuerza de Protección de la Armada y Comandante General de la Infantería de Marina.
Diplomado de Estado Mayor por el Ejército de Tierra, participó en la evacuación del Sahara español, ha sido observador de NNUU en Centroamérica y ha participado en operaciones en Bosnia-Herzegovina.
Escritor y analista y por encima de todo soldado, su opinión será enriquecedora para todos.
Con nuestra bienvenida le dejamos la puerta abierta en este blog, que es su casa.
PASCUA MILITAR Y TRADICIÓN
Transcurrido ya un tiempo prudencial desde la celebración de la última Pascua Militar, que tuvo lugar como todos los años, el pasado día 6 de enero, quiero unirme al cada vez más numeroso grupo de militares que gustarían como deseable la observancia estricta de la esencia y espíritu de dicho Acto.
Sabido de sobra es que dicho acto tiene su origen cuando Carlos III decidió mostrar su aprecio a los ejércitos por la reconquista de Menorca y ordenó a Virreyes y Capitanes Generales que, precisamente el día de los Reyes Magos, manifestarán a sus subordinados su regia felicitación. Felicitación que siempre era devuelta a Su Majestad por el General más antiguo de los Ejércitos, representando a la Institución Militar.
Y así fue siempre salvo de un tiempo a esta parte en la que asume la representación militar el titulado Ministro de Defensa .
Esta es una situación asumida al día de hoy pero que encuentra no pocas reticencias en una gran mayoría del personal militar al que le gustaría otro formato protocolario, mas afin a la pura tradición, y en el que la felicitación a SM fuera efectuada por persona propia de la Institución Militar y no por alguien ajeno a ella .
Se dirá lo que se quiera, pero el Ministro de Defensa, quien es por Ley el responsable de la política de defensa determinada por el Gobierno y de la gestión de la administración militar, no forma parte de la Fuerzas Armadas, y por lo que a mí respecta, no me siento representado por esta persona a los efectos de lo que la tradición marca para el Acto de la Pascua Militar.
Para mí lo apropiado sería que fuera el JEMAD quien asumiera esa representación. Y creo no ser el único que así lo piensa.
En cualquier caso no es así y las razones de esta situación hay que buscarla en la interpretación que se hace desde una perspectiva política intencionada al considerar o no a las Fuerzas Armadas como una Institución Nacional. Este es probablemente el «quid» de la cuestión.
Dicho de otra forma, la circunstancia de que fuera el JEMAD quien, representado a las FAS, felicitara a éste, sería prueba fehaciente para muchos de la materialización de nuestros ejércitos como Institución Nacional . Y esto es precisamente lo que muchos de los ideólogos de la reforma militar intentaron evitar a toda costa desde el principio de la transición ; especialmente en los momentos de la redacción de nuestra actual Constitución. Intenciones a las que habría que sumar la posibilidad de conexión directa a la Corona.
Para mi desde el momento en que la Patria le entrega a las FAS las armas para que la sirva, los militares le juramos fidelidad ante la Bandera que la representa.
A la Patria , y por eso las FAS son una Institución Nacional .
De no ser así no tiene sentido que lo que son y sus misiones estén en la parte dogmática de la Constitución donde se plasman los principios constitucionales y no en la parte orgánica de la misma que es donde se diseña la estructura del Estado.
Y al mismo tiempo ya sabemos lo que dice el artículo 62h de la Constitución en relación con el Mando Supremo de las FAS , o sea , el Rey.
En definitiva , lo que está escrito es lo que yo leo, y a lo que me debo .
He aquí la razón por la que no alcanzo a comprender que, en un Acto Institucional y de tradición, como es la Pascua Militar, se prive a las FAS de felicitar a SM «per se» y se adopte otra fórmula protocolaria no concordante con la esencia histórica de dicho Acto y en nada reñido con lo que establece la Constitución sobre la naturaleza de las Fuerzas Armadas.
General de División de Infantería de Marina Juan Chicharro Ortega (R)
Al General Juan Chicharro, que ya conocía sus valientes y claros artículos, le felicito por su excelente exposición y como bien sabe el General Dávila, mi opinión, expresada en anterior artículo suyo, coincide plenamente con la del General Chicharro, y es por ello que me hace feliz la coincidencia de opiniones; que todo ha sido planificado, estudiado y manifestado como lo “políticamente correcto”, pero sin la manifestación de la cúpula militar… y que ello no es de ahora, sino desde el inicio de la Democracia con su Constitución.
La izquierda y los nacionalistas imponiendo sus tesis ideológicas y la derecha aceptándolo todo, siempre con sus complejos acuesta.
Como siempre, ha sido un placer.
Un fuerte abrazo para los dos.
Pedro Motas
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Muy agradecidos y un fuerte abrazo.
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Buenas noches. Muchísimas gracias, a los dos, por el artículo del General Chicharro. No puede ser mejor o, dicho de otra forma, no puede dar mejor en la diana. Las FAS no son ni deben ser consideradas un órgano gubernativo más, y precisamente por lo mismo los redactores de la Constitución situaron la referencia a la misión de las mismas fuera del Capítulo sobre el gobierno y la Administración. Este hecho es clave para la consideración de las FAS como una Institución Nacional; el gobierno no tiene ninguna potestad para modificar lo que no es suyo, ni para enseñorearse de la relación histórica y moral entre las FAS y la Nación a la que sirven; por contra, el gobierno está a cargo de administrar ese patrimonio, sin poder prostituir (discúlpenme la expresión) la naturaleza y finalidad del mismo. Por esto último, siempre que puedo señalo que el gobierno está obligado a administrar la fuerza de la Nación (en este caso, representada por sus FAS) en virtud de las misiones que la Nación otorga a esa fuerza (a esa Institución), sin poder ejercer un poder a capricho, haciendo omisión de esa obligación, de la que no tiene propiedad. Es así, pues, que el gobierno estaría obligado (voy a emplear el condicional, por esta vez) a administrar el empleo de las FAS en el caso de que alguien hiciese peligrar la soberanía e independencia de España, su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, y estos valores y derechos no se pudiesen defender de otra manera.
Por otro lado, creo que hay la intención de convertir, «de facto» en «honorífica» o «simbólica» la función del Rey (y Jefe del Estado) como Mando Supremo de las FAS. A mi modo de ver, esta función se sitúa fuera de lo que se señala en el artículo 64 («Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes»), entre los que se sitúan las disposiciones de orden jurídico que llevan la firma del Jefe del Estado, y prueba de ello la tenemos durante la controvertida jornada del 23 de Febrero de 1981, durante la que el Rey ejerció tal mando sin posibilidad -ni necesidad- de refrendo por parte de autoridad gubernativa. Así, pues, la simbología del pasado acto de la Pascua Militar introduce un elemento extraño entre el mando y sus subordinados, como si el Rey necesitase de embajador (o maestro de ceremonias) para presentarse ante sus camaradas, y el resultado es el que se pretende: desautorizar la relación entre el Rey y las FAS.
Reciban un cordial saludo, y muchas gracias otra vez.
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Muy agradecidos y esperamos seguir contando con sus precisas palabras y rigurosos planteamientos. ¡Gracias!
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Me ha impresionado la biografía de este ejemplar general de infantería de Marina y comprendo su reclamación respecto a la felicitación de la pascua militar, una ceremonia que no puede ser protagonizada por un civil
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Totalmente de acuerdo mi General, nunca entendí que el militar de mas alta graduación (el mas antiguo) se dejara arrebatar ese honor y privilegio. Esperemos que alguno tenga pundonor y exija volver a la esencia del dacto.
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