Los que tuvieron, en su momento, la oportunidad de asumir responsabilidades en los cometidos de mayor riesgo y fatiga que España demandaba a sus militares, conocen muy de cerca la consabida advertencia que desde los despachos de políticos y “uniformados” avisaba para que se tuviera mucho cuidado con los “daños colaterales” durante el cumplimiento de la Misión.
Por supuesto a las Unidades, que actuaban sobre el terreno con total profesionalidad, les habría resultado más importante y lógico que la preocupación de aquellos despachos por su forma de proceder, se hubiera dedicado a prestar la adecuada atención a las necesidades que exigía cada Misión que tenían que afrontar. Pese a ello, todos los contingentes cumplimentaron sus cometidos con disponibilidad, esfuerzo y entrega, asumiendo, cuando fue necesario, el incremento de riesgo que las carencias suponían, pues para ellos ningún obstáculo sería tan grande que no pudieran superarlo.
No obstante, en la lejana retaguardia las inquietudes eran otras y se imponían limitaciones que condicionaban las acciones a realizar por las Unidades desplegadas, lo que suponía más dificultad para las operaciones en desarrollo y las correspondientes repercusiones en sus componentes.(valgan como ejemplos entre otras muchas, la retirada de Irak y el rescate del Alakrana).
No cabe duda que la preocupación de quienes habían decidido la intervención, iba variando según sucedían los acontecimientos y para ellos resultaba fácil y sencillo constreñir la libertad de acción de unas disciplinadas Tropas para las que por encima de todo estaba la Misión y la búsqueda de la excelencia en su cumplimiento.
Sin embargo, al Ministerio y sus adláteres le preocupaba más el hecho de que cualquier daño colateral en zona, del tipo que fuera, pudiera dar lugar al consiguiente quebranto político, dado que el problema más importante era la repercusión mediática y la posición de la opinión pública.
Ahora bien, esa preocupación por los daños colaterales en Zona de Operaciones, parece que deja de ser una inquietud cuando se ocasionan dentro de nuestra Patria, donde políticos y algún “uniformado”, en los últimos tiempos, son insensibles al daño que de forma colateral causan sus actitudes y acciones, no solo a cada uno de los españoles, sino a España en su conjunto como Nación, tanto por la imagen que se transmite al exterior como por el descrédito que desde las Instituciones se impregna en la ciudadanía.
Si hablamos de la enorme corrupción que,tanto por su extensión a lo largo y ancho de Instituciones y organismos, como por las cantidades inconmensurables que se roban y asignan a fines inconfesables, ya causa, de por sí, unos daños colaterales incalculables. Pero si a ello unimos la pasividad político judicial en el castigo ejemplar que deben conllevar dichos delitos, esos daños resultan imperdonables.
La situación de crisis, no solo económica, a la que nos ha conducido la “partitocracia” hasta estar a punto de romper la Unidad de España, ocasiona, como daño colateral añadido, el enfrentamiento entre españoles, pero si a ello unimos la dejadez más absoluta por parte de los responsables de evitarlo , el daño pasa de colateral a principal.
Son tantas las actuaciones de los poderes públicos que han dañado a tantos, que nos llevan a ver renacer posiciones políticas que nos retrotraen a la peor dictadura que ha sufrido España como fue el Frente Popular. No hay más que leer ciertas noticias y compararlas con un periódico de aquella maldita época, no enseñada a las nuevas generaciones para no repetirla.
Sin quedarnos solo en la actuación política, supongo que alguien se dará cuenta del daño colateral que se produce cuando algún miembro de la Jerarquía Católica rebaja el Ecumenísmo de esta Iglesia a su pueblo y los de alrededor, por asumir un papel de desunión que no le corresponde como pastor
Termino esta indeseada reflexión con el suceso que en los últimos días ha salpicado también a las Fuerzas Armadas por la actitud del Sr, Rodriguez y la desconfianza que la misma ha trasladado a propios y extraños.
Cualquier ciudadano de a pie y sobre todo los componentes de los Ejércitos no salen de su asombro al ver como un Oficial de alta graduación, siguiendo en situación de sujeto a la condición de militar y su exigencia de neutralidad política, preside un Foro de carácter político, hace declaraciones partidistas y anuncia públicamente su afiliación a un partido, me da igual cual, al mismo tiempo que forma parte de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Fernando y San Hemenegildo, crisol del Valor, la Constancia y Conducta Intachable de los militares. No es para
menos el asombro.
Lo primero que se preguntan es como ha podido llegar a general alguien con una mente politizada desde siempre y como puede conllevarse con sinceridad una forma de vida castrense con su antípoda. Hubo unos cuantos que como él decidieron mostrar su posicionamiento y con la deslealtad impropia de un soldado se constituyeron en una organización clandestina (UMD), contra el juramento que prestaron a su Patria.
Nada que se pareciera, aunque ellos lo pretendieron, a la revolución de los militares portugueses el 25 de Abril, ya que los lusos salieron a la calle de uniforme y fusiles, aunque llevaran un clavel en ellos, mientras los “umedos” actuaban amparados en unas siglas políticas. Pues bien, pese a su pertenencia o simpatía por dicho grupo, desde luego el Sr. Rodriguez no hizo por unirse a los detenidos, ni manifestar sus ideas como lo ha hecho ahora.
Pero estos son solo los hechos y las actitudes, lo que provoca el daño colateral son las dudas que surgen sobre cuales fueron sus méritos para llegar a Teniente General, ya que su designación como JEMAD por el Gobierno Zapatero no resulta llamativo, más bien todo lo contrario. Tampoco resulta positiva la lenta y prudente reacción de la Autoridad correspondiente a la hora de corregir la intolerable conducta del militar en cuestión.
Si bien la capacidad de resistir del soldado no deja que estas situaciones resquebrajen sus valores, ni siquiera si compara la rápida y desproporcionada actuación del Ejecutivo de turno ante la manifestación, o fácil profecía, que hace nueve años expresó el General Mena y que no hizo más que anunciar el drama para España que ahora vivimos, mencionando clara y simplemente los mandatos de la Constitución, sin intervenir en política ni mucho menos tomar parte por ninguna opción, pese a lo cual hubo mucha gente que no estuvo a la altura requerida, originando un daño colateral añadido.
Debo reconocer mi deseo de terminar ya esta dolorosa reflexión por sentirme impotente para contribuir de forma más eficaz a remediar la situación a la que se ha llevado a España, causando el mayor daño colateral que puede sufrir una Nación: la indolencia y ausencia de valores patrios que se ha inoculado en los corazones de tantos españoles, incapaces de reaccionar ante un momento histórico que ha dejado de ser una amenaza para ser una tremenda realidad.
Mi esperanza se mantiene viva porque somos una Nación que por antigua ha tenido que superar toda clase de ataques y peligros de desaparición, originados casi siempre en los mismos círculos. De ahí el sabio dicho popular: “QUÉ BUEN VASALLO SI HUBIESE BUEN SEÑOR”. Lo que resulta triste y sobre todo incomprensible es que estemos en este trance en el siglo XXI con quinientos años de Historia. Estoy seguro de que Dios nos ayudará pero no se le puede dejar solo, nunca ha sido propio de los buenos españoles.
¡VIVA ESPAÑA!
Emilio Pérez Alamán Teniente General (R)

Mi General: Primero mi condolencia con Francia, le ha tocado ser, una vez más, escenario del terrorismo, hoy ellos mañana cualquier país que defienda los DERECHOS HUMANOS, preparémonos pues.
Segundo mi aplauso por hacer de hilo conductor, por expresar con meridiana claridad y orden castrense, el sentir basado en el conocimiento y sentido común, de muchos ciudadanos. Antes de leer algunos parrafos de su artículo ya pensaba en El Frente Popular, en el abandono de Annual por parte de los políticos, el injusto linchamiento del TG. Mena y otros por leer literalmente artículos de la Constitución. De esos polvos son parte de estos lodos y muchos de los daños colaterales.
Recuerdo que ya en el curso de cabos aprendíamos: Sedición: ponerse de acuerdo 4 o más de 4 o la mitad de una fuerza para desobedecer las órdenes. cito de memoria.
Rebelión: alzarse en armas contra un gobierno legítimamente establecido.
Contravenir sólo de pensamiento estos dos conceptos suponía el suicidio…parece ser que algunas instituciones no son iguales ante la ley (dura lex sed lex… duralex)
Muchas gracias mi General por tan ORTEGIANA labor docente, seguimos invertebrados y lo que nos queda.
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Mi querido General: en primer lugar, me uno a mi compañero y amigo Octavio Valderrama en el sentimiento de dolor con Francia y a los familiares afectados por la barbarie terrorista.
Acabo de llamar a Jean-Michel Oranger, Presidente de la Unión Francesa de Veteranos Residentes en España, para trasmitirle mi pesar y dolor por los hechos ocurridos en París.
Solo hace tres días que participe, con ellos, en los Actos que tuvieron lugar en el Liceo Francés de Murcia; y todo era alegría y satisfacción por la gran participación, representación de autoridades (civiles y militares) francesas y españolas, por la hermandad con los veteranos españoles que asistimos y la actuación patriótica de los alumnos.
En segundo lugar, permítame exponer una pequeña reflexión sobre el terrorismo que está afectando a Europa en estos delicados momentos:
Fue el terrorismo de ETA en España; fue y es el terrorismo yihadista a nivel internacional, radical y sin razón como el de ETA, que parece estar de moda en nuestra era… pero reflexionemos sobre el terrorismo en todas sus formas:
El terrorismo, tenemos que recordar que nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad; por lo tanto, no olvidemos nunca que es, en el fondo y en su naturaleza maligna, una guerra psicológica.
A pesar de las amenazas de muerte, no se debe aceptar la tiranía terrorista, sino más bien luchar en contra de ella porque los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad.
Nos afecta cualquier amenaza contra el hombre, contra la familia y la nación, contra seres inocentes, amenazas que tienen siempre su origen en la debilidad humana, en la forma superficial de considerar la vida; por lo tanto, creo que el odio de los terroristas es un sentimiento que sólo puede existir en ausencia de toda inteligencia.
En tercer lugar, con respecto al ya tristemente famoso General polemista, adjunto una dedicatoria que en otros foros le dediqué:
José Julio Rodríguez Fernández, Ex General del Ejército del Aire y Ex JEMAD: únicamente me gustaría decirte que no es lo mismo vestir el uniforme militar que serlo; y recordarte que a la traición le siguen la deslealtad, la deshonestidad y el deshonor. Y dado que la traición se inicia desde el momento en que tu mente te ordena dejar pasar por alto la palabra lealtad, te dedico estos versos-frases para que, si los lees, te acompañen en tu viaje por podemos:
Cuando no tienes seguridad en lo que quieres,
cuando tu nobleza es sólo una actitud aparente,
cuando pareces ser con todo lo que no eres,
la traición es algo que siempre está muy latente.
Cuando no tienes sólo una palabra que dar
y entre un palabrerío inútil se te va el día,
si en lo que dices verdad no se puede hallar,
entonces a la traición hay que temerle todavía.
Si no tienes principios y sólo los finges tener,
si son dos caras las que acostumbras mostrar,
si a gente con valor no te enseñaron a querer,
la traición es un factor que hay que considerar.
Si nunca ha habido honestidad en tu proceder,
si ser honesto ni en tus sueños es algo posible,
si la lealtad no forma parte de tu modo de ser,
hay que pensar en tu traición como algo posible.
Si no te molestan para nada las consecuencias
de tu mal proceder, aunque sepas que es triste,
seguro sonará como suenan las impertinencias
que te diga que en tu persona, la traición existe.
Lo cierto es que al final de esta ingrata situación
y una vez que fue lo que creí que nunca podría ser,
encontré en ti a un General con aires de traición
y una muy inesperada traición, con ganas de poder.
¡Al traidor que abandona a su Patria!
¡No habrá nadie que le perdone,
ni en Tierra Santa tenga cobijo,
ni una Cruz en sus despojos,
ni las manos de un buen hijo,
para cerrarle los ojos!
Y ¿qué decir del Frente Popular? ¿y de los recientes acontecimientos de Cataluña?… estoy tan indignado que pido me perdone si no hago comentario al respecto, asumo todo lo magníficamente expuesto por usted y deseo fervientemente que, como bien culmina usted, Dios nos ayude.
Un fuerte abrazo.
Pedro Motas
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Solución: Borrar de la historia de España todo lo que hizo el inútil ZP y las medallas del Rodri.arrancarselas de raíz.
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Mi General, tirador selecto como siempre. Con la confianza con que me honras, en esta ocasión, introduzco «un pero»: un disparo se ha desviado tanto que ha salido de la diana y has podido dañar colateralmente, pues, en clave esperpéntica (ya me conoces), ¡ mira que dirigirse a ese individuo como «militar» aunque sea en cuestión!……….A tus órdenes, un abrazo y, que Dios te guarde.
A. Flores. Coronel (R)
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Agradezco todos los comentarios y el seguimiento al esfuerzo que, los que aquí escribimos, hacemos por mantener encendida la llama de amor a España y compartirla con todos vosotros. Un fuerte abrazo Alamán
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Gracias a todos por vuestros comentarios y por el seguimiento que hacéis de los que aquí escribimos para mantener la llama del amor a España que todos compartimos. Un abrazo Alamán
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Gracias por vuestros comentarios y seguimiento de los trabajos que publicamos los que escribimos en este blog para mantener y transmitir el Amor a España que todos compartimos.
Un abrazo Alamán
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Interesante debate sobre: Separatismo, General de Podemos y Ejército.
Publicado el 16 noviembre de 2015
Combate marcial en el que los púgiles que se suben al Ring son expertos en combates, en especial los cuerpo a cuerpo, y sus conocimientos son letales. Así que prepárense para un combate de alta tensión que sube el nivel del cuadrilátero. Se suben al Ring el General de División de Infantería de Marina D. Juan Chicharro Ortega, el General de Brigada de Infantería D. Blas Piñar Gutiérrez y el Coronel de Artillería D. José María Manrique García. Acuden al combate como reportero de guerra Jesús Ángel Rojo Pinilla y el Editor Santiago Velo de Antelo:
https://youtu.be/oJ65epsFGzs
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