¡DIOS QUÉ BUEN VASALLO! ¡SI OVIESSE BUEN SEÑORE! (General de División Rafael Dávila Álvarez)

1385743700_245057_1385744706_sumario_normalEn los últimos años las acciones heroicas llevadas a cabo en combate por nuestros soldados han sido ocultadas o minimizadas para evitar el juego del pimpampum político donde, a pelotazos, derriban, unos y otros, el esfuerzo y sacrificio de los soldados que, como muñecos, se juegan la vida alentados por las pancartas del “no a la guerra”. Todavía pervive en el recuerdo, y conviene no olvidarlo,  el escándalo de la irresponsable retirada de Irak, atribuible solo al interés político partidista, sometiendo a un gravísimo riesgo a las tropas españolas. Eso sin contar la delicada y peligrosa situación que tuvieron que asumir las tropas de la coalición al tener que ocupar deprisa y corriendo nuestras posiciones. Las dejamos, en lenguaje entendible para todos, con el culo al aire. Ellos no lo han olvidado. Lo corroboramos en Kosovo y estamos a punto de culminarlo ahora.

Desde entonces somos pocos fiables en Europa, políticamente.

1304297139_740215_0000000000_noticia_normalNuestras tropas sí lo son y mucho. En todo el mundo. A pesar de tener que superar que el que fue su más alto mando haya sido cesado y pasado al retiro por pérdida de confianza y falta de idoneidad.

‹‹¡Dios, Qué buen vasallo! ¡Si oviesse buen Señore!››

Hablar de guerra, de combates, de muertos o heridos se convirtió en terreno prohibido en un ministerio, el de defensa, cuya consigna era morir antes que matar y donde estaba prohibido hablar de vocación militar, de épica o de riesgo. O simplemente hablar. La prohibición parece que sigue y el miedo político atenaza a sus responsables con el horizonte de unas elecciones cercanas. Mucho trabajo para los comunicadores agazapados en su posición defensiva. Minimizar el riesgo. Perfil bajo en la información. ¡Silencio! ¡Que nadie se mueva! ¡Hay que pactar no sea que esto se nos vuelva en contra! Son las instrucciones.

¡¡¡Irak, Irak!!!

¿Pactar para defendernos? ¿Pactar para luchar contra los que matan indiscriminadamente en cualquier esquina? Perdonen, pero no entiendo nada. ¿Se discute si nos defendemos o abrazamos a los que pueden matar a los nuestros? 1448519146_548920_1448542960_noticia_fotograma

Aunque las acciones heroicas de nuestros soldados se van olvidando y quedando en el sagrado recinto de las unidades, una Nación está obligada a recordar a sus héroes ¡siempre y para siempre!

El 29 de noviembre de 2003 a las 1430 horas morían en Irak siete soldados españoles. Pertenecían al Centro Nacional de Inteligencia, una delicada misión, murieron defendiéndose uno al otro, hasta perecer todos, sin pancartas de apoyo o repulsa. Solo conocían un pacto: ‹‹No abandonar jamás  a un hombre en el campo hasta perecer todos››.

Murieron cumpliendo con su sagrado deber, el que juraron con un beso a su Bandera, el destino más elevado de cualquier soldado. Todo por la Patria.

Después siguió el pimpampum político, se discutió la condecoración que les correspondía y jamás nadie valoró que allí hubo héroes que merecían algo más. Nadie abrió un expediente con objeto de condecorar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España. Los héroes ahora tienen que superar el baremo político.

Hoy recordamos a los que murieron aquel 29 de noviembre de 2003:

1107664892_740215_0000000000_noticia_normalComandante Carlos Baró Ollero, brigada Alfonso Vega Calvo, sargento 1º Luis Ignacio Zanón Tarazona, comandante Alberto Martínez González, comandante Carlos Pérez Pérez, brigada José Lucas Egea y comandante José Merino.

Descansen en paz acompañados por el recuerdo de sus compañeros y de tantos españoles agradecidos.

Antes de la batalla de Waterloo, el general Uxbridge preguntó a Wellington qué pensaba hacer. No hubo duda:

‹‹Una cosa es segura, que suceda lo que suceda, usted y yo cumpliremos con nuestro deber››.

Es la respuesta de un servidor público, paisano o uniformado.cid-estatua-burgos--644x362

Algunos han elegido un modo de vida que consiste en el servicio: a España y a los españoles. Cumplirlo es su deber. Aunque pierdan la batalla y la vida.

‹‹¡Dios, Qué buen vasallo! ¡Si oviesse buen Señore!››

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

14 pensamientos en “¡DIOS QUÉ BUEN VASALLO! ¡SI OVIESSE BUEN SEÑORE! (General de División Rafael Dávila Álvarez)

  1. Buenos días, General Dávila. Si no sabemos quiénes somos, no reconocemos las pérdidas y sacrificios de los nuestros, en misión a la que fueron por encargo nuestro, en nuestro nombre. Si no sabemos cómo nos llamamos… ¿cómo reconoceremos a nombre de quién se sacrificaron?. Si supiéramos que todos juntos nos llamamos España, de profesión españoles, tendríamos la medida justa de lo que se gana o se pierde por acción de nuestros compatriotas, ahora sí reconocidos como «de los nuestros» y, siguiendo el viejo uso, cubriríamos su falta con nuestra memoria, en su honra, nombrándolos como «¡presentes!!, que esa lista no se olvida ni se pierde.
    Reciba un abrazo.

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  2. Trasformar el Ejercito en un trabajo burocrático y al soldado en un funcionario es deleznable.
    Y eso es lo que se lleva intentado hacer en España desde hace 30 largos y tristes años.
    Los españoles no conocen las virtudes que adornan a sus militares, es mas, desconocen absolutamente el motivo por el que existen
    Y eso es culpa directa de los falaves politicos españoles, gente que no entiende de virtudes y si de encuestas y chanchullos alejados de los valores que conforman el ser de un soldado español

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  3. Mi General, admiro tu incomprendido esfuerzo de intentar despertar la sensibilidad de nuestros políticos, para que valoren el sacrificio de los que arriesgan su vida en la defensa de nuestros valores. ¡¡ Arriba España !!
    Fernando Álvarez de Lara Alonso.

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  4. Estimado amigo Rafael, cuanto tiempo sin saber de ti, me alegra mucho verte tan lucido como siempre.
    No puedo estar más de acuerdo, y tengo que decir que me alegre que se acabara el servicio militar obligatorio, ahora tengo que reconocer que me equivoque y lo reconozco.
    Unos meses de » mili » espabilaría a unos cuantos y les daría una visión y sentido diferente a su futuro.
    Y a mi parecer las cosas van a peor, con tanto buenismo, señores que si no sale un Churchil un tal Hitler se come a Europa, ya esta bien de tanta tonteria de los politicos de un colorin o del otro, hay que ser un socio confiable y no solo para quedar bien, sino para nuestra propia supervivencia como nación, cultura y civilización.
    Un gran abrazo de tu siempre amigo

    Joan Aguiló

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  5. … ¡si hubiese buen señor!.
    Los últimos gobiernos españoles han confundido tantas cosas… han puesto el interés nacional al servicio de la conservación del sistema.
    Es evidente que la Defensa española está bajo mínimos, el grueso de nuestras capacidades militares se concentra en un “núcleo” (Fuerza de Acción Conjunta) y se confirma que el presupuesto del ramo nos sitúa al nivel de miseria.
    Los listillos “especialistas” que desde hace años flagelan a la opinión pública española, y que no tienen la menor idea de qué es un combate de verdad, arguyen que hoy en día lo importante es la diplomacia. Pero no hay Defensa sin defensores; y si prescindimos del personal, nos quedamos indefensos.
    El presupuesto español de Defensa se ha reducido alarmantemente. Eso es una barbaridad; y existe la idea común de que la Defensa es “muy cara”.
    Nuestra política de Defensa lleva muchos años orientada no hacia la milicia , sino hacia la industria y el comercio. ¿Sería osado preguntarse quién se ha beneficiado de todo esto? Desde luego, no la nación.
    El interés nacional, si es que algún político de hoy y de ayer entiende aún este término, fija prioridades muy concretas y las fuerzas armadas son un instrumento esencial para cubrirlas. Desde luego, está la amenaza exterior: España tiene la geografía que tiene y, evidentemente, no puede tener otra. Pero, además, el Estado afronta hoy desafíos separatistas cuya urgencia sería suicida negar y que afectan de manera directa a las fuerzas armadas, en la medida en que éstas poseen la obligación constitucional de “garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. Un ordenamiento constitucional que, por si alguien lo ha olvidado, empieza desde su artículo 2 afirmando “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”. Es una evidencia que cualquier deterioro de nuestra Defensa, en las actuales circunstancias, multiplica los riesgos de desgarro del tejido nacional.
    Los gobiernos españoles han puesto el interés nacional al servicio de la conservación del sistema de poder, cuando lo cabal debería ser lo contrario. Es verdad que en esto, como en otras cosas, Rajoy se limita a navegar con la herencia recibida, que era funesta. Pero también lo es que desde hace muchos años nadie disponía de una mayoría tan holgada para acometer las necesarias reformas de fondo. Empezando por devolver a nuestros ejércitos una dimensión nacional que todos nuestros sucesivos gobiernos han venido machacando sistemáticamente desde hace años. La Defensa española necesita una gran rectificación.
    Un ejército no es sólo un brazo armado para sustentar el orden establecido. Un ejército es, sobre todo, una expresión física, material, de la moral de una nación.
    … ¡si hubiese buen señor!… otro gallo cantaría.
    Un abrazo.
    Pedro Motas

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  6. Es muy interesante estudiar la Historia (la verdadera Historia y a fondo) de hace un siglo en España. También había una partidocracia, en la que la que unas veces había auténticos gobernantes y otras sólo había auténticos dirigentes de partido, que no querían hablar de guerra, cuando la teníamos en Marruecos, y seguían una política de lucha por alcanzar el poder o mantenerse en él. Así verdaderos gobernantes, que supieron identificar y buscar remedio a los problemas, tuvieron enfrente una demagogia desenfrenada, que en vez de ayudar a resolver problemas los aumentaba; así Maura, se encontró con aquella consigna de «Maura no», difundida hasta impedirle continuar; o Dato, que vio claramente los problemas sociales y les empezó a poner remedio con leyes eficaces, y fue asesinado. Enfrente estaban los que sólo hacían política partidista y demagógica, que incluía el no querer hablar de la guerra que había en Marruecos, con una demostración continua de heroismo y sacrificio, por mandos y tropa, mal atendidos por gobiernos presos de la dialéctica partidista. Así se llegó al llamado «desastre de Annual», con la pérdida de miles de vidas de buenos mandos y soldados mal atendidos. Si echamos una mirada sobre lo ocurrido en los últimos treinta o cuarenta años,¿no nos parece el mismo cuadro?
    Hemos visto la reacción en Francia contra el terrorismo. Nosotros tuvimos en 2004 un atentado con más víctimas y aún no se sabe quienes fueron los autores; sólo se ha podido saber que no fueron los moros a quienes se acusó públicamente. Y encima se destruyeron las pruebas, limpiando los vagones inmediatamente. ¿A donde vamos a llegar así?

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  7. Es lo que tenemos y seguiremos teniendo en muchos años, una izquierda que no admite haber perdido, y una derecha acomplejada que no admite que se le pueda asociar con el bando vencedor, si a todo esto le unimos el que la mayoría de la población esta preocupada mas por el Barsa-Madrid o el Salvame, pues tenemos lo que tenemos.

    Si cualquier director de cine Español(si queda alguno no subvencionado) cogiera cualquier fragmento de la historia Española, tendría guiones Epicos para una superproducción basada en echos reales que dejaría atrás a cualquier película Estadounidense..pero no, es mejor hacer películas de la guerra civil, tetas y gays.

    Con este panorama, mi General, ud cree que esta sociedad va a apreciar los actos de valor de nuestros soldados?
    Yo creo que no.

    Un saludo

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  8. Escribo desde mi humilde conocimiento de haber servido en ejercito como simple soldado y luego cabo. No pretendo ser un entendido, pero me entusiasma leer nuestra historia y bucear en ella.
    Los episodios gloriosos de nuestras tropas y ejercitos son incontables, creo que ningún ejercito del mundo acapara tantos y tan diversos en el tiempo, pero son los grandes olvidados de la historia y de la memoria de la nación, y por ellos me atrevo a escribir estas palabras

    Nunca este pais tuvo a un buen Señor, ni a un buen estadista.
    Y entre los que pagaron tan mal gobierno, estuvieron las fuerzas armadas de todas las épocas.
    En que episodio no hay un mal equipamiento, un abandono, una falta de apoyo a mutilados, viudas, huerfanos, veteranos, que sufrian el abandono, desprecio cobarde de los gobiernos de turno.
    España ha tenido siempre un gran ejercito, con unos grandes profesionales tanto Jefes, Oficiales, como tropa, que lo dieron todo y en la mayoría de casos no recibió nada e incluso el desprecio y abandono de la clase dirigente.
    Creo que nunca ninguna patria se merecio tan buen ejercito.

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