La nostalgia y la poca memoria que me queda, me devuelven aquellos años de jinete en clave poética, eso sí, envueltos en el celofán de la complacencia.
Pero aún me acuerdo de lo sucedido el 12 de agosto de 1928 en la IX Olimpiada, Juegos Olímpicos de Ámsterdam.
Hípica.-Saltos de obstáculos. Prueba por equipos Medalla de oro : España.
Capitán. D. José Álvarez de las Asturias y Bohórquez con “Zalamero”
Capitán. D. José Navarro Morenés con “Zapatazo”
Capitán. D. Julio García Fernández con “Revistada”
Ámsterdam, la capital de los diamantes, es una perfecta combinación de piedra y agua, en donde las caprichosas fachadas de sus casas: estrechas por una motivación fiscal; los impuestos se fijaban en función del ancho de la fachada. Los diferentes tamaños de las ventanas , por un motivo social; más grandes en los pisos bajos, donde vivían los señores y pequeñas en los altos destinados al servicio.
Todo esto hace que sea una ciudad original con mil caras.
El deporte español acudió a Ámsterdam en su tercera cita olímpica y lo hizo con un equipo formado por: 10 atletas, 12 nadadores, 6 regatistas, 7 tiradores de esgrima, 8 jinetes, 7 boxeadores, 17 futbolistas y 15 jugadores de jockey hierba. Pero los Juegos de Ámsterdam pasaron a la historia del deporte español, por ser la primera vez en la que sonó el himno nacional y donde nuestra bandera fue izada en el mástil de los vencedores. Fueron los jinetes militares, los tres capitanes profesores de la Escuela de Equitación Militar de Madrid: D. José Álvarez de las Asturias y Bohórquez, marqués de los Trujillos y Gentilhombre de Cámara de Alfonso XIII con “Zalamero”, D. José Navarro Morenés, conde de Casa de Loja con “Zapatazo” y D. Julio García Fernández sobre “Revistada”, los que ganaron el día de la clausura de los juegos, la medalla de oro en la disciplina de saltos, prueba por equipos, plata fue Polonia y Suecia bronce.
Participaron 16 naciones, siendo esta la única prueba de todo el programa olímpico que presidió y donde entregó las medallas la reina Guillermina de Holanda.
El marqués de los Trujillos, era el profesor de exterior de la EME (Escuela Militar Ecuestre), y fue junto a su ayudante el teniente D. Antonio Álvarez Osorio, los auténticos descubridores de las cortaduras de la Zarzuela en los terrenos de El Pardo, bautizadas entre otros, con los nombres de «Mariana» y la gran «Trujillos», y que al frente de los alumnos del curso de 1927, los primeros que las bajaron.
A su regreso a Madrid, nuestros jinetes con las medallas de oro, se sorprendieron al comprobar que en la estación del Norte no había nadie esperándoles, desilusionados pensaron que el telegrama que pusieron al Ministerio de la Guerra anunciando su llegada no había sido recibido. Lástima de foto que nadie hizo. Porque menuda escena.
Decía Groucho Marx que :«La justicia militar es a la justicia, lo que la música militar es a la música», aunque no creo que la justicia militar tuviese la culpa de la soledad de nuestros medallistas en la estación madrileña de Príncipe Pío, más bien se debería a fallos burocráticos del Ministerio.
Al final todo se compensó con un banquete que les ofrecieron en el hotel Ritz al que acudió el Rey Alfonso XIII.
La medalla de oro y todos los trofeos ganados en su vida deportiva le fueron robados al marqués de los Trujillos durante la II República de su domicilio madrileño. En 1984, Juan Antonio Samaranch, presidente del COI (Comité Olímpico Internacional) al enterarse, envió una réplica exacta de la medalla que le fue entregada en diciembre de ese año por SM. el Rey D. Juan Carlos I con un emotivo acto en el Club de Campo de Madrid.
Después del parón olímpicos de 1940, al renunciar la ciudad de Tokio, que había sido elegido como sede de la XII Olimpíada, debido a las consecuencias de la guerra chino-japonesa, vino el de 1944 donde los juegos habían sido concedidos a la ciudad de Londres, pero debido a la II GM. la XIII Olimpiada tampoco se pudo celebrar.
Tres años después de acabar la más terrible de las guerras, se designa de nuevo a Londres sede de la XIV Olimpiada -recompensa a una ciudad mártir-, los Juegos Olímpicos no se conceden a un país, sino a una ciudad, pero debido a las grandes dificultades que en esos momentos pasaba la capital inglesa, fue esta la más austera de todas las Olimpiadas, pero fue aquí, en Wembley, donde la tradición ecuestre española de saltos vivió su segundo y último triunfo olímpico.
El equipo español; que estaba compuesto, como en Ámsterdam, por tres profesores de la Escuela Militar de Equitación de Madrid (Campamento), Navarro Morenés, Gavilán y García Cruz, ganaron la medalla de plata, el bronce fue para Gran Bretaña y el oro se lo llevo el equipo mejicano.
XIV Olimpiada. Juegos Olímpicos de Londres. 1948.- Hípica. Saltos de obstáculos. Equipos.
Medalla de plata.-España.
Teniente coronel D. José Navarro Morenés con “Quórum”
Comandante. D. Marcelino Gavilán y Ponce de León con “Forajido”
Comandante. D. Jaime García Cruz con “Bizarro”
De ese equipo, cabe destacar que, José Navarro Morenés fue el jinete que durante más tiempo figuró en cabeza de la lista de los jinetes ganadores de saltos de su época, ganó dos medallas olímpicas con un intervalo de 20 años. El conde de Casa de Loja de capitán en 1928 ganó el oro en Ámsterdam y siendo teniente coronel en 1948 la plata en Londres montando a su famoso “Quórum”. Se retiró cuando el Estado le compro su caballo.- en 1953 se lo cedieron a Paco Goyoaga – el genio de la equitación española de saltos de todos los tiempos, y con él conquistó en 1956 el Campeonato del Mundo de París.
De la Olimpiada de Londres, Andrés Mercé Varela, el gran periodista deportivo catalán, , me contó que cuando en el avión de la delegación olímpica española- donde también él viajaba como enviado especial del diario “Mundo Deportivo”- se escuchó al piloto decir: enseguida sobrevolaremos los acantilados blancos de la costa de Inglaterra. Moscardó presidente del COE (Comité Olímpico Español) y jefe de la delegación, le pidió el micro a la azafata y dijo:
― «Ahora que llegamos a esta tierra de cabrones digamos todos ¡Viva Franco! ¡Arriba España!»
Los deportistas, me dijo, le aplaudieron, y él socarronamente me ampliaba…
―«En aquella época, el jefe nunca se equivocaba».
A José Moscardó Ituarte, conde del Alcázar de Toledo, laureado Capitán General del Ejército y Delegado Nacional de Deportes, no le hacían gracia los hijos de la “Gran Bretaña”.
No es fácil trasladar a las nuevas generaciones lo que fue esa época, cercana y lejana a la vez, y lo será más difícil a partir de ahora, porque esos hombres ya no están aquí para contarlo, yo que tuve la suerte de rozarles, con gran respeto y admiración hoy los he recordado. Descansen en paz.
En 1928, al año siguiente de inaugurar las cortaduras de la Zarzuela, el Rey manifestó su deseo de presenciar las cortaduras, y una vez acabadas, durante el banquete que en la Escuela de Equitación se celebró en su honor, S.M. honró a los jinetes con un brindis sobre las cualidades de entusiasmo y arrojo de la Caballería Española, añadiendo:
―«Arma de mi particular cariño, que jamás me ha dado un disgusto»
Días más tarde, solicitó el deseo de tener algunas fotografías de las cortaduras para enseñarlas en Inglaterra para donde partía a los pocos días.
Con la cena de desagravio del Ritz y la reposición de la medalla robada, una vez más no se engañaron en repartir las mercedes, porque dieron más crédito a sus ojos que a sus oídos, y siempre el premio a los servicios y no al favor.
El capitán Montergón , miembro del equipo francés, que había tomado parte en el concurso de saltos de obstáculos de Madrid ese año, nada más llegar a su patria, publicó en la «Revue de Cavalerie» un emocionante artículo sobre lo que había visto en la cortaduras de la Zarzuela de España. Os mando parte del artículo, y que para mayor exactitud, lo dejo en su idioma.
«Ils y sont allés, hommes et chevaux. Ils se sont laissés tomber comme des pierres dans le vide absolu, rebondissant de ressauts en ressauts. Trois seulement ont effectué sans chute l´effroyable trajet, mais ils sont allés. Honneur á ces cavaliers intrépides, á leurs chevaux aussi braves qu´eux; honneur surtout á leur guide, a celui qui le premier s´ést lancé, entrainant les autres, qui a mesuré l´obstacle d´un coeur ferme et en a pris la responsabilité. Et l´on comprenda mon emotion quand je dirai que ce guide etait mon ami, le capitaine Marquis de los Trujillos, qui, sous mes yeux, a deux reprises, a réalisé cet exploit…»
«Fueron hombres y caballos, se dejaron caer como piedras en el abismo profundo, rebotando de salto en salto. Solamente tres completaron el asombroso trayecto sin caerse, pero todos bajaron. Honor a estos intrépidos caballeros, y a sus caballos igual de valientes que ellos; honor sobre todo a su guía , el primero que se lanzó , animando a los demás, quien superó el obstáculo del miedo en su corazón, y asumió toda la responsabilidad. Comprenderán mi emoción cuando diga que este guía era mi amigo, el capitán marqués de los Trujillos, quien ante mis ojos, en dos ocasiones, realizó esta hazaña».
Pero que tendrá nuestro deporte, y sobre todo su gran protagonista, el caballo, que engancha y apasiona hasta incluso cuando, como en mi caso, estoy desde hace años, pie a tierra. Que tendrá, cuando sabemos que el jinete no es más que lo que su caballo le aporta, que tendrá sabiendo como sabemos por todo lo comentado, que la equitación es la escuela de la humildad por excelencia.
…Pero ya ni me acuerdo de todo aquello, como dicen ahora: ni mono tengo.
¿Qué cuanto hace que lo dejé? No se, ¡ah!, ahora me acuerdo, exactamente:
―«Veintiséis años, cinco meses y quince días.
Cortaduras de la Zarzuela. Arriba: Los invitados. Abajo: La tanda sin noveda
Coronel de Caballería ® Ángel Cerdido Peñalver.
Zaragoza julio 2023.

A las órdenes de V. I.,mi Coronel.
Historia de la buena, para recordar y soñar. Preciosa visión la de un caballo bajando una cortada, literalmente sentado y resbalando sobre sus cuartos traderos. La emoción del jinete, indescriptible, y el gusanillo en el estómago moviviéndose inquieto.
Lástima que estos legados se silencien, se diluyan enel tiempo y terminen perdiéndose.
¡¡¡Viva España!!!
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Magnífico artículo mi coronel, que traen a mi memoria entrañable recuerdo de la EAC y EE. Tuve la suerte de conocer a alguno de los protagonista. Muchas gracias. Por cierto tengo una copia de esa misma foto de los cortados de la Zarzuela, que perteneció a mi padre.
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Las siempre bellas e irrepetibles historias de nuestea caballería.
En las historias de hoy la vertiente deportiva.
Precioso el infome del francés, horrorizafo y admirado, sobre los saltos al vacío.
Viva La Legión!
VUBA ESPAÑA!!
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Muchas gracias Mi Coronel por explicarnos las olimpiadas en las que ha participado el ejército Español, hay que decir que la fotografía que ha subido, es espectacular, ya quisieran en las tan manidas películas del oeste dar semejantes saltos y carreras. Saludos para todos.
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De parte de este profano, gracias!, mi Coronel. La foto de los Jinetes con sus caballos bajando por un barranco, no cayendo, sino controlando, no la hacen ni especialistas de Hollywood. Buen Domingo a todos.
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Con permiso de Vuecencia mi General. A las órdenes de Usía. A mí tampoco me gustan los hijos de la Gran Bretaña. Julio de Felipe. !! Arriba España y viva La Legión y La Caballería (Grato recuerdo para Villaviciosa 14) con todas las Fuerzas Armadas !!
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Extraordinaria exposicion de los logros españoles,que ayudan en parte a paliar la leyenda extendida en ambientes anglos contra España,ultimamente bastante neutralizada,con la realidad historica que es muy dificil borrar.Sin incluir al valiente y sufrido pueblo ingles,sino solo a los que nos manejan desde sus tierras,y cuyo triunfo se ve nublado seriamente con las voces intelectuales de unos 4000 millones dee personas,de momento.en pocos meses veremos un amanecer rojizo y a fin de año mas esperanza.
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Mi respetado y muy querido CORONEL CERDIDO
Llegue muy tarde al pueblo y comprendo que no son horas para dejar comentario alguno.
Dado que se trata de la HEROICA CABALLERIA ESPAÑOLA no puedo renunciar y como siempre ¡GRACIAS! por TAN EMOCIONANTE EXPOSICIÓN QUE ME LLEGA AL ALMA.
Mi muy querido tío PEDRO BARGUEÑO encargado de todos los pasos y CABALLOS DEL GRAN JINETE INIGUALABLE GOYOAGA, cada vez que venía al pueblo me contaba CON FIEL ENTUSIASMO LA TALLA HUMANA DE TAL JINETE.
He tenido MUY BUENOS AMIGOS DEL «ARMA DE LA HUMILDAD Y EL SACRIFICIO».
Durante la guerra del JONKIPUR UK-ISRAEL. Paseé en FLADBURY (donde se hizo el radar /Condado de GLOCHESTERCIRE) mes y medio, cogiendo ciruelas, lúpulo y remolacha. Termine siendo el responsable del campamento. Descubrí a los pilotos Egipcios que se entrenaban en la base etc.
Me hice amigo de la policía inglesa y tengo muy buen recuerdo.
Las anécdotas del LAUREADO MOSCARDO, son según los contextos ya que se podrían replicar con las CHURCHILICAS etc. Presencié LA ENTREGA DE LA PALMA DE PLATA AL MARQUES DEL ALCAZAR, siendo chavalillo en un inolvidable día de NIEVE TOLEDANO, donde un mar azul de camisas azules remangadas bañaban LA «PEÑASCOSA PESADUMBRE…..»
Es tarde y no les canso. Abrazos y a la orden de todos.
Reitero ENTUSIASTICA FELICITACIÓN MI CORONEL. Comparto plenamente a S.M EL REY DON ALFONSO XIII : » ARMA DE MI PARTICULAR CARIÑO QUE SIEMPRE ME ENTREGO SU ETERNA AMISTAD SIN MERECERLA»
A la orden de V.I
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVAN LOS GENERALES MENA, BICHO, SANCEZ-CORTÉS Y MERINO
VIVAN EL MARQUES DE TRUJILLOS Y GOYOAGA
VIVA EL RELÁMPAGO DE LA CABALLERÍA
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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Mi respetado y muy querido CORONEL CERDIDO,
Sobre CORTADURAS, se quedaba en el tintero que, si bien las del PARDO eran de primer nivel, LA CUESTECITA DEL ARROYO «LA DEGOLLADA» TOLEDANA no quedaba atrás. Debo recordar que un PRIMERACO INFANTE, PARACA Y DE ARMAMENTO L.S-B se rompió una pierna porque al bajar la citada cuesta iba marcando ruta y EL VALOR ESTABA ACREDITADO.
Abrazos y a la orden de todos.
A la orden de V.I
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVA EL RELÁMPAGO DE LA CABALLERÍA Y LA FIEL INFANTERIA
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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Emocionante artículo Ángel. La esencia de nuestro deporte,es militar. Nació ,en mi ,en la Academia de Caballeria de Valladolid,y tú artículo revive «el espíritu jinete» ,transmitido a muchos,por Ángel Alonso Martín.
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Precioso homenaje a un Jinete con mayúscula, que lo dio todo por el mundo del caballo y por su patria. Dentro y fuera de la competición, dentro y fuera de la Caballería. Fue también un abuelo generoso, cariñoso y cercano para todos nosotros, sus cinco nietos.
Hace un tiempo escribí la historia de ambas hazañas, con los recuerdos que él mismo me transmitió. Y fui yo, con orgullo indisimulado, quien le llevó del brazo a recibir la repuesta Medalla de Oro en el picadero del Club de Campo, de la Nano de su querido amigo Beltrán Albuquerque.
Recuerdos imborrables que siempre alegra recordar.
Un abrazo
Pepe Álvarez de las Asturias Bohórques (con s).
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