APUNTES SOBRE LOS PATRONAZGOS DE LAS FUERZAS ARMADAS ESPAÑOLAS. VIII. MARINA Coronel de Caballería ® Ángel Cerdido Peñalver

16 DE JULIO.- VIRGEN DEL CARMEN, PATRONA DE LA ARMADA.

El 11 de noviembre de 1938, se declaró la restauración de los cultos a los Santos Patrones por las Armas y Cuerpos, dándoles consagración oficial a su celebración y solemnidades. Y es que fomentar en las Armas o Cuerpos que forman el Ejército estas tradiciones que arraigan en los ánimos, conducen a sostener el noble espíritu de compañerismo que, alejando todo egoismo individual, impulsa con poderoso estímulo los sentimientos, base firme de todas las virtudes militares.

Salve, Estrella de los mares
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.

Parecía que por la condición de pescador de oficio de San Pedro en el mar de Galilea, en él se iba a concretar la devoción unánime y el patrimonio general de las gentes del mar, pero esa devoción quedó reducida en España, a los gremios y cofradías marineras y pescadoras del Cantábrico.

La advocación más generalizada de todos los tiempos ha sido, sin duda alguna, la de Nuestra Señora de «Estrella de los Mares», guía de navegantes de todas suertes, y su salve es, no a una advocación de la Virgen determinada, sino a la «Estrella del Mar».

La devoción a Nuestra Señora la «Estrella de los Mares», fue siempre guía de navegantes. Y su Salve, una oración que se rezaba y se reza en todas las singladuras de sábado, fue la plegaria que se elevaba al cielo en el anochecer siempre incierto desde las naos, navíos y galeones que por aquel entonces navegaban por todos los mares bajo el pabellón de España.

Antes, cada ensenada y hasta casi cada playa tenían su devoción especial y prueba de ello es, que en los siglos XVI y XVII, los nombres de nuestros barcos mercantes o de guerra acaparaban todo el santoral, siendo muy raro encontrar alguno con el nombre «Virgen del Carmen», tanto, que a una fragata que apareció con dicho nombre, la llamaron «La deseada». Hecho bastante raro, si tenemos en cuenta la enorme popularidad alcanzada, tierra adentro, por la Orden Carmelitana en estos dos siglos, merced a la devoción despertada por Teresa de Jesús.

La «Flota de Indias», también llamada «Flota del Tesoro» o «La Española», constituyó la esencia de la denominada «Carrera de Indias» que englobaba todo el comercio entre España y sus colonias

Cuando aún no había tomado cuerpo esta devoción marinera a la «Estrella de los Mares», surgió con gran fervor la devoción a la Virgen del Rosario. De ellas, las más vinculadas con la Armada serían la imagen  donada por los venecianos, la llevó D. Juan de Austria «El Príncipe de la Mar»  en su nave capitana «La Real» de la flota de la Liga Santa en la batalla de Lepanto, o la que llevaban  a bordo  en la Carrera de Indias, la «Flota de Indias», también llamada «Flota del Tesoro» o «La Española», constituyendo la esencia de la denominada «Carrera de Indias» que englobaba todo el comercio entre España y sus colonias.

Como vemos, fue la Patrona del  Tercio de Infantería de Galeones, pero también  de la Armada Minúscula de Filipinas, que casi siempre contaba tan solo de una nave: la Nao Manila, que en su tornaviaje (viaje de regreso), llamaban  galeón de  Acapulco.

Daba la sensación que la Virgen de Lepanto iba a centrar en su imagen todas las devociones del mar. Pero en los espíritus marineros pronto se adueñó la advocación al Carmelo, desplazando en cierta medida la devoción arraigada e inmemorial de las gentes del mar a las antiguas ánimas del Purgatorio.  Pronto descubrieron  la predilección carmelita, sobre todo por el espanto que les producía esas ánimas que enlazaban directamente con la ideología pagana,  al que se unía la inquietud del «Fuego de San Telmo», que en las noches borrascosas cargadas de electricidad, aparecían en la mar  una especie de luces, llamas y resplandores en las arboladuras de los barcos, sobre todo en  los penoles (extremos de los mástiles) y en los picos (puntas) de los palos, y que por los marineros eran «tenidos por fuegos fatuos y ánimas en pena».

El culto a las ánimas era general, a bordo y en la ribera, y al entrar la noche, se las invocaba con jaculatorias más propias de viejos cenobios que de barcos en plena mar. En tales circunstancias, junto al olor a ozono, y para mayor desasosiego de la tripulación, también nos cuentan que se les alteraba en la «bitácora»  la aguja náutica, comúnmente llamada  de marear…  Por eso cantaban: «A la Virgen del Carmen quiero y adoro, porque saca las almas del Purgatorio».

Hoy la historia y la tradición arraigan en todos los marinos la devoción a la Virgen del Carmen: pescadores, marinos mercantes, marinos de la Armada, deportivos y gentes de mar en general celebran al unísono este día, y desde entonces, cada 16 de julio, exceptuando los años de la República, han rendido tributo de amor y devoción a su Patrona la Virgen del Carmen, y la Armada lo celebra  con actos en su honor en todas sus bases, arsenales, comandancias navales y buques en la mar.

Había sido hasta entonces práctica corriente la celebración de un acto religioso en el aniversario de algún suceso naval, como el del enfrentamiento de la Armada Española al mando del almirante Méndez Núñez el  2 de mayo de 1866 en aguas del puerto peruano ante las defensas del Callao; o la acción naval, del 3 de julio de 1898 frente al litoral  de Santiago de Cuba donde se encontraba la escuadra española mandada por el contraalmirante Pascual Cervera, en uno de los hechos más importantes de la guerra hispano-cubano-norteamericana.  A partir de entonces se suprimió la diversidad de esos actos, ordenando que al día siguiente de la festividad del Carmen se dedicasen sufragios: a «Todos los hermanos de armas que la muerte arrebató de nuestro lado, evitándose así la creencia que pudiera existir de que se ofrecieran recuerdos a unos fallecidos, con el olvido de otros»

El patronazgo de la Virgen del Carmen sobre la Marina de Guerra tiene su origen en la Isla de León, durante la segunda mitad del siglo XVIII, en la resistencia que ofrecieron Cádiz, la isla de San Fernando, y la de León, durante el bloqueo de 1810 – 1812 por las tropas del emperador Napoleón, dando estado casi oficial a la devoción carmelita.

La festividad oficial de la Marina de Guerra, quedó establecida el 19 de abril de 1901 por Real Orden de la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, siendo ministro de Marina el XIII Duque de Veragua, almirante honorario de nuestra Armada don Cristóbal Colón de la Cerda y Gante.

Con el tiempo, esa  advocación se propagó finalmente por Cádiz, viéndose incrementada más tarde con la creación del Colegio Naval, y posteriormente  con   la fundación de  la Escuela Naval , y la Real Compañía de Guardiamarinas en el Arsenal de La Carraca  de San Fernando, devoción que se trasladó intacta cuando en 1943 se ubicó definitivamente la Escuela Naval Militar en  Marín, la villa marinera  de la ría de Pontevedra.

Dicen que  tres son los usos más esenciales de toda nave: el primero, para navegar, el segundo, para llevar los tesoros de un lado a otro, y el tercero, para pelear y defenderse del enemigo.

Toda nave con esa Virgen del Carmen, reúne en sí los tres usos, pues vuestra Patrona no hizo más durante toda su vida que navegar sin descanso por el turbulento mar de este mundo.

De las aguas amargas de los mares surge la nube en forma de vapor en las alturas, y de de las alturas baja dulce y potable. Va de un lado a otro, con el solo fin de enriquecernos con su lluvia. Vuestra Patrona , marinos de España, hace lo mismo, llevar tesoros de un lugar a otro.

¡Cuantos náufragos de la vida han sido «hombres al agua» por no haber sabido tomar tierra!. Vuestra Patrona será para vosotros en los tiempos difíciles, como la tierra virgen de playa, que siempre recoge al náufrago en sus brazos y en ella se apoya siempre el hombre de mar para levantarse con más bríos y de nuevo guerrear contra el empuje furioso de las olas. Morir o triunfar, en Lepanto la Victoria y la muerte en Trafalgar.

Virgen del Carmen, abre la Nave de tu corazón y extiende la Vela de tu Santo Escapulario para que, embarcados en ella todos los marinos de España, surquen contigo el mar alborotado de este mundo, y  puedan arribar, felizmente, a las playas de la gloria; arribo feliz que para todos deseo.

El imperio a España vendrá
por los caminos del mar.
Hay que morir o triunfar,
que nos enseña la Historia
en Lepanto la Victoria
y la muerte en Trafalgar.
Soñando victorias, diciendo cantares,
marinos de España crucemos los mares,
delante, la gloria, la leyenda en pos,
debajo las voces de nuestros caídos,
y arriba el mandato de España y de Dios.
De España y de Dios, de España y de Dios.

(Parte del himno de la Escuela Naval. Letra de D. José M.ª Pemán)

Y aquí me quedo navegando en bolina, en zigzag contra de la dirección del raro viento dominante actual de España.

Zaragoza junio 2024.

Coronel de Caballería ® Ángel Cerdido Peñalver

Blog: generaldavila.com

5 pensamientos en “APUNTES SOBRE LOS PATRONAZGOS DE LAS FUERZAS ARMADAS ESPAÑOLAS. VIII. MARINA Coronel de Caballería ® Ángel Cerdido Peñalver

  1. Mi respetado y muy querido CORONEL CERDIDO.

    MAGNIFICA Exposición. CARMEN en griego es POEMA.

    A lo largo de la mañana trataré de introducir algún soneto sobre tan EXCELSA PATRONA.

    En la ARMADA la flotilla de Submarinos tiene a LA VIRGEN DEL PILAR como ocurre con INFANTERIA DE MARINA con LA INMACULADA.

    Por el momento Felicitarle Mi Coronel por tan documentado artículo y agradecer el intrínseco arte realizado con la sencillez que La Santa de los Pucheros rezaba y guisaba cantando y alabando a DIOS.

    A la orden de V.I.

    VIVA EL REY

    VIVA PEMAN

    VIVA El RELAMPAGO de la CABALLERÍA

    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  2. A las órdenes de V. I., mi Coronel.

    En relación con la imagen de la Virgen del Rosario que los venecianos donaron a Don Juan de Austria y que «presidió» la batalla de Lepanto, esta imagen fue traída en un helicóptero de la Armada, a mediados de la década de los años 60, a Granada, y desde entonces se custodia y venera en la Iglesia de Santo Domingo, regida por los Padres Dominicos, que desde el 2 de Enero de 1.492 hasta que se terminó de construir la catedral existente años después, fue, por mandato expreso de los Reyes Católicos, el templo que hizo las funciones de Catedral.

    Estaba un servidor destinado en la Torre de Control de la Base Aérea de Armilla, y recuerda aquel día y el hecho memorable de la llegada y toma de tierra del helicóptero en una plaza muy bonita y emblemática, que se llama Plaza del Triunfo. La emoción y el fervor colectivos de «toda Granada», congregada allí desde horas antes para el evento, es indescriptible, así como las lágrimas de muchos. Fue un acierto ordenar que el helicóptero aterrizara directamente allí, si bien no le faltó la «información esencial» necesaria para la aproximación y toma de tierra.

    Recuerdo que cuando apareció, a mucha altitud, el helicóptero, y fue haciendo una aproximación, visual, que desde tierra daba la impresión de ser un descenso en vertical, el gentío lo contemplaba poco menos como si se tratara de una hipotética nave extraterrestre, profiriendo exclamaciones de estupor y hasta de miedo.

    Felicidades adelantadas a todos los marinos, y que aquella Virgen del Rosario nos vuelva a conceder la victoria, hoy, contra todos los enemigos, declarados e in pectore.

    ¡¡¡Viva España!!!

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