El 18 de septiembre DE 1936 don José María Pemán había dirigido carta a su buen amigo, el general Dávila: «Hace unas horas que hablé con Vd. por teléfono. Poco después recibí noticias del general Varela que me urgían la marcha al frente de Madrid, donde quedé de acuerdo con él para ser testigo y cronista de las últimas operaciones y entrar cuanto antes en la capital para gritarle a España, por la radio, la gran noticia.
Por esto le pongo esta carta: por si en ella, dada la premura de tiempo evito el tener que desviar mi viaje hasta Burgos, lo cual retrasaría mi llegada al frente de Madrid, sin perjuicio, naturalmente, de que si a pesar de estas letras, Vd. quisiere hablar conmigo, no tiene más que ponerme un telegrama que, dado que tardaré aun en salir unos cuatro días, llegaría a tiempo de que yo obedezca y pase por Burgos antes de mi ida al frente… ». El señor Pemán había sido nombrado Presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza y en esta carta se excusaba de aceptarlo:
«Ante todo me preocupa que pueda Vd. creer cuanto le dije por teléfono -y ya había adelantado en Salamanca a Nicolás Franco– era producto de una falsa modestia o mero deseo de esquivar trabajo. Esto último no creo lo pensara Vd. pues entre viajes, conferencias, discursos y artículos de prensa, difícilmente tengo ahora un minuto que no sea empleado en trabajar para esta gloriosa Causa. Mi suplica de ser eliminado del cargo oficial que, haciéndome tanto honor se me ofrece, nace de un honrado deseo de trabajar en lo que verdaderamente me siento útil y eficaz. Creo sinceramente que la adscripción a un cargo oficial y a una tarea burocrática, anularía casi por completo mi labor de propaganda y exaltación de entusiasmo y formación de espíritu patriótico, sin ventaja para nadie; pues yo, detrás de una mesa en funciones de burocracia y detalles, soy una absoluta nulidad. Creo que en esa labor de propaganda, prensa, oratoria, etc., en la que empleo los dones que Dios se ha servido concederme, no puedo ser sustituido por otro. En cambio en la Presidencia de la Junta de Cultura, sí puedo ser sustituido por muchos con grandísima ventaja. Y esto no es solo por la absorción material de tiempo que lleva en sí un cargo de esta especie, quitándolo para toda otra labor, sino por otras muchas cosas que conozco perfectamente por mi ya larga experiencia de hombre dedicado a estas tareas de creación literaria. Primero, un cargo de esta especie engendra, para el que pretende ejercerlo con responsabilidad y escrúpulo, una serie de preocupaciones que anula el reposo necesario para la creación literaria y artística. Yo estoy como todo español ahora a la orden. Pero sé positivamente que si me llevan a ese cargo, donde otro puede sustituirme, se me quedan por hacer muchos libros y artículos, obras y discursos que me bullen en el alma que creo serán para bien de España y que ningún otro hará. En segundo lugar, yo sé por experiencia todo lo que me cargo así y más cuando su labor de momento ha de ser la de dura cirugía depuradora merma de libertad, independencia y simpatía, para esa función que, como la mía, exige para su eficacia ser escuchado sin recelos, por la mayor extensión posible de personas. Yo he logrado -y en ello cifro la mayor eficacia de mis actuaciones por España- ser oído y leído, sin recelo ni distingo, por unos y otros en mis propagandas nacionales. ¿No le parece a usted que a un cargo como ese debe de ir los que vayan a seguir con todas sus consecuencias ese camino, en la brecha de la actuación pública, y no yo, que por vocación y eficacia, he de seguir otro camino en la vida, al que solo ha de servir de entorpecimiento el breve tiempo que, provisionalmente, me resignare a estar en el cargo? Le escribo a Vd. con el corazón en la mano y sin otro deseo que el de ser sinceramente útil a España en este y en todos los momentos. Yo creo que mis razones le convencerán, y de todos modos le repito que, si alguna aclaración más desease, un telegrama suyo me haría subir a Burgos antes de ir al frente de Madrid. Mi saludo cordial y mi gratitud de todos modos por la honra inmerecida. Suyo afmo. Buen amigo q.e.s.m. José María Pemán».
Es un documento del que se desprenden no solo la renuncia sino que contiene muchos datos sobre el desarrollo de la contienda y aclara la situación general de la guerra tal y como se veía desde el bando nacional.
Les dejo el documento sin comentar para que sean ustedes los que saquen conclusiones. Hay mucho que concluir.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.) 
Blog: generaldavila.com
General Dávila 
Buenos días a todos.
¿Esa comisión formaba parte de la Junta de Defensa o de la Junta Técnica del Estado? Lo desconozco, por eso lo pregunto. Por otro lado Pemán hizo mucho y bueno por la causa nacional. De ahí el odio que le profesan los Resentidos y el desinterés por él por parte de los Acomplejados.
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Buenos días, mi General y todos. Grande, Pemán, para quien no es lo mismo la creatividad que la burocracia, con todos los respetos que le merecía el cargo ofertado, y rechazado; todo lo diplomáticamente que pudo, vino a decir que no es lo mismo rellenar papeles, que escribir algo útil en ellos.
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Junta de Defensa Nacional
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ATENTAMENTE Y CON EL DEBIDO RESPETO
DON JOSÉ MARÍA PEMÁN HOMBRE DE VALORES ABIERTOS
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DON JOSÉ MARÍA PEMÁN
HOMBRE DE VALORES ABIERTOS
MERECE EL MÁXIMO RESPETO,
UN ESPAÑOL DE VERDAD
LEJOS DE LOS FINGIMIENTOS.
UN PATRIOTA DE LA ESPAÑA
QUE DETRACTAN LOS DE AHORA,
ESTAS COTORRAS TRAIDORAS
HÁBILES PARA LAS PATRAÑAS
QUE EL POPULACHO ADORA.
EN LA CARTA INTERPRETATIVA
MUESTRA EL AMOR E INTELECTO
DE LOS NOBLES PENSAMIENTOS
QUE SE ENFRENTAN A LA VIDA
POR LOS CAMINOS MÁS RECTOS.
SIN DEPRECIAR LO OFRECIDO,
POR EL BIEN DE NUESTRA NACIÓN
QUISO SEGUIR EN LA PROFESIÓN
DEL PERSONAJE TAN INSTRUIDO:
COMO PERIODISTA Y ESCRITOR.
POR ESO GANARON LA GUERRA,
PORQUE A ELLA SE DEDICARON
MIENTRAS OTROS SABOREARON
SAQUEANDO LAS HACIENDAS
DE INOCENTE QUE ASESINARON.
DE AQUELLA GUERRA IN-CIVIL
RESURGIERON LOS RESIDUOS,
DE INDIVIDUAS E INDIVIDUOS
DE LAS SOCIEDADES MÁS VIL
Y. LOS SENTIRES AMBIGUOS.
ES POR ESO QUE ESTAMOS ASÍ,
EN ESTA INTRIGA CONSTANTE
DE MANGANTAS Y MANGANTES
ATONTADOS EN EL PROFERIR
DE LAS POLÍTICAS ERRANTES.
ESPAÑA DÍA 15 DE NOVIEMBRE DE 2.024: Ramón Lencero Nieto
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Mi respetado y muy querido GENERAL,
LA FAMA del NEOPOPULISTA ANDALUZ CON TAN GRACIOSO INGENIO Y FINA INSPIRACION LE LLEGO FUNDAMENTALMENTE POR EL TEATRO.
LA BUROCRACIA APARENTEMENTE LA DESPRECIA. HABIAN TRANSCURRIDO SOLAMENTE DOS MESES . PEMAN SE SENTIA NULO EN UNA MESA DE DESPACHO Y SE CREIA SANTIFICADO CON LA GRACIA CREATIVA Y EXALTACIÓN PATRIOTA.
MANTENIA CON SU ABUELO MUY BUENA RELACIÓN PERO VARELA CONOCIA POSIBLEMENTE LA TENDENCIA DEL GADITANO Y SU CONFIGURACION RELEVANTE DE SU ENTUSIASMO DESBORDANTE.
EN ESAS SITUACIONES SUELE LA PERSONA ACRECENTAR LA DUDA Y PERFILAR EL FUTURO COMPARATIVAMENTE.
EN EL ROMANCE DEL HIJO CLARIFICA SU POSTURA
Un hijo es como una estrella
a lo lejos del camino,
una palabra muy breve
que tiene un eco infinito.
,,,,,,,,,,,,,,,,,
El tiempo, como un ladrón,
quiere robarme a mi hijo,
y llévarselo muy lejos,
hacia un mañana indeciso
donde no pueda abrigarle
con el sol de mi cariño……….
Acaso es suyo el mañana
Acaso es suyo el destino.
!Que vana cosa es el hombre!
!Que vano es su poderio!
He tenido buena relación con su NIETO DE INTENDENCIA Y SE QUE J.A tenía también buena relación con él.
PEMAN ERA DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA Y DE LA ARGENTINA DE LAS LETRAS Y CUANTO DESEARA LA REINA DOÑA SOFIA LE ADMIRÓ SIEMPRE. HIMNO NACIONAL, LETRA DEL HIMNO DE MARINA ETC.
LA HISTORIA TIENE VARIOS PLANOS CONFORME LA FUENTE DOCUMENTAL BASICA .
ENHORABUENA Y GRACIAS MI GENERAL
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVAN CREATIVOS LITERARIOS NACIONALES
VIVA EL E.M
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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A las órdenes de V. E., mi General.
Debe ser norma el que todos los genios, sea cual sea la disciplina que practiquen, sean un tanto soberbios, autoendiosados, y pagados de sí mismos mucho más allá de sus méritos que nadie pone en duda ni discute. Pero Don José María Pemán, inteligencia privilegiada, creo que era todo lo contrario, y a veces hasta pareció, sólo pareció, en alguna de sus manifestaciones, un tanto ingenuo, por su espontaneidad.
Cuando todo el mundo ansiaba un cargo que colmara su ego y le hiciera sentirse seguro para el porvenir, él es tan sincero que al no desearlo, lo rechaza y expone con absoluta sinceridad sus motivos, incidiendo en que está convencido de que él es mucho más útil a la causa de España a su manera y con sus medios, la palabra y la escritura, que sentado detrás de una mesa de despacho. Un servidor entiende perfectamente al personaje, pues salvando las inmensas diferencias, se ha visto, en la vida civil, en la necesidad de renunciar también, a puestos de dirección a los que podía haber accedido tanto por antigüedad, como por méritos.
Por las mismas o muy parecidas razones, por no estar en la aparente comodidad de la retaguardia sino en todo momento en primera línea, con todos sus riesgos, que en este supuesto sería no la vida propia, sino la de cientos o miles de terceras personas, de lo que tendría que dar muchas explicaciones.
Gracias a Dios, pudo jubilarse sin haberse visto jamás involucrado en ningún accidente, ni haber tenido que ser testigo directo cuando ocurrieron algunos.
¡¡¡Viva España!!!
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