2 pensamientos en “TELEMIÑO. ORENSE. ACTUALIDAD DE GUERRA.”

1. Buena intervención, mi General, y bueas tardes/noches a todos. Rearme de valores?; en esta «Unión» Europea (¿?) actual nunca lo veremos; mucho tienen que cambiar las cosas…o Ellos, ya que la «Unión» efectivamente está en Guerra, pero el Enemigo ahora mismo NO es Rusia, sino nosotros, sus propios ciudadanos; ahora empiezan con el famoso kit, medio en broma, pero luego vendrá el racionamiento de combustible, via quitando / encareciendo la Gasolina y Gasoil para que permanezcamos confinados, y/o reducir nuestra movilidad; eso les vale tanto para «combatir» la Antropogénesis de SU Cambio Climático, otra Pandemia «oportuna», o una amenaza Rusa aunque NO se materialize.. Y la culpa la echarán a Trump, por no pagarles la juerga.

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2. A las órdenes de V. E., mi General.

   Genial y riguroso; nada como ser por profesión y experiencia individual lo que se dice un experto de verdad.

   Hay un concepto tratado en la conversación, que es eso de que Rusia nunca haya tenido apetencia, o incluso tentación de expandirse o desear territorios de Europa más o menos cercanos o lejanos de ella, que no parece claro.

   Si bien eso parece haber sido así en el terreno físico, no están tan claras las intenciones en lo político. No sé si será el caso ahora, pero en el pasado, el hecho de aspirar y pretender imponer el comunismo como ideología única y dominante en todo el mundo, utilizando todos los procedimientos y medios necesarios para conseguirlo, incluidas las armas, facilitándolas a sus correligionarios en los distintos países y a la vez adoctrinando con sus «asesores» disfrazados mayormente de periodistas o diplomáticos, pero que en realidad eran vulgares agentes desestabilizadores y creadores de conflictos, guerras civiles, haciendo con ello un doble negocio, el cobro abusivo y usurero de las armas, caso del famoso «oro de Moscú» con el gobierno de la República, y la exclusiva en un futuro inmediato y también lejano de incontables beneficios y prioridades en todo tipo de trato y en una práctica cesión incondicional de soberanía. Eso fue una forma de conquista y anexión en toda regla, aunque aparentemente no se adueñara de la tierra. Y si no, que le pregunten a los llamados «países satélites», a los que se imponían, hasta con una demostración de tanques por la calle en algún caso, como fueron Hungría en el 66, y la famosa «Primavera de Paga» más tarde. Sin olvidar Polonia y Alemania del Este.

   En fin, que personalmente recuerdo una declaración de Putin unos días antes de comenzar su eufemística «operación militar especial» sobre Ucrania, en la cual, y con lenguaje y entonación solemnes de iluminados, dijo muy claramente que él tenía la responsabilidad de recuperar toda la extensión y grandeza de la anterior Rusia, que un servidor entendía por URSS, o lo más parecido posible.

   Esperemos que esto no sea más que la desconfianza propia de los años, y terminemos todos felices y comiendo perdices en escabeche, que son una exquisitez.

   Aunque, en efecto, no es necesario andar asustando al personal todos los días, pues parece que esta estrategia pudiera ser intencionada para ir preparándonos el cuerpo. Que el arma más peligrosa son los medios y los métodos llamados de información.

   Todo muy bien dicho con solamente en tres palabras: «Pérdida de Valores». Y en recuperar eso se tardan cien años o más.

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