ESPAÑA: ¿LA VILLANA DE LA OTAN? Julio Serrano Carranza Coronel de Aviación (Ret.)

En la reciente Cumbre de la OTAN celebrada en La Haya, el Gobierno de España se ha visto envuelto en una serie de tensiones internas y externas por su negativa a cumplir con las exigencias del secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, respecto a la inversión en defensa.
En un clima internacional cada vez más conflictivo, donde la seguridad global es cada vez más incierta, la postura de España ha puesto en evidencia no solo una falta de consenso dentro de su propio gobierno, sino también una desconexión alarmante con las lecciones aprendidas de la historia reciente. Mientras los países miembros de la OTAN se alinean para un esfuerzo conjunto de defensa, España parece resistirse a aumentar el porcentaje de su PIB destinado a la defensa, rechazando un aumento al 5% propuesto para 2035. Un socio díscolo o “gorrón” como nos ha etiquetado el presidente Trump.
Este rechazo pone en entredicho las decisiones del presidente Pedro Sánchez y su gobierno, conformado por diversas fuerzas políticas que muestran posturas contradictorias e inconsistentes, lo que hace que la política exterior y de defensa de España esté en una situación de caos. Además, la falta de una estrategia clara en cuanto a la relación entre el bienestar social y la seguridad nacional pone en riesgo el futuro del país.
El presidente Pedro Sánchez y su gobierno deben reflexionar seriamente sobre la incoherencia de la política de defensa y la falta de unidad entre los socios de su coalición que están dejando a España en una posición comprometida. Si no se invierte lo suficiente en defensa, no solo corremos el riesgo de ser vulnerables ante amenazas externas, sino que, además, podríamos ver cómo nuestros propios logros sociales son arrasados por una guerra que nos cogiera desprevenidos. En un escenario así, ¿quién sería responsable? ¿cómo enfrentaría la sociedad española los juicios por negligencia manifiesta si alguna vez nos viésemos en esa situación?
La eterna dicotomía entre «mantequilla» y «cañones»
En las últimas décadas, y especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la dinámica geopolítica mundial ha cambiado drásticamente. La globalización ha llevado a un mundo cada vez más interconectado, pero también más vulnerable a los conflictos y crisis internacionales. En este contexto, la necesidad de fortalecer las capacidades defensivas de los países se ha vuelto esencial. A pesar de esto, muchos gobiernos, incluido el español, siguen luchando contra la inversión en defensa, favoreciendo el gasto en «mantequilla» en lugar de en «cañones».
La pregunta sobre cuánto invertir en bienestar social y cuánto en defensa ha sido planteada durante generaciones. Sin embargo, en un mundo cada vez más incierto, con países como Rusia, EE. UU. y China mostrando actitudes cada vez más agresivas, esta dicotomía puede ser una falacia peligrosa.
El concepto de «Seguridad Humana» promulgado por la Unión Europea debería ser el marco central para pensar sobre la inversión en defensa. Este concepto establece que la verdadera seguridad no es solo la ausencia de guerra, sino también la protección de las personas, su bienestar y sus derechos humanos. Para garantizar la «Seguridad Humana», la inversión en defensa es crucial, ya que, sin una infraestructura de seguridad sólida, las sociedades modernas pueden desmoronarse rápidamente ante cualquier amenaza.
Uno de los ejemplos más claros de la importancia de la defensa en el siglo XXI lo encontramos en la Guerra de los Balcanes, donde las intervenciones internacionales de países europeos no lograron evitar la destrucción masiva de infraestructuras y la muerte de miles de civiles. A pesar de los esfuerzos de reconstrucción a través de la ayuda humanitaria, la falta de una estrategia de defensa coherente permitió que las fuerzas beligerantes destruyeran lo que se acababa de construir para el bienestar de la población. Hospitales, escuelas, viviendas y otras infraestructuras vitales fueron sistemáticamente arrasadas porque no existía la protección necesaria para defenderlas. Este episodio es un claro recordatorio de que, en tiempos de guerra, la seguridad es fundamental para que cualquier inversión en bienestar social sea efectiva y sostenible.
Trump, el gallito del corral mundial
Uno de los factores que agravan aún más la situación de España es el enfrentamiento directo con Estados Unidos, especialmente bajo la presidencia de Donald Trump. Trump, conocido por su enfoque unilateralista y pragmático en materia de política exterior, no ha tardado en criticar abiertamente a España por su negativa a aumentar el gasto en defensa. En la Cumbre de La Haya, Trump advirtió que España debía alinearse con el objetivo de la OTAN de aumentar el gasto en defensa, o de lo contrario, se vería obligada a asumir las consecuencias, incluyendo posibles sanciones económicas como aranceles.

El presidente estadounidense ha reiterado su postura de que aquellos países miembros de la OTAN que no cumplan con los compromisos de inversión en defensa deben enfrentarse a medidas punitivas. Esta amenaza de aranceles, unida a la probabilidad de que Estados Unidos dé un giro más aislacionista, pone a España en una posición extremadamente incómoda.
En un escenario en el que las tensiones en Europa y el mundo están aumentando debido a los conflictos geopolíticos, como los que se viven en Ucrania o en Medio Oriente, la unidad de la OTAN es más esencial que nunca. Un debilitamiento de esta unidad, derivado de las decisiones de un miembro clave como España, podría desestabilizar la organización y poner en peligro la seguridad colectiva de Europa.
Si España no se compromete a cumplir con los objetivos de la OTAN en cuanto a la defensa, podría perder no solo la confianza de sus socios dentro de la organización, sino también la influencia que ejerce dentro de la misma. Una OTAN dividida y debilitada sería mucho más vulnerable ante amenazas externas, y la cohesión de sus miembros sería puesta en duda.
En este contexto, las amenazas de Trump sobre aranceles y otras represalias podrían tener efectos devastadores para la economía española, ya que Estados Unidos sigue siendo uno de nuestros principales socios comerciales. En lugar de promover la solidaridad dentro de la OTAN, la negativa de España a cumplir con sus compromisos podría provocar una fragmentación interna que favorezca a países rivales de la Alianza Atlántica.

La postura, inconsistente, del presidente Sánchez
El presidente Pedro Sánchez, al frente de un gobierno de coalición con diversas fuerzas políticas que a menudo difieren en sus principios, ha mantenido una postura ambigua en cuanto a la inversión en defensa. Mientras algunos miembros de su gobierno, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, abogan por aumentar el presupuesto para las Fuerzas Armadas, otros sectores de su coalición, como Sumar, se han mostrado reacios a aumentar el gasto en defensa, priorizando el gasto social. Como si ambas inversiones fuesen incompatibles.
El presidente Sánchez, en un giro copernicano durante la Cumbre de la OTAN en La Haya, justificó la falta de compromiso de España con la inversión en defensa afirmando que el gasto en defensa no había sido más elevado debido a las limitaciones de las propias Fuerzas Armadas, cuyo equipamiento e infraestructuras se encuentran en condiciones deficientes. Este tipo de declaraciones no solo refleja una falta de liderazgo claro, sino también una falta de respeto hacia los uniformados que, pese a las limitaciones en su bienestar, calidad de vida y medios, siguen cumpliendo con amor al servicio y a España con sus cometidos para garantizar su compromiso con la defensa nacional.

Resulta particularmente desconcertante que un gobierno que busca liderar un cambio progresista en Europa sea tan inconsistente en lo que respecta a la seguridad nacional. España, al rechazar un compromiso firme con la OTAN, no solo está mostrando una falta de unidad interna, sino que también está enviando un mensaje erróneo a la comunidad internacional. La falta de coherencia en la política de defensa puede tener repercusiones muy graves a nivel diplomático y de seguridad, ya que los socios de la OTAN y otros actores internacionales podrían interpretar esta actitud como una debilidad en la voluntad de España para asumir su papel en la defensa colectiva. Un socio poco fiable y no deseable en seguridad.
La responsabilidad histórica, ante una política defensiva incoherente
Si España sigue en la senda de una política de defensa débil, se enfrenta a una situación en la que sus propios logros sociales podrían ser rápidamente arrasados. Un país que no invierte en su defensa está abriendo la puerta a que cualquier amenaza externa pueda destruir sus infraestructuras y logros sociales. Imaginemos por un momento que España se ve invadida o subyugada por un enemigo externo, que con su superioridad militar destruye viviendas, hospitales, escuelas e infraestructuras críticas. En este escenario, ¿quién sería el responsable de esa vulnerabilidad? ¿A quién le pediríamos cuentas por no haber garantizado la defensa adecuada?
La historia nos ha enseñado que, en tiempos de guerra, la responsabilidad no solo recae sobre los militares, sino también sobre los responsables políticos que no supieron tomar las decisiones adecuadas en su momento. No podemos permitirnos repetir los errores del pasado, cuando la falta de preparación y la subestimación de las amenazas externas condujeron a catástrofes. Si España no invierte lo suficiente en su defensa, corremos el riesgo de convertirnos en una nación vulnerable, incapaz de proteger a su población y sus valores más fundamentales.
Conclusión
España debe tomar conciencia de la importancia de la seguridad nacional para garantizar el bienestar de sus ciudadanos. La inversión en defensa no debe ser vista como un gasto innecesario, sino como una inversión en la protección de nuestra libertad, democracia y bienestar social.
En este sentido, aplicar el concepto de «Seguridad Humana», donde las personas y su bienestar están por encima de todo, es fundamental para asegurar un futuro próspero y seguro para España.
El gobierno de Sánchez y sus socios deben abandonar las posturas populistas que anteponen el egoísmo político a la seguridad nacional. En un mundo cada vez más incierto, donde las amenazas externas se multiplican, España debe demostrar que está dispuesta a asumir su responsabilidad dentro de la OTAN y a invertir en su defensa.
La protección de nuestras vidas, nuestra democracia y nuestras infraestructuras vitales debe ser una prioridad, aunque para ello tengamos que realizar sacrificios en otras áreas. Solo así podremos garantizar un futuro seguro y próspero para España y para las generaciones venideras de españoles.
Pasarán a la historia sus dos grandes frases: «Son las cinco y aún no he comido» y «Cuando dicen que yo he sido quien ha dicho el 2,1%, no soy yo». Un hombre de estado y estratega donde los haya.
Los ciudadanos españoles deberíamos preguntarle: ¿Cuánto valen nuestras vidas, Sr. Presidente?.

Julio Serrano Carranza Coronel de Aviación (Ret.) Ejército del Aire y del Espacio

Blog: generaldavila.com

27 junio 2025

 

8 pensamientos en “ESPAÑA: ¿LA VILLANA DE LA OTAN? Julio Serrano Carranza Coronel de Aviación (Ret.)

  1. Mi respetado y muy querido CORONEL SERRANO CARRANZA,

    EXCELENTE EXPOSICION VERTEBRADA EN NUEVE HITOS Y UNA CONCLUSION.

    H1: TENSIONES INTERNAS Y EXTERNAS POR LA NEGATIVA A CUMPLIR CON LO DICHO POR MARK RUTTE. Me recuerda el eco interno y postura externa que conjugaba en 20 poemas de amor y una CANCION DESESPERADA de NERUDA. «LA FELICIDAD ESTABA EN SU PROCESO ARMONIOSO INTERIOR-EXTERIOR.

    H2:ESPAÑA SE RESISTE AL AUMENTO DEL PORCENTAJE DEL PIB. Se asiste a UNA SITUACION CAOTICA ANTE EL BIENESTAR SOCIAL Y LA SEGURIDAD NACIONAL.

    H3: Se precisa UNA REFLEXION SERIA Y NO UNA FALTA DE COHERENCIA EN LA POLITICA DE DEFENSA.

    H4: EL PROBLEMA DE LA GLOBALIZACIÓN SUSCITO DESDE EL 11S (2001)UN MUNDO INTERCONECTADO.

    H5: LA SEGURIDAD HUMANA ES UN ECO PLASMADO POR LA UE. CONSIDERABLE Y PERMANENTE

    H6: LA GUERRA DE LOS BALCANES FIEL TESTIMONIO DE LA IMPORTANCIA DE LA POLITICA DE DEFENSA EN CADA TERRITORIO.

    H7:EL GALLITO EN EL CORRAL Y SUS ARANCELES

    H8: MEDIDAS PUNITIVAS Y LA POSTURA DE SANCHEZ

    H9:DESCONCERTANTE UN PRESIDENTE SANCHEZ MENTIROSO Y CARADURA.

    CONCLUSION :

    F1: «SON LAS CINCO Y AÚN NO HE COMIDO»

    F2: «EL 2,1 % NO SOY YO QUIEN LO HA DICHO»

    Podríamos seguir escuchando MENTIRA TRAS MENTIRA pero se olvida del 11M.

    ENHORABUENA Y GRACIAS MI CORONEL.

    QUE S.M FIGURE EN EL PEC COMO MANDO DE UNA VEZ POR TODAS.

    A la orden de V.I

    A la orden de V.E

    VIVA EL REY

    VIVA EL EJERCITO DEL AIRE Y EL ESPACIO

    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  2. El presidente Pedro Sánchez, en la Cumbre de la OTAN, parecía sacado de la película «Los doce del patíbulo», en este caso treinta y dos: dentro del equipo, pero indignado, malhumorado y con cara de estar en el bando contrario.

    Culpa a las Fuerzas Armadas del 2,1% del PIB en defensa, como si ellas votaran unos presupuestos, inexistentes o firmaran compromisos internacionales.

    Puro teatro que domina a la perfección. Total, para firmar al final, como todos, el compromiso del 5% para el 2035.En lugar de asumir su responsabilidad como jefe del ejecutivo, lanza canastas fuera… y encima pide aplausos a su inquebrantable y rendida galeria de palmeros.

    ¿Aliado fiable? Más bien un mal figurante con guión propio. Pero mucho cuidado, que el tiro le puede salir por la culata.

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  3. A qué esperan la ministra, el Jemad, el Jeme, el Ajema y el Jema para presentar su dimisión ante el ataque a las FAS?

    Es la cúpula del sillón?

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  4. Muchas gracias Mi Coronel por sus comentarios sobre lo que está ocurriendo con la OTAN y el «okupa». Primero el no está por el pueblo no mira por él, es tanto su egoísmo, que solo mira que no le quiten el sillón. de presidente y se agarra a todos, aunque sean criminales etarras, separatistas, comunistas etc, En esa jaula de grillos nadie se pone de acuerdo, solo en subirse el sueldo, luego a las fuerzas armadas las deja a la altura del betún. la ministra de defensa, parece más bien un pato mareado. No tiene voz ni voto, sólo él. nada se hace sin su consentimiento. Así que es el perejil de todas las salsas, pero esta de la OTAN, le ha salido mal, no a él a nosotros, que estamos indefensos, con la que está cayendo. Pero es mejor pegarse juerguecitas con el Falcon, y marcharse de vacaciones como hace siempre, dejando el congreso. Saludos para todos.

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  5. A las órdenes de V. I., mi Coronel.

    Recuerdo un reportaje sobre los lobos, del inolvidable Doctor Rodríguez de la Fuente, en el que mostraba la evolución, crecimiento y entrenamiento por sus progenitores. de una camada de cachorros, de unos ocho individuos. Era asombrosa y curiosa, más propia de humanos, la disciplina con la que lobo y loba, sobre todo el primero, dirigían el aprendizaje, comenzando por un orden y obediencia rigurosos, en base a un perfecto orden de prioridades, de las cuales la mayor y primerísima, en toda circunstancia, tenía que ser la seguridad y supervivencia del grupo familiar.

    Había entre los lobeznos un macho muy nervioso y revoltoso que en ningún momento, ni mientras se suponía que tenían que dormir, se podía quedar quieto y callado sin alborotar, que hacía la vida imposible, y muy peligrosa, a los padres y al resto de hermanos («y hermanas», que diría quien todos tenemos in mente), para parecer original. Llegó un momento, cuando el pobre lobo comprendió que había llegado el momento de continuar la instrucción en campo abierto y darla por conseguida en el orden cerrado del escondite, pues los cachorros ya no lo eran tanto y comenzaban a intentar tímidos aullidos, el cambio de escenario que había demorado todo lo posible debido precisamente al comportamiento incorregible del tonto de la familia.

    En ese primer día de suelta, y antes de prestar atención a las últimas instrucciones del proto instructor, el revoltoso abandonó corriendo y saltando el grupo, y sin querer oir las llamadas que le hacían, se perdió en el monte, oyéndose inmediatamente tiros de escopeta y ladridos de perros bastante cercanos. Apareció el prófugo, todo asustado y con el rabo entre las patas, y fue a buscar refugio en la ubre de la madre. El padre dió la señal de retirada, y cuanto todos estaban de nuevo a cubierto en la guarida, tomó por el cuello entre sus dientes al gracioso, lo sacó y llevó a cierta distancia, y allí lo soltó estrangulado sin darle tiempo a chillar, y regresó a donde había dejado a la madre y los demás. De vez en cuando husmeaba el aire, y cuando supo que ya no había peligro, obligó a todos a salir y seguirle hasta donde había dejado al infortunado que siempre había estado poniendo en peligro con sus payasadas, o locura, a toda la familia.

    Perdón, no se trata de la imitación de una fábula para niños. Este es, según los entendidos, cómo los animales, domésticos o salvajes, han desarrollado un mecanismo infalible de autoprotección contra la estupidez de uno de sus miembros.

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  6. «Nunca la pluma, embotó la lanza». Sea uno de los Ejércitos de Tierra, del Aire y del Espacio, de la de la Guardia Civil o de la Armada.

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