EL MANUAL DEL GUARDIA CIVIL. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El  Manual del Guardia Civil  comprende «La Cartilla del Guardia Civil» y el «Reglamento civil y militar». Son dos obras de arte para el honor de servir.  Imprescindible y diría que inmejorable.

Ahora los que mandan con una acreditación temporal dejan de ser, al poco de recogerla, soberanía nacional y se convierten en Real Decreto. Decía d´Ors: «en el principio fue el membrete».

El que lleva el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, la Audiencia Nacional, el Supremo, la Guardia Civil, la cúpula de las Fuerzas Armadas, y así, por Real Decreto, pasas de ministro a Fiscal General del Estado. ¿Alguien da más? ¿Les doy nombres? Las empresas las dejamos para otro día, restaurantes, reservados, salas VIP,s. Si hace falta destino a fulano a la Acorazada, que ya no sé cómo se llama, si Brunete, si San Marcial o el Campesino. Poco a poco, paso a paso.

Es un vergonzoso calvario hacia el Poder asumiendo todo el Poder. En todos los poderes hay quienes todo lo aguantan porque puede ser que les coloquen en el lugar que critican.

Ahora el Real Decreto, que es en realidad un ordeno y mando, de dudosa Realeza, le ha tocado a la Guardia Civil. Veremos lo que pasa. Esto no ha hecho más que empezar.

Jugar con el honor es peligroso. A más de uno de estos jugones que pretenden acabar con la Guardia Civil les molesta, les es incómoda, ¡qué pesados!, se empeñan en que cumplamos la ley, el orden, y encima son hombres cuya divisa es el honor. Para colmo saludan y son un Instituto Armado. Demasiado para el cuerpo socialista, que ellos son la ley y no lo que la ley dice.

El escándalo llega de la mano de todos los ministros y allegados pesoes reunidos en uno. Tenía que llegar, tarde o temprano. ¿Cómo se dice? ¿Mienten, o no dicen la verdad? Antes se pilla a un  mentiroso que a un cojo; para entendernos. Insisten. Siempre algo queda.

Se ha encendido la luz roja. Hasta aquí podíamos llegar. Ocupadas entonces las Fuerzas Armadas en su máxima jerarquía les faltaba la jerarquía del tricornio, y parece que con ella no pueden. Amigo, con la ley no se juega. Ya han jugado demasiado con ella y lo hicieron en Cataluña, como si los guardianes del orden y la Ley fuesen vulgares intrusos en la propia España.

Tengo entre mis manos el Manual de la Guardia Civil de 1910. Nada más abrirlo leo la Cartilla del Guardia Civil que, como todos sabemos, empieza con el artículo:

<<El honor ha de ser la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás>>.

Son 34 artículos del capítulo primero (Prevenciones generales). Ninguno tiene desperdicio. Es la ley moral de la Guardia Civil. Contra ella irán los que buscan su manipulación.

Mis palabras quedan huecas al lado de cualquiera de sus artículos. Les copiaría todos. Es una Ley moral para la vida en el orden y la convivencia.

Art. 6º <<El guardia civil debe ser prudente sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza. No debe ser temido sino de los malhechores, ni temible sino a los enemigos del orden>>.

Art. 8.º <<Será siempre un pronóstico feliz para el afligido, infundiendo la confianza de que a su presentación, el que se crea cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenga su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que vea a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos>>.

Así todos los artículos. Emociona leerlos.

Ni temido, ni temible… sino de los malhechores y los enemigos del orden.

Intentan manipular a la Guardia Civil. No. No se engañen. Lo que pretenden es que desaparezca. Ni Guardia Civil, ni Instituto Armado. Desmilitarizar a la Guardia Civil, desnaturalizarla, es decir, que desaparezca su Código del honor. Que se les parezca a ellos.

La Guardia Civil es para ellos un obstáculo; por mantener limpio ese camino que recorre el guardia civil, <<cuando se halla destinado al servicio de carretera o cualquier otro camino, los recorrerá frecuentemente y con mucha detención, reconociendo a derecha e izquierda los parajes que ofrezcan facilidad de ocultar alguna gente sospechosa>> (art. 35).

La Guardia Civil no es <<un Cuerpo muy complicado>>, ni <<un gasto superfluo>>, como dijo el presidente del Gobierno, sino la garantía de un Estado de Derecho.

Hay mucha gente sospechosa. ¡Todo tan sospechoso! ¡Tantos sospechosos!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

2 junio 2025

¡Viva la Guardia Civil!