PEDRO SÁNCHEZ-TORQUEMADA DE TEZANOS Rafael Dávila Álvarez

Nobleza obliga y apellidos para gran señor. El escudo nobiliario en marcha.

He recordado a D. José Jiménez Lozano, Premio Cervantes, y para mí uno de los mejores escritores de la historia. El sambenito es una de su primeras novelas, inolvidable, donde el protagonista es el peruano Pablo de Olavide que viviendo en España se le cruzó la Inquisición juzgándole en Sevilla por ilustrado. La novela fue sometida a la censura (1972) dada la intocabilidad del sistema y ahí está el secreto del comienzo y del final. Intocable, impensable en su inmensidad.

La Moncloa es un palacio embrujado donde se entra y ya se sale camino de las estrellas. La lista es de irreprochables personajes que ocupan la franja de colores.

Entre ellos Torquemada es intocable. Habrá que saber qué secretos de confesión conoce. El pensamiento único es muy tentador cuando el que dicta se rodea de borregos que balan desde el amanecer, incluso los hay nocturnos, con un balido de aprobación que factura más que un Banco.

La democracia española se vuelve represora y todo lo que huela a libertad o lucha por ella es reprimido con cualquier arma.

Si una ley o plan se adorna con la palabra democracia es para no fiarse. Plan de acción democrática suena a imposición del pensamiento único que es el no pensamiento. Inquisición.

El sambenito no solo es una novela, sino la señal que identifica al condenado, la que a partir de ahora será seña de identidad de todos los medios que no se sometan a la voluntad del que dicta la norma.

Empiezo, o termino, ya no sé muy bien, a estar harto de tanto noble democrático heredero de Largo Caballero y de Azaña; de Negrín o El Campesino. Estoy harto de este olor insoportable que emite la cloaca de la Moncloa. Harto de la máquina del fango que han sido capaces de copiar una inédita versión de lo más execrable  de la historia, Tezanos S.L., para la ilustración pública y propaganda.

Harto. Podrán silenciar las palabras de libertad, pero va a ser difícil que impidan que se les señale con la palabra, incluso escrita.

No se ha dejado uno la vida en el empeño para que ahora lleguen unos señoritos a indicarnos cual es la vía y guía de la democracia; no a enseñarnos a respetar  y ser respetado quien es un irrespetable.

Voy a seguir pensando y emitiendo lo que me dé la gana y reto a la Moncloa y a todo  lo que allí se cuece a intentar silenciarnos.

El sambenito hace que se les vea a distancia. Nos protegeremos y defenderemos contra esta plaga.

¿Qué sabrá Torquemada de sus confesados?

No dudo que será recompensado con un título nobiliario como, por ejemplo, un principado universitario.

No sé por qué a última hora siempre vuelvo a Maquiavelo:

«Era grato con los amigos, terrible con los enemigos, justo con los súbditos, infiel con los extraños; nunca intentó  vencer por la fuerza cuando podía hacerlo por fraude; ya decía que era la victoria la que traía la gloria y no el modo de lograrla» (Nicolás Maquiavelo. La Vida de Castruccio Castracani).
Pedro Sánchez-Torquemada de Tezanos. El Príncipe de los Cinco Días.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

19 septiembre 2024