¿CONFLICTO ASIMÉTRICO? (Teniente General Emilio Pérez Alamán)

De nuevo contamos con la opinión del Teniente General Emilio Pérez Alamán para hablarnos sobre un tema candente y de enorme importancia, la guerra que nos asola y que se oculta entre las medias palabras y los absurdos eufemismos. 

Gracias mi General.

 

P02969 001Hace ya bastantes años, tras la caída del muro de Berlín, las Naciones occidentales, particularmente las europeas y de forma especial España, por razones poco comprensibles más allá de la pura ideología de los poderes políticos, decidieron que superada la guerra fría y con ella la confrontación directa de los dos bloques resultantes de la II GM. el mundo pasaba a un estado idílico de la paz deseada y deseable, las amenazas se transformaban en simples riesgos que se apagaban antes de que se extendieran y en consecuencia se reducían de forma drástica las Fuerzas Armadas y los Presupuestos de Defensa.

Desaparecido un enemigo tangible, además de las transformaciones materiales había que cambiar el lenguaje hasta entonces bélico, como si con cambiar su toponimia una montaña se convirtiera en río. En nuestra querida España la palabra guerra desaparece hasta de las últimas Reales Ordenanzas. A nivel internacional se incide para que la política de Seguridad, que expresa un concepto más amplio y menos concreto que el de Defensa, absorba la fase mas relevante de la propia Seguridad como lo es la Defensa, incluyendo la imprescindible disuasión.

los-fallos-del-cni-en-la-muerte-de-sus-espias-en-irak_detalle_articuloEl constante empleo de eufemismos, evita hablar de enemigo y se refieren a las partes enfrentadas, facciones, insurgencia, etc. Hasta las bajas en combate se denominan accidentes o consecuencia de actos terroristas.

Por supuesto que el hecho de que varíen los procedimientos respecto a los conocidos como convencionales no significa que los efectos sean distintos para las Unidades sobre el terreno y si bien es necesario cambiar sus medios y las tácticas, el combatiente que tiene que enfrentarse al enemigo siente lo mismo que lo sentiría en la guerra de las Naranjas o Waterloo sin ninguna diferencia.

Valga este preámbulo para exponer mi opinión sobre el error de la política occidental al bajar la guardia en materia de Seguridad y Defensa, no solo por las rebajas presupuestarias sino por la incapacidad de acuerdos monolíticos en esta materia incluso en las misiones multinacionales en las que las excelentes relaciones entre las distintas Fuerzas no siempre se correspondían con los intereses de sus Gobiernos.GOEenIraq2

Llego al nudo de esta reflexión motivada por el último y salvaje acto terrorista de París, que sin ser el más sangriento ni el más indiscriminado de los sufridos en otros países, sí ha dado lugar a una reacción colectiva sin precedentes. A mi juicio dicha reacción política ha sucedido por que los lideres de la comunidad internacional han tomado conciencia de los fallos y errores cometidos que han propiciado el crecimiento y la expansión del yihadismo y la amenaza que ello supone para el conjunto de Occidente.

Sin embargo pese a la gravedad del momento, se ha seguido sacando a la luz la diferente forma de reaccionar de las distintas ideologías que conviven en la UE y dentro de cada uno de sus miembros. Si nos fijamos en la incoherencia de poderes dirigentes en sus relaciones con los países que propician y potencian la acción del terrorismo islámico y la masiva manifestación de París, observamos que en la misma quedaron obviados asuntos como los negocios, la venta de armas, los apoyos a movimientos como la Primavera Árabe. Por supuesto que la actuación de las Fuerzas de Seguridad fue difícil de mejorar porque el Mando político dio la respuesta que cabe esperar de un gobernante

lideres-mundiales-parisLas comparaciones son odiosas pero no puedo callar la indignidad con la que actuaron el 11 de Marzo de 2004 quienes tenían la responsabilidad para que en aquel momento y años después los españoles nos sintiéramos orgullosos de nuestros representantes y no al contrario.

Volviendo al principio, pienso y expreso que la amenaza que existe para todo Occidente y en concreto para España no es baladí, por lo que es necesario que el discurso del Ministro de Defensa en la Pascua Militar no se quede en el Salón del Trono y sea una realidad para que las Fuerzas Armadas y las de Seguridad estén en las mejores condiciones para disuadir y proteger a los españoles así como participar, sin complejos ni reservas mentales de conveniencia partidista, en misiones que eviten desde más allá de nuestras fronteras que seamos atacados en nuestro suelo o simplemente vivamos la intranquilidad permanente de patrullas con armas automáticas a la puerta de grandes almacenes o centros de transporte.154293

No estoy diciendo que si es necesario no se dé esa seguridad, pretendo trasladar la necesidad de anular de forma definitiva la amenaza yihadista sobre el terreno, en sus raíces. Como dijo un antiguo Director General de la Guardia Civil: “o acabamos con ETA o ETA acabará con nosotros” (sabemos que con ETA no se ha acabado, aunque haya dejado de matar ha alcanzado bastantes de sus objetivos y no ha olvidado los demás. Pero esto es tema para otro momento). Igualmente, no es necesario que el yihadismo aniquile físicamente a todos los infieles para que el Islam imponga su cultura en Occidente, basta con mover el árbol y ya se 5188QXKxz8L._SY344_BO1,204,203,200_recogerán las nueces. ¿Nos suena verdad?

Por la experiencia propia y conociendo que somos un objetivo preferente del terrorismo islámico es por lo que debemos prever y prepararnos para acabar con ellos antes de que alcancen sus objetivos y cuanto más adelantemos la linea defensiva mas posibilidades de éxito tendremos. Para lo cual es necesario prepararse y proveer a los responsables de ejecutar esa defensa pero lo que es imprescindible es que exista la voluntad política de dar seguridad y defender a los españoles nuestra soberanía y nuestra integridad territorial, participando con nuestros aliados más decididos dada nuestra situación de objetivo prioritario.

Es por ello por lo que no debemos caer en la trampa de los eufemismos como lo de “conflicto asimétrico” Doy por hecho que no es un enfrentamiento de fuerzas de dos grandes potencias con todo su potencial bélico pero es una guerra mucho más compleja con procedimientos inhumanos por parte del enemigo frente a los procedimientos reglados de unos Ejércitos regulares lo que implica una preparación muy concreta para que en el desequilibrio que supone la asimetria el peso de la fuerza esté por supuesto en nuestro lado y sin cortapisas.

Termino con la preocupación de que lo que expreso en estas lineas no lo tengan tan claro los que deben decidir por encima de reticencias que para mi son incomprensibles después de oír con más hipocresía que diplomacia que el Islam es una Religión tolerante cuando lo que predica no es tal cosa. No quiero decir que todos los que sigan esa doctrina, es decir los musulmanes, sean terroristas pero si que muchos de los versículos coránicos resultan intolerantes para nuestra cultura y les impiden adaptarse e integrarse en occidente al tiempo que exigen a quien les acoge que respete su intolerancia.ce172

Ejemplos:

-En conversación con el Embajador de España en Kuwait explicaba como las botellas de vino y licor vacías había que quitarles la etiqueta y romperlas al máximo antes de tirarlas a la basura para evitar situaciones comprometidas.

-Viajando de Incirlik a Iskenderun se produjo un largo atasco porque en las inmediaciones de la carretera estaban subastando mujeres

-Por las misiones en Irak, Kosovo, Afganistán, Albania etc hemos presenciado la conducta de los seguidores normales del Islam que por supuesto no son terroristas como los yihadistas pero, por razones de cultura y religión, de tolerantes poco. Recomiendo que si por prudencia no se debe expresar la realidad con esta sinceridad, siempre se puede obviar la declaración

La-prensa-mundial-dedica-mayor_54423114653_54028874188_960_639No quiero dejar en el tintero la preocupación por el hecho de que una parte de la sociedad y algunos comunicadores, de profesión sus tertulias, pueden entorpecer la labor de los encargados de la seguridad cuestionando su cometido para salvaguardar esa libertad tan normal y fácil de disfrutar en nuestra cultura pero sin contemplar la dificultad, incluso la imposibilidad, de practicarla en un ambiente intolerante y de terror.

Como casi todos yo también tengo algunos amigos árabes, de ellos más de uno musulmán y todos perfectamente integrados, respetuosos y respetados, pero los que son como ellos son minoría en el conjunto de los musulmanes al igual que los yihadistas, que aún siendo más que los tolerantes son menos que el resto de los seguidores del Islam a los que les cuesta adaptarse a nuestra tolerancia y esperan pacientemente a recoger las nueces.

Emilio Pérez Alamán Teniente General (R)

9 pensamientos en “¿CONFLICTO ASIMÉTRICO? (Teniente General Emilio Pérez Alamán)

  1. No solo ratifico y asumo el excelente artículo del Teniente General Pérez Alamán, sino que abusando, una vez más, de la amabilidad del General Dávila, me permito exponer mi opinión al respecto:

    En el atentado terrorista que ha sufrido la redacción del semanario satírico ‘Charlie Hebdo’, con al menos doce muertos, lo más inquietante es la falta de respuesta, clara y contundente, de la clase política o el sinsentido de la respuesta en ese consenso suicida de la estupidez.
    Asesinato evitable como tantos en aras de la ceguera autoimpuesta por lo políticamente correcto a un Occidente que se tambalea. Muchos habían alertado sobre la voluntad criminal del yihadismo. Los servicios de seguridad habían llegado a la conclusión de que no era peligroso. Sería para que no les llamaran racistas, cuanto complejo…
    La desprotección en Europa es una imposición del sistema, un corolario de la declaración de los políticos respecto a los musulmanes como su grupo mascota por excelencia. Nunca en la historia de la Humanidad se ha producido una impostura tan colosal, una desprotección moral e intelectual tan completa.
    La secta yihadista promueve y ensalza el asesinato, tanto del no musulmán como del apóstata; ese integrismo añade que la mayoría de los musulmanes han apostatado y se encuentran en el estado de paganismo anterior a la predicación de Mahoma.
    La llegada masiva de musulmanes fue una decisión consciente de la izquierda, un proceso de ingeniería social para descristianizar la nación, para modificar sus bases o regularidades, su textura vital, para convertirla en una sociedad multicultural; es decir, para destruirla, porque es lo progre, lo moderno, lo que mola, la antitradición, …
    Una nota de la Unión Europea alerta frente a brotes de racismo y xenofobia contra los musulmanes, pero resulta que el crimen de París es un evidente acto de xenofobia extrema del islamismo, cuyas relaciones con los no musulmanes están concretadas en la aleya coránica de la espada: “Matadlos allá donde los encontréis”.
    La islamización como proceso de ingeniería social es general en Europa. Por toda Europa, por sus ciudades más emblemáticas, hay guetos, polvorines con subvenciones y ayudas, que no se pueden mantener y que nunca debieron existir. Hay un chantaje de la violencia para saquear y desarmar a las sociedades europeas con la complicidad de sus falsos líderes morales y con la protección de los gobiernos.
    En sí, el asesinato de París muestra el poder del integrismo; reducido a la operatividad de lo que se ha dado en llamar lobos solitarios; una de las estupideces del sistema que dice estar enfrentándose a un nuevo tipo de terrorismo islámico, musulmanes que ponen en práctica el precepto del asesinato contra el denominado infiel.
    Es necesario que Europa despierte y exija responsabilidades a sus políticos por esta traición y también en España, que ponga coto y fin al consenso suicida de la estupidez. No lo digo como provocación, sino como llamamiento, desde mi amor a la libertad, a España y a Europa, a la civilización occidental a la que me honro en pertenecer.
    La clase política en su conjunto es en parte culpable; y lo evidente es que con una demografía expansiva y subvencionada, sin aportar nada, aprovechándose de los carísimos servicios públicos y hundiéndolos para todos, lastrando la economía, al menos una parte de los musulmanes parecen haber sido inducidos a pensar que los europeos son tan estúpidos como lo son sus políticos.
    Los viejos europeos están sufriendo el racismo y la xenofobia contra ellos en sus propias naciones y encima están siendo todo el día acusados por sus políticos y sus medios de comunicación prostituidos de racistas y xenófobos. No hay otra integración que el trabajo y la otra alternativa es la expulsión: tolerancia cero con los integristas, por supuesto.
    Los hispanoamericanos pertenecen a nuestra misma cultura, tienen nuestra misma religión, se mueven en los parámetros de la civilización occidental; siento hacia ellos una lógica fraternidad. Por supuesto, no hacia grupos de delincuentes organizados. Ninguna sociedad admite la llegada ni la instalación de delincuentes, sólo en este tiempo de degradación y decadencia.
    Hay que dar la voz de la rebelión contra el consenso suicida de la estupidez mantenido por una casta parasitaria que ha jugado al islamismo, al multiculturalismo y a la ingeniería social y que lejos de enmendar su error, y reconocer su fracaso, persiste en sus admoniciones inconsistentes y cegatas.

    Y dando las gracias por permitirme, una vez más, opinar con desahogo; reciban los dos mi felicitación por la claridad, la sensatez y la sinceridad de sus artículos.
    Siempre a sus órdenes.
    Pedro Motas

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  2. Buenas noches. En primer lugar, muchas gracias, General Dávila y General Pérez Alamán.
    Sin duda, existe un problema grave con relación a lo que solemos llamar «yihadismo», con dos «teatros de operaciones» (discúlpenme la posible incorrección en el término) diferentes: el interno (pues tenemos el yihadismo en casa) y el externo, a los que deben corresponder unas estrategias y tácticas diferentes. En cuanto al interno, creo que podemos recoger aquella frase que decía «nos venderán la cuerda con la que les ahorcaremos», puesto que los fanáticos se aprovechan de las facilidades que les hemos dado para establecer su dominio y libertad de proselitismo entre la inmigración musulmana (de primera, de segunda o de tercera generación); no se solucionará a través de pasear al Ejército en la calle (como se ha hecho en Francia, y en algún otro país), lo que me parece sólo una operación propagandística, o de gesto, más que una medida eficaz, sino a través de romper los enlaces que están establecidos entre las comunidades musulmanas y los agentes yihadistas; en este sentido, no veo distinción entre las medidas a tomar en este caso que en los otros en los que se pueda detectar un grupo (o varios) terrorista que ejerce influencia sobre determinada población; se les debe negar los púlpitos, la asociación (que será siempre con fines delictivos) y las labores de extorsión, base de su poder e influencia. Sin esas medidas, cualquier manifestación, por multitudinaria que esta sea, será interpretada por los asesinos y sus cómplices (voluntarios o no) como símbolo de éxito -del daño causado- de sus acciones. Se ha de llegar a la situación de que los terroristas no alberguen esperanza de refugio, sino de denuncia, y para ello habrá de hacerse una labor didáctica entre la población islámica que la acerque al compromiso con la sociedad que la acoge, incluyendo la canalización de sus demandas (colectivas o individuales) a través de los usos establecidos por dicha sociedad. Los que no puedan o no quieran adaptarse a la sociedad de acogida deberán ser extraidos de ella, bien como corresponda al delito que hubieran cometido o a través de los procedimientos de extradición, puesto que la acogida, en cualquier país, tiene sus condiciones.
    En cuanto al «teatro externo», es del todo cierto que requiere (y más, si queremos minimizar las bajas propias) la mejor preparación posible, en términos de formación de personal y en términos de material necesario. Sin embargo, creo que no tenemos noticias suficientes en cuanto a cómo se alimenta al enemigo, pues todos (y los militares como ustedes, con mayor fundamento) sabemos que una guerra no se empieza tan fácilmente, sobre todo cuando se trata de grupos de súbita aparición, y que una guerra es de difícil y caro mantenimiento. Desde mi punto de vista, a alguien le ha interesado agitar el avispero, y está haciendo un píngue negocio con ello, a costa de la sangre y de los esfuerzos de los demás. A veces, en una guerra, es más importante lo que no se ve que lo que se ve. Si hacemos que no llegue la sangre al brazo, este se pudre y se cae.
    Reciban un cordial saludo.

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