Acabo de llegar de Motril. El Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos me había invitado a dar una conferencia sobre las Fuerzas Armadas. Eligieron el día perfecto: víspera del Día de las Fuerzas Armadas.
Fue una conferencia sencilla porque todo es sencillo cuando se siente lo que se dice y tienes la libertad para, con educación, decir todo lo que se siente. Así planteamos el desarrollo de la conferencia. Sin trampa ni cartón. Creo que disfrutamos todos, no de la conferencia sino de un encuentro programado sin ningún protocolo y con muchos afectos.
Fui a Motril sin conocer mucho el lugar ni los convocantes, pero hay algo que siempre me ha movido y nunca me ha fallado: el conocimiento intuitivo. Te marca direcciones que nunca debes despreciar. Una vez más estuve en el lugar adecuado en el momento oportuno.
Allí, a Motril, se acercaron amigos forjados en jornadas inolvidables de Legión y de Cofradías. Acudieron al grito de “A mí la Legión” con la única razón del espíritu de amistad, de unión y socorro, de compañerismo. Gracias amigos. También hubo sus ausencias, que todo hay que contarlo, insignificantes y no cuentan en la cuenta corriente que acumula el banco del alma.
La cultura y grandeza salta en lugares inesperados. Suelen ser rincones donde la historia se recrea y deja la huella de su paso lento, hondo y sosegado. Le pasa a Motril. Así se ha forjado la historia de España. La fuerza de los intelectuales nace junto al clima, junto al sol o la umbría, que no hay mejor y más variada universidad en España que la de los corrillos de sabiduría, las tertulias de plaza, la inteligente crítica, la riqueza del humor. Nada hay comparable a lo que sucede en esos rincones de España donde se empeñan en tirar del carro mientras en las grandes urbes discuten en qué dirección hay que tirar.
Me sorprendió la unión, el respeto y el cariño de Motril a sus Fuerzas Armadas. Allí está el Escuadrón de Vigilancia Aérea número 9. Pero no solo está sino que vive y a Motril y a sus gentes pertenece. Me emocionó el sentido homenaje que en la figura de su comandante dieron a todo el Escuadrón. ¡Que gente! Unos y otros. Así se hace patria.
Gracias a todos por una jornada vivida intensamente en Motril, con los motrileños.
Gracias a los que desde Vélez Málaga vinieron a compartir devoción y afecto. Gracias motrileños. Si me lo permitís me gustaría volver.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
¡Qué razón tiene¡ Me encanta su descripción. Gracias mi general
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V.E. Dice que si se lo permitimos.
Desde ¡¡¡¡Ya!!!! Tiene mi casa a su disposición incondicional.
Muchas gracias Mi General por su caballerosidad y Honor.
Siempre a sus Ordenes.
Francisco Rodríguez Moreno.
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Gracias amigo y un fuerte abrazo. General Dávila
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Gracias a V.E. mi General.
Gracias de verdad por su entrega y dedicación, Por ilustrarnos como lo hizo, en aspectos a veces muy desconocidos.
Fue un honor contar con su presencia entre nosotros y que fuera testigo de excepción en ese pequeño y humilde, pero sentido homenaje que hicimos al EVA 9.
Y por supuesto, claro que volverá, y pronto.
Esta es su casa.
Esta es su tierra.
Esto es España.
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Un fuerte abrazo para todos Gerardo
General Dávila
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¡¡¡ Qué maravilla las emotivas palabras de mi querido General y qué maravilla la respuesta agradecida de su audiencia motrileña !!!
Mi felicitación y enhorabuena por la sencillez, lo afectuoso y emotivo del acto.
Un fuerte abrazo.
Pedro Motas
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Te eché de menos Pedro. Bien lo sabes, pero el hombre propone y Dios dispone. Tiempo habrá. Un fuerte abrazo y gracias.
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