LA ESPÁ-2
(Romances)
Romance segundo
Porque a mí me va la marcha,
a las Armas y a los Cuerpos
dedicaré estos mis ripios,
y que están, ya les advierto,
en el su punto de mira,
y esto esto nada nuevo;
¿se acuerden de la Colau,
se acuerdan de aquel denuesto?
el día en que la c…,
pues no fuera un simple gesto.
Armas de la General,
queridos Cuerpos, ¡lo siento!
Aprovechando el tirón
que en Sevilla acometieron
con el asunto la espá,
seguirán, ya me lo temo
e intentarán, lo veréis,
lo de quitarse de en medio,
todo lo que a ellos le huela,
a honor, denuedo y a esfuerzo.
A san Fernando, de pronto
que es el Patrón de Ingenieros,
que por conquistar Sevilla
lo tiene el Ayuntamiento,
en una mano, la espada,
en la otra el orbe entero,
en Sevilla se la quitan;
lo de Patrón, lo veremos.
En su emblema hay un castillo,
de ello más tarde hablaremos.
Así que en la General
ya quedara un Arma menos.
¿Y si es la Caballería?
¡A ver, con ella que hacemos!
Tiene por Patrón Santiago,
“mata moros”, ¡¡¡ vade retro!!!
y encima la espada blande
sobre un tordo; caballeros
con unas lanzas que pinchan,
y unos sables que dan miedo,
para pinchar y cortar,
vamos, que van al completo.
Otra que habrá que quitar,
otra que va p´al talego.
Porque no tengan espada,
no piensen los Artilleros
el que con ellos no va,
que con ellos no va esto.
En su emblema, dos cañones!,
dos, cruzados, nada menos,
y entre medio hay unas bolas,
-mal pensados, que no es eso-
unas bolas las que tienen
para tirarlas muy lejos,
y al que encuentren lo desgracian,
¿qué más motivos queremos?
Además de que despiertan
a los niños con su estruendo:
¡hala!, que den los cañones,
que luego los fundiremos;
la de millones de piercings
que con ellos nos haremos.
Y en el colmo de los colmos
su Patrona, ya sabemos,
está con un castillete,
donde la metieron dentro.
Digan si no es atentar,
si no es atentado esto
contra el poder circular,
libremente, que es derecho
de toda “persona humana”:
¡al carajo, con tos ellos!
Intendencia, aunque no porta
espada, le darán viento,
pues creo que la echarán
al pozo de los recuerdos:
no les hace mucha gracia
lo que en Ávila aprendieron
sobre Milicia y España,
¿y la Santa?, de momento,
mientras en ello pensamos,
que se vaya a su convento.
Guardia Civil, ¡no te escapas!,
que bien a la vista vemos,
menuda espá es la que llevas
cruzada con, no sabemos;
y además llevas una hacha;
suficiente, ¡por supuesto!
¡Ay, mi Arma de mi alma!
que mal destino te veo:
una espada y un fusil,
machete, los guerrilleros:
de un plumazo los mandamos
a tomar el viento fresco,
y que amenicen las fiestas,
toquen diana en los pueblos,
que pa eso tiene cornetas.
¡Venga, y a paso ligero!
“Pero es que llevan, además,
en su escudo, el del Ejército
una espada de Santiago:
¡es que no hay por do cogerlos!
y encima la coronita,
la del Borbón, nada menos.
Ya veis lo fácil que ha sido:
¡Nos lo pusieron a huevo!”
Así el Presidente habló
Presidente del Gobierno,
en Consejo de Ministros
que presidiera, el primero:
se acomodó en la poltrona
y se ajustó el coletero.
Porque en el punto de mira
están; y no es esto nuevo.
Hoy les dedico mis ripios,
y de paso, los advierto.
Don Eufemio, dic, 17







