El asunto es de hace unos días me cuenta mi paisano, excusándose de no haberlas remitido antes, pero las noticias y ocurrencias a las que hay que atender, dice, nos pasan por encima. Y me cuenta:
Pues resulta, que a la Selección Española de Fútbol Femenino se la conoce con el nombre de las guerreras, que lo son, y mucho; sobre La Selección Española de Fútbol, la roja, qué decir que no se haya escrito y oído; yo mismo, y me perdonarán la autocita, escribí un soneto, COLORES, al comienzo de «los mundiales» de Sudáfrica, que luego, afortunadamente, tuve que rematar con un estrambote visto el resultado final. Y ahora me entero, que la Selección Española de Balonmano, es conocida con el sobrenombre, honroso pero inadecuado, de los hispanos. Y ante todos estos desaguisados me pregunto como aquella señora que sacaba Chicho en el Un, Dos, Tres: ¿Por qué será?
La respuesta, sobradamente conocida; no somos más tontos, o más cobardes, porque no somos más grandes; porque, lo que es más, ya no cabemos.: ESPAÑOLES.Ya sabéis, son cosas; las cosas de Don Eufemio.
De la prensa del 11 julio 2010
¡SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO!
COLORES
(Soneto con estrambote)
Perdonen que me de la risa floja,
pues pasando por listos y ocurrentes,
revienen más que el ajo, recurrentes,
y un pelín se han pasado, se me antoja.
Y se da, por demás, la paradoja,
que esfuerzos, pretendiendo, concurrentes,
a la mitad, pandilla de insolventes,
agreden con el rollo de la roja
al buscar en historias ya pasadas
nostalgias de casposos bermellones.
Que en tanto resultado tal se salda
sobre el campo al cruzarse las espadas
-sabéis de Sus designios y renglones-
de España será el el triunfo en rojo y gualda.
Y hubo más de un sofocón,
en la consabida tropa:
Iniesta nos dio la Copa,
¡vestido de azul mahón!
Don Eufemio, 9 jun, 11 jul. 2010
ESPAÑOLES
(Soneto)
Pensaba yo al oírlos tan ufanos
retransmitir, genial, aquel partido,
do Suecia se llevó su merecido
que andábamos por tiempos de romanos.
O que hablaban, más bien, de los hermanos
de allende el mar océano, sabido,
que en el norte los llaman de corrido
a los del sur del Río: los hispanos.
Pues no; mientras fornidos mocetones
que en España nacidos, se trajeron
de Europa los laureles por bemoles,
hubo un nuevo bajar de pantalones
que hasta los tobillos descendieron,
por callar lo que son, ¡son españoles!
Don Eufemio, 28 ene. 18




No me atrevo a decirlo, mi Coronel. Pero estoy seguro de que sé quien fue el que hizo «cuestión de honor» el poner el sobrenombre (¿o quizás apodo o mote?) de «La Roja» a la Selección Española de Fútbol. Puestos a hacer juegos malabares con las palabras, podría haber sugerido «La Roja y Gualda», y así no habría discriminado a nadie.
¡Ay, Zapatero a tus zapatos!.
¡¡¡QUE VIVA ESPAÑA!!!
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Doña Josefa; muchas gracias.
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Amigo Rafael; ¡pues menos mal que no lo tienes claro!
Tomo nota de lo de «rojo y gualda» para otra vez. De momento, ya ves, que me vino bien lo del «azul mahón».
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Mi Coronel, la bandera roja y gualda precisamente se inventó para que fuera más visible que la Cruz de Borgoña entre los galeones en el océano a grandes distancias para no perder la formación, y para cuando aparecían «nobles» ingleses como Drake y Morgan a meter las narices en lo que no era de su incumbencia. Manteniéndose los buques visibles y coordinados en todo momento, era más posible cortarles el paso. Y a sus «dotaciones» el cuello, ya una vez en faena.
Y conste que mi sugerencia sobre la «roja y gualda» como denominación de la selección de fútbol, iba para quien se empeñó en que se llamara solamente «la roja», que más parece un apodo de guerra para una miliciana de aquellas que eran la antítesis de Agustina de Aragón o de María Pita. Cuando oigo o leo de una a la que cierto pseudo poeta aficionado a regar alamedas a fuerza de miccionar (con perdón), en un «poema» que le hizo la invoca como «Oh, tú, Dinamitera…», me pongo a temblar, no sé si por el poeta o por la musa homenajeada.
Prefiero el «Oigo, Patria, tu aflicción….»
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