Desde su atalaya cordobesa: LAS COSAS DE DON EUFEMIO
Tal vez porque tengan el alma tan dura, cemento armado, como la cara; posiblemente porque piensan que el resto de mortales que los rodean son imbéciles o se acaban de caer de un guindo, o lo más probable, que piensen que al ser tribu elegida (¡y qué los electores!) están por encima del mal y del bien. Pero ahí están sus hechos y sus dichos: ¡MENUDA, LA CASTA!
Errejón: «En Venezuela se respetan los derechos de la oposición» y la gente hace «tres comidas al día»
VOCERAS
(Soneto)
Tiempo lleva perdido en el paisaje
-su escaño en las alturas, descriptivo-
y hoy le hacen salir y, vomitivo,
depone, impresentable, su mensaje.
Describe allá un edén, vil peonaje
obligado a pagar, que sustantivo
fue de pasta el montón, que al engranaje
le vino, de Podemos, decisivo.
Pues si tanto respetan sus derechos,
y comen un “jartón”, está a la vista,
¿por qué al huir, colapsan las fronteras?
Y si allí tanto están de satisfechos,
váyanse al paraíso comunista,
y déjennos en paz, ¡necios voceras!
Don Eufemio, 13 nov. 18
(Continuará, Dm.)


Los podemitas golpistas izquierdistas de la extrema, extremista izquierda. Nos quieren vender su mentira. Se lo compraran los incultos necios que de estos hay muchos en esta España idiotizada por sus Marx Media, que son todas ó casi todas. Por esto hay tanta ignorancia.
A nosotros no nos engañan, ni nos engañarán con sus añagazas de parvulitos en su Imperio de la Mentira de Muzenberg.
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Encantado de conocerle, Don Eufemio Quevedo y Villegas
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Vaya, por Dios. ¿Dónde se habrá criado este espécimen, que considera un lujo comer tres veces al día?. Se le han olvidado dos, el bocadillo o aperitivo de media mañana y la merienda aunque sólo consista en un cortado sin más.
Eso, si es que es verdad que en Venezuela haya, aparte de Maduro y su corte, alguien recuerde y disfrute siquiera de una comida normal y bien preparada de vez en cuando.
¿Pero, a dónde vamos a parar con esta gente, que nunca vivieron años de auténtica hambre?. Habría que encerrarles en una sala de proyecciones y ponerles en sesión continua, las veinticuatro horas, documentales de aquellos en blanco y negro, y algunos mudos, sobre la miseria de los años treinta. A ver si aprenden y callan para siempre. ¿Eso es o que nos prometen?. ¿Por qué no se reparten entre Cuba y Venezuela?.
¿Pero qué habremos hecho tan mal para merecer y tener que aguantar esto?.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!.
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