Los barones, y “barona”s, previendo que el asunto se les podría complicar en términos territoriales con el abracadabrante proyecto de su secretario general, que ya enseñó la patita al intentar un pacto con lo mejor de cada casa con asentaderas en las poltronas parlamentarias lo (casi) largó a las tinieblas exteriores; pero, ¡ay! lo dejaron en el partido, como se dice, muerto pero mal enterrado.

 El  personaje, que guardaba en su interior toda la mala milk que a la sazón se le había puesto, se hizo reelegir por “las bases” más radicales y  siguió con sus tejemanejes centrifugadores dándole al pico con los más eximios representantes del separatismo, terrorismo y marxismo leninismo preparando lo que estamos ahora estamos viendo claro como el agua clara en el cambalache más asqueroso, traidor y bajuno (Fernando VII incluido) que se haya podido dar en nuestra historia: ESPAÑA, por la poltrona presidencial.

 Y así, en una infecta cuartilla que llaman comunicado se despacha la Constitución (que ni se nombra, por exigencia de la molt honorable superioridad), la igualdad entre los españoles, su derecho a elegir (todos) su propio destino y se excluye de la “catalanidad” a menos de la mitad de los catalanes ( Federico dixit).

Pues ahora, viendo ya seguro su debacle territorial, los barones (¿y baronas?) se desgarran las vestiduras y se preguntan, qué va a ser “de lo mío”. Ya tuvieron su ocasión de parar este dislate, y hete aquí que andan preocupadísimos… ¡A buenas horas, mangas verdes!

De la prensa, diciembre 2018

Los barones del PSOE se rebelan contra Sánchez por sus cesiones a los independentistas. El aragonés ha sido uno de los barones más críticos con el acercamiento de Sánchez a los planteamientos de los independentistas.

No es el único, desde Castilla La Mancha Emiliano García Page también ha mostrado su preocupación por la deriva de su partido y los pactos por mantenerse en La Moncloa.

 UNO

(Soneto con estrambote)

 El darse, bien está, golpes de pecho,

que siempre Dios los quiso arrepentidos:

¡Qué delicia, qué gozo a los oídos

el oír su discurso insatisfecho!

 

Mas caen sus palabras en barbecho

y a nadie engañarán; no están heridos

por débitos felones contraídos,

sino es que su cortijo, ven maltrecho.

 

Pues hubo tiempo, motivos y ocasiones

para aquí no llegar, a esta locura

de España ver en manos de un golpista

 

si el voto negativo, los barones

hubieran exigido en la censura,

tan sólo a un diputado socialista.

 

Así golpistas no habría en Barcelona,

tampoco en, codiciada, la poltrona.

 

Don Eufemio 25 dic. 18

(Continuará, Dm.)