Desde su atalaya cordobesa: LAS COSAS DE DON EUFEMIO

Pues sí, amigos: allí estuve; allí estuvimos, sintiendo que estábamos viviendo momentos importantes de la, en estos tiempos maltratada Historia de nuestra España.

 Y, poniendo el teatro delante de las musas, quisiera en crónica rápida, que otras habrá más elaboradas, contarles las impresiones personales de este humilde señor de pueblo durante los escasos tres cuartos de hora que permaneció justo al lado de la estatua de Colón; las iré enumerando, y que cada uno saque sus propias conclusiones.

 1.- Aunque se dijo todo lo que había que decir, al personal asistente el acto le supo a poco, algo soso, digamos. El propio y forzoso consenso entre los convocantes, así lo ha determinó. Pienso que el esfuerzo de cada uno de los convocados bien se merecía el, al menos, poder haber escuchado a los líderes convocantes. No acabo de creerme que se hayan desterrado los”cordones”.

 2.- El tratamiento de las imágenes, o al menos las que se podían verin situ por las macro pantallas, estuvo bastante desequilibrado; se veían –o no se veían- líderes convocantes de primera, de segunda…, y de tercera.

 3.- Hubo “líderes” que llegaron tarde y de forma atropellada; si no eres de casa, y te invitan, llega a tiempo y escucha: No te pongas a tuitear mientras hablan los oradores.

 4.- La ovación más sonora y los gritos de apoyo, contundentes y únicos, se desataron, en la zona en la me encontraba al menos, cuando en pantalla apareció el “colaborador” de la manifestación.

 5.- Había personas que se sentían incómodas, sería por las apreturas. Cuando los organizadores posaron en el escenario para la foto de familia y escuchar el Himno hubo quien salió de naja coincidiendo con la última corchea del mismo.

 6.- Había poca, muy poca representación juvenil.

 7.- Aun con todo, un éxito de participación (“luego diréis que somos cinco o seis”), de civismo, de saber estar y patriotismo, y un aviso que no querrán ver.

 8.- Al llegar a casa oí a Ortega Smith decir algo sobre una disfunción óptica sufrida presuntamente por un señor. Aunque estas letras, y el soneto, los escribí el domingo por la tarde, les juro por mis niños que el estrambote del mismo, ya lo había pensado antes de asistir a la manifestación. ¡Que el copyright, es el copyright!

 Y ahora, las musas.

 De la prensa, febrero 2019

 Sánchez dice que en Colón se verá «una España en blanco y negro»

 ALLÍ ESTUVIMOS

(Soneto con estrambote)

 Estuvimos allí, cientos de miles,

al tibio sol que templaba Castellana,

a exigir que más digno sea el mañana

a barandas gallinas y serviles.

 

Habló gente del pueblo en los atriles,

-no se oyó ni una palabra huera o vana-

y se vio allí una España grande y sana,

tan lejos de escabrosos vodeviles.

 

Repleta la jornada en sensaciones:

¡elecciones!, en alto se gritara,

que será como al olmo pedir peras.

 

Fue el Himno que inflamó los corazones,

y un silencio atronó, cuando sonara,

bajo un mar rojo y gualda de Banderas.

 

Y un falsario y mendaz,

farsante crónico,

  -a su bola que va, que no se entera-

ayer nos enteramos,

que es daltónico.

Don Eufemio, 10 feb. 19

(Continuará, Dm.)

3 pensamientos en “Desde su atalaya cordobesa: LAS COSAS DE DON EUFEMIO

  1. Sí, mi Coronel. Grandioso y que tanto me recuerda otras ocasiones históricas emocionantes en otra plaza de Madrid.

    Y ya lo dijo Nuestro Señor, Jesucristo: «No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que quien no quiere oir». Y aquí, además, tenemos a un daltónico que utiliza tapones de cera para los oídos para no oir lo que no le conviene, y no se ha enterado de que existe la televisión en color. Y para colmo, no sabe contar ni con los dedos.

    Ahora esto hay que llevarlo a las urnas, si es que nos las ponen algún día. Y como parece que ya somos más los mayores somos mayoría más que absoluta, pues ahí nos veremos.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  2. Magnifico, Coronel D. Eufemio :
    Gracias.. por todo y tan bueno..
    Un afectuoso saludo..
    !!Viva España !! !! VIva El Rey !! !! Viva la Legión
    Josefa López del Moral Beltrán

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  3. «Una España en blanco y negro» vista por un personaje más bien gris… oscuro.

    Pues no, Sr. Daltónico; en Colón no se vio una España en blanco y negro; en Colón se vivió una España en color, más roja y gualda que nunca, una España viva clamando alto y fuerte, contra aquellos que quieren fragmentarla, su deseo de permanecer unida.

    ¡Qué grandes y fieles son los auténticos españoles que reivindican la defensa de su unidad y valores, frente a las sombrías y timoratas «élites» que la mal gobiernan!

    Parafraseando el vigésimo verso del «Cantar del Mio Cid», me atrevo a decir «¡Qué gran país si tuviese dignos gobernantes!».

    Por una España unida.

    Un saludo

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