Las buenas semillas de la historia de España, lecciones aprendidas para aplicar, cayeron en diferentes tipos de personas:

• Quienes escucharon pero ante la marcha de la vida, la agresividad de un ambiente materialista “easy” y la atracción del becerro de oro, olvidaron las lecciones de historia
• Quienes – escucharon nuestra historia sin entenderlo que pasó, vinieron los malos y borraron lo sembrado desapareciendo las lecciones de historia.
• Quienes – escucharon la historia y les gustó pero sin principios ni constancia se rindieron fácilmente ante la dificultad o para evitar ser etiquetados.
• Quienes aun asumiendo las lecciones aprendidas pueden ser contaminadas por la cizaña mediática y política constante del rencor, discordia, envidia, mentira, avaricia, soberbia,…

Ahora en España se hace evidente la cizaña sembrada desde 1975. Se ha regalado España para beneficio de unos pocos.

La cizaña es tan parecida al trigo que antes de que se forme la espiga es muy difícil distinguirla. La cizaña,además de estéril, mezclada con harina buena, contamina el pan y es perjudicial para el hombre. Sembrar cizaña entre el trigo era un modo de venganza que se dio antiguamente en Oriente.

Es propio del maligno mezclar la cizaña con el trigo, mezclar el error con la verdad transformándola en mentira o media verdad o post verdad. Ahí están las ideologías humanistas para hacernos infrahumanos, los movimientos feministas de prostitución política de la mujer, las memorias infecciosas trolles…

Se han impulsado errores, confundiendo amor entre personas con sexo,alegría con placer, moral con cifra de negocios, espíritu de sacrificio y pensiones solidarias con regalías, subvenciones y pillería electoral, honradez con engaño aplaudido, política de servicio con autoservicio del político, tolerancia con discurso único y etiquetado, democracia con urnas de un día, democracia y solidaridad con monólogo rebelde, y privilegio cateto…, justicia con rencor, estado de bienestar con estado de mediocridad.

La amnesia de la herencia gratuita de valores, de bonanza económica y de paz estable, han permitido que el enemigo sembrara la mala semilla en la más completa impunidad.

Nuestra apuesta y certeza es estratégica, más aún es eternidad.“The field is won” decía Santo Tomas Moro, lord canciller de Inglaterra cuando lo iban a ejecutar por mandato prevaricador del lujurioso Enrique VIII. Quizá nosotros, como los cerca de 45.000 seres queridos, muertos por la pandemia sanitaria, tampoco veamos en la Tierra el fin de esta etapa triste de fraude al ciudadano, que ahora vivimos en España. Ahora sólo estamos en la fase trascendental de nuestra suerte duradera.

No hemos estado vigilantes, y debemos de estarlo, ante medios de comunicación radiados, televisados, escritos, redes sociales etc., que son el arma para una verdadera siembra del error y la maldad. Debemos de conocer y compartir qué medios positivos nos traen información veraz y sana.

Cada día vemos cómo se manipulan unas noticias, cómo se silencian otras, cómo se propagan ideas demoledoras sobre la familia, el matrimonio, el aborto, la eutanasia, sobre la historia de España y de sus pueblos, como se impulsa una idea hedonista y nihilista de la vida, como se crea un pasotismo moral, como si nada ni nadie hubiera existido antes, como sino hubiera el Cielo prometido.

Lo más noble del hombre, inteligencia y voluntad, queda sometido a lo que mas animal y menos noble el instinto y las pasiones. Vivir con mandamientos no es represión frente al desenfreno, sino moderación y armonía.«El hombre vale más por lo que es que por lo que tiene» (Gaudium et spes).

La vaciedad del becerro de oro ofrece “otra caña y una de gambas”, legado paupérrimo para seres espirituales y racionales, ultima voluntad del condenado que ha perdido la dignidad y la conciencia de eternidad.

Muchas personas, cada vez más, ante el vacío moral, se dejan arrastrar por ideologías impuestas por élites desde polos de influencia sobre las sociedades occidentales. Hay que valorar, ademas del ejemplo de vida personal de los líderes, lo que cumplen y no lo que prometen. Es imprescindible considerar si los afanes personales de grandeza de poder, riqueza y unidad familiar y del entorno, de nuestros líderes, los aplican a la grandeza y unidad de España y los Españoles

El enemigo utiliza todos los medios humanos posibles con constancia, empeño ysin descanso. Si, el enemigo existe. Si, la muerte existe. Si, el mal existe. Si, el demonio existe. El mal, ausencia de bien, se sostiene sobre el bien al que parasita causando sufrimiento.

Pero a la petite histoire de nuestra vida se le puede imprimir un tono distinto porque no está predeterminada al mal, hay una Esperanza que no defrauda y Dios nos ha dado la Libertad para que, en medio de la dificultad y el dolor,con amor, sepamos reconducirla.

No nos quita la alegría la situación ni los abusadores y usurpadores de la democracia, al contrario nos sentimos privilegiados por nuestra fe, pero es nuestra obligación ayudar a abrir los ojos y los oídos para que se apliquen esas varas de medir lo justo.

Todos podemos labrar a diario el suelo de nuestra historia personal con entusiasmo y alegría para recuperarlo del baldío y que sea tierra buena sirviendo como herencia de concordia y progreso para todos.

Hoy un africano sabio y bueno, el cardenal Sarah describe la situación decadente del mundo occidental, en la que España va en el pelotón de cabeza. Podríamos acudir a la Biblia, a S Agustín o a tantos santos y mártires  y ya en el siglo XXI a S Juan Pablo II, para encontrar referencias como los palos que evitan que nos salgamos de la carretera nevada o los faros y radares que guían en la navegación; pero no hay mas ciego que el que no quiere ver ni mas sordo que el que no quiere oír.

 Hay batallas que el cristiano debe dar por perdidas en este mundo. Y una de ellas es la de la opinión pública.

La imagen de los habitantes de Jerusalén, instigados por los sumos sacerdotes, pidiendo a gritos la crucifixión del Mesías, es demoledora. El mal hace demasiado ruido, se mueve en el ruido como en su hábitat. En ese terreno, es invencible.

La batalla hay que darla. Pero no pensemos que la vamos a ganar. Porque el bien es silencioso, y gusta del silencio.

No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles. Entended bien estas palabras: el profeta no dice que el justo no habla, sino que no grita. Y, como no grita, nadie lo escucha, porque otros gritan más fuerte.

Entonces… ¿para qué entablar batalla? Para que nos escuchen quienes aman el silencio; ellos acogerán el reino de Dios. Quienes aman el ruido y viven a golpe de encuesta no pueden acogerlo… a menos que se cansen del ruido, y decidan, al fin, callar y escuchar. Hasta entonces, querer gritar más que ellos sería profanar las perlas y echárselas a… bueno, ya sabéis. (José Fernando Rey Ballesteros)

No basta lamentarse ante tantos errores difundidos desde medios tan poderosos. Todos podemos y debemos aprovechar cuantas oportunidades se nos presentan a diario o en momentos de decisión, como las elecciones, para luchar por difundir la verdad sin miedo, con amabilidad pero con firmeza, en familia, entre amigos, entre compañeros de trabajo, entre vecinos, en nuestras relaciones en general.

Hoy podemos preguntarnos ¿qué puedo hacer yo? Ha habido gente muy sencilla que ha dejado y deja una gran huella en el mundo.

A cada español, estemos donde estemos, nos atañe la misión de regeneración, de recuperación de principios y virtudes, sobre todo en este momento de fractura de España, de inseguridad jurídica, de desprecio político al ciudadano, de desigualdad, de favor y arbitrariedad…de delincuencia e impunidad políticas, de democracia burlada y poder usurpado.

Se han cumplido 84 años del inicio de la Cruzada de Liberación  Nacional, provocada por las izquierdas españolas del Frente Popular. En aquella guerra incivil la saña y el odio contra la religión dejaron su huella y testimonio en más de 10.000 mártires beatificados ya algunos y otros en proceso de serlo.

Aquella guerra fratricida provocada por las élites gobernantes con ideologías liberticidas, implicó el enfrentamiento entre hombres buenos de ambos bandos y también implicó, principalmente en retaguardia, las torturas y muertes de miles de inocentes, asesinados cobardemente por delincuentes pretendidamente blanqueados con siglas políticas.

Es el momento, ante esta nueva pandemia de rencor político, de encomendar España a los mártires de la Guerra Civil y a nuestro patrón Santiago.

La Cruz es paso para la gloria de la Resurrección. La Cruz por amor al Crucificado como manifestaba la popular Santa Teresa de Calcuta, pues una cruz sin amor trae consigo amargura y rebeldía.

Vicente Díaz de Villegas y Herrería

Soldado de España

25 Julio 2020