Para el que no la haya leído, la Conjura de los Necios es el título de una novela donde Ignatius, el estrafalario y seboso protagonista, se ve obligado a trabajar, algo que odia, para poder pagar la multa impuesta a su también extravagante madre, por conducir ebria.
La novela es un conjunto de despropósitos perpetrados por Ignatius y secundados por los otros personajes, cuyos actos responden a una lógica que es el esperpento de cualquier lógica, con los que el autor quiere poner de manifiesto la locura de la sociedad a través de unos personajes también locos. Entre ellos destaca el patrullero Mancuso, un policía inútil que trata de inculpar a Ignatius.
Esa locura que quiere caricaturizar el autor se ha apoderado, a mi modo de ver, de los responsables de la política en Cataluña y en el resto de España. El título de la obra y la actitud de los personajes se me asemejan, por una para mi, asociación de ideas, a las declaraciones y actitudes de los miembros del Gobierno de la Generalidad; incluso uno de los miembros de ese gobierno me recuerda físicamente al protagonista Ignatius.
Por su parte Mancuso, puede representar al Gobierno y a los partidos de ámbito nacional, aunque a favor del chapucero policía está que desarrolla una incansable actividad.
Aunque es difícil seleccionar cuál es el mayor de estos despropósitos, veamos algunos de ellos:
-Dice un miembro del gobierno autonómico, que los funcionarios no tienen que tener ninguna preocupación por sus nóminas, pues están aseguradas. Pero resulta que lo están, porque de ellas responde la Hacienda española, de la que por supuesto el consejero reniega y quiere separarse.
-Proclama el presidente de la Generalidad, que no aceptará su posible inhabilitación, como si que lo acepte o no, tuviera alguna importancia; simplemente si una autoridad es inhabilitada, quiere decir, que todos sus actos políticos dejan de tener validez jurídica. Y, además, no puede cobrar su nómina.
-Dicen que ni el presidente del Gobierno ni el Tribunal Constitucional podrán frenar la democracia, cuando son ellos los que violentan la democracia al negarse a acatar las leyes.
-Se niegan a acatar la Constitución, pero el poder que ellos detentan, lo tienen en virtud de esa Constitución.
-Se jactan de asumir la responsabilidad de sus actos, pero cuando están delante de un juez, afirman que no se habían enterado que cometían una ilegalidad.
-Dice un consejero que no hay que buscar responsables, pues basta con sacar una foto del Gobierno de la Generalidad, donde están todos los responsables; pero ni él, ni ningún otro miembro de ese gobierno, firma un documento que pueda acarrear al firmante consecuencias judiciales. Es como aquello del chiste, “firma tu primero que a mí me da mucha risa”.
-Afirman que crearán una «caja de resistencia» para hacer frente a las responsabilidades económicas en que puedan incurrir los miembros de la Generalidad; pero lloriquean diciendo que España va a dejar a sus hijos en la calle.
-Un juez investiga a un miembro de la Generalidad porque este no reconoce a la justicia; y el investigado denuncia al investigador, ante la justicia que no reconoce.
-El Gobierno de la Generalidad no acata las decisiones del TC, pero presenta recurso de súplica, ante dicho Tribunal.
-El Gobierno de la Generalidad, actúa con la misma lógica legal que la del presidente de Venezuela y se sorprenden de que sea, de este personaje, del único que reciben apoyo exterior, a pesar de sus repetidos y patéticos intentos de reconocimiento internacional.
-Se les ha dicho por activa y por pasiva desde las instituciones europeas y desde todos los ámbitos, que la independencia de Cataluña supondría la automática salida de la UE, pero ellos insisten que seguirán en la UE.
-El Secretario General del principal partido de la oposición dice que está con el gobierno para impedir el referéndum; pero, acto seguido, afirma que no apoyará al Gobierno si éste, para impedir el referéndum, tiene que aplicar el artículo 155 de la Constitución. Por su parte el PP, afirma que renuncia a la aplicación del art. 155 «por razones temporales». Debe ser que el problema, les ha tomado por sorpresa.
-El Gobierno, a pesar de los continuos pasos que da la Generalidad hacia la independencia, afirma una y otra vez que están convencidos que la Generalidad no dará esos pasos.
–El Delegado del Gobierno en Cataluña, autoriza una manifestación de independentistas ante el Cuartel de la Guardia Civil, y ésta que es el cuerpo policial más prestigioso de España, pide protección a una policía autonómica.
-Diversos miembros de la Generalidad, declaran públicamente, a cara descubierta, su intención de delinquir, mientras que los miembros de la Guardia Civil, que actúan como policía judicial contra alguno de esos miembros, lo hacen de paisano y cubriendo sus caras con pasamontañas, como si fueran ellos los delincuentes.
–El PSOE culpa al PP de haber contribuido al aumento de los independentistas, por haber recurrido ante el TC el estatuto catalán; y el PP culpa al PSOE de lo mismo, porque Zapatero engañó a los catalanes con aquello de aceptar todo lo que viniera de Cataluña. Pero ninguno admite, que el aumento de los independentistas fue debido a los gobiernos del PSOE y del PP, que sin ningún sentido de estado y por un puñado de votos, dejaron que los nacionalistas camparan a sus anchas inoculando el odio a España.
-El secretario general del PSOE afirma que España es una nación de naciones; y que una nación es un sentimiento. El que aspira a presidir el PSM, remata diciendo que Madrid podrá ser una nación; no lo ha dicho, pero cabe preguntarse, si también Madrid será una nación de naciones.
-El secretario general de Podemos, dice que apoya el derecho a decidir de los catalanes y de otras zonas de España. No dice a que zonas de España les va a limitar ese supuesto derecho, si es que se lo va a limitar a alguna. Un sujeto, que fue JEMAD, milita en ese partido.
-Un informe solicitado por el Ayuntamiento de Sabadell propone que desaparezcan del callejero, Quevedo, Calderón, Góngora, Espronceda, Moratín y Machado entre otros, porque representan un modelo seudocultural franquista; y añade que hoy día, la cultura es universal y no puede circunscribirse a Castilla. Y como ejemplo de universalidad cultural, propone se sustituyan estos nombres, por el de una tal Muriel y tres militantes del Esta Catalat del siglo XIX.
No es necesario seguir; cualquiera que haya leído los periódicos de los últimos meses podría añadir despropósitos que se producen a diario. Y cada despropósito recibe, a veces, por parte de las autoridades y partidos nacionales, la callada por respuesta. O cuando este despropósito lleva anexo el delito evidente, en el mejor de los casos, recibe la aplicación más suave y benévola de la ley. Y en otras ocasiones, la respuesta es otro despropósito.
En este contexto, algunos piensan que el destruir España es tarea fácil. Pero se equivocan; porque, les guste o no, España no es un invento, o sólo un sentimiento. España es una vieja nación, la más antigua de Europa; que, en su recorrido secular por los caminos de la historia, se ha visto amenazada por enemigos mucho más poderosos y con infinita mayor grandeza que la que tienen los actuales dirigentes de la Generalidad y de la que tienen los «tontos útiles» que les acompañan. Y siempre ha salido adelante; el problema es el precio, más o menos alto, que se tendrá que pagar para lograrlo; sobretodo, cuando en esa «conjura de los necios», se entremezclan los enemigos de España con una clase política deleznable y con la indiferencia de una parte de la sociedad.
Juan M. Mateo Castañeyra General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
19 agosto 2017
