Dos de mayo en Madrid. Autoridades en el desfile de las tropas
El pasado 2 de Mayo, Fiesta de la Comunidad Autónoma de Madrid en conmemoración del Alzamiento popular contra el invasor francés, la alcaldesa de la Capital de España, tuvo a bien obsequiarnos con una nueva muestra de su permanente y despreciable comportamiento con el desprecio intolerable a la Enseña Nacional, símbolo de la Patria a la que representa como Autoridad local.
Lo hizo de forma grosera e indecorosa cuando pasando revista a la Fuerza Militar que rindió Honores en el Acto de la Puerta del Sol, pasó delante de la Bandera sin rendir el saludo debido a la Misma, pese a la advertencia de la Presidenta de la Comunidad que presidía la Ceremonia.
En primer lugar hay que preguntarse ¿Qué hacía la edil acompañando a la Presidenta del Acto en la revista militar? Según el reglamento de Honores Militares solo la primera Autoridad autonómica tiene esa potestad acompañada del Jefe Militar Superior de la Unidad formada. Pero si nos fijamos solamente en lo técnicamente reglamentario, lo vil del gesto de esta dignataria podría quedarse en eso, un error técnico por ignorancia y en una permisividad absolutamente incorrecta de quien conocedor de lo que se puede y debe hacer no lo impidió.
Pero la actitud de la denominada “dignataria”, por ser persona investida de una dignidad que tiene un cargo elevado (Diccionario de la Lengua Española), no tuvo nada de ignorante. Por su edad, una carrera universitaria y haber ejercido de juez, aunque fuera de cuarto turno, además de la advertencia que se observa en la imagen de la Presidenta de la Comunidad, queda explícitamente demostrada la intención de quien se comporta con absoluta falta de seriedad y respeto al símbolo Patrio con una medianía que es desacorde con la dignidad que lleva consigo el cargo que ostenta, lo que la convierte en una “dignataria indigna”.
No es válido el argumento con el que más de uno, en similares circunstancias, ha querido justificar su indignidad por el hecho de que han sido elegidos democráticamente y con ello pueden manifestar libremente su ideología. La Democracia es mucho más compleja que la mera elección de los representantes mediante una votación. Además de esa condición deben cumplirse muchas más como respetar las Leyes, las normas y muy especialmente a todos los representados. Desgraciadamente contemplamos, casi a diario, actitudes y gestos de esos representantes que en todos los niveles de los Estamentos del Estado son las muestras de “dignatarios indignos” que si bien ocupan cargos elevados, no se comportan ni con la seriedad y respeto que les exige la dignidad de sus cargos.
No se puede obviar lo que ello conlleva y sobre todo puede conllevar .para el correcto funcionamiento de las Instituciones y la convivencia.
Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)
Blog: generaldavila.com
9 mayo 2017
General Dávila 