JUNTOS EN EL SENCILLO HOMENAJE A UN GUARDIA CIVIL Rafael Dávila Álvarez General de División (R.)

El homenaje a Cayetano de sus compañeros

Pocos homenajes hay tan hondos, tan sentidos y sencillos, como los que surgen de repente, sin previo acuerdo y sin necesidad de organización alguna.

Cayetano Domínguez, Guardia Civil destinado en la Agrupación de Tráfico moría en la carretera este pasado día 3 atropellado por una camioneta cuando prestaba servicio en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Casado y con una niña fue despedido en Valdemoro donde residía con la misma sencillez que ha muerto, entregando su vida de servicio en el cumplimiento de su deber.

No ha sido una noticia que haya abierto los telediarios ni ocupado columnas en los periódicos. A esta sociedad nos predican con mensajes distintos al del servicio, el honor y la entrega absoluta como hacen estos servidores públicos: los Guardias Civiles.

Damas y Caballeros del Honor que hoy, una vez más, nos demuestran que su mejor recompensa es el deber cumplido, ese que está lleno de riesgos y que en ocasiones te lleva a dejar la vida en el empeño.

He visto muchos homenajes, he asistido a emocionantes despedidas y he derramado lágrimas en el silencio interior mientras tenía que morderme los labios para mantener la imagen. Hoy he vuelto a morderme los labios con fuerza. Quizá he visto el más emotivo de los homenajes a un compañero muerto en acto de servicio. Cuatro guardias civiles esperaban el paso del féretro que llevaba a su compañero. Nadie les había reunido ni organizado. Al pie de la carretera esperaban para llevar a cabo el acto de servicio más importante que jamás habían realizado. Querían decirle adiós al que como ellos, hace tan solo unos días, custodiaba la seguridad en la carretera. Allí murió.

Junto a la carretera esperaban. Esperaban a Cayetano. Siempre le esperarán, siempre estará entre ellos y con ellos. Casi no les ha dado tiempo ni al saludo de despedida en gesto que ellos tan bien conocen. Ha sido un momento eterno, un saludo emocionante al Cielo. Un gesto que solo hace un compañero, un Guardia Civil de amor y honor pleno.

Allí estaban, al pie de la carretera, desde el asfalto donde Cayetano ha dejado su vida después de tantos años y tantas vidas que seguro ha protegido y guardado.

Desde el primer tiempo de saludo, firmes, recios, fuertes. ¡Adiós compañero!

Los cuatro Guardias Civiles que despedían desde su puesto de servicio al compañero muerto son el homenaje de todos los españoles que saben quién es la Guardia Civil y quienes son estas mujeres y hombres de verde.

Cuando estos días vean en la carretera a la Guardia Civil les pido que dirijan su saludo al Cielo y eleven su oración por Cayetano, por la Guardia Civil.

Ha sido el homenaje más sincero, sencillo y emotivo que he visto.

¡Gracias compañeros!

¡Guardia civil Cayetano Dominguez!
¡PRESENTE!

Rafael Dávila Álvarez General de División (R.)

Video del homenaje a Cayetano de sus compañeros 

Blog: generaldavila.com

7 julio 2017