En esta entrega continuo las reflexiones de las dos anteriores, especialmente para dar contestación a los que comentaron las mismas en forma amplia y comprometida, a la vez que les animo a seguir en esa actitud de colaboración. A los otros muchos lectores interesados en el asunto, aunque no hagan comentarios, les solicito sus críticas constructivas sobre lo que se expone, para disponer del mayor número de opiniones que ayuden a encontrar las soluciones que se necesitan y deseamos.
Con esta finalidad comienzo por interpretar que, hasta ahora, todos los comentaristas estamos de acuerdo y somos conscientes de la difícil situación en la que nos encontramos y que creemos necesario buscar formulas para corregir el rumbo que lleva a España hacia donde no deseamos muchos españoles. Así mismo se observa en los comentarios que no todos coincidimos en la forma de variar esa trayectoria, por lo que intentaré explicar y razonar lo que expresa el título de este artículo.
En primer lugar se debe reconocer la dificultad que supone recuperar la iniciativa perdida, lo que requiere contar con la participación de la mayor parte de quienes sienten el problema y la necesidad de solucionarlo, a pesar de la actividad imparable de los que van teniendo resortes de poder y la permisividad con la que realizan sus acciones por encima del bien y del mal, sin ninguna o con la mínima actuación de los garantes del orden constitucional.
Así, hemos visto en los últimos días de Agosto, como la reacción por la agresión a Inma Sequi del Partido VOX de Cuenca, se ha limitado a la condena oficial de algunos sin pretender molestar demasiado; solo los más atrevidos han manifestado aquello de: “si hubiera sido al revés y un militante de Podemos es el atacado por alguien de la extrema derecha, la que se hubiera armado”. Al mismo tiempo, las demostraciones de los independentistas son cada día más desafiantes y de flagrante chulería, con la única respuesta de que a lo mejor salen de Europa y que van a tener dificultades para pagar las pensiones, a la vez que se insinúa lo que perdería España sin Cataluña. Para colmo hay que oír, a los que ya no disimulan, hablar abiertamente de una Cataluña dentro de una España diferente.
Sin duda en este ambiente tan irritante, es muy difícil mantener la serenidad necesaria para defender las creencias y sentimientos agredidos, pero la actitud de limitarse a expresar en círculos afines quejas y lamentos no sirve para aportar soluciones a lo que pasa y tanto disgusta. Tal vez por ello algunos de los comentaristas opinan que solo es posible una solución drástica, criticando mi criterio de alentar al conjunto de la sociedad civil para que se involucre frente a los que manifiestan, sin tapujos, sus intenciones de desmembrar España o convertirla en otra cosa diferente.
Por supuesto que afirmar que es el momento de la pluma y la palabra no excluye, ni mucho menos, presentar en actos públicos y con gran visibilidad, las ideas y propuestas que muestren quienes y como somos los que defendemos la España de siempre y en progreso desde su larga Historia.
Esta preocupación, provocada por los sempiternos elementos que desean la destrucción de lo hecho en siglos por los españoles y en contra de la mayoría de ellos, la manifiestan últimamente muchos analistas, repitiendo una cita atribuida al Canciller de Hierro von Bismarck, que no me importa repetir: “ La Nación más fuerte del mundo es sin duda España, siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que deje de intentarlo volverá a ser la vanguardia del mundo” (siglo XIX).
Por desgracia, la sentencia del Canciller tiene su fundamento en las diversas ocasiones que las opciones enfrentadas sobrepasaron los límites tolerables, aunque la realidad de España siempre permaneció hasta nuestros días y es esa realidad la que debemos mantener sin fisuras ni atajos en el contexto del siglo XXI
En consecuencia y dadas las circunstancias del momento, creo que es aconsejable presentar argumentos para conseguir con ello recuperar la iniciativa perdida, para lo que hay que demostrar que: la validez de las razones, el número de españoles que las presentan y la firmeza y seguridad en su exposición, resultan convincentes para todos aquellos que, siendo contrarios a la intolerancia radical que les disgusta y oprime, no encuentran alternativa en la que confiar el destino que quieren para España.
Por incómodo que resulte nuestro presente y muy preocupante futuro, al menos a corto plazo, no existen acciones internas que justifiquen medidas que vayan más allá de las expuestas y por otro lado, salirse de ellas supondría la intervención internacional en los asuntos internos de España, con resultados que, como la experiencia nos dice, serían los más interesantes para el exterior y no los más beneficiosos para ningún español, piense como piense.
Si aceptamos que la Historia no se repite pero si hay situaciones que se asemejan, podemos apoyarnos en el pensamiento de ilustres españoles que tuvieron que manifestarse en su tiempo ante el triste designio que expresaba Bismarck al referirse a nuestra Patria y la enconada actitud entre compatriotas:
Así, el ilustrado Melchor de Jovellanos expresaba en una de sus cartas en 1808:
“Quien deja de ser amigo de mi Patria deja de serlo mio.
España no lidia por los Borbones, ni por Fernando, lidia por sus propios derechos.
Derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda familia o dinastía ( léanse hoy partidos políticos, añado).
España lidia por su Religión, por su Constitución, por sus Leyes, sus costumbres, sus usos…. en una palabra, España lidia por su libertad.”
Por no convertir este trabajo en una relación de las muchas citas que españoles de bien nos han dejado, no para ignorarlas ni desoírlas, añadiré solo el pensamiento del más cercano Julián Marías. Lo hago con la intención de motivar a unos hacia el objetivo, desengañar a otros en sus pretensiones y con el deseo de hacer pensar a todos en España. Dice así:
“España es un País formidable, con una Historia maravillosa de creación, de innovación, de continuidad de proyecto… Es el País más inteligible de Europa, pero lo que pasa es que la gente se empeña en no entenderlo.
Lo que más me inquieta es que en España todos se preguntan ¿Qué va a pasar? Casi nadie se pregunta ¿Qué vamos a hacer?”
Reconozco que la vida resulta corta para aprender y practicar los buenos ejemplos y magníficas enseñanzas que nos han dejado insignes españoles en todos los campos de la actividad humana, pero sería recomendable que todos sintiéramos la inquietud de abarcar y transmitir al máximo su conocimiento, en lugar de privar a generaciones de la enseñanza tan rica de nuestra Historia, Artes y Ciencias, por parte de los responsables de facilitarla y exigirla. Claro que es mucho pedir a la indigencia intelectual de la mayoría, con el fatal resultado para el conjunto y las consecuencias inherentes de no aprender correctamente del pasado para labrar con lógica y fundamento el futuro.
La propuesta, tomando como base todo lo anterior, es no aceptar que la situación es irreversible por imposición de unos y que se puede revertir, por convencimiento, con razones irrefutables de la autenticidad de España como Nación.
Para ello es necesario movilizar a esa estructura horizontal de la sociedad civil, ya mencionada en las entregas anteriores, con el fin de ir mostrando sus inquietudes y propuestas cada vez que la ocasión lo exija.
La inmediata es el intento de los independentistas catalanes de romper la Unidad de España con falsedades y desprecio al Estado de Derecho, por mucho que aseguren que ellos hablan en positivo, haciendo uso de una mentira más en su argumentario, mientras los demás insultamos.
Para ello, pregunto y propongo, a falta de un refrendo oficial por parte de quien tiene la capacidad para hacerlo, ¿por qué no hacer una demostración popular que manifieste el sentimiento inamovible de los españoles por una España unida como única Nación de todos ellos tal y como la Historia la ha constituido?
La forma sería tan sencilla como difundir el mensaje para que todos los españoles, que lo consideren, exhiban el 27 de Septiembre la Enseña Nacional en todos los lugares posibles, fachadas, vehículos, sobre sí mismos, donde estimen sea más visible. No son necesarias grandes Banderas, los colores rojo y gualda se editan desde “pines”, pulseras, prendas de cabeza, pañuelos… hasta colgantes en balcones y ventanas. Todo es cuestión de voluntad de hacerlo, empezando por la de nuestros lectores que deben comprometerse a lanzar la idea a todos sus contactos y amigos en las redes con el fin de que se extienda por todos los medios que cada cual disponga.
Finalmente solo quedaría que los que deseen colaborar colgaran en las redes documentos gráficos de los resultados de la demostración.
La falta de respuesta es un riesgo que esta voluntad de bien tiene que asumir y el resultado de la prueba daría la medida sobre si existe un compromiso real para continuar en la empresa de rescatar España y no esperar a reconstruirla. La respuesta, el 28 de Septiembre, está en nuestras manos.
Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)
Nota final: Con el fin de poder recibir sus propuestas, opiniones e ideas, les ponemos un correo que mantendremos abierto a partir de hoy. Les rogamos brevedad y respeto en sus mensajes, en el fondo y en la forma, con todo y con todos. Si cuelgan fotos o videos nosotros les daremos difusión y así, todos colaboraremos, unidos, al servicio de lo que dice nuestra Constitución: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…
Nuestro lema para el día 27 de septiembre:
27S ESPAÑA PATRIA COMÚN E INDIVISIBLE
Correo: porlaunidadespana@gmail.com
Podéis utilizar este hashtag:
#27SEspañaIndivisible
Esperamos sus mensajes. Empezamos ¡YA!
Se adjuntan diferentes versiones (tamaño y formato) de las imágenes de la Bandera para que puedan utilizarlas en sus redes sociales y dispositivos digitales (móviles, perfiles, redes sociales…)
General Dávila 
Debido a la premura del asunto………………
Puesto a la tarea Mi General, esta mañana me he comprado varias pegatinas de la Bandera Española para coches y las estoy regalando entre mis amistades, alentándoles a colocarlas en sus vehículos, ( yo el primero ), y haciendo a la vez un poco de terapia con ellos, inculcándoles que si no lo hacemos, luego no nos quejemos de la inacción de nuestros representantes.
Al mismo tiempo ya he compartido su acertado hashtag entre mis contactos y grupos de las redes sociales, alentándoles a todos en la misma misión de difundirlos, pues visto el poco interés de nuestros representantes Políticos en hacer llegar a todos los Españoles esta misión, somos el Pueblo los que tenemos que movilizarnos para hacer saber a todos los que intentan destruir España, que enfrente siempre encontraran a muchos Españoles, que hasta ahora silenciosos, (¿ acobardados, desinteresados ?), no nos vamos a rendir nunca en la sagrada misión de defender la Unidad de España y los Españoles.
Un grato saludo Mi General. ¡ VIVA ESPAÑA !.
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Estoy totalmente de acuerdo con usted, su comentario es muy acertado, espero como usted que mueva las conciencias de los españoles que queremos una unica Patria, España. Viva España.
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Gracias amigo
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¿ DONDE ESTÁN LOS QUE TIENEN QUE HACER CUMPLIR LAS LEYES?
ESTE GOBIERNO DE COBARDES Y APÁTRIDAS, ESTE GOBIERNO LLENO DE CORRUPTOS Y QUE PERMITE TODA CLASE DE ATROPELLOS Y QUE PERMITE LA SEDICIÓN.
NO PODEMOS SEGUIR DE BRAZOS CRUZADOS.
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Voy a difundirlo en #RED de blogs.
Día 27, banderas en los balcones.
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Mi querido y respetado general, no me gustaría que se me malinterpretara. Ya he colgado la bandera en el balcón y no pienso quitarla mientras suene la menor voz antiespañola. He compartido tu artículo con todos los que en mi libreta de direcciones mantienen contacto conmigo a través de “E-milios” que, aunque estos son de nuestra cuerda en su gran mayoría… siempre aparece algún iluminado que otro por esa vieja campaña de falsedades que soportamos y que parece orientada a fabricar inanes y descerebrados.
Mi duda es que no creo en la eficacia de la tropa sin dirección. Y me da que no estamos haciendo la clásica “llamada a oficiales” para darles instrucciones que les permitan luego conducir y dirigir de manera coordinada y eficaz. Estoy pensando desde las Instituciones, pasando por los partidos y llegando a los medios de difusión. A estos, los veo navegando con rumbo a los arrecifes y, de ley es reconocer, que son los que en verdad mueven y crean opinión.
Si hiciéramos un calendario de acontecimientos, podríamos poner momento y lugar a no pocas acciones como estas: “Instituciones fundamentales de la nación que legislan aprovechando las grietas que toda norma tiene e incluso conculcando estas hasta el punto de herir sensibilidades en gentes de buena voluntad; Leyes que conculcan derechos y ponen a los pies de los caballos los referentes de muchos españoles que, en consecuencia, quedan marginados por su simple pensamiento; Instituciones subordinadas al estado que inevitablemente se ven afectadas por una legislación que les impide el normal desarrollo de sus funciones pues facilitan la infiltración de vientos políticos interesados (alguien innombrable hablaba de togas manchadas por el polvo del camino y yo añado enseñantes que no enseñan y deforman, policías que hacen cumplir o no la ley por intereses no bien definidos, incluidos funcionarios filtradores profesionales); partidos políticos en permanente rifirrafe interesado que, incluso en situaciones de alta incertidumbre y riesgo, impiden la menor cohesión para atender, como debiera esperarse, los verdaderos intereses de la nación; Y por ultimo, medios de difusión decididamente entregados a su particular interés corporativo que en la mayoría de los casos no excluye el interés partidista”.
Si se me permite, yo propondría el toque de “Llamada a oficiales”. Estoy convencido de que los hay, pero es necesario reunirlos y dirigirlos adecuadamente. Es triste que la defensa de la Unidad de España quede reducida al simple interés económico o se apoye en la acción más o menos decidida, siempre reducida al comentario de gobernantes extranjeros, estos, como es lógico, conducidos por su particular interés.
A este fin estoy pensando en políticos honorables; historiadores investigadores limpios de complejos o traumas; Catedráticos y enseñantes no afectados por la imposición de lo políticamente correcto; Jueces íntegros; y, en general, intelectuales españoles con profundas convicciones. Que los hay sin duda. Si hubiera quien los uniera en un manifiesto público que especificara la verdad contra la falsedad; que señalara las grietas que resquebrajan las paredes patrias y propusieran el mortero adecuado para su reparación; y lo dirigieran a la nación, al ejecutivo, al legislativo y a la Jefatura del Estado. Quizás podrían ejercer de oficiales cohesionados por una finalidad y misión clara de defensa de España, ofreciéndose y representándonos a todos con lealtad ante quienes tienen la llave de la conducción: “que en DERECHO, hoy por hoy, es la conducción política bajo la Constitución legalmente establecida”.
De producirse, estoy convencido que mucha tropa estaríamos dispuestos a avalar con la firmeza de nuestro apoyo a esos oficiales… tropa que hoy se pierde en blogs como este, con no pocos seguidores y que en Internet solo parecen constituir los pozos de agua fresca con la que aliviar nuestras inquietudes. Benditos sean desde luego, pero no son suficientes porque, en todo caso, solo somos tropa que no quiere ver mancillada su dignidad sin derecho al pataleo… y sin dirección, caminamos perdidos.
No nos engañemos, mi general, los otros, los que vociferan contra España, los independentistas de pacotilla, son menos que nosotros, pero ellos si están dirigidos y financiados. Están dirigidos con voluntad, disponen de capacidad de acción y en su terreno tienen libertad de acción. Sabemos de eso mi general y nosotros adolecemos de, al menos, las dos últimas condiciones.
Con mi afecto siempre a tus órdenes
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Atendiendo a su amable y oportuna petición, le remito una propuesta sobre alguna medida que, aunque sea mínimamente, ayude a solucionar el tan grave problema al que nos enfrentamos, partiendo de la base de que una gran parte de la solución del mismo se decidirá en las elecciones generales de este año, a que las únicas armas que disponemos los ciudadanos son nuestro voto y nuestros caudales y afrontado la decisión a tomar tal como nos enseñaron en las Academias militares.
1.- La hipótesis mas probable es que, en las próximas elecciones generales, den como resultado una mayoría del PP con la suma de Ciudadanos o, alternativamente, el PSOE con la ayuda de Podemos, IU y nacionalistas.
UPy D y VOX serán insignificantes. No existe posibilidad de un gobierno PP-PSOE si no es con la sustitución de su actual SEGEN por otro que sea moderado, cosa que no se prevé a corto plazo.
2.-La hipótesis mas peligrosa sería que la mayoría lo formen Podemos con la ayuda del PSOE, IU y nacionalistas.
Naturalmente estas hipótesis son de opinión exclusivamente personal, pues para eso me he atribuido y constituido como todo la PLM/EM.
Sabemos también que contra la hipótesis mas probable se monta la maniobra y contra la mas peligrosa la seguridad, así que propongo:
A.-Votar en las próximas elecciones, aunque sea tapándose la nariz al PP o a Ciudadanos (sobre todo si se es andaluz).
B.-Ayudar económicamente, individualmente, a aquellos Partidos/ Organizaciones que hayan acreditado por sus idea, programas, compromisos, manifestaciones etc. su carácter nacional, la defensa de la Unidad de España, el interés general de todos sus ciudadanos , la utilización del servicio a todos los españoles como norma de conducta,etc. con objeto de que, ya que no reciben créditos oficiales , que dispongan de fondos adecuadas para difundir sus ideas y programas en la prensa, radio y TV y que su mensaje llegue a todo el pueblo español.
C.-Caso de que , en fechas próxima a la las elecciones , las encuestas prevean que estos nuevos partidos nacionales que se indican el apartado B puedan obtener diputados en algunas demarcaciones, modificar la intención del voto que se señalaba en el apartado A para votar , en la mencionada demarcación , a los partidos nacionales.
Con esta acción se pretende que, además de poder dormir con la conciencia tranquila, poner un lastre al PP/ Ciudadanos para que no se socialicen ni podemicen asi que se cuente con personas que defiendan los principios en el caso de la hipótesis 2.
Medidas de Coordinación.
1.- Se propone, como Partidos/ Organizaciones que se indican en el apartado B a :VOX, AVT ( Asociación de Víctimas del terrorismo- de F. Jose Alcaraz) y otras de idénticas características.
2.- Se propone que se a través de este blog se abra la CC/IBAN correspondiente, que las aportaciones sean, por ejemplo, 1 a 5 €, a título individual, con expresión de quien las hace ( u anónima, según su deseo) en el blob, y que en fecha próxima a las elecciones se traspase la cantidad recogida a los correspondientes Partidos asociaciones.
No obstante, VE resolverá.
Fc. Javier Membrillo Becerra
Cor de Caballeria ( R)
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Yo no se si el hecho de rendir honores a nuestra Bandera, querer a España por encima de todo y renovar una y mil veces el juramento que en su día hice, es sinónimo de facha o fascista empedernido; pero de ser así, yo soy el facha mas grande del mundo y lo seguire siendo después de muerto.
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No he leído los comentarios enteros los que son largos, si el excelentísimo general que ha hecho esta pagina saliera elegido para gobernar a España en caso de que el PP no ganara como desean algunos que ha sido el único partido que vela por España y no lo dejan eliminar esas leyes asesinas y corruptas esos que tantos le critican antes que ganara un partido de izquierda fuera elegido para gobernar a España y trajera la democracia que nos robaron después de la muerte del General Franco y Don Adolfo Suarez en Paz descanse estén. Como no gane el PP España está en las puertas de una cuarta guerra. Y a ver si dejan en Paz al Señor Rajoy que es un bendito al lado de todos esos que lo critican.
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Ahora si he leído la pagina del bendito General Dávila tiene mucha razón lo que dice, España no tiene que haber divisiones, porque si separan a Cataluña de España, pedirán también muchos el Pais Vasco, Andalucía, Canarias y no se si alguna más y eso no puede ser. España tiene que ser solo una grande y libre como me enseñaron desde pequeño cuando gobernaba el General Franco, que es lo que hace falta hoy en día en España. Hoy tengo menos seguridad que cuando el vivía. No puedes salir a la calle con seguridad, empezando por los conductores temerarios que no respetan nada. Y muchas cosas mas. ¡QUE VIVA ESPAÑA! ¡QUE VIVA EL GENERAL DÁVILA! ¡QUE VIVA EL EJERCITO ESPAÑOL! Que Dios bendiga al General Dávila! Saludos cordiales desde Islas Canarias.
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El problema en si no son los independentistas, ni políticos ni cualquier sistema que se precie,
los únicos responsables somos nosotros -el pueblo- que con nuestra pasividad y exceso de tolerancia llevamos fomentando todas y cada una de sus decisiones¿y que hacemos al respecto?-muchos dirán-¡manifestaros¡ ,¡huelga¡ etc…eso sólo les provocará mas indiferencia y nuestro sometimiento es cada vez mayor y la situación mas decadente.Entonces, llegados a ése punto es el momento del resurgir del verdadero amor patrio y salir en su defensa, pero sin contemplaciones, no hay opción al dialogo, ellos no lo quieren-nunca lo han querido-.La voz del pueblo duerme, es hora de despertar los tambores, es hora de salvar la madre patria, es hora de decir ¡basta¡, un millón de banderas o dos en las calles no cambian la historia ,¡pero la mano del hombre si¡ necesitamos voz de mando, y el pueblo ejecutará la acción…¡Español despierta¡ no dejes que los soles y las lunas sigan alumbrando la oscuridad,de tu pueblo,¡Despierta espíritu indómito¡ doblega al enemigo con la espada de la justicia y retorna a tú mas ancestral lago de la pureza…a tú PATRIA….a tú TODO.
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porque no admiten mi comentario, la libertad de expresión no es eso, o es una dictadura camuflada
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Creo que se equivoca. Su mensaje está publicado. De dictaduras nada Caballero.
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si, es cierto, disculpen
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Me parece una excelnte idea, es necesario que en todas nuestras conversaciones con amigos y vecinos les impregnemos de amor a la Unidad de España, debemos apoyar a los miles de españoles que por haner nacido en cataluña o residir en cataluña estan siendo machacados por la dictadura de los nazidirigentes que hay en la hermosa tierra catalana, en la que por cierto yo nací,
Mi respaldo y mi animo, con un fuerte abrazo y siempre a tus ordenes Mi General.
Angel L. Diaz Balmori
Coronel del Ejercito del Aire (r)
milites@telefonica.net
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Mi General, Dicen que la política es la segunda profesión más antigua. Me estoy dando cuenta de que cada vez se parece más a la primera. No serán los políticos los que nos saquen de esta crisis convulsa que nos atenaza. Son los responsables directos por acción o por omisión del actual estado de decadencia.
Pienso que la solución vendrá por la reacción de la sociedad civil o en su caso, y espero que jamás sea necesario, cuando alguien decida que la pluma se ha roto por los graves excesos. Yo no renuncio a ninguna forma de defensa de la integridad del Estado de Derecho y del ordenamiento Constitucional.
Así lo jure por Dios y por mi honor y prometí a España, besando con unción su Bandera, obedecer y respetar al Rey, y a nuestros Jefes, no abandonarles nunca y derramar, si es preciso en defensa de la soberanía e independencia de la Patria, de su unidad e integridad territorial y del ordenamiento constitucional, hasta la última gota de mi sangre, el 30 de julio de 1993 en el CIM de Cartagena. Juramento que para mí que mantengo muy vivo y muy vigente.
Soy catalán de Sant Vicenç dels Horts, Barcelona. Pueblo desgraciadamente del sedicioso y golpista Oriol Junqueras donde es hoy es «alKalde», y me siento profundamente español. Esto me afecta muy directamente.
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La labor intelectual que propone es muy loable, pero creo que una democracia sin nación no es democracia, y les hemos dado a los enemigos de nuestra querida España todas las armas para destruirla, empezando por transferir la educación a las autonomías, como podemos convencer no en Madrid, en Valladolid o en Toledo, cómo podemos convencer en Cataluña, en Vascongadas a toda una generación que ha sido educada en el odio a España, que no se sienten parte de ella y que la consideran su enemiga frontal, y con un Estado que ha hecho dejación de sus funciones, empezando por no hacer cumplir la ley, qué le decimos a un padre que ha intentado escolarizar a sus hijos en castellano y nadie desde las instancias del Estado le ha defendido, qué le decimos al que se siente desprotegido por todas las instituciones, esa es la clave para recuperar España, pero si los que están en las más altas instituciones ya no creen en España, qué nos queda a los españoles?
Lo que hay que hacer es explicarle al gobierno de la nación que las leyes están para cumplirlas, seas un ciudadano anónimo o el presidente de una Comunidad Autónoma, y que la obligación de los gobernantes es hacerlas cumplir. España tiene los suficientes recursos jurídicos para que esto se lleve a cabo, esa es la tarea de todos los españoles, Queremos que la justicia se implique y queremos que se acabe la dejación de funciones, pero esto hay que explicarlo y hay es donde está el verdadero reto, llegar con un mensaje claro y conciso a todos los estratos de la sociedad que se sienten huérfanos de una verdadera defensa de lo que nos une, de la Historia con mayúsculas de esta gran nación, pero eso empieza con una movilización valiente y decidida en todos los frentes (cultural, social y moral). Queremos que en Cataluña se cumplan las leyes, queremos que en vascongadas los enemigos de España no se sienten en las instituciones, queremos que alguien defienda a nuestra España, alguien, sea quien sea.
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Buenas noches, General Dávila y General Pérez Alamán. Comenzaré apoyando su propuesta, que de modo inmediato he trasladado a mis contactos en las redes sociales, dentro del noble propósito que señala en su artículo: «…alentar al conjunto de la sociedad civil para que se involucre frente a los que manifiestan, sin tapujos, sus intenciones de desmembrar España o convertirla en otra cosa diferente», con el que llevo comprometido desde que, ya hace algunos años, cobré consciencia de que los españoles «de a pié», muchos de los cuales veíamos desde hace tiempo que España se retiraba dejando espacio a sus enemigos, tendríamos que «desempolvar» nuestra bandera, abandonada por quienes desde la política han permitido que se la oculte bajo de las banderas de los enemigos de la Patria.
Y es que hemos estado callados, bajo el juramento o promesa de otros, de que ellos, administradores -que no propietarios- de los instrumentos de la Nación (que eso es el Estado), ante cualquier aviso de amenaza, aseguraban que había garantías suficientes para que tal amenaza no llegase a triunfar, procedimiento de «conjurar amenazas» que los entendidos llaman el Imperio de la Ley, de lo que se hacían garantes y que, a día de hoy, ante el temor de que no exista ya garantías de nada, que la palabra dada ya no valga nada, nos podemos preguntar si es que dicha palabra no tuviera valor desde un principio, pues del valor de la palabra se da cuenta no cuando se enuncia, sino cuando es la hora de hacer honor a la misma, y ya es hora y no se anuncia. No podríamos haber llegado a esta situación si los gobiernos de la Nación hubieran empleado el mismo empeño y recursos para movilizar a la Nación que los enemigos de la misma; eso mismo que los gobiernos decían que no hacía falta porque, en caso de necesidad, responderían las Instituciones del Estado, esas mismas que ahora no están ni se les espera.
Cuando ya no existe el Imperio de la Ley, cobra valor la defensa propia, y en eso estamos.
Coincido con la propuesta del Coronel Alonso que denomina la «llamada a oficiales» a través de un manifiesto público, redactado al modo del pasado, sintético, rotundo, a modo de bandera en donde nos podamos reconocer no sólo todos los españoles conscientes del gravísimo momento histórico que estamos viviendo, los que a menudo peregrinamos compartiendo testimonios de conciencia común entre los que el Coronel Alonso denomina «los pozos de agua fresca con la que aliviar nuestras inquietudes», como este blog, sino como llamada a los españoles en general, que llevan abandonados de su identidad patria durante tantos años, que sólo se reúnen con ella, emocionadamente, en las pocas ocasiones en las que se dispone esa posibilidad, señaladamente en los eventos deportivos, pero también aquí y allá, en donde se puede celebrar tal reunión (fundamentalmente con ocasión de juras de bandera, celebraciones relacionadas con la milicia…), en definitiva, que sólo se reconocen a sí mismos (y abandonan de inmediato su desesperanza), recobrando el orgullo de su identidad como españoles, cuando pueden mirar hacia los símbolos de su Patria, hurtados por la política. Puestos a ello, son esos «políticos honorables; historiadores investigadores limpios de complejos o traumas; Catedráticos y enseñantes no afectados por la imposición de lo políticamente correcto; Jueces íntegros; y, en general, intelectuales españoles con profundas convicciones. Que los hay sin duda» los que han estado acallados o minimizados (cuando no objeto de burla o insulto) durante todos estos años los que deberían liderar una nueva etapa, a través de un Gobierno de Salvación Nacional, de carácter provisional y constituyente, a fin de ordenar las cosas que ahora están desordenadas para perjuicio de la Nación y beneficio de sus enemigos. Va a haber un nuevo período constituyente, sólo se trata de que ese período no esté marcado y dirigido por las sobras que dejen los enemigos de España, sino dirigido por los que la defienden. Volveré a citar un concepto del Coronel Alonso. De todas las mentiras con las que nos bombardean, una de las peores (destinada a que nos sintamos indefensos y rendidos a la fatalidad) es la de que ya sólo unos pocos están dispuestos a defender la unidad de España, que no hay «tropa», propaganda a la que se llega por el expediente de mostrar sólo a sus enemigos, que parecen muchos e imparables sólo porque son los únicos que están movilizados; sí, los mismos que «desaparecen» cuando se celebra algún evento popular con el nombre de España (o que «desaparecieron» o se ocultaron en sus madrigueras en alguna otra ocasión, cuando el pueblo español salió «a por ellos» -recuérdese los acontecimientos posteriores al asesinato de Miguel Ángel Blanco-); habrá tropa suficiente, sin duda, que está dispuesta, sólo le falta saber hacia dónde mirar, a quién seguir.
Reciban un cordial saludo.
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Me limito a darle las gracias y enviarle un abrazo muy fuerte y paso la palabra al general Pérez Alamàn . General Dávila.
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Yo, como en comentarios anteriores que he realizado en este magnífico Blog de mi querido General Dávila, y en línea con presente y extraordinario artículo de mi también querido General Alamán, insisto en culpabilizar de todo lo que está ocurriendo a la falta de valores de esta sociedad y esta generación, una crisis social y humana que debilita a nuestra sociedad y la hace manipulable, una crisis que algunas minorías están aprovechando para cambiar España, una crisis que se viene masticando y provocando desde hace años,… y que por eso mismo, una crisis que hay que decapitar por nuestra parte (y esa es una labor personal y comunitaria), porque ella representa la verdadera enfermedad de nuestra sociedad.
Pasar la crisis, pero ¿qué es una crisis? Por causas que pueden ser muy diversas, este estado anímico consiste en la penosa personal puesta en entredicho de la propia situación o de los valores que la sustentan. Uno está en crisis cuando se siente ansiosamente perplejo porque lo que vive o hace le parece sospechoso y piensa que quizás deba desecharlo. Cuando la propuesta de la crisis gana la partida, la crisis consiste además en cribar los elementos de la situación para clarificar qué es lo que hay en ellos de desechable y qué de válido y a retener.
Por este planteamiento, está claro que pueden asomar alguna vez, en nuestro interior, crisis que hemos de decapitar inmediatamente: son las que pretenden discutir los grandes valores permanentes, como la fidelidad matrimonial, la perseverancia en la fe religiosa, el mantenimiento de los valores básicos, la continuidad en un trabajo válida, el amor a España, a su Himno, a su Bandera, a su unidad, etc. El problema está en que las crisis, al turbar la sensibilidad, suelen oscurecer el pensamiento y así hacer tambalear la voluntad y facilitar la duda o la decisión perniciosa. Pero aquí vale también aquello de “En la desolación, no hacer mudanza”.
Crisis menores, pero a cuyo acecho hay que estar para combatirlas, son aquellas que cuestionan nuestras actividades y fidelidades inferiores o problematizan las mayores por motivo de puro cansancio, que será transitorio pero nos es presentado como duradero. El cansancio se parece a un estado de crisis. Cuando es físico, se supera descansando convenientemente para rehacer las fuerzas. Pero a veces hay cansancio psíquico, a las sugestiones del cual uno da entrada, sin advertir que le va minando; entonces puede aparecer un cuadro de crisis respecto a la fidelidad a nuestras actitudes más importantes.
¿Qué hacer? Indiscutiblemente, forzarse. Imponerse los deberes que uno discutiría, porque, de discutirlos, le debilitarían a uno y llegarían a disolverle. Las crisis hay que vencerlas como a un enemigo en el campo de batalla; y se vencen yendo en contra de lo que la crisis propone. ¿Es dudoso que eso que debo hacer tenga valor? No escucharé ni por un momento esta duda sutil: me lanzo a hacer lo que debo y que siempre he hecho con éxito. Esto tiene por lo menos dos ventajas. La primera es que la crisis, que es un estado de debilidad por ser de perplejidad y dudas mantenidas, retrocede y, entonces, poco a poco, renace en nuestro interior la luz y una inesperada fortaleza, porque la energía genera energía. La segunda ventaja de reaccionar así procede de aquello que decían los escolásticos medievales: “Un acto engendra una habilidad”. Es decir: por el hecho de hacer algo una vez, refuerzo mis músculos espirituales y me entreno para repetirlo con más facilidad.
Cuando se reacciona enérgicamente contra una crisis que asomaba, se refuerza la capacidad de reaccionar en otra ocasión semejante. Si uno se mantiene en esta actitud militante, las crisis van a asomar cada vez menos la cabeza. Pienso que todos estamos expuestos a tenerlas, por lo menos leves, pero que, yugulándolas, nos fortalecemos cada vez más. Quien yugula una crisis gana en fortaleza y alegría. Porque la alegría profunda no es nunca espontánea, sino fruto de una victoria voluntaria sobre uno mismo. Vencerse a sí mismo: he aquí un principio conocidísimo de la ascética clásica que hemos olvidado.
Y, sin embargo, dado que la naturaleza siempre rehúsa el esfuerzo, vencer la propia naturaleza es una de las condiciones del vigor psíquico y, en lo que le corresponde, también físico.
Un fuerte abrazo para todos, ánimo y tengamos fe y esperanza en España.
Pedro Motas
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Permítame empezar dando las gracias, a un compañero de estudios, y que le considero un buen (gran) amigo) que me ha hecho seguir sus comentarios.
Soy un civil con algunos años a mi espalda, y en su día juré la Bandera de España, de la cual estoy orgulloso, hay un par de cosas que desearía comentar:
1ª) La Historia de España es una y única, no se puede vivir en España sin conocer sus origines e historia, unas veces guerrera y otras veces en paz, de lo que no tiene que haber discusión es que es única.
2ª) Su opiniones me parecen acertadas, pero la sociedad civil, somos como corderos, no levantamos cabeza, cuando teníamos que ser el motor de España, y lo somos, pero hace falta que estos momentos los politicos, que en gran parte son los responsables de la situación actual, bien sea por acción o por omisión, tomen la palabra, alta y clara, que si algunos catalanes desean un previstito, no sea solo Cataluña quien tenga la palabra, seamos todos los españoles.
3º) la Carta Magna en todos los países se puede cambiar, de hecho se cambia ó se añaden enmiendas , a la cual todos debemos obediencia, se ha cambiado una frase sin consultar con el pueblo, solo con la anuencia de las Cortes Españolas. La actual ha servido para efectuar una transición política pacifica, puede que sea hora de reinterpretarla, y esos reinos de taifas que se crearon, o bien dejen de serlo, cosa arto difícil cuando se a abierto la mano, o recoger unas competencias que nunca el Gobierno tenia que haber delegado en otras Instituciones (me refiero principalmente a educación, sanidad, y seguridad)).
En todo los demás estoy de acuerdo con usted, debemos y tenemos que ser la sociedad civil la que alcemos la voz, alto y fuerte, que nos oigan, y sepan que España es una , y si por desgracia, ocurriera un desgarro de Ella, tendríamos que saber unirla, pues el problema no son los pocos catalanes que hay, la mayoría son hijos de españoles que en su día se fueron a buscar el pan a Cataluña, donde había trabajo, y estaban las fabricas.
Siempre hay una bandera de España en casa y otra de Aragón, dejaremos la de Aragón para el Pilar, y pondremos la de España, la ocasión así lo aconseja.
Un saludo y a sus ordenes,
Francisco Gómez Hernando
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Estoy de acuerdo con algunas de las respuestas que he leído, sobretodo vivimos en una sociedad sin valores, deshumanizada y ahí esta el enemigo para atacarnos porque somos débiles.
Soy hija de legionario, mi padre sirvió en la legión, aunque no fue su profesión llevó a España y a la Legión en su corazón hasta su muerte. Tuvo otros méritos como Caballero Legionario, el «credo legionario» era una constante en su vida. De él me quedaron muchas enseñanzas, una de ellas es que la Patria identifica a un hombre/mujer y de ella salen todos los valores para la vida, aprendidos en el seno de la familia.
Por eso es tan necesario defender nuestra Patria, nuestra bandera, nuestra religión y nuestras costumbres. Esto es lo que nos hace individuos de una gran Nación, España.
Mi general, la bandera la llevo siempre, hasta mi perro la lleva en el collar. Si nos unimos conseguiremos ser una gran Nación donde todos tenemos cabida.
¡Viva España!
Mercedes Salas
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Gracias a todos por sus comentarios dejados en el blog y también en el correo que se facilitó para aportar propuestas a esta reflexión concreta de mostrar nuestra Bandera de España el día 27, ante el desafío de quienes ese día quieren empezar a romper la Nación española, la Patria de todos. Creo interpretar que todos los comentarios coinciden en el objetivo, si bien los hay que son más impacientes. Permítanme que repita mi pensamiento de empezar por interpretar el deseo de la inmensa mayoría de abortar el intento de los que, con malas artes, pretenden esa ruptura y convencer a los tibios que deben sumarse a esa demostración y no esperar que les resuelvan un problema que es de todos. También a los representantes del pueblo les debe llegar el mensaje de cual es la voluntad popular, base de toda democracia, si es que entienden como tal, el gobierno de la mayoría con respeto a las minorías pero sin concesiones inaceptables por anticonstitucionales. Constitución que fue aprobada con el refrendo de todos los españoles y que por tanto necesita el mismo procedimiento si se desea modificar.
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Mi General: partiendo de la base de que, en el -imposible- caso de una declaración de independencia en Cataluña, los Poderes del Estado (Ejecutivo y Judicial, fundamentalmente) aplicarían la Ley, no por ello voy a dejar de echarle un poco de imaginación, como en su día pidió el Presidente del Gobierno:
Una de las medidas que podríamos aplicar es , ejerciendo la INICIATIVA LEGISLATIVA POPULAR- aprobar una ley por la que ningún club deportivo extranjero pueda participar en las competiciones organizadas en el Reino de España ¿podría organizar el -inviable- estado catalán un nivel de liga que permitiera mantener a sus estrellas deportivas? ¡seguro que no!
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Una lastima de sabiduría. España puede ser lo que quiera, pero sin Cataluña.
Seguirá Catalunya su camino, sin olvidar a su hermana nación.
Su patrio sentimiento resurgirá a partir del 28S y podrá con orgullo y valentía, mostrar al mundo entero su anhelo de libertad.
Visca España i visca Catalunya (independientes).
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Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.
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¡Viva España! y que nuestros muertos en su defensa no tengan nunca que reprocharnos nada porque seguimos firmes en la idea de mantenernos unidos tal como ellos lo hubieran querido. Para mí, el voto de nuestros muertos vale más que el de todos los vivos juntos (vivillos incluidos).
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me extraña enormemente, las pocas firmas conocidas, sobretodo de militares que he visto en los comentarios. Será que una de nuestras características, «La indolencia» ha hecho acto de presencia. Hay que manifestarse con valentía ante esta situación que e está dejando en manos de la .Justicia y nos puede dar alguna sorpresa. pues la leyes hacen agua por todas partes.¿Basta ya de chulería separatista! Esto no es un juego para que se entretengan los tertulianos de constumbre. Es España la que se está jugando su porvenir.
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Estoy totalmente de acuerdo. La tibieza es mala compañera. General Dávila
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Mi general:
He redireccionado el mensaje a todos mis contactos, unido a un comentario personal de adhesión a la patriótica iniciativa del general Perez Alamán, cuyo aliento en estos difíciles momentos para la Nación agradezco como patriota y soldado de España.
Te ruego me pongas a las órdenes del teniente general, y quedo, como siempre, a las tuyas.
Valientes por tierra y por mar
General Agustín Rosety
Cuerpo de Infantería de Marina (Ret.)
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Un fuerte abrazo Agustín y así lo haré.
¡Viva España! General Dávila
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¡Gracias! y un fuerte abrazo
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Estoi totalmente de acuerdo con los comentarios que mis compatriotas españoles que vivimos en Barcelona tenemos que sufrir todos los días, en las diferentes administraciones, si nos expresamos en castellano, en casi el cien por cien te contestan en catalán sin ningún tipo de respeto,aunque estes de paso, y con una falta de cultura notable al explicar unas historias sacadas de la mayor parte de el resentimiento y el sentirse agraviados por ESPAÑA, cuando siempre han sido de los mas favorecidos, es de vergüenza, que tengamos que ver coches con letreros grandes que llevan ofensas, como SI ERES ESPAÑOL FUERA DE CATALUÑA y los mozos de escuadra ni nadie les diga nada, creo que si no hay una respuesta firme por parte del gobierno, estas Navidades, en Barcelona va ocurrir algo muy preocupante, entre vecinos y familiares.VIVA ESPAÑA,Y RECORRO EL MUNDO muy orgulloso de ser de esta bendita y solidaria tierra
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Espero que mucha gente lea esto que nos cuenta. Estamos con usted. Un fuerte abrazo. General Dávila.
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Me van Vdes. a perdonar y permitir que manifieste my humilde opinion. No soy militar, ni tampoco politico. Soy un trabajador más (jubilado) que vengo estando preocupado por mi querida Patria, desde que la «democracia» hechó a caminar.No soy tampoco un intelectual, pero aplicando la formula que un querido profesor me comento un dia (si no tienes una formula para solucionar el problema, aplica tu sentido común) Esa formula me ha funcionado siempre.Y en mi (repito) humilde opinon, los políticos nos han «chuleado» . Cuando nos piden el voto, todo son promesas y luego se reparten la recaudacion entre la izqda. y la drcha. El problema del separatismo no se habría producido, si los presidentes que hemos tenido en los últimos 15 años se hubieran sentido españoles y hubiesen tenido lo que a los machos nos diferencian de las hembras.Hasta donde me alcanza la memoria, solo recuerdo a una persona
que anteponia la unidad de España a todo lo demás. Y yo no era especialmente partidario de
su política, ppero he comprobado que los hay mucho peores y muy cobardes. Un saludo
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