Desde su atalaya cordobesa: LAS COSAS DE DON EUFEMIO
No es la primera vez que semejante espécimen saluda “militarmente” ( ya quisiera) y realiza ese gesto con que los soldados reconocemos al compañero, nos ponemos “a la orden”( busquen otra expresión más rotunda) del superior y aceptamos la disposición del subordinado. Pues ahora sale este renegado, que lo es hasta de su tierra, y le da por repetirlo con asiduidad cual ocurrente gracieta. La última vez tras recibir el gran honor de haber sido expulsado del hemiciclo donde nunca tenía que haber entrado.
La foto es de una situación anterior similar; de la hace unos días no he conseguido la imagen. La habrán suprimido del diario de sesiones, al igual que sus infectas palabras; que ésa es otra. No, Señora Presidenta, las palabras no se borran: han de quedar para que las generaciones futuras sepan la calaña de nuestros ”representantes”, del mismo modo que nosotros podemos leer, y leemos, lo que dijeron otros, y otras ( y no es concesión al “genero”), en un calcado escenario al que “contemplamos”.
Y, por cierto: No hemos aprendido nada.
De la prensa, noviembre 2018
Gabriel Rufián es expulsado del Congreso tras insultar a Borrell.
TORCIDA
(Soneto)
La razón o la causa, los motivos;
aquello que te roa y te atormente
lo que en ella te pase, simplemente,
no son, para el que escribe llamativos.
Allá, Rufián tú y los primitivos
vericuetos de tu torcida mente,
que piensa, cierto es, presuntamente;
y a la vista tus actos repulsivos,
de enfermas tus neuronas, subproducto.
Pues, cuán mísero, ¡oh, Dios!,y cuán escaso
el jaez de tu pinta, ruin, enana,
que tras la flatulencia de tu eructo
sagrado el gesto ultrajas, so payaso:
¡Escoria tú, rufián, bazofia humana!
Don Eufemio, 24 nov. 18
(Continuará, Dm.)
Bravo por su excelente comentario sobre tan impresentable individuo.
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No cabe otro colofón para ese rufián, en efecto: escoria, fruto del odio y el resentimiento.
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Porque está en la vida civil y en una institución en declive moral; si fuese en la vida militar, no haría nada de lo que hace porque ese pésimo y burlón saluda se lo tragaría con lengua y todo.
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Es un payaso. 🇪🇸
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La verdad, D. Eufemio, es que da vergüenza ajena ver a ese tipo nada menos que en el Congreso de los Diputados.
Pero es que encima pertenece a la «región» donde sólo existen seres superiores, que se permiten el lujo de despreciar al resto del país…parece de chiste.
Estamos viendo cosas que nunca jamás hubiéramos imaginado. ¡Y pensar que yo me reía cuando veía a los políticos en esas repúblicas bananeras de mis épocas en Sudamérica, porque se ponían de vuelta y media unos a otros, y en cuanto se descuidaban, los militares sacaban los tanques a la calle y se acababa la fiesta!..y no lo digo en sentido figurado, lo viví una vez, y sé lo que digo…
Un afectuoso saludo
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Pues con el permiso de V.I., más que una crítica literaria a esa obra de arte de soneto, lo que me dicta mi juicio crítico es opinar que ese proyecto fracasado de persona, se comporta como lo hace, y ese «saludo» sólo es intención de insultar a quienes sí tenemos el privilegio y el honor de poder hacerlo con total derecho, porque nadie, ni de pequeño en su casa, ni de adulto en la calle ha intentado comprobar la hipotética dureza de su cara. Es todo lo que necesita para que se le vayan los pájaros de la cabeza y comience a comportarse como un niño bien educado.
Lástima no tenerlo a mano. Ese, y muchos otros niñatos mal criados que se han hecho los amos de la situación y nos llevan al mismísimo infierno.
Hace ya muchos años, allá por el ochenta, casi recién estrenada esta democracia, alguien escribió con spray una pintada en el muro de la autopista de La Coruña, cerca de la Cuesta de las Perdices, que decía: «España necesita una mano de… H.».
Pues eso, con perdón, más o menos, es lo que continúa necesitando casi cuarenta años después y se terminaba la broma.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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